Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-         Tengo que decirte algo… Pero no te va a gustar.

 

Jake levantó los ojos del libro que estaba leyendo para mirarme con las cejas arqueadas.

 

-         Miedo me da, viniendo de ti. - dejó el libro a un lado y se levantó para cogerme de las manos. - ¿Qué ocurre?

 

No sabía muy bien cómo decírselo, así que directamente le di el sobre que tenía cerca, para que la leyera. Él lo abrió, intrigado, y lo empezó a leer en alto.

 

-         “Estáis cordialmente invitados a la boda de….” - Sus ojos se encontraron con los míos en cuanto leyó los nombres. - ¿Esto… es cierto? ¿Tu madre y su novio…?

 

Asentí, sin saber muy bien que actitud tomar. 

 

-         ¡Eso es genial! ¡Me alegro mucho por ellos! - me abrazó con una sonrisa, luego volvió a mirarme. - ¿Pero porque dices que no me va a gustar?

 

Tragué saliva antes de contestarle.

 

-         Porque… eso significa que Neil y yo seremos hermanos oficialmente.

 

Creo que, por la forma en la que reaccionó,  Jake de algún modo no quería poner la situación más tensa de lo que ya estaba.

 

-         Me gusta la pareja que hacen ellos dos, eso es lo único que importa. - me miró con una sonrisa. - Además, el padre de Neil me cae bien, Neil no.

 

Suspiré un poco ante su respuesta. Sabía que la pelea de Neil y Jake no era algo que se pudiera solucionar fácilmente, porque lo que no me esperaba otra respuesta de otro tipo por parte de él.

 

*****

 

A pesar de eso, los meses que quedaban para el gran día de mi madre, y el que pronto sería su marido, transcurrieron con toda normalidad.

 

Jake, Neil y yo ayudábamos en todo lo posible a que la boda saliera perfecta: con la elección del decorado, los invitados, el catering… Incluso con el vestuario. Jake y yo acompañamos a mi madre a probarse vestidos de novia, mientras que Neil hacia lo mismo pero con su padre.

 

Evidentemente, para que la boda saliera bien, en algunos momentos teníamos que juntarnos los cinco y acabar de decidir cosas. Eran momentos un poco tensos al principio, por las miradas que se echaban Neil y Tyler, y por lo callado que estaba uno cuando el otro hablaba. Había algún que otro roce, como era de esperar. Pero, poco a poco, me acabé acostumbrando a ello.

 

Aunque me conocía a mí mismo, y sabía que el momento en el que mi paciencia llegaría al límite y explotaría, estaba cada vez más cerca.

 

*****

 

El día de la boda llegó.

 

Todo eran nervios por un lado, nervios por el otro. Como es tradición, los novios no podían verse antes de la boda, por lo que Neil y su padre se tuvieron que marchar a un hotel, mientras que nosotros nos quedamos en nuestra casa.

 

Recuerdo perfectamente que la noche de antes me costó muchísimo dormir, y que al día siguiente me levanté horas antes de que sonara la alarma. En conjunto, no había dormido más de dos horas esa noche.

 

-         De verdad, menudas ojeras llevas, cariño. - comentaba Jake, mientras me las intentaba tapar con maquillaje. - Suerte que me tienes aquí, que sino…

-         ¿Suerte? ¡Pero si voy a llevar más maquillaje que mi madre!

 

Nos echamos a reír, probablemente por la tensión y los nervios del momento que por el propio comentario. 

 

-         No sabía que sabias maquillar a alguien. - le comenté yo.

-         Oh, tengo un poco de práctica. - suspiró, - Digamos que hace años, cuando iba al instituto concretamente, tuve relaciones muy difíciles que me quitaban el sueño. Iba a clases con ojeras día sí, día también. Mis compañeros comenzaron a hurgar en mi vida privada, y… aprendí a la fuerza que debía aparentar estar bien para que no hubiera problemas.

 

Su comentario hizo que me diera un pinchazo en el corazón.

 

-         ¿Te hacían daño con sus comentarios?

