Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Que demonios paso anoche? por Krizz Sabaku No Uchiha

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues de una vez el segundo ¿No?

 

*Naruto y Naruto: Shippuden no son de mi propiedad, pertenecen a Masashi Kishimoto-sensei

 

Enjoy! :D

—No puede ser—. Salió a paso rápido el moreno. —¡Es que no puede ser!—. Grito a los cuatro vientos su molestia. 




—Hey, Sasuke—. Detrás de él, Sai y Suigetsu trataban de darle alcance, afortunadamente Sasuke estaba tenía más enojo que ganas de correr de ahí, así que pudieron alcanzarlo rápido. 




—¿Como pudo pasar esto?—. Pregunto mirando a sus dos amigos, los cuales pararon en seco su carrera. 




—Bien querido Sasuke—. Sai se aclaró la garganta para comenzar. —Cuando papá abejita y mamá abejita se quieren mucho, mucho, mucho....—. 




—¡NO ESTOY PARA BROMAS, IMBECIL!—. Grito más cabreado si podía, aquello hizo a Sai encogerse de hombros poniendo sus manos frente a él para frenar cualquier ataque que pudiese venir del, ahora, embarazado Uchiha. 




—No es broma, estoy seguro que así fue como paso—. Dijo con una sonrisa que solo avivo más el enojo del moreno.—La pregunta es: ¿Sabes quién lo hizo?—. Aquella pregunta quedo al aire, callando toda replica de Sasuke, el cual frunció el ceño y dado media vuelta busco su auto. 




—No—. Contesto. —Pero en cuanto sepa que fue el bruto, te juro por dios que lo castrare—. Y una vez hecha aquella declaración, los otros dos se miraron con pena por el pobre que había dejado deliberadamente su semilla plantada en las entrañas del Uchiha. 




 




_______________________________________________________________ 




  




Ya más tranquilos, el trio se encontraba ahora en una cafetería cercana al hospital de donde habían salido, ambos tomando café para tratar de digerir lo que estaba pasando en ese momento. 




—Bien, tengo las fotos de la despedida de Itachi—. Dijo Suigetsu revisando su móvil en busca de dichas fotos, paso el aparato a Sasuke para que buscase a cualquiera que reconociera de aquella noche. —Seguramente estará ahí—. el moreno reviso una a una las fotos, sonrojándose y poniendo cara de hastió al ver las cosas que pasaron esa noche inmortalizadas en el celular de Suigetsu. 




—Si que nos la pasamos genial—. Comento Sai revisando su propio teléfono en busca de más fotos. —El pelirrojo que me tire estaba buenísimo—. Dijo volteando su teléfono para mostrar la foto de dicho pelirrojo, el peliplata sonrió. 




—¿Conseguiste su numero? —. Pregunto, a lo que el moreno sonrió. —¿Volverás a llamarlo?—. Sai se encogió de hombros. 




—Solo si la situación lo requiere—. 




—¡Aquí esta!—. Dijo Sasuke, tanto Sai como Suigetsu se acercaron al moreno para poder ver quién era el dichoso donador de esperma. —Rubio con cara de idiota, seguro es él—. Dijo señalando al único rubio de la foto. —Ya te encontré, imbécil—. Murmuro con sonrisa sádica el moreno. 




—Es el amigo de Gaa-chan—. Dijo Sai ganándose la atención de ambos. 




—¿Quién demonios es Gaa-chan?—. Pregunto Sasuke con ceño fruncido, Suigetsu solo sonrió. 




—El ligue de una noche de Sai—. Dijo el peliplata. —O bueno, eso quiere decir él—. Sai no tomo en cuenta los comentarios del otro. 




—El sexy pelirrojo que me tire esa noche, obvio—. Dijo encogiéndose de hombros. 




—Me importa poco con quien te mete, copia barata—. Dijo Sasuke malhumorado. —¿Conoces o no al rubio con cara de idiota?—. Sai se apresuró a negar. 




—No al rubio, que, por cierto, esta buenísimo—. Dijo con una sonrisa pervertida. —Pero al pelirrojo sí, tengo su número—. 




—¡Pues llámalo para que te diga en donde vive ese rubio!—. Demando el Uchiha. 




