¿Dónde estoy? Era la pregunta que nadaba en mi cabeza, dando vueltas una y otra vez.
Mis ojos estaban vendados, si no me equivoco el antifaz era de algodón, era tan suave pero me asustaba, no sabía por qué la traía puesta o quién me la había puesto.
Traía un collar de cuero, al igual que mis ataduras estaban bastante apretadas, me costaba respirar tanto que creí que moriría sin saber que paso.
Fue entonces cuando alguien entro a la habitación, pude oír sus pasos acercándose a mi susurro a mi oído las palabras"¿Estas cómodo?".
Trate de responder pero de mi boca no salieron palabras al reconocer su voz. Aflojo el collar lo que me lleno de alivió pero aún estaba asustado.
El corazón latía tan fuerte, creí que él lo escucharía, comencé a sudar por el miedo y me estremecí al sentir el roce de su mano pasando desde mi cintura hasta las costillas.
El sonreía y yo lo sabía, sabía que verme así le causaba placer, siguió acariciando mi cuerpo hasta que llegó a mi cuello donde comenzó a morderlo.
Grité tan alto que causo que me cerrara la boca con su mano, poco después me puso una mordaza y siguió con su trabajo. Recorrio con su boca cada parte de mi cuerpo-excepto...ahí- dando mordidas y lamidas, algún que otro alarido salió de mi boca lo cual solo le excitaba más.
Sujeto mi mentón mientras susurraba mi nombre, creo que yo estaba llorando no podía creer lo que me estaba haciendo.
Retiro el antifaz de mis ojos y pude verlo con claridad, luego me beso...
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No puedo explicar con claridad cómo me sentí cuando descubrí mis verdaderos sentimientos hacia el...
Aunque mi ex-novia Nicky, despertara en mí estas emociones por primera vez, fue con él cuando de verdad sentí cómo mi corazón se calentaba lentamente al estar a su lado. Cuando lo supe sabia que sería complicado, el era en pocas palabras "un príncipe" alguien de un mundo diferente al mío-demasiado- sigo sin creer que alguien como Dylan podría haberse juntado conmigo, tal vez solo éramos niños debió de verme como solo un amigo más claro antes yo no sabía que su apellido era Manaudou. Alguien sabio dijo una vez "el ser humano tiene atracción por lo prohibido", nadie era más prohibido para mí que Dylan Manaudou... decir su nombre ahora es cómo clavarme un puñal directo al corazón.
Tan sólo verlo desde la calle de enfrente a su escuela se me revuelve el estómago.
Estar ahí de pie viendo como su vida es tan perfecta, mientras esta con alguien más que no soy yo, el puñal se hunde más y más, recordar que no tuve el valor suficiente como para pararme en frente de él y decirle "Escapemos" hace que sienta la fría hoja en mi pecho, haciendo que mi sangre pierda su calor y se enfrié y me sienta agonizante, tal vez incluso muerto.
Debí de hablar con el cuando tuve la oportunidad, de solo recordarla siento cómo el puñal se hunde más y más hasta que llega a un punto que no siento dolor de modo que el vacío que queda después de sacarlo ya no será llenado de nuevo con el mismo sentimiento, sólo le abre las puertas a otras emociones que entran por ese agujero que quedo cómo la ira, tristeza y odio...odio hacia quien le ayudo a Dylan a clavar el puñal, quien se lo paso con una sonrisa burlona y le enseñó exactamente donde encajarlo...su nombre es Jayden Klein, alguien que alguna vez llame mi amigo.
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b28;Tres meses atras b28;
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Era una noche perfecta, la luna era llena-si, así fue-las estrellas parecían sus damas de compañía a su alrededor brillando cómo nunca antes.
Para mí fue así ese bello paisaje, quizás porque en mi corazón sabia que ese era el día. Un presentimiento que esa era mi noche. La noche en la que probaría que el dinero no era ya más un obstáculo, probaría que puedo llegar a el nivel de Josep Manaudou.
Las carreras estaban por comenzar, yo ya estaba listo desde mi punto de partida cerca de la línea, daba un par de sorbos a mi bebida energética dejando que cada gota pasara por mi garganta, cuando el contenido se vacío por completo la tire al piso luego la aplaste sin esfuerzo alguno, luego la pate lejos de la pista para no ocasionar ningún accidente.
Me llego el aroma de la cerveza y gas mientras trataba de mantener mi mente en blanco, mi subconsciente gritaba por un trago pero no le hice caso, ya tendría tiempo de tomar cuando ganará y saliera de ahí con un buen fajo de dinero suficiente para gasolina y el regalo para Dylan.