-         Mas bien me dolía que, personas que yo siempre había considerado mis amigos me señalaran y me juzgaran. Pero lo que más me dolía… era que una relación en la que le había puesto tanto cariño y tanto amor hubiera llegado a ese punto.

 

Bajé la mirada. Lo que había dicho me había hecho darme cuenta de que yo no le había traído más que problemas. Me sentía culpable porque, después de haber pasado por tan malas relaciones, Jake solo buscaba a alguien que le trajera felicidad. Él y yo llevábamos un año y medio y ya habíamos roto dos veces, Y las dos por mi culpa.

 

No pude evitar llorar ante eso, causando que todo el trabajo de Jake por quitarme las ojeras se fuera a pique.

 

-         Hey, pero ¿qué te pasa?

-         Soy un estúpido… Y solo te he traído desgracias. Tú te mereces a alguien que no te traiga tantos problemas como yo…

-         ¿Pero porque piensas en eso ahora? Tu y yo ahora estamos bien ¿no? Yo te quiero, ¿vale, cariño? No importa los problemas del pasado, olvídate de ellos. Lo que importa es el “ahora”.

-         Sí, pero… Todo este problema con Neil es…

 

Me puso el dedo en los labios para que dejara de hablar. Se sentó a mi lado y miró al techo.

 

-         Mira, cielo… Si vas a decir que el problema que tengo con Neil es por tu culpa, será mejor que no digas nada más.

-         Pero…

-         Shhh.

-         Yo…

-         Que no. - me miró con una sonrisa. - No permitiré que te eches las culpas de más cosas. Ya has tenido bastante.

 

Hice el intento de decir algo más pero él me calló con un beso, metiéndome la lengua hasta casi la garganta. Yo no podía respirar casi, pero a la vez quería que siguiera y que no se detuviera  nunca. Pero lo hizo, dejándome con ganas de más y con la cara más roja que un tomate.

 

-         A ver así sigues queriendo hablar. - dijo con una sonrisa.

-         Ahh… - intentaba por recuperar el aliento que había perdido. - Lo que daría… porque me callaras una última vez.

 

Una sonrisa divertida se formó en mi rostro, mientras deseaba que Jake cumpliera mis deseos. Desgraciadamente, la puerta del baño se abrió y salió mi madre.

 

-         Ya he acabado de ducharme, ¿Vosotros como…? - se dio cuenta de que no estábamos ni vestidos y suspiró. - ¿Aún estáis así? De verdad… Si os dejo un poco más solos, acabáis haciéndolo aquí, en medio del salón.

-         ¡Pero mamá!

 

Ni en el mismo día de su boda podía dejar atrás ese tipo de comentarios. Mi madre era mi madre, y eso no había nadie que lo hiciera cambiar.

 

Jake estalló en carcajadas mientras fue a buscar nuestros trajes. Mi madre volvió a desaparecer para probarse un momento el vestido de novia antes de irnos. Mientras tanto, Jake volvió a retocarme el maquillaje e hizo desaparecer mis ojeras de nuevo, esta vez sin lágrimas de por medio.

 

En cuanto mi madre apareció por el salón, mi corazón dio un vuelco: estaba preciosa. La luz natural entraba por las ventanas del salón, pero juraría que mi madre brillaba con luz propia. El vestido le quedaba genial, habíamos elegido el vestido perfecto sin duda,  y ella lo lucía de la mejor manera posible, con una sonrisa.

 

Me acerqué a ella admirándola. No podía evitar poner cara de embobado, y es que no sabía cómo reaccionar. Nunca había visto a mi madre tan feliz, y solo por eso hacía que todo el sufrimiento anterior provocado por su compromiso hubiera valido la pena.

 

-         Mamá… - la abracé con cuidado, temiendo que se rompiera si le apretaba fuerte.

-         Hijo…

 

Nos quedamos un rato así. No nos importaba que tuviéramos prisa. Era nuestro momento, no sabíamos cuántos momentos así tendríamos en adelante, por lo que lo queríamos aprovechar al máximo.

 

*****

 

Mi madre se metió en el coche que nos había ido a buscar mientras nosotros cogíamos todo lo necesario para arreglarla para el altar. Jake iba a salir de casa cuando le cogí de la manga.