—Ya voy, ya voy—. Dijo para buscar el numero en el móvil.—El hecho de estar embarazado no te da derecho a tratarnos de esa manera—. Murmuro, Sasuke estaba a punto de reprochar que él podía hacer lo que quisiera, pero fue silenciado por Sai antes de hacerlo. —¡Hola Gaa-chan!—.Hablo el moreno.—¿Como que quien habla?—. Respodio malhumorado. —Habla Sai, el tipo del bar Akatsuki—. Entonces el moreno sonrió. —Ya recordaste ¿Eh?—. De un momento a otro parecia mas una plática de Sai con ese tal Gaa-chan que ellos y el motivo de la llamada pasaron a segundo plano. —Claro que repetiremos, cuando quieras—. Dijo coqueto, eso a Sasuke comenzaba a sacarlo de quicio. —Claro que si...—. Ok... ese era su límite de paciencia, el moreno arranco el celular de la mano de Sai y sin detenerse a reflexionar que estaba robándole el celular a su amigo, grito con molestia 




—¡Me vas dando la dirección de ese imbécil rubio que tienes por amigo!—. Grito, Sai estaba seguro que el pelirrojo quedaría al menos sordo si la conversación se extendía más. —¿Que quien habla? Habla el tipo al que le ha jodido la vida y también te la jodere a ti ... ¡SI NO ME DAS LA MALDITA DIRECCION DE ESE RUBIO!—. Apenas y pudo recuperar su celular de manos del Uchiha, cosa que Sasuke no reclamo, pues ya estaba más que molesto, terminaría matando a alguien, eso era seguro. 




—Ese era Sasuke—. Dijo Sai tratando de calmar al pelirrojo. —Si, como te darás cuenta estamos buscando a tu amigo rubio...¡Si, ese mismo!—. Sasuke miraba con el ceño fruncido a su amigo esperando impaciente la respuesta del pelirrojo. —Muchas gracias, Gaa-chan y cuando quieras puedes llamarme—. Una vez despedido del pelirrojo, Sai miro a Sasuke y a Suigetsu 




—Debemos ir a Uzushio—. Dijo Sai. —Ahí encontraremos a Naruto Namikaze, el rubio idiota—. 




—Bien, es momento de matar a alguien—. Sasuke se dio media vuelta, otra vez, para salir de lugar e ir en busca de la persona que lo había metido en ese lio. —Suigetsu, trae tu espada, eso lo hará mas rápido—. Los otros dos solo tragaron en seco ante la cara sádica de su moreno amigo. 




_______________________________________________________________________ 




  




En otro lado de la ciudad, Itachi Uchiha recién salía de la oficina para poder almorzar algo, justo en la acera de enfrente de la empresa Uchiha, se encontraba un tumulto de gente haciendo bola, extrañado por aquello se acercó con curiosidad. 




—¡Son bellísimas!—. Escucho decir a una jovencilla de algunos dieciséis años, bastante emocionada al lado de su novio que en ese momento le entregaba lo que parecía ser una pequeña estaruilla en forma de rosa de un vistoso rojo intenso. —Gracias—. Itachi miro al rededor viendo que muchas personas tenían al menos una rosa de diferentes colores en la mano. 




Con más curiosidad se acercó hasta dar con el centro de atención de todas aquellas personas, era una pequeña mesa llena de muchas figurillas de arcilla, perfectamente decoradas a conciencia, justo a un lado de la mesa y trabajando sin cesar, un rubio con el cabello medio recogido de encontraba amasando más material para seguir con su venta. 




A Itachi le impresiono la manera de trabajar de aquel hombrecillo al igual que su habilidad con sus manos, el mayor sonrió de medio lado prepotente, haciéndose ideas malintencionadas de en qué otra cosa serian buenas esas blancas manos maltratadas por el trabajo que hacían. 




El rubio dio un respingo en su silla, sintiendo la intensa mirada de alguien, cuando alzo su mirada, los ojos azules y los negros se encontraron por unos segundos, el rubio sonrió, tomo una de las figuras de su mesa y se la extendió al moreno. 




—Gusta comprar alguna—. Dijo. —Son bastante baratas y de una excelente calidad—. Itachi tomo la figura, una rosa en un color negro con detalles en plateado. —Sería un perfecto regalo para su esposa—. El moreno frunció el ceño, entonces miro su argolla matrimonial en su dedo y se maldijo a si mismo por olvidar ese "pequeño" detalle.  




Aquello duro poco porque sin pensarlo saco su billetera, tomo el billete con mayor denominación que tuviese y se lo entrego al rubio. —Quédate con el cambio—. Dijo y el rubio sonrió infinitamente. 




