Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

No me avergüenza admitir que, cuando Jake se cruzó en mi vida, las cosas me empezaron a ir mejor.

Conocí a Jake cuando me apunté a clases de defensa personal. Si, exacto, defensa personal. Mi madre creyó oportuno apuntarme teniendo en cuenta los últimos acontecimientos.

- No digo que sea horrible lo que te hayan hecho… - me dijo - Simplemente que quiero que empieces a tomar las riendas de tu vida y empieces a defenderte tú mismo.

Era consciente de que tenía razón. Aun así, una parte de mi deseaba que viniera alguien a defenderme… Y, preferiblemente, que ese “alguien” fuera Neil.

Jake era el ayudante del profesor. Digamos que era quien le acompañaba en las clases y que controlaba que los alumnos hicieran bien. Me acuerdo perfectamente el día en el que me tuvo que corregir un ejercicio y me cogió del brazo. En ese momento el corazón se me disparó a mil por hora… por no decir que otra parte de mi cuerpo también se despertó. Jake se percató de eso y pasó al lado mío justo para decirme algo a la oreja que solo yo pude oír:

- Siento haber despertado a tu pajarito.

Pero… ¿Será posible? ¿Había oído lo que me pareció que había oído? ¿Se me estaba insinuando o solo comentaba de forma graciosa una anécdota como esa?

Después de esa frase, mis clases de defensa personal se convirtieron en un suplicio para mí. Yo estaba procurando no “emocionarme” como aquel día, pero la verdad es que él cada vez me miraba más, y yo cada vez me ponía más nervioso.

Un día, estaba saliendo de sus clases, mientras pensaba formas de disimular mi nerviosismo, cuando alguien me tocó el hombro. Tragué saliva esperando que no fuera él… Pero no pudo ser posible.

- Hey, Tyler. – me dijo con su suave y melosa voz. - ¿Vas por este camino?

- S-si… - dije yo, totalmente nervioso

- te acompaño. Mi casa está cerca así que me verás a menudo.

“Mi casa está cerca”… “Me verás a menudo”… ¿Pero qué demonios…?

- ¿Sabes qué? Estoy impresionado de lo mucho que has mejorado desde que te incorporaste a nuestro grupo. ¡Aprendes muy rápido!

Asentí sin mirarle. Estaba demasiado nervioso.

- Y además… - dijo mientras se rascaba la nuca - ... Creo que debería pedirte perdón por lo del otro día.

- ¿Perdón?

- Si… - suspiró muy profundamente – Hice que te pusieras nervioso al hacerte entender que me había fijado en tu entrepierna…

- Ah…. –dije mirándole- No tiene importancia, de verdad.

- Ya lo sé, pero…. Es algo que le pasa a muchos deportistas, no debería burlarme de ello.

Nos quedamos en silencio. Él me miraba pero yo procuraba no hacerlo. Aunque, de todos modos, él ya se había disculpado… ¿Por qué tenía que seguir esquivándole la mirada?

- Estas rojo… ¿Tienes frio?

- ¡Ah! – dije, asustándome un poco. - ¿Eh? Ah, no, no… No te preocupes.

Jake miró a su alrededor y luego a mí.

- De todos modos… parece que va a llover.

No se equivocaba. Cuando estábamos aproximándonos a su casa, empezó a llover muy fuerte y corrimos a refugiarnos en su casa.

- ¡Madre mía la que está cayendo! - ¡Ni el diluvio universal dio para tanta agua! – Dijo mirando a la ventana y luego a mí – Tyler… Estas chorreando. – Suspiró y me dedicó una sonrisa- Anda, quédate aquí hasta que amaine. Puedes usar mi ducha para ducharte. Yo de mientras pondré una lavadora y lavaré tu ropa.

- pero…

- Sin peros. – Me dijo, mirándome a los ojos. – De todos modos, esta oscuro y no quiero que salgas solo por la calle por si te puede pasar algo.

Sonreí.

- Pero con lo buen profesor que eres y con lo bien que me has enseñado, seguro que sabré defenderme solo. – dije sonriendo.

Esa frase le hizo reír.

- Como eres. – dijo con una sonrisa en su rostro. – Bueno, haz lo que queras. Pero considera esto como una forma de compensar mi error del otro día.

Suspiré y asentí.

- Está bien, te tomo la palabra.

Me metí en la ducha, y me empecé a desnudar. Pero, poco a poco, las dudas me empezaron a invadir. ¿Estaba bien quedándome en casa de alguien así sin más? ¿No estaba abusando de su hospitalidad? ¿No estaba siendo demasiado confiado?

No pude más y llamé a Leo. Quería preguntarle su opinión.

- ¿T-tyler? - me contestó William, algo acalorado. - ¿ocurre algo?

- Eso mismo debería preguntar yo. – dije arqueando una ceja. – ¿Es que Leo y tú os habéis ido a correr y por eso estas tan agotado?

