Fenris despertó nuevamente en el cuarto de Hawke, pero esta vez tenía un pijama y estaba solo en la cama, pues el día anterior (después de que Helios le prestara ropa y fueran a comprar de su talla) acordaron que, mientras traían lo necesario para equipar el cuarto de invitados, se quedaría a dormir en la habitación principal.
El elfo replicó, pero Hawke no le permitió dormir en el sofá de la casa, alegando que era un invitado más y debía ser tratado como tal, sobre todo porque era su prometido, aunque eso fuera mentira pero debían dar esa idea.
Sabiendo que no podía quedarse todo el día en la cama se dispuso a levantarse, sin embargo, un ruido de cascabeles le detuvo en su lugar, pues provenía directamente al pie de la cama, seguido del grito de una niña fuera de su cuarto alegando.
─¡Aaaaahh! ¡Anders, no te lleves eso!
Después de eso, sintió algo frío ser depositado en sus pies, por lo que Fenris se incorporó para ver lo que había sido, sin embargo, la niña entró al cuarto estrepitosamente y gritó.
─¡Ya no tienes escapatoria, Anders! ¡Estás atrapado! ¡¡¡¡¡TOMA ESTO!!!!!
Acto seguido, cayó pesadamente sobre la cama, el elfo le esquivó, el cual alegó.
─¿Qué demonios haces?
Pudo ver a la niña, la cual tenía varios rasgos parecidos a Hawke, aunque un poco más refinados, viéndolo impresionada. Pronto, ella comentó.
─Anders… ¡Te convertiste en un elfo!
Confundido, buscó por toda la habitación en busca de la persona que se llamara Anders, pero para su sorpresa, un gato rubio con un moño gris salió entre las sábanas, ante el llamado de su dueña.
Olvidándose de Fenris y tomando al gato, regañó.
─Anders, no debes de tomar los utensilios de la cocina. Si lo haces, ¿cómo terminaré de preparar el desayuno?
Observando hacia el objeto frío, pudo ver con cierta gracia que se trataba de un cucharón de cocina, el cual supuso que el gato robó.
Volviendo su atención hacia el elfo, la niña preguntó.
─Si Anders está aquí, entonces ¿quién es usted, señor elfo? Está en la habitación de mi hermano…
Antes de que Fenris pudiera responder, el rostro de la niña se iluminó, como si la respuesta hubiera llegado de repente. El elfo temió que su respuesta fuera que su hermano se había convertido en un elfo, pero pronto vio que la niña sabía la verdad, al menos de la versión que habían dado el día anterior.
─¡Eres el prometido de mi hermano! Pensé por cómo te describió mi madrastra serías más temible, pero veo que eres muy bonito. Estás aprobado para ser su esposo.
Fenris no sabía si sentirse ofendido por ese comentario o dar las gracias por ello, pero decidió no pelear con otro miembro de la familia Hawke y comentó siguiendo con la historia que inventaron.
─Muchas gracias, es bueno saber que cuento con la aprobación de alguien.
La niña sonrió mostrando todos sus dientes, mientras abrazaba a su gato, el cual no apartaba su mirada del elfo que pudo jurar verlo reírse entre los brazos de la niña, pero todo eso quedó en el olvido cuando escucharon la voz de Hawke gritar en pánico.
─¡Bethany! ¡La sopa se está quemando otra vez!
Tan rápido como llegó, la niña saltó de la cama soltando al gato mientras iba a la cocina, regañando al gato por distraerla de su labor. En cuanto se perdió de vista, Fenris se dispuso a cambiarse, mas al notar la presencia del gato que le observaba fijamente se detuvo a mitad de su faena, como si esperara a que el elfo le diera alguna golosina.
Sin tentarse el corazón, Fenris lo sacó del cuarto y cerró la puerta para cambiarse cómodamente. Cuando terminó, bajó hasta la cocina, en donde vio a ambos hermanos frente a la olla en donde estaba la sopa quemada con rostros tristes, siendo Helios el que intentara tranquilizar.
─Al menos no se ha quedado cruda como la última vez. Puede que incluso llegue a ser comestible.
Viendo hacia la olla, el elfo dudo que se pudiera rescatar cualquier cosa de ella, ya que su contenido era oscuro y algunos de sus ingredientes se habían pegado a las paredes.
Sintiéndose seguro de lo que estaba por hacer, sacó amablemente a ambos hermanos de la cocina, mientras con voz autoritaria demandó.
─No entren a la cocina hasta que termine de preparar el desayuno. Mientras tanto, siéntense en la mesa y esperen.
Sin pensarlo mucho, tiró la sopa quemada y realizó un desayuno completo, el cual consistía en huevos con tocino, sopa en buen estado y un puré de papas para después llevarlas a la mesa. En cuanto se sentó a comer, vio la cara llena de felicidad de ambos, esto le hizo pensar a Fenris que no habían tenido una comida decente en días, el comentario de Bethany lo confirmó.
─¡Por fin comida de verdad! Hermano, tengo que felicitarte. Sabes escoger a tu esposo.