Fue cuando lo vi entre la multitud acercándose a mi lentamente, sus cabellos castaño claro-casi rubio-se ondeaban por la leve ráfaga de viento, su mirada expresaba preocupación, demasiada diría yo, me acarició el rostro con su suave tacto y me miró a los ojos.
-Chris-dice preocupado, al borde de las lágrimas-¿Que haces?-
-Voy a competir.-respondo frio, el no debía de saber mis sentimientos.
-Me prometiste que ya no lo harías.
-Dylan, sabes que necesito el dinero.
-Yo puedo prestártelo-bajo su mirada- o te pago lo que apostaste pero no compitas por favor.-traga saliva- la gente muere aquí, no quiero tener que...
-No voy a morir, ya lo he hecho antes.-digo tragando saliva y manteniéndome firme-¿Tengo que repetirlo?
-No, no tienes-trago saliva y luego me miró a los ojos - Christopher...
-Ya te lo dije, necesito dinero para la gasolina, la escuela...
-Ayudar en tu casa, ahorrar para la universidad, ya lo sé.
Alguien grita a lo lejos que se debe despejar la pista porque la carrera está por comenzar.
-Hay otras formas de ganar dinero...
-¿Cómo qué? Sabes que para lo único que sirvo es andar en moto.
-Eres bueno con los niños-susurro.
-Nadie querría un niñero con mi historial.
-Sabes tocar guitarra.
-Con lo que gane tocando en las calles sólo me alcanzaría para un poco de gasolina.
-Puedes defenderte.
-¿Ahora tengo que hacer peleas callejeras?
-Yo me refería a ayudar con la seguridad de las calles cómo un policía...
-Me conoces-desvió la mirada-No me controlaría y terminaría en la cárcel.
-No si utilizas la cabeza en lugar de los puños.
-¡Despeja la pista!-gritaron al fondo.
-Chris, vamos todavía es tiempo.
-Voy a competir y punto final.
-Pero Chris...
-Dylan, no inistas, ya tome mi decisión.
-Chris...por favor...-me miró, se mordió el labio inferior y dijo -te propongo un trato...
-¿Cuál?
-Si ganas esta carrera, podrás participar en todas las que quieras y yo vendré a apoyarte a cada una de ellas sin protestar.
-¿Y si no gano?
-Me darás las llaves de esa moto y conseguirás un mejor empleo.
Nos miramos por un buen rato, vi cómo las lágrimas cristalizaban su mirada, tratando de verse cómo un chantaje. Se me hace un nudo en el estómago y dejo que mi respuesta salga de mi boca.
-Este bien, trato hecho.
-Gracias Chris...-se acerca a mí y me da un abrazo.
No dijo nada más y fue a sentarse cerca de donde tenían la cerveza fría-me pregunto si se atrevió a tomar una para calmar sus nervios -.Me dolió ver cómo se iba, hablarle así cómo si se tratará de alguien que no comparte vínculos conmigo, se que lo hacía para que no sufriera ningún accidente sólo que me negué a escucharlo por mi maldito orgullo, fue muy doloroso, tal vez desde ahí las cosas fueron de mal en peor, porque tenía que ganar la carrera.No,debía ganar la carrera, por el.
Una chica con un short que le marcaba media nalga y una blusa tan escotada y corta que parecía que apenas se agachara se verían sus pechos desnudos al aire. Alza un pañuelo verde regalando unos cuantos centímetros de piel a los competidores que de por si ya le estaban echando le el ojo y lo baja mostrando a un más piel que deja en trance a algunos de los competidores, yo arrancó aprovechando el momento hormonal que sufría el resto pero un par de segundos más tarde pase del primer al 5 lugar.
Gruñí entre dientes, maldiciendo el escote de la chica por no ser lo suficientemente abierto. Cambie la velocidad pasando a 2 que trataron de subir la potencia pero sonó el silbato así que no pudieron hacerlo ya que significaba hacer el caballito y meter velocidad lo que podría matarlos.