—Gracias—. Dijo y entonces Itachi le tendió la pequeña estatuilla, el rubio lo miro sin entender, el moreno sonrió de medio lado. 




—Una flor, para una flor—. Aquello no solo saco jadeos emocionados de una docena de jovencillas que curioseaban por ahí, sino también el notorio sonrojo del rubio escultor el cual tomo la estatuilla de las menor del moreno y vio como este se alejaba del lugar. 




Una vez Itachi se hubo alejado del lugar maldijo internamente el haberse casado con Konan, o el simple hecho de haberse casado... no podía serle infiel a su ahora esposa, y con un suspiro decepcionado regreso a la oficina, el rubio ese le había quitado el apetito. 




  




_____________________________________________________________________ 




  




Habían llegado a Uzushio, más concretamente a la dirección que el pelirrojo les había dado, Sasuke dudo en salir por un momento viendo la clase de barrio en la que se encontraban, de milagro no les habían robado el auto desde el momento en el que entraron a ese lugar olvidado de dios. 




—Debe ser una broma—. Dijo el moreno al ver la fachada del edificio que venía en la dirección dada. —¿Como demonios esta gente llego a la despedida de Itachi?—. Tanto Sai como Suigetsu de encogieron de hombros. 




—Tal vez conocían a alguien—. Dijo el peliplata en el asiento trasero. 




—La mafia de los pobres—. Murmuro Sai. —Te dije que era esta clase de gente la que secuestra a gente como nosotros—. Reclamo asustado. 




—Pues si dan algo de miedo, pero no creo que sean secuestradores—. Dijo Suigetsu mirando por la ventana y tembló ligeramente cuando su vista dio con la de un anciano que le sonreía coquetamente y un escalofrió le recorrió cuando el mismo anciano le mando un beso. —Estoy asustado, serán pervertidos—. Dijo desviando su mirada. Sasuke suspiro y se animó a abrir la puerta del auto para salir, pero apenas lo hizo, dos hombres pasaron a su lado mirándolo son sonrisas pervertidas que por un momento se sintió intimidado. 




—¡Al menos disimulen, pervertidos!—. 




—Uy, con ese humor, siento que te hace falta que te hagan gritar en la noche—. Dijo uno de los hombres con burla y siguieron caminando sin ver la molesta cara del moreno. 




—¡Sai, ven aquí!—. Grito Sasuke. 




—Ja, ni loco salgo de este auto—. Dijo. —¿No ves que aqui mismo nos violan?—. El moreno miro a su alrededor notando que estaban llamando demasiado la atención. —O nos matan lo que sea mejor para ellos—. 




—¡Ven aquí ahora, copia barata!—. Y sin importarle lo aferrado que estaba Sai al volante, lo saco del auto cerrándolo de un portazo. —Suigetsu, cuida el coche, si te acerca alguien a más de un metro, gritas fuerte—. El peliplata inmediatamente asintio y se atrinchero en el vehículo apenas noto que los morenos desaparecían dentro del edificio de apartamentos. 




—Dijo que era en el 5to piso—. Dijo Sai siguiendo de cerca a Sasuke el cual buscaba desesperado el número del apartamento donde según el pelirrojo-novio de Sai dijo que vivía el rubio con cara de idiota.  




Finalmente dieron con el departamento, Sasuke no se lo pensó dos veces para tocar como poseso la puerta, la cual fue abierta por una mujer, no muy grande en edad, fácilmente tendría la misma edad que su madre Mikoto. 




La mujer era pelirroja y de obscuros ojos azules, aquella los miro desconcertada. 




—¿Si?—. Pregunto mirando raro a ambos morenos, se notaba que no eran gente de los alrededores. Sasuke miro a Sai y después regreso su vista a la pelirroja. 




—Estoy buscando a ¿Naruto?—. La pelirroja alzo una ceja. 




—¿Eres amigo de la preparatoria o algo así?—.  




—¿Preparatoria?—. Pregunto extrañado el moreno. —No me diga que...—. Pero la pelirroja ya no le presto atencion. 




—¡Naaaaaruuutooooo!—. Grito a todo pulmón la mujer, tanto que tanto Sai como Sasuke tuvieron que taparse los oidos. —Perdonen, mi hijo es bastante despistado y a veces no oye cuando le hablo, pero pasen por favor—. Dijo apartándose para dar paso a los morenos. 




