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La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

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Jake me estaba preocupando.

Desde que tuvimos esa charla con Neil, nos quedó claro que había una parte del pasado de mi novio que le había atormentado durante mucho tiempo. Además, parecía que en todas las relaciones que él había tenido había patrones que se repetían, provocando que, estuviera con quien estuviera, lo pasara mal... y ahora se estaba repitiendo.

Me sentía culpable e intenté hablar con él en numerosas ocasiones. Pero su respuesta siempre era la misma: "no quiero hablar de ello".

Ya no sabía qué hacer, estaba viendo como poco a poco Jake se estaba autodestruyendo... Y lo peor es que yo no podía hacer nada. A pesar de eso, en algún momento conseguí convencer a Jake de que dejara de estar tan de bajón y saliera un poco de casa organizándole excursiones y paseos por la playa y el puerto. Leo, William, e incluso Neil participaban. Poco a poco, MUY poco a poco, conseguimos sacarle una sonrisa y que intentara olvidar el tema de las relaciones.

Pero todo se nos fue a pique cuando nos cruzamos con un matrimonio que debía rondar los 60 años aproximadamente. Íbamos paseando por la calle, después de habernos parado a comprar algo para comer, cuando Jake se chocó con alguien.

- ¡oh, lo siento! - Se disculpó enseguida sin mirar quien era. - No le había visto, yo...

Su expresión cambió totalmente al darse cuenta de con quien se acababa de encontrar. Se puso pálido en un segundo y su cuerpo tembló. Se giró de inmediato y me cogió de la muñeca.

- ¡Vámonos! - dijo simplemente.

Aunque nos fuimos de allí rápido, me dio tiempo a ver la cara de aquél hombre (y su esposa) que no era, ni de lejos, mejor que la de Jake.

En cuanto estábamos lejos, Jake nos miró serio.

- No os acerquéis a ese tipo, ¿me habéis entendido?

Todos nos miramos sin entender que pasaba.

- Jake, ¿quién era...?

- Para. - me interrumpió. - No me lo preguntes. No pienso hablaros de ese tipo.

- Pero, Jake...

- Tyler... - me miró, visiblemente afectado - No quiero hablar de ello... Por favor... Entiéndelo.

Nos quedamos con una sensación amarga después de ese incidente, y no sabíamos ni a que se debía. Mientras caminábamos de vuelta a casa, (Jake delante y nosotros bastante más atrás) Neil y yo nos comunicamos con la mirada, y nos dimos cuenta de que era lo que había que hacer: extorsionarle para que nos lo contara todo.

Jake debía sospechar que intentaríamos eso ya que, justo al entrar en casa nos miró desafiante.

- No lo intentéis, no voy a contaros nada.

- ¡Vamos Jake! - intervino Neil. - Por favor, queremos saber qué es lo que te pasó con ese hombre... Incluso podemos ayudarte.

Jake se giró indignado.

- ¿Ayudarme? ¿creéis que podéis ayudarme? No he tenido ni una relación que no acabara mal en toda mi vida, me han hecho daño, tanto física como psicológicamente... ¿Y decís que podéis ayudarme? ¡Una simple charla no arreglará nada!

- Pero... Somos tus amigos, ¿no? - el tono de Neil desprendía tranquilidad y seguridad. - ¿No es ese el cometido de los amigos? ¿escucharnos aunque no sepamos ayudar?

- Aún estoy en proceso de recuperar la confianza contigo, Neil... No sé ni si quiero compartir esto contigo.

- ¿y conmigo?

Interrumpí su conversación con un tono un poco demasiado serio. En parte me enfadaba que no quisiera ni contarme lo que le pasaba. Y por otro lado, estaba intranquilo porque, si Jake no quería contármelo, es que era algo más gordo de lo que nos imaginábamos.

- Tú lo sabes todo sobre mí... y a veces me doy cuenta de que no sé nada de ti.

Me acerqué a él cautelosamente. No sabía ni siquiera como iba a reaccionar.

- ¿No crees que es injusto?

No contestó. Solo me miraba a los ojos algo dolido y triste, aunque pareciera que me examinara. Pero yo sí que podía ver esos sentimientos en sus ojos. Los conocía muy bien... ¿Cómo se explica entonces que no quiera contarnos eso?

- Ya es hora que te abras a nosotros... Puedo entender que no quieras contarles nada a Leo y William, pero Neil y yo estamos aquí para ti... - le acaricié la mejilla con una tímida sonrisa. - Sabes perfectamente por lo que hemos pasado, las cosas horribles que nos han ocurrido tanto ahora como antes de conocerte... Y siempre nos has escuchado y has estado ahí para nosotros... ¿Porque no puede ser al revés?

Aunque a Jake pareció convencerle mi charla, no dijo nada. Solo nos dio la espalda y se sentó en el sofá. Luego nos miró.

- Poneos cómodos. - nos dijo. - Esto va para largo.