Helios se sonrojó por el comentario de su hermana, ocultándolo con una risa estrepitosa. El elfo ignoró a ambos hermanos, reflexionando que, tal vez, aún tenía pequeños recuerdos sobre cosas manuales como lo era cocinar, pudiendo llegar a ser útil para no ser una carga en la casa.
Volviendo a la realidad, pudo escuchar a Bethany comentar.
─Todos en el trabajo ya saben que estás comprometido, incluso Varric está pensando en escribir una historia de ustedes dos. Además de que Meredith está toda hecha una furia en cuanto pidieron conocerlo, porque fue tan repentino su compromiso. En realidad, ¿en dónde se conocieron?
Como anteriormente lo había hecho, Fenris dejó que Hawke hablara, ya que parecía que era a él al que se le ocurrían ideas sobre su supuesto pasado, sin embargo, desvió la pregunta a una que ya tenían establecido.
─No los he presentado. Vamos Bethany, preséntate.
Con un rostro serio y extendiendo su mano, se presentó.
─Mucho gusto, mi nombre es Bethany Hawke, hermana menor de Helios y la co ayudante del mismo en el taller, aunque todavía soy una niña y ese puesto antes lo llevaba… no importa ya.
Su rostro adquirió un tinte triste, pero pronto lo disfrazó con una sonrisa. No queriendo incomodarla con recuerdos dolorosos, Fenris se presentó.
─Mucho gusto, mi nombre es Fenris y soy el prometido de tu hermano.
Viendo alrededor del comedor, pudo percibir que éste era bastante grande, al igual que la casa en general, por lo que curioso, preguntó.
─¿No tienen servidumbre? Por lo general en casas de este tamaño contratan una gran cantidad.
Suspirando ante la pregunta, Hawke respondió.
─Antes había, pero la semana pasada Meredith despidió a todo mundo.
Ante la mirada de desconcierto del elfo, Bethany intervino para continuar explicando.
─Lo que pasa es que Helios se ha confinado en esta mansión, nosotros tenemos una un poco más pequeña en el Cadalso de la ciudad. A pesar de que esta mansión es vieja y que de miedo en la noche, mi hermano se ha negado a abandonarla por ser su casa de infancia. Meredith pensó que quitando toda la servidumbre, Helios desistiría.
Pensando en la escena donde ambos hermanos veían su comida completamente carbonizada, preguntó.
─Entonces, ¿Hawke no puede manejar vivir solo en una mansión sin la servidumbre?
Con una sonrisa maliciosa en su rostro, la niña respondió.
─Así es. Helios puede ser realmente habilidoso para hacer juguetes, pero es realmente un inútil para cocinar o realizar cualquier quehacer doméstico. En un principio eran los amigos del taller y alguna que otra sirvienta de la mansión del Cadalso la que le traían comida a mi hermano, pero en cuanto mi madrastra se dio cuenta, exigió que dejaran de hacerlo o terminarían despedidos.
Viendo con reproche a su hermana, Helios contraatacó.
─Gracias por la gran explicación, pero desde que tú vienes a realizar la labor de la cocina, he bajado unos cuantos kilos, porque tú eres igual de habilidosa en la cocina que yo.
Indignada por el comentario de su hermano, Bethany se excusó.
─Y fue por eso que a veces le pedía comida a Aveline, además de que tengo que limpiar toda la casa para que esté habitable, aunque no creo que vaya por buen camino, aún me faltan muchos cuartos por arreglar. Pero a comparación tuya, puedo hacer muchas más cosas, ¿verdad, Anders?
Al escuchar su nombre, el gato entró al comedor y mientras miraba a Helios maulló de acuerdo. Irritado, Hawke respondió.
─Ustedes dos siempre se la pasan molestándome. Les recuerdo que me superan en número, así que eso es injusto. Bueno, ahora que está Fenris me puede ayudar un poco con la situación.
Pensando en los pro y contra, Fenris respondió honestamente.
─Puedo ayudarte cuando la situación no sea tan comprometedora, además de que tienes que aceptar que tienes unos contrincantes bastante astutos, por lo que es difícil vencerlos.
La cara de Bethany irradiaba felicidad, pero la de Hawke mostraba derrota total, como si nadie le apoyara. Pronto respondió con tono de tristeza fingida.
─Entonces como nadie en esta casa puede apoyarme, tal vez debería ir solo al taller. Quién sabe y alguien pueda apiadarse de mi alma y ayudarme contra ustedes.
Falsamente enojada, la niña reclamó.
─No puedes hacer eso. Soy tu co ayudante por lo que me necesitas ahí. Sumado que todo el mundo está ansioso por conocer a tu prometido y pienso que si no lo llevas rápido, asaltarán la casa solo para conocerlo.
Enfocando su atención en Fenris, Helios preguntó.
─¿Qué dices, Fenris?, ¿evitamos que destrocen la casa? No te preocupes, te protegeré de cualquier cosa que intenten hacerte.
El elfo no estaba realmente interesado en conocer a toda esa gente, pero deseaba hacer feliz a Helios, con el beneficio que visitar nuevos lugares podría ayudar a su mente a recordar, por lo que contestó.
─Está bien. Te acompañaré para conocer a todos en el taller.