—No será necesario, señora....—. Dijo Sai. 




—Yo soy Kushina—. Dijo con una sonrisa. —Pero insisto, mi hijo no suele traer muchos amigos—. Dijo tomando la mano de Sasuke que era el más cercano a ella y lo jalo dentro de la casa, Sasuke aparto el agarre de la manera más amable que pudo. 




—Señora no tengo tiempo que perder aquí, solo quiero hablar con su hijo—. Dijo malhumorado el moreno. —¿Esta o no esta?—. La pelirroja frunció el ceño. 




—Esa no es manera de hablarle a los mayores, jovencillo—. Reclamo. —Y menos a una señora respetable como yo—. 




—¡Ja!—. Rio sarcástico, Sai sabía que a Sasuke se le había acabado la paciencia. —Respetable mis cojones ¿Dónde esta ese rubio con cara de idiota?—. 




—¡¿Que dijiste?!—. El ambiente se estaba tornando hostil, pero por suerte fue salvado por alquien antes de que comenzara la carnicería. 




—¿Que pasa madre?—. Se escucho una adormilada voz saliendo de uno de los cuartos, era un rubio tallándose uno de los ojos soñoliento, y solo vestía un bóxer. —¿De nuevo peleándote con la vecina de los gatos?— . Paro en seco cualquier acción a hacer al ver a su pelirroja madre y aquellos dos morenos que bien recordaba de aquella alocada fiesta en el bar Akatsuki. 




—¡Tu!—. Dijo señalando al moreno. —¿Que haces aquí?—. Pregunto extrañado el rubio. 




—¡Naruto!—. Escucho decir a su madre entre dientes. —Visitas—. Dijo señalando con sus ojos a los morenos, el rubio apenas iba a reaccionar cuando ya tenía a Sasuke justo frente a él. 




—Hol...—. Su saludo quedo en el aire ante la bofetada que el moreno le dio, el rubio se llevó la mano a la mejilla dañada. —Auch ¡Eso dolió!—. 




—Y eso apenas comienza—. Apenas y pudo pensar cuando ya tenía al moreno repartiendo pequeños golpes por todo su cuerpo. —¿Como te atreviste a hacerme eso?—. Gritaba. —¿Como se te ocurrió colarte en mi habitación de hotel?—. Ante aquellas palabras el rubio solo pudo decir algunas palabras. 




—Yo...yo no... ¡Yo no me colee, dattebayo!—. Grito deteniendo, por un momento, los golpes del moreno. —Tú fuiste quien me llevo ahí—. El rubio se encogió al ver las intenciones de reanudar los golpes. 




—¿Pero que está pasando, dattebane?—. Pregunto la pelirroja ya perdida del asunto. Primero aquellos dos extraños llegaban tocando la puerta como si su vida dependiera de ello, luego aquel moreno se comportaba de manera hostil y grosera con ella y ahora golpeaba a su hijo justo delante de sus narices, no sabía que había hecho su Naruto esta vez, pero está claro que no dejaría al moreno seguir con eso. 




—¡Sucede que su hijo no tiene los conocimientos suficientes como para ponerse un maldito condón!—. Grito Sasuke, ganándose el silencio de tanto la madre como el hijo. 




—¿Que has dicho?—. Pregunto extrañado el rubio. 




—Sasuke esta embarazado—.Dijo Sai que hasta ese momento tomaba parte de la conversación. —Eres el padre—. 




—¡Ay dios mío!—. Grito la pelirroja. —Naruto ¿Cuantas veces te he dicho que si vas a hacer esta clase de cosas te protejas?—. Reprendió su madre. —Pero lo hecho, hecho esta— Y miro al moreno. —¿Ya pensaron que van a hacer?—. Sasuke la miro con ceño fruncido. 




—No hay nada que pensar, solo vine a aquí a castrar al imbécil de su hijo—. Hizo ademan de acercarse al rubio. —Vine aqui para saber qué clase de persona eras, y mira con lo que me vengo a encontrar—. Miro a su alrededor. —Un niño que no ha dejado las faldas de su madre—. Y dicho esto dio media vuelta. —Vámonos, Sai—. Ambos morenos salieron del departamento, pero fueron detenidos por la voz del rubio que le dio alcance a mitad del pasillo. 




—Espera, Sasuke—. Dijo. —No... no se que decir para arreglar eso—. Dijo el rubio con algo de nervios, