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La Verdad Pasajera por cravatnaitospain

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Después de todo lo que nos había pasado, ya ni me había parado a pensar en el futuro.

 

Estaba en bachillerato, es verdad, pero no estaba seguro de si realmente me gustaba lo que estaba haciendo. Tampoco me había dado cuenta del todo en que al año que viene tendría que decidir si hacer una carrera, algún curso o ponerme a trabajar.

 

No sabía qué hacer, sentía que dentro de nada tenía que tomar una decisión sumamente importante en cuanto a mi futuro. Y lo peor es que me di cuenta demasiado tarde.

 

Jake me animaba y me decía que no me agobiara mucho con el tema, que tampoco era obligatorio hacer una carrera si realmente no lo quería, y que me centrara solo en lo que realmente deseaba.

 

-        Ese es el problema. - le interrumpí yo. - No tengo ni idea de lo que quiero hacer. No sé qué camino escoger ni si me servirá de algo.

 

Me estaba poniendo nervioso y me agobiaba mucho. Se me había echado el tiempo encima.

 

-        ¿y si lo que elijo no me gusta? Las universidades son caras… No sé si quiero tirar por tierra el dinero que tanto le cuesta a mi madre. Lo que me lleva a pensar en que a lo mejor debería empezar a trabajar… ¡Ai dios, no sé qué hacer!

 

Jake me cogió de los hombros y me zarandeó levemente.

 

-        ¡para ya, por favor! - Suspiró levemente al ver que estaba más calmado. - Mira, tú y todos hemos pasado un año de mierda. Y es normal de que no os hayáis percatado de que este momento llegaría… seguro que Neil, Leo y William están como tú.

-        No, al contrario. Leo va a hacer la carrera de educación infantil, William quiere ser veterinario… Y Neil está cada vez más seguro de meterse en periodismo… - me senté en el sofá, derrotado. - ¡Todos saben que van a hacer en su vida menos yo!

 

Jake negó con la cabeza antes de sentarse a mi lado.

 

-        Mi amor… - me acariciaba la cabeza con dulzura. - No te fijes en lo que han escogido los demás, tú céntrate en lo tuyo.

-        No puedo… me siento presionado para escoger algo, sobretodo una carrera. Y me doy cuenta… de que voy muy mal. Y tengo miedo de escoger algo por la presión y que no me guste, y que acabe haciendo eso por el resto de mi vida…

-        Siempre puedes dejarlo si realmente no te gusta… recuérdalo. Además, hay gente que incluso que va probando una cosa tras otra hasta que da con algo que le guste. ¿Y si te pasa eso a tú? No es tan malo, después de todo.

-        Pero hasta que lo encuentre… Habré desperdiciado toda mi vida,

-        No es verdad. ese tiempo en el que estés haciendo otras cosas que no sean lo tuyo no son inútiles del todo. Al revés, te ayudan a conocerte a tú mismo y a saber dónde está tu lugar y donde no. Hay gente que lo tiene muy claro desde el principio, y gente que tarda un tiempo en dar con algo que realmente le agrade. Pero no por ello eres menor que otras personas.

 

Sus ojos me  atravesaron y me hicieron ver que no debía preocuparme por todo aquello. Por un  momento pensé que todo eso se solucionaría.

 

-        Y sino, fíjate en mí: nunca fui a la universidad, solo hice clases de autodefensa. Me acabó gustando mucho, muchísimo… Tanto que me di cuenta que lo que de verdad me gustaría era dedicarme a enseñarlo. Así que hice todo lo necesario para llegar a donde estoy hoy…

-        … ¿puedo preguntarte una cosa?

-        Claro, dime.

-        ¿Algunas de las cosas que hiciste para llegar hasta aquí no te gustaron?

-        Por supuesto. No todo hagas puede que te guste, pero mientras tengas un objetivo en mente, todo irá bien.

 

Era verdad. Tenía que centrarme en un objetivo, y proponerme cumplirlo a toda costa.  

 

Pero para ello tenía que pensar muy bien que era lo que realmente me gustaba. Estos últimos años me había centrado demasiado en Neil, Jake y los problemas que tuve con Dennis. No tenía muchas aficiones, y de las pocas que tenía ninguna destacaba especialmente… y mucho menos como para convertirse en lo que dedicaría gran parte de mi vida.

 

En esa época tan extraña de mi vida recibí consejos de todo tipo. Algunos me decían que estudiara lo que tuviera más salidas, que la situación estaba muy difícil y que lo agradecería… ¿pero era eso lo que quería? ¿Pasarme años estudiando algo que probablemente no me iba a gustar? ¿Forzarme a mí mismo a que me gustara aunque no fuera así?

 

Otros me decían que considerara el hecho de irme al extranjero. Esa era una de las opciones que más me gustaba, pero la barrera del idioma me preocupaba un poco. De todos modos, eso no era lo que me frenaba verdaderamente de esta opción, sino el hecho de que mi familia ahora no estaba precisamente muy bien de dinero, y no sabía si sería un gasto de dinero que nos afectaría mucho o no.

 

Ante eso, muchos me decían que ‘trabajara’. No digo que no… Pero no era lo que más me satisfacía en ese momento. Puede que con el dinero que ganara empezara a ser más independiente, pero una parte de mi quería seguir formándose. ¿Y trabajar y estudiar a la vez? No descartaba esa opción, pero soy de esas personas que si tengo muchas cosas a la vez entro en pánico y acabo colapsándome.

 

Y me estaba empezando a pasar.

 

*****

 

Me dirigía a casa de Jake algo malhumorado. Tenía muchas cosas en las que pensar, y muchas en las que dedicar plenamente mi energía… No tenía tiempo para estar una tarde en el sofá de su casa, viendo una peli, comiendo palomitas, entre otras cosas. Le quería, pero en ese momento no estaba de humor.

 

Aun así, él insistió bastante. Y ese fue uno de los motivos por los que me decidí a ir: sabía que Jake me estaba preparando algo, y quería saber que era.

 

Llegué a su casa y Jake me recibió con un beso. Todo parecía normal, pero en su perchero se veía dos chaquetas más aparte de la suya.

 

-        ¿Tienes algún invitado? - le miré aquerando una ceja.

-        Ah, sí, ha venido familiares.

 

Mi corazón empezó a latir con fuerza. Llevábamos un año saliendo, pero nunca había conocido a ningún familiar suyo, ni siquiera a sus padres.

 

De la puerta que da al comedor salieron dos chicos, altos como una torre y con un parecido impresionante a Jake.

 

-        Cariño, te presento a Luke y a Mike, mis hermanos mayores.

 

Me quedé anonadado y sin habla. No me esperaba que tuviéramos compañía en casa de Jake, y mucho menos que fueran sus hermanos. Cuando ha dicho que habían venido “familiares” tenía la idea de que fueran sus padres, pero la idea de que tuviera a sus hermanos delante me intimidaba todavía más.

 

 

A pesar de ello, hice mi mayor esfuerzo para aparentar normalidad y les saludé.

 

-        Encantado de conocerte… ¿Tyler? - mira a Jake para asegurarse de haberlo dicho bien. - me llamo Mike y soy el mayor de los tres. 

 

Mike se llevaba siete años con Jake. Era alto, tenía el pelo negro y tan largo que le caía por los hombros, pero en ese momento lo llevaba recogido en una coleta. Era guapo, simpático y tenía una cálida sonrisa, pero al no haber tenido contacto antes conmigo, respetaba mi espacio y solo me estrechó la mano.

 

Sin embargo, eso no pasó con Luke.

 

-        ¡Pero bueno, hermanito! ¡Que chico más guapo te has buscado!

 

Me pasó la mano por el hombro y me miró a los ojos con una sonrisa casi lasciva.

 

-        Casi… que lo quiero para mí.

-        ¡Luke! -intervino Jake. - Suéltalo ahora mismo.

 

Luke soltó una carcajada y me soltó.

 

-        ¡Era broma! … Por dios, hermanito, estas en guardia, ¿eh? - se rio de nuevo y se giró para estrecharme la mano, tal y como había hecho su hermano mayor. - Me llamo Luke y soy el mediano.

 

Luke se llevaba tres años con Jake, y era más parecido a él que su hermano Mike, pero había rasgos que demostraban que seguía siendo más mayor. Era alto, no tanto como Mike pero sí que más alto que Jake. Su pelo era marrón oscuro, pero no tan negro como su hermano mayor. Y es que en cuanto al físico, se podría decir que Luke parecía una mezcla entre sus dos hermanos.