 

-         Hey.

-         ¿Qué ocurre, cielo?

-         Tienes que prometerme una cosa.

-         ¿El qué?

-         Prométeme que no la liaras hoy con Neil y que te contendrás. - suspiré. - No puedo prometerte que él haga lo mismo, pero por favor… - le cogí de las manos. - Hazlo por mí… Y por mi madre. Hoy es su gran día… No quiero que nadie se lo estropee.

 

Me miró con una media sonrisa y besó mis manos, antes de dirigirse a mis labios.

 

-         Por vosotros dos es por lo que hago todo esto.

 

Sonreí y nos fundimos en un tierno beso. Beso que fue nuevamente interrumpido por mi madre, que gritaba por la ventanilla del coche.

 

-         ¡Venga, chicos! ¡Que yo también quiero besar a mi hombre!

 

Sonreímos un poco y nos pusimos en marcha. Ya teníamos asumido que íbamos a tener que esperar a la noche para tener nuestro momento.

 

Ahora ese momento le correspondía a mi madre.

 

*****

 

Me gustaría decir que el momento de la ceremonia fue bien, pero eso sería quedarme corto: todo salió perfectamente y, lo más importante, sin peleas ni enfrentamientos entre Neil y Jake. De hecho, en el momento del ‘sí, quiero’, estábamos los tres juntos, llorando como magdalenas.

 

Aunque todo fue perfectamente en la boda, no podría decir lo mismo del banquete y de la fiesta de después. Parece que, en cuanto mi madre y su marido se fueron a hacer la sesión de fotos, Neil y Jake se tiraban muchas más pullas que días atrás. No sabía qué hacer, así que le cogí a Jake de la mano y lo llevé lejos, con la excusa de atiborrarnos con la fuente de chocolate.

 

Después, cuando parecía que habíamos perdido de vista a Neil, nos centramos en el delicioso postre que teníamos delante. No tardamos en tener que ir al baño, debido a que habíamos tenido un pequeño “accidente” con la fuente y nuestras chaquetas. Queríamos arreglarlo antes de que volvieran mi madre y el padre de Neil de la sesión de fotos y nos vieran.

 

-         De verdad… - Jake intentaba quitar las manchas de chocolate con un poco de agua de mi chaqueta. - ¿Cómo has podido meter la mano en la fuente?

-         No ha sido queriendo. - resoplaba. - El suelo resbalaba un poco y me he caído yendo a la fuente. Instintivamente me he agarrado a algo.

-         Y ese “algo” era la fuente. - soltó con una sonrisa. - Tienes una suerte…

-         Ya te digo. - me reí yo. - Si no fuera porque tú la agarraste antes de que volcara, ahora estaría todo cubierto de chocolate.

 

Una sonrisa juguetona se formó en el rostro de Jake. Dejó la chaqueta en la pica para acercarse a mí sensualmente.

 

-         Mi querido novio cubierto de chocolate… - se relamía los labios. - Mmm, que delicioso manjar.

 

Empezamos a besarnos y a toquetearnos. Yo quería seguir, pero a la vez tenía miedo de que nos viera alguien.

 

-         Jake… Por favor… - intentaba decir mientras esquivaba sus besos apasionados sin éxito. - Me moriré de vergüenza si entra alguien y nos ve.

 

Él no cesó en su intento hasta que, totalmente extasiado, se separó de mí mientras jadeaba.

 

-         Pues entonces… - Señaló a uno de los baños vacíos con una sonrisa lasciva. - Si no quieres que te vean… Entra ahí.

 

Una ola de excitación me recorrió todo el cuerpo. Tenía pensado esperar hasta la noche, pero ya no podía más. Entré en el baño sin dudarlo y Jake me siguió poco después. Nos desnudábamos con una pasión un desenfreno típico de nosotros cuando estábamos realmente excitados. Tirábamos la ropa en el suelo sin preocuparnos si estaba sucio o no (que, por cierto, estaba realmente impoluto). Nos besábamos sin darnos tregua para respirar. Jake me miró, con esa mirada y esa expresión que me volvían locos, y me dijo:

 

-         Pon las manos en la pared.

