Era de mañana, la brisa cálida y TaeHyung se encontraba destruido mentalmente, aun no podía creer lo que había hecho... Ni siquiera él podía reconocerse a sí mismo, era un monstruo...
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Flashback
~16 horas atrás~
La tarde estaba a punto de caer frente a sus ojos y ya era momento de volver a casa.
Camino por un largo puente donde también transitaban vehículos. Iba jugando con una pequeña rama mientras golpeaba una lata vacía. ¿En que momento la vida se había vuelto en blanco y negro?, se preguntaba el muchacho, claro, desde que su padre se había vuelto un drogadicto y golpeaba a su difunta madre y a su querida hermana.
Toda su vida era un desastre, y todo era culpa de su estúpido y violento padre. Pero por otro lado, él también es feliz, con sus amigos, nada más. Era tan estúpido, su mundo pareciese estar dividido en dos partes; la verdad y la mentira, todo tan fundido en la luz y la oscuridad.
Soltó un suspiro tembloroso, había llegado a su departamento, había vuelto al mismo infierno de siempre. Del bolsillo trasero de su pantalón saco las llaves de la cerradura e introdujo la llave en la cerradura, giro la llave, tomó el picaporte de la puerta y la giro. Un pequeño grito se escuchó dentro el departamento, TaeHyung entró apresurado sin dudarlo.
- ¡Eres una maldita perra!.-le gritaba aquel horrible hombre que tenia aquel estúpido apodo, "padre", ni siquiera merecía que le llamasen así.
La impotencia de ver como "él" golpeaba a su hermana, se había apoderado de su cuerpo. Miro a sus lados, una botella, aquella era su salvación. Estaba equivocado... y el lo sabia pero;
Su cuerpo estaba embriagado de furia.
Golpe la botella contra un pequeño mueble, los vidrios cayeron estruendosamente al suelo. Solo quedaba la mitad de la botella.
Corrió hacia su padre y no le quedó de otra que hacer lo que luego se arrepentiría de haber echo...
Una.., dos.., tres.., cuatro.., cinco.., seis.., siete.., ocho a puñaladas en el abdomen. El muchacho sonrió con satisfacción y a la vez... con miedo, ¿Qué diablos había echo...?
- Noona...-intento acercarsele y abrazarla, pudo ver el miedo en su mirar.- Lo siento.-¿por qué se disculpaba?, él había sido su héroe, si, un estúpido héroe que actúa sin pensar y no mide las consecuencias.
- Eres un monstruo.-se alejo a pasos cortos de su hermano.- ¡Monstruo!.-le grito aterrorizada.
La chica salió corriendo del lugar, el joven quiso salir a su encuentro pero su mente había colapsado.
"¡Asesino, asesino!"
- N-no...-negó tapándose los oídos.- ¡Cállate, cállate...!.-cerró sus ojos.
"Acabas de ahuyentarla imbécil."
- No es cierto...-murmuró, agitó su cabeza resignado.- Sólo.., ella sólo no me vio como su héroe...
"No eres su héroe, ¡eres un asesino, un monstruo!"
- No.., Joder.-gruño entre dientes.- Yo solo la salve.-volvió a insistir. Joder, ¿a quien estaba engañando...?. Un nudo se formó en su garganta.- S-soy un monstruo.
Fin Del Flashback
***
¿Qué podía hacer ahora...?, estaba solo, todos se habían ido de su lado. ¿Cómo será capas de sonreír si ellos ya no están?
"Mientras estemos juntos podremos sonreír."
¿Por qué todos mentían?
- ¿Ahora soy feliz?
La respuesta ya está ahí.-se dijo a sí mismo.- Soy feliz.-se mantuvo en silencio.- ¿Pero por qué no puedo sonreír?.-se pregunto.
"Claro, porque no estás con ellos", volvió a hablarle aquella estúpida voz que siempre lo atormenta en los momentos difíciles...
¿Esta es la realidad?, el sol se está poniendo, cuando la noche regrese de nuevo, la realidad se destruirá. Todo volverá a la normalidad, todo volverá a ser un mundo en sueño...
Él pretende conocer el mundo, pero su cuerpo no está listo, él chico tiene miedo a la realidad
¿Por qué está hiriéndose solo?, él sigue teniendo miedo de lo que surja en la realidad, otros siguen adelante, pero ¿por qué él sigue ahí?
¿Por qué simplemente no intenta sonreír por su cuenta?, ocultar la verdad tras una máscara y destrozarse internamente con una mentira.
Él sigue ahí, con los ojos cerrados, ha perdido su camino; entre el desierto y el mar, sigue intentando buscar su rumbo, no sabe que dirección elegir, si. Ellos eran la razón de su propia felicidad y tristeza.
“Mundo” es otra manera de llamar a la desesperación. Su altura es otro diámetro de la Tierra. El milagro grita en busca de la realidad.
Es tan asfixiante, el mundo se esta quedando sin aire
y en esta retorcida realidad, cierran los ojos ante el sonido de trágica caja musical.
Pero para dominar este pecado,
perderlo convertiría todo en perdición.
No puede rendirse.