Nos sentamos y esperamos pacientemente a que Jake estuviera preparado para empezar su relato.

*****

"Tenía 15 años... cuando lo hice por primera vez.

Mis compañeros de clase se metían conmigo por el hecho de ser virgen a los 15. Con tal de que me dejaran en paz, acabé haciéndolo con un compañero que siempre iba detrás de mí. Tengo que decir que hacerlo con él en mi primera vez fue una de las peores experiencias de mi vida. No tuvo delicadeza a la hora de acostarnos y me dolió muchísimo más de lo que pensaba.

Aparte, cuando ya había superado el trauma de la primera vez, me encontré con la sorpresa de que ese chico había contado por toda la escuela que le había pedido acostarme con él para perder la virginidad. Además de quedar como un desesperado, esto hizo que saliera del armario públicamente y me expusiera a sus burlas y acoso. Realmente pensaba que si me acostaba con ese chico, y luego él no decía nada, perfectamente podría contarle a todo el mundo que lo había hecho con una chica. Así mi homosexualidad no sería descubierta por nadie...

Pero él me traicionó.

Me sentí tan utilizado... que estuve días sin salir de mi cama, en la cual lo único que hacía era llorar."

- ¿puedo... preguntarte una cosa? - le interrumpí.

- Dime.

- ¿Ese puede ser uno de los motivos por los que te enfadaste cuando irrumpía tu clase disfrazado? - le solté la pregunta de golpe y casi sin respirar. - ¿Porque no querías que nadie descubriera que teníamos una relación, al igual que como te paso con ese chico?

- Bueno... admito que en parte sí. - se encogió de hombros. - pero el verdadero motivo ya te lo dije hace un tiempo.

- Si, lo sé... - asentí. - pero siento haberte tenido que recordar un aspecto tan doloroso de tu vida...

Negó con la cabeza antes de cogerme de la mano y seguir con su relato.

"Estuve un tiempo sin acercarme a nadie, sin mostrar interés romántico en nadie.... Hasta que por fin lo conocí a él.

Era un chico alto, guapo, rubio... Lo que muchos llaman el hombre perfecto. Era el hijo de una amiga de mi madre, y me enamoré casi a primera vista de él, pero pensaba que era el típico guaperas que no se iba a fijar en mí ni por asomo... Pero me sorprendió un día invitándome a salir. Yo estaba en shock así que no único que pude decir era un mísero "si".

Todo iba perfecto al principio... Ya sabéis como son las relaciones, que los primeros meses estas en una nube y no atiendes a razones. Me dio la confianza suficiente para volver a ir a clase y mirarles a la cara a los que me habían hecho daño... Incluido mi compañero con el que me acosté. Además que él me enseñó muchas cosas en el tema sexo, y gracias a él empecé a tener experiencia y confianza en mi cuerpo.

Parece un cuento de hadas... ¿verdad?

Pues eso es precisamente lo que era: un cuento.

Me di cuenta demasiado tarde de que él solo me quería para el sexo. ¿Me despertaba? Lo hacíamos. ¿Nos íbamos a dormir? Lo hacíamos. ¿Le invitaba a casa? Lo hacíamos. Y así sin parar... y no hablemos de las veces que le entraban ganas cuando estábamos fuera de casa, y me decía que fuéramos a cualquier baño público inmediatamente.

Cada vez me estaba cansando más de este nuevo estilo de vida, que yo no me busqué en absoluto, hasta que un día exploté e intenté romper con él... "

- ... ¿"Intenté"? - interrumpí su relato porque ya sabía por dónde iba todo. - ¿Quieres decir que...?

Asintió y continuó explicando.

"Aquella noche me hizo de todo mientras yo me negaba y lloraba a partes iguales. A parte de descubrir que en realidad le importaban muy poco mis sentimientos, aquella noche también descubrí que era un auténtico fan del sadomasoquismo.

Abrió un cajón de su cómoda y sacó unas cuerdas con las que me ató. También sacó una mordaza, consoladores, látigos... Todo lo que tenía ahí escondido lo usó para torturarme. Mientras me hacía de todo, había algo que no paraba de repetir: "no rompas conmigo... Nadie rompe conmigo..."

Las heridas me llevaron al hospital de cabeza, y en cuanto salí de allí, me alejé de él.

Hizo todo lo que estaba en mi mano (y más) para cortar lazos con él... Pero no sé cómo lo hacía pero siempre volvía a localizarme. Y cuando lo hacía... todo volvía a empezar.

... Hasta que una de sus palizas casi acaba conmigo.

En ese momento... Cuando desperté del hospital fue cuando tuve clarísimo que me tenía que ir de allí. Mi familia empaquetó nuestras cosas y nos fuimos"

- Y... ¿te viniste a aquí? - preguntó Neil.

Jake asintió y nos miró con una media sonrisa que no nos transmitió otra cosa que melancolía.