Las carreras a las que voy desde que tengo licencia para conducir llamadas "Doble o nada" se dividen en 4 partes la primera que es más que nada para agarrar ventaja y velocidad, la segunda que cosiste en hacer una parte del trayecto en caballito, la tercera que es para recuperar potencia y la cuarta -y la más peligrosa- que es finalizar la carrera haciendo caballito pero superando al doble de la velocidad inicial, la mayoría se accidenta-la razón por la cual Dylan odia las carreras- y otros ya no la cuentan, aquellos que si logren cumplir con las 4 fases ganan el dinero que apostaron triplicado más un porcentaje de las apuestas que hicieron algunos fanáticos que no aportaron por él, sólo existe el primer lugar en estas carreras y si lo obtienes ganas el respeto y lealtad de todos los fanáticos. Dinero abundante pero peligroso, la primera vez que gane solo obtuve 200$ que literalmente no me duraron ni 2 días, pero esta vez di una buena suma de dinero que conseguí durante una carrera de velocidad no tan influyente como esta pero me dio lo suficiente para ganar. Un buen fajo de billetes.
El silbato vuelve a sonar y bajo la llanta, da un salto pero me mantengo firme y doy más velocidad tanta que pelee por el segundo lugar por un buen rato hasta que se vio la línea de meta, no faltaba mucho para que sonara el cuarto silbato bajo un poco y el tipo del tercer lugar me rebasa y me saca el dedo del medio, en eso suena el silbato y hago caballito. Trato de meter velocidad al mismo tiempo que trato de seguir en equilibrio, paso al segundo resistiendo el impulso de sacarle el dedo, sin embargo eso significaría desconcentrarme con un resultado no muy favorable. Continuo acelerando hasta que estoy rueda con rueda peleando por el primer lugar, por un par de instantes sentí como la moto se iba hacia atrás lo que causaba que frenara un poco para volver a ponerme vertical, el no parecía tener problemas y eso me ponía aun más nervioso, espere un par de segundos tratando de no buscar la mirada de Dylan entre la multitud, acelere al máximo, de un instante a otro el corazón dejo de la latir, el cielo se hacía totalmente negro y el silencio reino por completo. Volví a la vida después de aterrizar la llanta delantera contra el asfalto que dio un salto brusco-aunque esto casi seguro que desacelere antes de bajar la llanta- sacándome del trance, todo volvía a la normalidad, el sonido de una multitud enardecida, el sudor frio que me recorría la espalda, la respiración agitada, un cielo estrellado que adornaba mi noche.
La chica del escote llega con una bandeja llena de dinero, esta sonriente ,al parecer se había puesto más maquillaje menea sus caderas mientras camina hacia Jhonny-el organizador de todas las carreras de la zona, un tipo gordo y calvo lleno de tatuajes- el sostenía un megáfono con la mano que traía un tatuaje de una serpiente China y el nombre de alguna ex-novia con letra cursiva, la otra se elevaba en lo alto haciéndole señas a la multitud para que se callara, ellos obedecieron casi al instante.
-Queridos amigos y amigas...y vagos que no pagaron su pase.
Una carcajada inunda el lugar y vuelve a desaparecer.
-El día de hoy tuvimos unos excelentes participantes-sonríe-lo digo por que dieron una buena suma de dinero.
Vuelven a reírse más fuerte.
-Todos queriendo conseguir algo que no es fácil de ganar-a la multitud-No, no es el dinero queridos-se aclara la garganta-ellos están aquí para ganar el respeto de todos y cada uno de ustedes apostando a "Doble o nada", arriesgando su vida por conseguirlo.-me mira-por eso quiero que se arrodillen ante el nuevo campeón de la pista...
Todos comenzaron a murmurar, hacia 2 años que nadie ganaba esa carrera, menos que consiguiera un discurso de Jhonny de más de 45 segundos.
-¡Silencio!-recupera la compostura-Así no se trata a su campeón- le lanza una mirada a la chica y ella comienza a avanzar dando pasos de modelo-¡Quiero oír los aplausos para...! ¡AKAI BARA!
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b28;Tiempo después b28;
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Estaba sentado sobre una caja de "Tecate" volteada mientras tomaba un "Red Bull" recuperando las fuerzas que perdí durante el día. Sacar una cerveza de la caja que estaba a mi lado provocaría que me despidieran así que continuó con mi lata.
Mi jefe llega cruzado de brazos mirándome cómo a un niño que acaba de cometer una travesura, traía consigo un tablero y un bolígrafo negro.
-¿Ya descansaste Hodge?
-Si.
-Pues vuelve a las trabajo-ordena-esas cajas no se desempacaran solas.
-Ya lo oí señor.
-Eso es nuevo.
Me paró de mala gana, mirándolo con la ceja alzada y boto la lata con el plástico y cajas vacíeseme acomodó el chaleco antes de caminar hacia el depósito.
