Cuando todos se despidieron y se fueron, Ryou recogió la camisa de Bakura la fue a dejar en remojo al sótano, hizo una gran cena para Bakura y para él y subió para dársela y comenzar el “interrogatorio” que resolvería todas sus dudas.
Ryou llegó a su cuarto y vio a Bakura acostado boca abajo en su cama; - Ten – Dijo Ryou simplemente, haciendo que el mayor se levantara y se sentara en la cama recibiendo el plato de comida y empezando a comer de inmediato, pues no solo el dolor de garganta lo estaba matando, sino que también el hambre. Ryou también se sentó en la cama de piernas cruzadas, pero más cerca del final de esta con su propio plato, pero sin probar bocado alguno.
- Tengo varias cosas que preguntarte, pero con tu situación se nos va a dificultar – Dijo Ryou algo decepcionado, pero de pronto se le vino una idea a la cabeza, se levantó y se dirigió a su mochila, de donde sacó un cuaderno y un lapicero, dándoselo a Bakura.
- ¿Desde hace cuánto estás trabajando? – Bakura de inmediato comenzó a escribir, haciendo que Ryou se diera cuenta de que jamás había visto la letra y forma de escribir de Bakura, preguntándose si también había adoptado su forma de escribir en cursiva y si era así, ¿serían exactamente iguales?
Cuándo Bakura termino de escribir, le devolvió el cuaderno a Ryou para seguir comiendo y fue allí cuando el menor descubrió que estaba en lo correcto con respecto a que Bakura escribía en cursiva, pero se había equivocado por mucho a la hora de pensar que sus formas de escribir eran exactamente iguales, pues ERAN TODO LO CONTRARIO, la escritura de Ryou era “elegante” por decirlo de alguna manera y la de Bakura… bueno, la del oji carmesí era apenas legible. N/A: Digamos que, como dato curioso, estoy basando la escritura de Bakura en la mía, sí, mi letra no es legible para casi nadie a menos que yo quiera, ósea que cuando yo quiera puedo escribir bonito y cuando no, pues no y eso casi nunca ocurre, solo en los exámenes y trabajos, además de que solo yo voy a estudiar desde mi cuaderno por lo que no tengo razón de escribir bonito mientras me sea legible a mí. De hecho, mis compañeros bromean con que si quisiera ser doctora, no tendría que estudiar medicina, pues con mi letra ya es suficiente para ser doctora xD. Lo que Bakura escribió fue: - ¿Recuerdas el día que trajiste las compras y me fui sin decir nada y llegué más tarde de lo normal? Bueno desde ese día comencé a buscar trabajo, pero lógicamente no lo encontré desde ese día, así que los siguientes seguí buscando, pero como no tengo conocimientos suficientes ninguno me quiso contratar, hasta como hace un mes que encontré ese servicio mecánico y de casualidad necesitaban un mecánico urgente, incluso sin experiencia, así que me enseñaron todo lo necesario y desde entonces eh estado trabajando allí. Y con respecto al día que me fui tan abruptamente, lo hice porque me sentí que tu situación económica también era mi culpa y que debía hacer algo para ayudar, para devolverte todo lo que habías hecho por mí. – Ryou se conmovió con esto último, Bakura enserio que había cambiado, la respuesta al por qué se había enamorado se comenzaba a hacer más larga, con muchas razones; - No es tu culpa Bakura, sí, ahora somos dos y se hace más difícil, pero no te tienes que sentir culpable. Ahora dime, ¿Cuándo planeabas decírmelo? – A Bakura se le devolvió el cuaderno y empezó a escribir de nuevo para después dárselo a Ryou quien paró de comer para leer: - En alguno de los día de esta semana, pero la verdad no tenía idea de cómo decírtelo, no sabía cómo iba a tomarlo, siquiera sabía si ibas a creerme, pues soy un ladrón o tal vez me pedirías que no lo hiciera porque no era necesario, quiero decir, no me puedes negar que eres un necio terco que le gusta arreglar las cosas a su modo poniendo las comodidades y deseos de los demás sobre los tuyos, algo que deberías de dejar de hacer por cierto, al menos no del todo. –
-Primero, no soy terco ni necio – Bakura al escucharlo le hizo de cara de: “Si claro, como no y yo fui faraón”; - Segundo, claro que te iba a creer, no me has dado razones para hacer lo contrario y sí, puede que no fuera a estar muy de acuerdo, pues todo está bajo control, pero seguramente al final hubiera cedido y tercero, ¿Qué tiene de malo querer ayudar a los demás? Además de que no es cierto de que pongo sus deseos sobre los míos y si fuera así ¿Qué tiene de malo? – Bakura negó con la cabeza a ojos cerrados y escribió: ¿Qué no lo haces? ¿Qué tiene de malo? ¡Por supuesto que lo haces! Y no, no tiene nada de malo en que quieras ayudar a los demás, pero no por eso tienes que priorizar a los demás sobre tu persona, está mal porque comienzas a descuidarte porque tú mismo estás en el fondo de la lista de prioridades, sé que no siempre tenemos que pensar en nosotros mismos, pero no tenemos que dejar de hacerlo – Cuando Ryou terminó de leer, cerró los ojos y sonrió, para después dedicarle esa sonrisa y una suave mirada al mayor, a quien se le aceleró el corazón al ver la escena; - Te has vuelto tan lindo – Al escuchar esto Bakura levantó una ceja sorprendido y con el corazón dándole a mil, realmente le agradecía a los dioses que en este momento no pudiera hablar, porque no sabría si podría hacerlo bien; - Quiero decir, te has vuelto considerado, te preocupas por mi e incluso te has vuelto cariñoso y te le agradezco. Realmente has cambiado mucho. – Bakura estaba luchando para que un sonrojo no saliera a la vista, no solo por las palabras de su hikari, su sonrisa y bella mirada, sino porque Ryou se acercó al mayor, le dio un beso en la mejilla cuando le agradeció y lo abrazó diciéndole: - Realmente has cambiado mucho.
-No he cambiado… siempre he sido así… es solo que eres el primero en mucho tiempo al que le muestro mi verdadero yo… - Dijo Bakura a con un poco de dificultad, aprovechando que estaba tan cerca del oído de Ryou. El oji esmeralda sacó su cabeza del hombro del oscuro y lo miró con incredulidad; - ¿Enserio? – Bakura solo asintió ante la pregunta y se acercó e nuevo al oído de Ryou diciendo: -Fui alguien normal antes de que todo pasara… sé que era una aldea de ladrones… pero mis padres no me enseñaron cosas malas… de hecho… era como tu – Cuando Bakura terminó su adolorida explicación se echó un poco hacia atrás para mirar a Ryou a los ojos, los cuales daban una mirada un poco triste ante la verdad revelada, pero esta tristeza no se comparaba con la que trataba de ser ocultada en los ojos del mayor, los cuales también daban indicios de comenzar a perderse en los recuerdos, por lo que Ryou intervino de inmediato.
- Me alegra saber que te doy la libertad de ser tú mismo y déjame decir que tienes una gran personalidad más allá de tu oscuridad, aunque me molestes tanto -Si Bakura pudiera reírse lo haría, más solo pudo sonreír; - Y deja de forzar tu garganta tratando de hablar, sé que te dueles cundo lo haces, además de que mañana no iras a trabajar, no importa cuánto me reclames, no te voy a dejar – Bakura solo rodó los ojos y se encogió de hombros estirando la mano hacia el cuaderno, el cual Ryou le alcanzó y escribió: - De todas formas me prohibieron ir hasta que me mejore.
- Que bueno, mañana iré a la farmacia para comprarte a algo para que te mejores pronto. Pero volviendo al tema, ¿sabes que no puedo aceptar todo ese dinero cierto? Es mucho y tu mereces una parte porque fuiste tú quien trabajó por él – Bakura de inmediato frunció el ceño y negó furtivamente con la cabeza y comenzó a escribir; - Recuerda que busqué el trabajo en primer lugar para ayudarte económicamente y quiero dártelo todo a ti para que compres todo lo necesario y estés tranquilo, además, no necesito el dinero, no tengo problema en dártelo todo, no me interesa comprar nada.
- Aun así, mereces una parte y no mientas, recuerdo perfectamente que te interesaba un cuchillo que viste en una tienda de armas artesanales el día que fuimos al centro comercial, con ese dinero podrías comprarlo, es de las pocas cosas de la actualidad que he visto que te gustan – De nuevo Bakura se encogió de hombros y escribió: - ¿Y eso qué? Puedo comprarlo después, ahora es más necesario comprar otras cosas. Sé que no te voy a convencer, así que ¿Qué tal si llegamos a un acuerdo? – Ryou leyó y preguntó curioso: - ¿Qué clase de acuerdo?
-Te dejaras todo el dinero esta vez hasta que la situación económica mejore y cuando eso pase, dividimos el dinero a la mitad para cada uno ¿Qué te parece? – Ryou pareció pensárselo un poco, sabiendo que realmente necesitaban ese dinero, así que no le quedó de otra más que aceptar: -De acuerdo, es un trato – El hikari estiró la mano hacia su yami, quien la estrechó con firmemente y después escribió: - Te doy mi palabra de ladrón y sí eso significa mucho, al menos para mí.
-Sí lo sé, el honor antes era muy importante para las personas, aunque de todas formas confío en ti – Dijo Ryou sonriendo un poco; - Aunque también debes de regular tus horarios, quiero decir, los sábados deberías tenerlos libres – Bakura sonrió y escribió: - Los sábados son libres, pero puedo ganar dinero extra si voy a trabajar y eso fue lo que hice.
Cuando Ryou leyó lo escrito, miró a Bakura con una expresión agradecida, puso su mano en la mejilla del mayor y le dijo: - Realmente te has estado esforzando mucho ¿no es así? – Bakura asintió con la cabeza antes de recostar su mejilla un poco en el la mano del menor, dando signos de que ya estaba agotado; - ¿Ya estás perdiendo la batalla contra el sueño no es así? -preguntó Ryou riéndose un poco, pero no a modo de burla y Bakura solo afirmó esto cerrando los ojos sin apartarse del tacto cálido de su luz.
- Alístate para dormir mientras yo lavo esto ¿sí? – Bakura se alejó de la mano de Ryou abriendo los ojos y asintiendo, mientras el menor recogía los platos e iba a lavarlos.
Cuando regresó Bakura ya se había cepillado los dientes y acostado en su posición habitual, Ryou sacó su pijama del armario (que consistía en un buso gris igual al de Bakura, un poco entubado, y una camisa de tirantes azul oscuro N/A: Como esta: https://sgfm.elcorteingles.es/SGFM/dctm/MEDIA03/201705/17/00151941100540____1__516x640.jpg y sí, sé que los que leen desde fanfiction no pueden ver los links, pero que se le puede hacer xD ) y se fue a cambiar al baño de su cuarto, cuando regresó apagó la luz y se acostó junto a su oscuro, quien parecía estar ya quedándose dormido, pero esto no parecía ser tan cierto, pues Bakura volteó su cabeza hacia su dirección sin abrir los ojos y estiró un brazo que quedó casi en su cintura y de ahí no se movió más. Ryou por su lado, comenzó a acariciar el cabello de Bakura y le dio las buenas noches, siendo lo último que Bakura escuchó, antes de que, por las caricias, se quedara profundamente dormido.