- Pero tranquilos, que esto no acaba aquí.

- ¿No me digas... que consiguió localizarte aquí?

Mi tono estaba rebosante de preocupación y no podía evitar tener ganas de llorar.

- ¡Oh, no, no, no! ¡Él no! - su tono irónico nos dio mala espina. - Hablo de una persona que aún no había aparecido en mi vida... Pero cuando se fue de ella me dejó más tocado que las otras dos juntas.

"Una de las primeras noches que estuve aquí fui a un bar gay.

Necesitaba un poco de diversión, bailar, conocer gente... No quería sexo, ya que después de lo que me pasó me lo pensaría dos veces antes de acostarme con alguien de nuevo, pero igualmente necesitaba relacionarme.

Curiosamente, esa noche conocí al que sería mi tercer novio.

Era un chico encantador. Era dulce, atento, sabía escuchar... todo lo que deseaba en un hombre. Nuestra relación empezó casi sin enterarnos. De hecho, no era nuestra intención empezar a salir, pero cuando nos quisimos dar cuenta, ya íbamos al cine, a pasear, a cenar... Incluso durmió una vez en mi casa. Obviamente, no hicimos nada. Pero sí que debo admitir que era una persona con la que era agradable estar.

Ya era demasiado tarde cuando caí en que me había enamorado de él hasta las trancas.

Reuní el poco valor que tenía en ese momento y le pedí salir, a lo que él aceptó. Nos lo tomamos muy con la calma, debido a mis inseguridades causadas por mis dos relaciones anteriores. Ya habían pasado dos años desde el inicio de mis aventuras amorosas, y lo único que buscaba era tranquilidad. Pero también esa calma vino provocada por el control y la sobreprotección que tenían sus padres sobre él.

En parte era normal, ya que teníamos 17 años en ese momento. Pero lo que hacían sus padres con él era... excesivo. Lo llamaban a todas horas, lo castigaban si llegaba unos minutos tarde a casa... Y ya no hablemos de lo difícil que fue para el quedarse a dormir a mi casa cuando solo éramos amigos.

Así que por esos motivos, él tardó en contarles a sus padres que tenía pareja... y nada más y nada menos que un chico.

Cuando lo hizo... fue horrible. Yo estaba delante y vi a su padre echar humo antes de echarme casi a patadas de la casa. Mientras me alejaba... Solo oí los golpes y los gritos de él.

Me llamó poco después y solo le oí llorar mientras me decía entre llantos que me quería mucho pero que debíamos cortar nuestra relación. También me dijo... No, más bien me juró que algún día volveríamos a estar juntos. Recuerdo perfectamente la llamada, porque oí la voz de su padre preguntándole a gritos que con quien hablaba... Luego la llamada se cortó.

Estuve días sin verle. Hasta que al fin volví a saber de él... pero no de la forma en la que deseaba.

"Un chico de 17 años se ha suicidado prendiéndole fuego a la casa donde vivía con sus padres" ...

Pusieron su cara en las noticias... Y las palabras de la presentadora se quedaron grabados en mi cerebro... Fueron como... cuchillos que se clavaron en mi corazón. Y que aún no me he podido quitar...

Me culpé de ello durante muchísimo tiempo. Me encontré con los padres poco después del accidente... Y ellos no hicieron más que echar más leña al fuego y culparme de lo que había sucedido..."

- Pero... ¡eso es ridículo! - contesté indignado.

- díselo a ellos... hoy hemos tenido la oportunidad de hacerlo.

- Espera... ¿La pareja que nos hemos encontrado hoy eran ellos?

Asintió y sus ojos se llenaron de lágrimas.

- si no hubiera estado con él... Aún seguiría vivo.

Le abracé al momento mientras esperaba que sus llantos se apagaran... ya que sabía que su dolor no lo iba a hacer.

*****

Los tres acordamos que era mejor no contarles nada de lo que habíamos hablado con Leo y con William. No es que no tuviéramos confianza con ellos, es simplemente que no queríamos preocuparles más de lo necesario. Lo que nos había contado Jake sobre su pasado era bastante malo, y no queríamos que ellos dos lo supieran.

Además, necesitaba tiempo para reflexionar después de lo que había oído. Jake lo había pasado muy mal en sus tres relaciones anteriores... Y ahora que estaba conmigo volvía a pasar algo similar. Mientras reflexionaba me di cuenta de una cosa: era mi responsabilidad ayudar a Jake e intentar que dejara de creer que todas sus relaciones llevaban al desastre. Habíamos roto dos veces, habíamos tenido baches... Pero nos amábamos. Ese amor hacia que lo pudiéramos solucionar todo, fuera lo que fuera. Nos respetábamos, nos escuchábamos y, ahora, lo sabíamos todo el uno del otro.

Estaba en mi mano hacer feliz a Jake... Y lo haría.

 CONTINUARÁ


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