 

Aun así, no pude evitar sonrojarme. Los tres hermanos eran tan guapos… tan idénticos y diferentes a la vez…

 

Parece que Jake se dio cuenta de ello y me dirigió una media sonrisa.

 

-        No nos mires así, somos guapos pero no es para tanto.

 

Ellos se rieron y yo me ruboricé aún más.

 

-        Y… ¿A qué se debe vuestra visita?

-        Ah, sí. Venimos a hablar contigo. - soltó Mike. - Siéntate, por favor.

 

Me senté sin entender nada. ¿Es que acaso no eran los hermanos de Jake? Y, además, antes no nos conocíamos. ¿Porque iban a querer hablar conmigo?

 

-        Jake nos llamó pidiéndonos consejo. - empezó Luke. - está preocupado por tú.

-        Si… - continuó Mike. - No para de ver cómo te deprimes cada vez más a medida que se acerca el fin de curso. Dice que no quiere ver cómo te hundes más en la desesperación por encontrar una carrera, un curso o algo que quieras hacer por tu futuro.

-        Así que… nos llamó pensando que si hablábamos contigo, podríamos ayudarte a despejar dudas.

-        ¿Ayudarme? ¿Como?

-        Verás… - continuó Mike mientras suspiraba. - Nosotros no hemos tenido una vida estudiantil “normal”, por así decirlo. Yo dejé la universidad porque no me gustaba nada lo que hacía. Había iniciado la carrera de psicología, y hacia el final del primer año, salía de casi todas las clases con ganas de llorar. Lo dejé y estuve una temporada yendo de curso en curso buscando algo que me apasionara. ¿Y sabes qué? ¡No encontré nada!

-        ¿y… que hiciste?

-        Me puse a trabajar. me cogieron en una tienda donde vendían libros de segunda mano… Entonces me di cuenta de que lo había tenido delante toda mi vida y no me había dado cuenta: los libros. Joder, ¡Me encantan los libros!

-        Los libros… ¿algo tan sencillo puede convertirse en algo en lo que te puedas dedicar?

-        ¡Por supuesto! Cualquier cosa, por pequeña que sea, si tú le pones pasión puede convertirse en tu razón de ser. Yo le ponía mucho empeño siendo dependiente de esa tienda, la cual se hizo cada vez más famosa.

-        Espera… - le interrumpí yo. - ¿No será la tienda que está al lado del parque municipal, no?

-        Esa misma. - sonrió orgulloso.

-        Mi madre va siempre allí, dice que le gustan precios y que siempre encuentra el libro que busca.

-        Pues ya ves, cuando yo entré no la conocía nadie. trabajé ahí por estar en algún lado básicamente. Pero cuando descubrí que esto me hacía emocionarme más que cualquier clase de psicología que hubiera hecho… Empecé a ver las cosas diferentes. Tal vez sea eso lo que tú necesitas.

 

Asentí.

 

-        Si… puede ser. Tengo miedo a quedarme durante mucho tiempo en un sitio que a lo mejor no me gusta del todo.

-        Entonces deberías escuchar mi historia. - intervino Luke. -Yo si hice una carrera. Y la acabé. Medicina, ni más ni menos. Se me daba muy bien, mis notas eran de las mejores… pero no me gustaba. no es que lo odiara, pero… No era como los demás. Ellos sentían algo cuando lo estudiaban. Por muy difícil que fuera… Tenían pasión por lo que hacían… pero yo no. Yo estaba vacío por dentro y no había forma de arreglar eso. Me deprimí un montón al acabar la carrera porque sabía que había desperdiciado años y dinero… Si te digo que me pasaba tardes enteras llorando.

-        Eso es horrible…

-        Pero entonces me pasó algo… Algo que me hizo ver las cosas de otra forma -  sonrió un poco. - Conocí a la hermana de mi actual novia. Era una niña de doce años que estaba terriblemente enferma. Los médicos luchaban para buscarle una cura. La conocí de casualidad, en uno de mis últimos días de prácticas. Charlé un poco con ella y me di cuenta que era una niña adorable. Mientras hablábamos, le miré a los ojos… ¿Y sabes lo que vi?

-        ¿el qué?

