Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

- ¡Mamá!

En aquel momento, era lo único que podía decir. Recorría los pasillos llorando y gritando esa palabra sin poder parar.

- ¡Mamá! ¡Mamá!

- ¡Tyler, por favor! – decía la voz de mi novio tras de mí – ¡para!

Jake iba detrás de mí intentando frenarme. Una enfermera se puso en mi camino.

- Por favor, no grite ni corra los pasillos. – Dijo seriamente – esto es un hospital, y los pacientes deben de estar tranquilos para poder descansar.

Estaba tan lleno de rabia y dolor, que solo pude agarrarla de la camisa mientras no dejaba de llorar.

- Es mi madre… ¿Se entera? ¡Mi madre! – le decía lleno de rabia. – Se llama Karen Miller… Ha tenido un accidente de coche... y la han ingresado hace pocos minutos en este hospital… ¿¡Donde está!? – le grité.

Después de intentar calmarme en vano, la enfermera me llevó a ver a mi madre. Cabe decir que, en cuanto entré a la habitación y la vi, se me paró el corazón.

- mamá… - fue lo único que pude decir.

Desde ese momento, todo lo de mí alrededor se desvaneció. Oía hablar a la doctora y a Jake, pero yo no les escuchaba. Solo… pude tomarle de la mano y quedarme mirándola.

Todo mi mundo se había venido abajo.

*****

 Una hora después, cuando todo se había calmado, y el estado de mi madre había mejorado un poco,  Jack tuvo que irse debido a que tenía unos asuntos que arreglar en la academia.

- ¿Seguro que estarás bien yendo solo a casa?

- Que sí, tontito, que sí. – dije sonriendo y tomándole de la mano. Suspiré un poco- han dicho que esta en coma así que… será mejor que me quede por si se despierta. Ya me marcharé cuando crea necesario. Además…  Sé cuidarme solo.

- la última vez que dijiste eso te encontraste con Dennis y Sam…

Le miré algo serio.

- Jake… - le dije tragando saliva. - Por favor, no… pronuncies esos nombres.

Me entró un mini escalofrío. Jake se dio cuenta y me dio un cálido abrazo.

- perdona… a veces olvido… lo mucho que sufriste.

Nos quedamos unos segundos así, abrazados y en silencio. Luego me separé.

- Tienes que irte. No quiero que tengas problemas en el trabajo por mi culpa… solo faltaría eso.

- ¿Estarás bien?... No me gusta dejarte solo, la verdad. Y menos con este panorama.

- Anda, vete de una vez si no quieres que te eche de una patada. – dije de broma.

Con una leve sonrisa, y después de besarme en los labios, le vi abandonar el hospital. Iba a entrar de nuevo, dispuesto a sentarme al lado de mi madre y no separarme hasta que despertara pero una mano me retuvo. Me giré para ver a una señora con gafas de sol, sombrero, y una chaqueta que le tapaba la mitad de la cara. A simple vista no sabía quién era, hasta que le vi hablar.

- cuanto tiempo sin verte… Tyler.

Algo me recorrió el cuerpo. Podía ser…

- S-señora Thomson… - titubeé – ¿Que está haciendo aquí?

Mira que me habían pasado cosas en los últimos meses, pero… realmente, a la última persona que esperaba encontrarme era a la madre de Neil.

- te lo advertí. – me dijo con voz grave. – te dije que no te acercaras a mi hijo. Pero tú, seguiste acercándote a él, provocando que su padre ganara el juicio por la custodia, se marcharan a Alemania y, en consecuencia, haciéndome la vida imposible a mí. –dijo y procedió a quitarse las gafas de sol. – por eso yo hoy he dado el primer paso para cumplir mi promesa y hacerte la vida imposible a ti.

- ¿Haciéndome la vida imposible? ¿Pero que está…?

Me callé. Me callé porque había descubierto a lo que se refería.

- No… - dijo mirándole, mientras apretaba los dientes y me contenía para no saltar a su cuello y estrangularla. – Dígame que usted no ha provocado el accidente de mi madre…

- Si te dijera que no… te estaría mintiendo.

Mi respiración se volvió muy agitada. Nunca he sido así, pero en ese momento tenía ganas de matarla.

- Ya te lo advertí. – dijo antes de girarse.

Antes de irse me puso una mano en el hombro y me miró con una expresión de lastima.

- Si de verdad amas a tu madre y quieres conservarla con vida, yo de ti no me acercaría más a Neil… Ni siquiera, me tomaría la molestia en decirle que he estado aquí… Y este es tu segundo aviso.

Y se fue.

Tardé unos minutos en reaccionar. Mi temperatura corporal había descendido de golpe y me había paralizado. No sabía qué hacer ni que decir.

Ni siquiera… me quedaban lágrimas.