De todos los empleos que me pudieron haber dado tenía que ser justo en el que mi jefe tiene cara de gorila malhumorado que no le agradan los jóvenes además de creer que soy un robot automatizado que no se cansa en lo absoluto.
Renunciaría, me iría de ese patético supermercado lanzándole una caja a la cabeza a mi jefe, sacaría una lata de cerveza y me la tomaría enfrente de el, después lo mandaría a la m*erda y saldría del lugar con aire triunfador pero...no puedo, el dinero, necesito...no...Necesitamos el dinero.
Mi segundo empleo y no pienso perderlo, ya van 4 meses desde que lo tengo y no puedo ni debo dejarlo, todo sea por él.
Llego al depósito y bajo 3 cajas-son las que mi cuerpo me permite -las pongo en el carrito, bajo otras 2 más y las encimo, empiezo a empujarlo no sin antes cerrar la puerta con el pie, asegurándome de oír el clic que hace al cerrarse. Continúo con mi jornada laboral, hasta que cae la noche y me voy a casa en la moto.
Al día siguiente llego a la misma hora de siempre, estacionandome donde siempre, comenzando a trabajar como siempre, hasta que llega mi jefe seguido del gerente.
-¡Hodge, ven acá inmediatamente!-dice gritando me mi jefe.
-¿Sucedió algo jefe?-digo sin cambiar mi expresión.
-¡No te hagas al tonto!-grita a la vez que se pone rojo como un tomate.-Sabemos lo que has estado haciendo desde que entraste a trabajar aquí.
-¿Aparte de romperme el lomo todo el día?
-¡Más respeto a tus superiores jovencito!-dice el gerente.
No le respondo solo me le quedo viendo, tratando de hacerle ver que no me siento intimidado.
-Hodge-dice el gerente, ahora un poco más calmado-confiesa y prometo que las consecuencias no serán graves.
-¿Confesar que?
-Que nos has estado robando mercancía.
Se me abren los ojos como platos y trato de gritar con todas mi fuerzas "¡Que! ¡Yo no he hecho nada de eso!" pero mi boca no se abre por nada del mundo y se queda sellada sin dejarme pronunciar ni una sola palabra.
-Mira Chris...desde que entraste a trabajar han empezado a desaparecer algunas cajas de cerveza, una, dos...tal vez al día...
-Y creen que soy yo por mis antecedentes ¿verdad?
-Exacto-dice mi jefe, metiendo su nariz como siempre.
-Mire señor, no debe de juzgar un libro por su portada...
-Si Chris, por eso te contrate, se que necesitas el dinero, se que estuviste en la cárcel por participar de carreras clandestinas...
-Y que también fumaba y tomaba, que a mis 18 años ya casi era un completo alcohólico y ahora 3 años después cree que volví a ese vicio pero le tengo noticias...NO ES ASI.
-¡Silencio Hodge!-grita mi jefe- ¡No es momento para hablar de tus antiguos vicios! ¡Tu le has robado a el señor gerente para vender esas cajas a esos amigos tuyos de las carreras!
-¿Que?-pregunto incrédulo por lo que acabo de oír.
-Lo que oíste Chris-dice el gerente-se te acusa de robarme y vender la mercancía a un tal Niko Costello.
Niko Costello era un-por así decirlo-"amigo" de cuando competía en las carreras. El segundo día de trabajo me encontró cuando estaba sacando algunas cajas del almacén, el tipo estaba hecho un asco de los pies a la cabeza, me llegaba desde lejos su aroma a tabaco y gas, el no me reconoció al principio y trato de atacarme pero al defenderme hecho una carcajada mientras se burlaba de mi-mi yo del pasado también se estaría burlando de mi si me viera ahora, tengo que admitirlo-. Ignore sus burlas por completo, por una parte algo en mi se alegro al verlo pero el resto le tenía lastima, el un niño "de plata" en un estado parecido al de un vagabundo. Seguí mirándolo por un buen rato hasta que vi que me estaba tardando así que como un pequeño gesto de despedida y por los viejos tiempo le lance una lata de cerveza a los pies, después volví a trabajar. De haber sabido que después volvería creyendo que la cerveza la invitaba yo, habría llamado a la policía. Sé que Niko era un tanto cabezota, pero no me entra la explicación de el por qué creyó que podía sacar todas las cajas de cerveza que se le apeteciera solo porque le di "Una" lata por mostrarme simpatico.Por lo que veo para excusarse debió decir que se las daba yo, el muy hijo de...
- ¡Christopher Hodge te estoy hablando!-grita mi jefe.
-Perdón-digo volviendo a la realidad.