-        Sufrimiento. Eso es lo que vi. Vi a un ser humano inocente sufriendo por  algo que ella misma no era responsable. De repente, me sentí… Extraño. Sentí como si me debiera a esa niña. Como… si quisiera curarla. Entonces alcé la vista y me di cuenta, lo había encontrado: me convertiría en doctor para salvar a la gente de las enfermedades como la suya. No iba a dejarles sufrir.

 

Hizo una pausa para tomar aire y continuó.

 

 

-        Hice un master, y después un doctorado. entonces, para mi sorpresa, empecé a ver las cosas diferentes. Y me di cuenta de lo que me había faltado en mi carrera: un objetivo. Algo por lo que luchar.

-        y… ¿qué le pasó a esa niña?

-        Murió. - dijo simplemente. - Yo estaba acabando el master cuando me informaron de su fallecimiento. me deprimí y quise dejarlo todo, pero su hermana me dijo que ni se me ocurriera hacerlo, que eso no era lo que ella hubiera querido y que continuara por el bien del resto de pacientes del mundo…  Y así lo hice.

 

Se hizo el silencio en la sala. Ambas historias eran conmovedoras, y no sabía que decir.

 

-        Lo que queremos decirte… - Jake rompió el silencio. - Es que no tengas miedo a equivocarte, a dejar las cosas cuando no te gusten. El futuro es incierto, y solo lo creamos nosotros con nuestras acciones.

-        exacto. - asintió Luke. - También te digo que si lo hubiera dejado en ese momento no hubiera llegado a encontrar mi objetivo.

-        Cada uno es diferente, Tyler. - sonrió Mike. - Lo mejor para mí fue dejarlo, porque estaba terminando conmigo y no iba a encontrar un objetivo en ello, estaba seguro.

-        No tengas miedo… Si te sientes mejor, elige algo que te guste un poco y a partir de ahí empieza a crear tu camino. - sentenció Jake.

-        ¿Aunque… tenga que volver a atrás?

-        Aun así… Estarás bien.

 

Sus hermanos asintieron.

 

-        Puede ser… Pero se acerca el final de curso y noto que el tiempo se me va a echar encima… ¿Y si me decido y ya es demasiado tarde para elegir ese camino?

-        No hay nada de malo en estar un año sin estudiar. - intervino Jake. - estudia idiomas, sácate el carnet de conducir, trabaja… Haz otras cosas, pero NUNCA te quedes parado.

-        No sé si seré capaz de eso…

-        Lo serás. Yo creo en tú.

 

En ese momento, mi corazón latía más fuerte que de costumbre. Había tenido una charla de lo más motivadora y estaba deseando pensar cual sería mi próximo paso.

 

*****

 

Días después de esa charla, todavía estaba pensando en el tema de mi futuro. Pero, sin embargo, ya no me sentía tan agobiado y presionado por ello. Los hermanos de Jake me habían hecho entender que debía de pensar las cosas con calma y sin miedo a equivocarme. Por eso, los días posteriores me dediqué simplemente a mí mismo: dibujaba, escribía, leía, veía series, pelis… También, Neil y yo íbamos a pasear a una explanada que  había cerca de casa nuestra para admirar el cielo nocturno… Incluso a veces iba yo solo.

 

Entonces, en una de esas veces, me tumbé en el suelo mientras admiraba el cielo estrellado. Me quedé maravillado con todas esas luces de estrellas que parecían estar ahí y brillar con fuerza solo para que yo las viera.

 

Debido a la contaminación lumínica, este era uno de los pocos lugares cerca de mi ciudad en los que se podía ver las estrellas. Iba allí de vez en cuando, y ahora iba más que nunca. Mirar las estrellas me tranquilizaba y disipaba todos los posibles males que yo pudiera tener.  Ese día, además de calmarme, hicieron que mi cerebro se pusiera a pensar en lo que me había pasado días antes, en mi futuro…

 

En un segundo algo se activó en mí y até todos los cables mentalmente y sin esperármelo. Me incorporé de nuevo y, con una sonrisa y sin dejar de mirar al cielo,  saqué mi móvil e hice una llamada.

 

-        ngh… ¿Si? - la voz de Jake era más bien dormida.

-        Jake… Lo encontré.

-        ¿... Eh? ¿es que habías perdido algo? - bostezó. - ¿Que has encontrado, si se puede saber?

-        Mi objetivo.

 

CONTINUARÁ

 


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