*****

Los días posteriores los dediqué a seguir a Neil arriba y abajo, tanto si él se daba cuenta como si no. Quería asegurarme que no le pasaba nada ahora que su madre había vuelto, y además por un motivo tan peligroso como es la venganza. Jake se enfadaba conmigo día sí y día también. Pensaba que le estaba ocultando algo, porque ya no nos mandábamos mensajes por la noche antes de acostarnos, estábamos serios cuando nos veíamos y porque prefería pasar la noche en casa de Neil antes que acostarme con mi novio. Poco a poco, ese cúmulo de cosas hizo que la confianza que Jake tenía conmigo con que nunca le seria infiel, se fuera desvaneciendo.

- ¡¿pero cómo puedes pensar que te estoy siendo infiel?!- le dije una vez por teléfono, totalmente alterado - ¿es que has perdido la cabeza?

- ¡La cabeza la has perdido tú! – dijo él, en el mismo tono que yo. – Desde hace dos semanas, comes, duermes y haces vida en casa de Neil… ¡en casa de tu ex novio! Prefieres pasarte una noche con él a estar conmigo. No me mandas ni  un  solo mensaje, mientras que con él te mensajeas durante horas e incluso le llamas… ¡Dime tu si eso no es motivo para pensar que me estas poniendo los cuernos!

Inspiré y expiré con mucha profundidad. Iba a estampar el móvil en la pared de la rabia, pero necesitaba ese teléfono para hablar luego con Neil, y no podía romperlo. No en ese momento.

- Cállate… ¡tú no sabes nada!

- ¿Qué tengo que saber, Tyler? Llevas semanas evitándome. – Dijo más tranquilo – llevo una semana sin verte por culpa de la tontería esta. ¿Y lo peor sabes qué es? Que no tengo ni idea del porqué. Si al menos me dieras ninguna explicación…

- Yo no tengo por qué darte ninguna explicación.

Y colgué.

Me estiré en la cama, pensando en lo que había pasado. No entendía como estaba actuando así, pero en aquel momento mi cabeza entendía que tenía que proteger a Neil pasara lo que pasara. Aun que ahora, pensándolo fríamente, ¿Realmente valía la pena sacrificar mi relación por él?

Un mensaje me devolvió a la realidad. Lo leí rápido pensando que era Neil, pero no. Era Jake.

 -¿Qué querrá ahora?- pensé enfadado mientras lo abría.  

“No puedo aguantar más” decía el mensaje. “he aguantado esta mierda por ti, sin quejarme hasta ahora porque en parte pensaba que estabas sensible por lo de tu madre, pero es más que eso. Me mientes y me ocultas cosas, antepones a tu ex novio antes que a mí, cuando te lo reprocho me tratas como una mierda… Yo te quiero, pero sinceramente, no creo que me merezca soportar todo eso.

Esto se acabó, Tyler. Espero que seas feliz con Neil.”

Lo leí en voz alta hasta el final. Lo leí de nuevo, y lo releí un par de veces más. Era posible… ¿habíamos roto? ¿Esto era real? ¿Me lo estaba imaginando?

Miré al techo buscando una respuesta entre todas las preguntas. Con el tiempo fui encontrando una solución para todos esos enigmas, pero hubo uno que aún a día de hoy sigo sin entenderlo:

¿Por qué no lloré en ese momento?

*****

Piqué a la puerta de Neil con suavidad. No porque quisiera sino porqué, en aquel momento, no tenía fuerzas para nada. Cuando Neil me abrió instantes después, me lancé a sus brazos. Y ahí sí que lloré.

- ¡Soy un estúpido! – dije en sus brazos.

Entre sollozo y sollozo le explique lo que había pasado. Me hizo pasar y me llevó a su cuarto. Después de conseguir que me tranquilizara, le dejé mi móvil para que leyera el mensaje.

- ¿Qué… opinas? – Dije mirándole mientras él lo leía una y otra vez – ¿Crees que puedo solucionarlo?

Suspiró antes de devolverme el móvil con una cara de preocupado.

- Sinceramente… lo veo bastante difícil. – Dijo mirándome – Pero si tú pudiste dejar de estar enamorado de mí… podrás arreglar esto.

Aunque en situaciones normales esa frase me hubiera dado igual, en aquel momento me hicieron volver a llorar de nuevo.

- es mi culpa – dije mirándole entre lágrimas. – Yo solo… estaba preocupado por ti. Quería protegerte… pero me pasé de protección y dejé de lado a la persona a la que amo…

- ¿Protegerme de qué? – dijo Neil, intrigado. ´

- de tu madre…

Solo un segundo después, caí en la cuenta que acababa de soltar lo único que no quería que Neil supiera.

- ¿C-cómo? – dijo Neil, aun en estado de shock.