 

Obedecí y me puse de espaldas a él. No tardé mucho en sentir como invadía mi interior soltando un gemido apasionado.

 

-         Definitivamente… No podría haberme esperado a esta noche.  - soltaba yo, entre estocada y estocada. - Te amo demasiado.

 

Jake me respondía en forma de embestidas mientras yo intentaba no morirme de placer… Aunque lo tenía difícil.

 

*****

 

Media hora  después salimos del baño, con las chaquetas ya limpias, y con el pelo hecho un desastre. Nos arreglamos un poco el pelo mientras volvíamos a la sala para intentar aparentar que no había pasado nada… Pero no nos imaginábamos que ese sería el menor de nuestros problemas.

 

De pie, apoyado en una pared, al lado de la puerta que daba a la sala del banquete, y con actitud seria, se encontraba nada más y nada menos que Neil. Nos estaba esperando.

 

-         Vaya, vaya… 

 

La voz de Neil era suave, pero se notaba que estaba marcado por un inexplicable rencor.

 

-         Veo que has decidido estar en el equipo de tu noviete, eh, Tyler…

-         ¿¡pero que estás diciendo!? – Jake, al no obtener respuesta, me miró a mí, que inevitablemente había agachado la cabeza - Tyler… ¿Que está diciendo?

 

Tardé un poco en responder, sentía la tensión en mi cuerpo, lo que me impedía hablar.

 

-         Ayer por la noche… - Empecé a decir. - Antes de acostarnos… Me envió un mensaje. Me daba un ultimátum y me decía que hoy cambiaría todo. Que hoy quedaría claro de parte de quien estaba…

-         … Para siempre. - sentenció Neil.

 

Jake no respondió. Creo que no acababa de creerse lo que estaba pasando.

 

-         Pero… ¿Cómo puedes ser así? - se encaró a Neil. - ¿cómo puedes darle a elegir entre una persona u otra? ¿Qué clase de ser despreciable eres tú?

 

Jake estaba enfadado, más que nunca. Más incluso que cuando interrumpí su clase disfrazado de Mufasa.

 

-         Oh, venga. Deja de fingir, Jake. - le contestó Neil. - Te regodeas con el hecho de que Tyler te haya elegido a ti y no a mí.

-         Esto no va así, Neil. Por mucho que quieras hacerlo parecer así, yo no he “ganado” nada, y Tyler no me ha “elegido”.

-         Te equivocas. He perdido, y ya está.

-         Perdiste en el mismo momento que enviaste ese mensaje.

 

Un silencio sepulcral reinó en el pasillo. Yo rogaba porque alguien, quien fuera, interrumpiera esta tensa y dolorosa conversación. Pero no se cumplieron mis deseos.

 

Neil me miró con rabia y empezó a acercarse a mí con una actitud amenazante.

 

-         ¿Porque, Tyler? ¿Porque lo has elegido a él antes que a mí? 

 

Jake se puso en medio antes de Neil estuviera demasiado cerca de mí. Le dio un suave empujón, que no hizo más que avivar el enfado de Neil aún más.

 

-         ¿Quién te crees que eres para acercarte tanto a él?

-         ¡No me toques! - le devolvió el empujón.

-         Te tocaré si me da la gana. Tú no eres quien para darme ordenes, y menos después de lo que hiciste.

 

Jake parecía a punto de estallar y yo no sabía qué hacer. Intentaba retenerlo agarrándole de un brazo, pero era inútil.

 

-         Por mucho que seas su novio, si él decide acostarse conmigo, lo hará.

-         Como te gusta hurgar en la herida, eh, cabrón…

 

Toda la conversación subió de tono hasta que, de repente, empezaron a pegarse. No pensaba que llegaría tan lejos, y tampoco pensaba que estarían tanto tiempo dándose puñetazos. Yo estaba en la pared, con las manos en la cabeza, con un ataque de ansiedad y rogándoles a gritos que pararan. Me sorprendió bastante que alguien tardara  tanto tiempo en salir a ver qué pasaba.

 

Por suerte, los que salieron no eran otros que mi madre y el padre de Neil, que rápidamente los separaron. John cogió a su hijo y le retuvo.

