Hola, soy nueva escribiendo esta clase de historia, así que les quería pedir que no fueran tan duros/as conmigo y agradecer desde ya a las personas que se temen su tiempo en seguir esta historia. ¡¡¡Bueno sin más, a leer!!!
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD:
LAS PERSONAS QUE SE MENCIONEN EN ESTA HISTORIA SE PERTENECEN ASÍ MISMOS, POR LO CUAL LAS ACCIONES SOSTENIDAS EN EL TRANSCURSO DE ESTA ES PURA FICCI”N.
LOS PERSONAJES MENCIONADOS PERTENECEN A SUS RESPECTIVOS CREADORES, Y SOLO SON USADOS CON FINES DE ENTRETENIMIENTO EN ESTA HISTORIA.
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Realmente no sé cómo se desato todo este infierno. Estábamos en clases cuando todo el caos estallo. Pero aquella noche en la que todo dio inicio, me desvele.
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Eran las seis treinta de la mañana cuando Salí de casa y luchaba para que los ojos no se me cerraran. primero tendría que dejar a Sofia en su escuela. la primaria elemental del lado sur de la cuidad, estaba algo alejada de la universidad a la cual yo asisto, en realidad estaba en el centro de new york pero era la mejor y la directora era una vieja amiga de mamá por lo cual me permitía poder pasar al termino de mis clases.
-¿hey morena, ya viste al nuevo profe de historia artística?- pregunto mi amiga un asiento por arriba del mío.
-Maggie, la facultad de artes está al lado opuesto del nuestro. ¿Cómo es que sabes que hay un nuevo maestro? - pregunte sin dejar de escribir lo que escribía la maestra.
-Alex me comento que tenía nuevo profe y que estaba buenísimo- susurro son una gran sonrisa en sus labios.
-oye morena, tu eres lesbiana. Que rayos haces mirando al profesor de tu novia- iba girarme para poder verla, pero el gran estruendo que hizo la puerta llamo nuestra atención.
-¿Qué rayos?- se sobresaltó Maggie al ver como Austin me sacaba del aula por la fuerza.
-no le basta con no solo entrar a la clase señor Mahone, sino que ahora viene y quiere sacar a la Srta. Cabello- hablo la maestra sin ocultar su malestar. Cosa que a Austin le dio igual porque no le asunto.
-nos vamos, Mila. Ahora- volvió a jalarme del brazo, pero esta vez me logre soltar.
-¿qué rayos te pasa, Austin?- pregunte alejándome de él dos pasos.
-acaban de asesinar a un profesor, esto se volverá un caos si no nos vamos ya- respondió apurado entre susurros.
-Eso no puede ser verdad- hablo Maggie que había escuchado toda la conversación.
-si no crees en mi palabra no me importa, Max. Pero Camila y yo nos vamos.
-está bien, pero vamos por Alex - sentencio Maggie para luego cogerme de la mano y salir sin importar en las palabras de la maestra.
Para cuando me di cuenta, estábamos en la sala donde se mantenían los artefactos de deporte de los clubs.
-si vamos a ir a por tu chica será mejor que nos preparemos. Cojan algo con que puedan defenderse- nos decía mientras cogía un bate de metal- ¿listas?- pregunto.
Maggie y yo nos miramos un segundo antes de asentir y salir.
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No habíamos dado ni dos pasos fuera cuando los altavoces se activaron.
-a todos los alumnos y profesores, se ha informado de un ataque, por favor mantener la calma y resguardarse en el gimnasio hasta que los atacantes sean contenidos. Repito. A los alumnos y profeso… ¡ahhhhhhh!- el grito desgarrador que escucho nos dejó paralizados- ¡no! ¡para por favor, para! ¡ahhhhhh!- y los gritos habían cesado.
El silencio que siguió a eso fue realmente ensordecedor. Ni un solo sonido se escuchaba en toda la universidad, todo se mantenía pulcramente silencioso y entonces, todo signo de paz se rompió con los gritos de desesperación que llenaron cada pasillo y la desesperación llevo al caos.
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-es muy tarde para ir por ahí, vámonos- gire hacia Austin, que ya estaba andando en dirección contraria de las escaleras.
-pensé que iríamos por allí- señalé las escaleras.
-no, eso sería un tremendo error- pronuncio Maggie- ahora las escaleras están siendo tomadas por personas desesperadas que quieren salvarse sin importa que- resoplo- será mejor que vallamos por los puentes que conectan las facultades.
Así lo hicimos, subimos a los puentes que se conectaban entre sí, por suerte para nosotros todo estaba tranquilo hasta el momento, pero la imagen que se plantó en mi pupila no era la que me esperaba.
A lo lejos se podía observar toda la ciudad completamente destruida: los edificios estaban envueltos en llamas, igual que los coches que yacían abandonados o estrellados en algún lugar de la pista, las personas se atacaban las unas a las otras. Todo ese horror parecía sacado de una película o de una, maldita pesadilla…
- ¿ese es el maestro Parker? - la voz de Maggie me despertó de mi letargo haciendo que volviera a la realidad.
No sabíamos que hacer, el sr. Parker se movía de forma extraña y se le notaba desorientado. Pero por otra parte tampoco podíamos dejarlo así, mientras fuéramos más tendríamos más posibilidades de salir, así que sin pensarlo tanto me fui acercando a él y traté de llamar su atención, pero una mano en mi hombro me impidió dar un paso más.
Cuando voltee para ver quien de mis dos acompañantes era el que me retenía, vi como con la otra mano de Maggie se encontraba frente a sus labios haciendo un gesto de que me mantuviera en silencio.
-no te precipites, Mila. Mira sus zapatos- señalo ella, haciendo que bajara las vista hasta estos y los encontrara manchados de sangre.
Pero ya era tarde, el Sr. Parker se acercaba rápidamente hacia nosotros. No sé si fue por la adrenalina del momento y las ganas de sobreviví, pero cuando abrí los ojos me topé con la cara del sr. Parker a cinco centímetros de la mía mientras se sacudía violentamente y trataba de arrancarme un pedazo de carne con cada mordisco desesperado que daba.
Tal vez lo estaba imaginando porque no podía ser posible que a pesar de que tenía al sr. P, atravesado tal cual anticucho, él seguía moviéndose y tratando de atacarme, eso no era posible ¿cierto?
-¡arg!- primero escuche un grito de rabia y luego sentí el olor a hierro que emana del que antes había sido el sr. P.- ¿estás bien?- me pregunto Maggie después de haberle destrozado la cabeza al sr. P, a base de batazos.
Esto tenía que ser un maldito y horrible sueño, tenía que serlo, no podía ser verdad lo que estaba pasando, no podía.
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-¡heeeeeee! ¡aquí! - escuche a lo lejos, lo que hizo que pusiera atención a lo que pasaba- ¿a dónde rayos se dirigen? - pregunte mirando al cielo.
-son black hawk- contesto Maggie, y ahí fue en donde preste completamente mi atención.
El ejercito estado unidense se estaba moviendo muy rápidamente, eso solo significaba que lo que estaba sucediendo era algo realmente muy grave.
-van al sur- cuando alcé la mirada me topé con ambos y un gesto triste.
-¿el sur?- susurre, y entonces entre en pánico- Sofí…- pronuncie con el dolor que se encerraba en mi garganta.
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Gracias por leer. Espero les haya gustado y me lo hagan saber atreves de sus comentaros.
Que tengan una linda tarde.