Aun a riesgo de perder también la confianza de mi mejor amigo, tuve que contárselo todo. Pensé que en cuanto acabara de hablar, me cogería del brazo y me echaría fuera. Pero me equivoqué. Lo único que hizo fue pegar un golpe en la pared de la rabia.

“El próximo puñetazo será para mí, seguro” pensé. Pero me equivoqué, otra vez.

- ¿estás bien? ¿Te ha hecho daño?

Su reacción me confundió y no podía hablar, así que solo pude negar con la cabeza.

- Lo siento… - me dijo algo dolido – No pensé… que mi madre fuera a hacer algo así nunca… y por culpa de esto, tú y Jake…

- Lo de Jake y yo no fue culpa de tu madre. – le interrumpí. – es mía. Debería haber confiado en él en este tema para que pudiera ayudarme. Ahora… - bajé la mirada algo triste. – Todo se ha ido al traste… por mí

Después de eso, estuvimos un rato en silencio abrazados. Neil aprovechó para preguntarme si me apetecía hacer otra cosa para animarme.

- Estoy agotado… solo quiero quedarme en la cama y olvidarme de todo.

Poco a poco me fui tumbando, mientras que Neil se tumbaba a mi lado, pendiente de mí en todo momento. Antes de dejar que me durmiera, me acarició la mejilla.

- Tengo que llamar a mi padre… - me dijo susurrando a mi oreja – Quiero saber cuándo volverá a casa… ¿Puedo?

Asentí y dejé que se marchara a fuera de la habitación.

- Dale recuerdos de mi parte… - dijo medio adormilado.

Le vi asentir levemente, justo antes de que cerrara los ojos y yo cayera dormido muy profundamente.

Hay algo que nunca le dije a Neil, y es que sabía perfectamente que, a quien estaba llamando, no era a su padre.

*****

Al día siguiente, salía de casa de Neil en dirección al hospital. Neil me miraba desde la entrada con un aire preocupado.

- deja de mirarme así. –dije sonriendo un poco, aunque por dentro me sentía triste. – sé que estas preocupado, pero tendré cuidado. Lo juro.

Neil me cogió de la mano.

- solo… prométeme que me llamarás si pasa algo. Y también cuando llegues al hospital para quedarme tranquilo.

Asentí.

- lo haré.

Miró mi mano mientras reflexionaba sobre algo.

- ¿en qué piensas? –le pregunté

- En que, después de lo bien que nos hemos llevado Jake y yo… seguro que ahora me odiará. Y más si, después de vuestro problema se entera que has dormido en mi casa.

Lancé un pequeño suspiro y luego le miré.

- Ya no estamos juntos… así que no  estoy haciendo nada malo. – dije mirándole. – Además… no hicimos nada ayer. Ni ayer ni hoy. Ni siquiera un beso.

- Lo sé. Aun que me sorprende que le guardes fidelidad incluso ahora.

Me encogí de hombros.

- ¿Qué puedo decir? Le amo incluso ahora.

Suspiré y emprendí mi rumbo hacia el hospital, sin dejar de mirar a los lados para evitar que alguien más me tendiera una emboscada.

*****

Pasó el tiempo y las cosas seguían igual.

Seguía sin ceder a las insistencias de Leo y William, cuidaba de Neil y estaba pendiente de que no le pasara nada, iba a todas horas al hospital a estar con mi madre… y seguía sin saber nada de Jake. Había dejado de asistir a clases de defensa personal ya que no quería encontrarme con él. Hasta había empezado a asumir que lo que me merecía era este desprecio por su parte. Había ignorado a mi novio por estar con mi ex. Que si, que quería protegerle, pero… nunca le dije nada a mi novio y eso le dio pie a que siguiera pensando esas cosas de mi. Si, como mínimo le hubiera tratado bien y no le hubiera tratado fatal cada vez que hablábamos… pero ya ni eso. Por eso ya me había resignado y me había convencido a mí mismo que esto era lo que me tocaba sufrir y que me merecía estar solo… para siempre.

Estos pensamientos pesimistas se vieron interrumpidos cuando, estando en la habitación de hospital con mi madre, me pareció ver que su mano se movía. Inmediatamente me auto convencí de que eso era imposible. 

Pero luego ese movimiento continuó. Pestañee un par de veces intentando creer lo que veía.

- ¿mamá…? – dije muy suavemente.

Poco después se removió un poco. Abrió los ojos y miró al techo. Luego, inmediatamente después me miró a mí.

- Ty…ler – dijo con una voz suave y medio rota – Eres… tú.

En cuanto oí su voz, comencé a llorar. No porque había despertado, que también, sino porque por fin me había pasado algo bueno, después de todas las cosas malas que me habían pasado en tan poco tiempo.

Y también porque sentía que las cosas iban a mejorar…

 

Y no me equivocaba.

CONTINUARÁ...

 

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).