 

-         ¿Pero qué haces, Neil?  - gritó su padre lleno de ira.

-         Jake, ¿pero qué pasa? - le preguntó mi madre a Jake, en un tono más suave que el de su marido, pero igual de enfadada.

 

Neil y Jake siguieron haciendo intentos de pegarse, pero no tuvieron éxito. Yo seguía en la pared, temblando y llorando a partes iguales. Ahora que la pelea había cesado, mi llanto era lo único que se escuchaba en el pasillo.

 

Con el ambiente un poco más calmado, John y mi madre intentaron hacer de mediadores.

 

-         ¿Podéis explicarnos… qué ha pasado aquí?

 

Ambos dieron sus versiones, pero hablando a la vez y a gritos. John perdió la paciencia y gritó para que se callaran. Luego suspiró y volvió a hablar.

 

-         Pensaba… estaba realmente convencido que esta boda iba a celebrarse sin problemas y sin altercados. Porque realmente confiaba en vosotros. Veo que me equivocaba.

-         Yo solo quiero que Tyler sea feliz y que nada, o NADIE, - Jake hizo énfasis en la última palabra, haciendo evidente a quien se refería - … le haga sufrir. Lo hago por su bien.

-         ¡Que coincidencia! Yo pensaba lo mismo cuando se acostó conmigo.

 

Eso volvió a encender a Jake, pero su enfado no duró más de unos segundos, ya que fue calmado por mi madre.  En cuanto vio que podía soltarle, se separó de él y me miró. Cerró los ojos y negó con la cabeza. Creo que no podía creerse que todo esto estuviera pasando en su gran día.

 

-         Decís que os peleáis por el bien de Tyler… Pero lo único que habéis conseguido es darle más dolor.  - sentenció mi madre.

 

Se acercó a mí y, con un simple abrazo, calmó mi ataque de ansiedad. En ese momento, lo único que necesitaba no eran peleas, ni disputas de quien me quería mas, o porque me querían proteger… Un simple abrazo es lo que necesitaba. Nada más.

 

¿Porque Neil y Jake, si tanto me querían, no eran capaces de darse cuenta de eso?

 

*****

 

A pesar de que la boda había ido bien hasta ese momento, después de esa pelea yo no podía pensar en el día tan especial de mi madre. Lo único que quería era irme a casa. No a mi actual casa, sino volver al principio en el que solo estábamos mi madre y yo… Y nadie más.

 

Me levanté de la mesa y balbuceé un “me voy” sin mirarle a ninguno de los dos a la cara. Ambos se levantaron y se ofrecieron a acompañarme.

 

-         No, dejadme… - Jake me cogió del brazo suavemente, y yo se lo aparté con delicadeza. - Jake, por favor…

 

Me di la vuelta y me fui a la mesa de mi madre y John. Les dije que me quería ir y que lo sentía. Ambos lo comprendieron y me dieron un beso de despedida. Me fui a casa dando tumbos. Solo quería echarme a dormir.

 

Mientras me iba a casa mi cabeza estaba en una especie de trance. Pensaba en todo: en el momento cariñoso que tuvimos Jake y yo esa mañana, en como mi madre estaba bellísima con su vestido de boda, en cómo nos pusimos a llorar en la ceremonia, en lo que hicimos Jake y yo en el baño, en la pelea de después… Llegué a la conclusión de que, por mucho que me esfuerce en que las cosas salgan bien, siempre habrá algo que lo eche todo por tierra. Parecía como si no me mereciera tener un día perfecto.

 

Llegué a casa, me fui directo a mi habitación y cerré la puerta con llave. No quería que, si venían Jake o Neil me molestaran con sus tonterías. Quería tenerlos lejos durante un tiempo. Dejé el traje en el suelo, bajé la persiana hasta que no se viera nada de nada en mi habitación  y me tumbé en la cama de golpe.

 

En ese momento mi mente dejó de pensar, solo me concentré en inspirar y expirar. En el olor de las sabanas nuevas que había cambiado justamente el día anterior. En ese momento era lo único que me calmaba.

 

Cerré los ojos y me dormí… Deseando no volver a despertarme.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).