-¿Vas a confesar?
-Yo no hice nada-digo serio.
-¿Nada de nada?-dice el gerente.
-Si.
-Date por despedido y da las gracias de que no llamare a la policía.
-Pero señor-interviene mi jefe.
-He dicho-me mira-si no te has ido dentro de 10 minutos no seré tan compasivo.
Le boto el chaleco en la cara al gerente y salgo furioso del lugar, veo el auto del gerente estacionado, tomo una piedra que encuentro por ahí y la utilizo para hacerle una raya que va desde el capo hasta las luces traseras y la lanzo hacia una ventana del supermercado pero -por suerte- no le doy.
Me subo a mi motocicleta y arranco mientras oigo a lo lejos un "¡Mi auto!". Conduzco hasta donde sé que lo encontrare. Voy detrás de la universidad de la ciudad donde encuentro a Niko fumándose un cigarro sumamente feliz. El voltea hacia mí y sonríe con sus horribles y chuecos dientes amarillos.
-¡Akai! ¡Cuanto tiempo!
-¡Cállate Niko!-le digo antes de empujar lo contra la pared y ponerle mis manos en su cuello-¡Te gusta hacerte el simpático! ¿Verdad? ¿Sabes qué? ¡Tú no eres ningún tipo simpático! ¡Solo eres una sucia rata de alcantarilla!
-¡Me vas a ahorcar!
-¡No idiota, te voy a romper el cuello por hacer que me despidieran!-suelto un poco mi agarre-¡Se que fuiste tu el que estuvo robando esas cajas!
-¿Y que tiene? Era para la caridad...
Aprieto su cuello con más fuerza y gime como un animal de pocilga.
-Te iba a devolver lo que tome en dinero ¡te lo juro!-dice y luego dejo que caiga de trasero contra el suelo.
-¡Que bueno! ¡Por que necesito el dinero!
-¿Tu también?
-¡Si! ¿Por qué crees que me la pasaba desempacando cajas todo el bendito día?
-¿Servicio comunitario?
Iba a golpearlo pero él me detiene la mano, haciendo cara de desnutrido
-¡Tranquilo amigo! ¡Todo el mundo cree que aun no saliste de la cárcel! ¡Que después de que te capturaran en las carreras ya nunca más te íbamos a volver a ver!
-¡Ahora estoy aquí rata infeliz y te voy a romper la cara, de tal manera que tus compradores no van a reconocerte!
-¿Creíste que las vendía?-se ríe-Si me las tomo para ahogar mi pena...al menos la mayoría.
Me enfurezco aun más y le agarro con fuerza el cuello y preparo mi puño para volarle los dientes.
-¡Calmate, amigo! ¡No eres el único que necesita fondos! ¿Sabes de que vivo?
-¿Vender cerveza robada?
-Si y de las carteras que hurto...-pone una cara de animal sufriendo-vamos Akai, no tengo a nadie y necesito mantenerme...al menos hasta que mi padre vuelva a darme ayuda economica.
Le meto un puñetazo que estoy seguro que le hizo ver las estrellas en pleno día y veo como trata de recobrar el conocimiento el sucio piso.
-Akai...viejo...
-¡En primera, no vuelvas llamarme así! ¡En segunda, te la merecías!
Camino de regreso a mi moto cuando le oigo gritar mi nombre, volteo y él me lanza una lata de cerveza, la agarro y me sonríe, le miro con desprecio antes de alejarme de ahí.
Paro hasta llegar a una plaza lejos de aquel lugar, me siento en un banco de por ahí cerca, destapo la lata, la miro por un rato mientras pienso en lo que hago, en lo que tendría que decirle al volver a casa sin empleo y ebrio. ¿Que haría ahora?
El líquido burbujeante de la lata me llama, entumesco mis labios antes de darle un sorbo, extrañaba ese sabor, doy otro sorbo y otro más. De repente oigo su voz diciéndome lo decepcionado que esta de mi, paro por un segundo y luego sigo y sigo, sintiendo que me estoy rebajando al nivel de Niko-al de una rata que toma para aliviar sus penas- pero eso no hace que me detenga, continuo hasta que esta vacía que es cuando la boto al piso y la pateo lejos de mi.
Meto una mano en el bolsillo y saco mi billetera, busco con la vista algún almacén a la vista para ir a comprarme otra lata, lo encuentro y me dirijo a él, tengo y debo olvidar lo que paso hoy, lo que va pasar al momento de cruzar la puerta, todo sea por él.
CONTINUARA..