- Si, exacto. – oí la voz de Leo de fondo. – De “correr” va el tema.

No pude evitar reírme. Así que era eso,  eh…

- Bueno, siento haberos interrumpido. – Dije yo – Pero, es que necesito su opinión. He hecho algo y no sé si está bien.

Pusieron el altavoz y yo les explique todo desde el principio. Tragué saliva esperando su respuesta.

- Bueno… - dijo Leo al fin. – la verdad es que está cayendo una buena. No podías hacer otra cosa.

 

 

- Ya pero…. ¡Que estoy en la bañera de mi profesor de defensa personal! Eso no es muy normal, que digamos.

Se hizo el silencio durante un buen rato.

- Tyler… - dijo William al fin - ¿te gusta tu profesor?

Me puse rojo al instante.

- No, yo… - tragué saliva y bajé la mirada, a pesar de que ellos no me podían ver – Bueno… puede que un poco.

- Entonces… ¿Qué hay de malo en que pases un tiempo con él?

- es que… ¿Y si él no…?

- Tyler, estas en la misma duda que estábamos Leo y yo hace unas semanas… Así que como nos des el coñazo con tus dudas, te juro que iremos a tu escuela y acosaremos a tu profesor hasta que nos diga lo que siente

- ¡No, no! –Dije suspirando – Por favor, no lo hagáis.

- No nos retes, Tyler.

Suspiré. Me habían derrotado.

- Esta bien… Hoy… hablaré con él. ¿Os digo algo luego?

- Por favor.

Suspiré y les colgué, no sin antes despedirme de ellos.

Me duché rápidamente por miedo a que Jake se empezara a preguntar porque tardaba tanto. Salí con una toalla en la cintura. Le miré y me puse rojo al darme cuenta de que no tenía ropa que ponerme.

- No te preocupes. – Me dijo antes de que yo pudiera decir algo – Ya te dejo ropa mía… No quisiera… que mi alumno favorito se resfriara.

Mi corazón se disparó… como aquel día. Vi como Jake iba a buscarme ropa pero le detuve cogiéndole del brazo. Bajé la vista.

- Yo… - dije suavemente y sin mirarle. – No lo necesito. Yo… me siento bien junto a ti

Le escuché soltar una risita.

- ¿Qué es… tan gracioso?

- Oh, Tyler… - me miró con una sonrisa - ¿Es que no te das cuenta de lo que acabas de hacer?

Asentí. Sí que me había dado cuenta. Era la única forma que tenia de decírselo… sin decírselo.

De repente, pasó algo totalmente inesperado: Jake me abrazó por detrás.

- Yo… - empezó a decir – También siento algo por ti… Y quiero demostrártelo. – Me tomó del mentón y se acercó a mis labios - ¿Puedo?

Asentí y dejé que me besara. Fue un beso dulce y agradable… casi como su voz. Pero los niveles de alerta en mi cuerpo se activaron cuando vi que tenía la intención de ir más allá. Sin dudarlo más, le frene.

- espera…

- ¿Te ocurre algo? – dijo mirándome intrigado.

- Yo… no quiero hacer eso… por un tiempo.

- ¿Pero por qué no?

Al ver que  no entendía nada, le expliqué todo lo que me había pasado hasta ahora, incluyendo lo que me hicieron Dennis y Sam.

- … Y ahí tienes el motivo por el cual… - tragué saliva para evitar llorar – me uní… a defensa personal.

Bajé la mirada para evitar ver su reacción. Pero la pude notar igualmente, ya que me abrazó.

- … Lo siento.

- ¿Por qué me pides perdón? – Dije - ¡Soy yo el que te ha rechazado!

Me acarició la mejilla con ternura y me besó la frente.

- He estado a punto de hacerte hacer… algo que te lo ha hecho pasar muy mal. Perdóname.

Niego con la cabeza.

- No te preocupes. – Dije sonriendo – siempre y cuando sea con cariño… Lo aceptaré con mucho gusto.

Le vi asentir con una sonrisa y acercarse a mí para besarme y tumbarme en su cama.

*****

Horas después, dejó de llover y salió el sol.

- es una suerte que mi ropa se secara tan rápido. – dije yo, poniéndome los zapatos

- Es que…. No la necesitaste.

Le aparté la mirada y él me abrazó por detrás. Nos quedamos así un buen rato.

- Pasado mañana… - dijo al fin - … tenemos clase. No lo olvides.

- Allí estaré. – le dije sonriendo con cariño.

Salí de su casa y miré al cielo. Esbocé una sonrisa al darme cuenta que la lluvia había hecho que él y yo estuviéramos solos en una misma casa, que pasara lo que pasara, que me mirara y me dijera lo que sentía… Todo eso… lo había hecho la lluvia.

 

Hay que ver… Lo que hizo la lluvia.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).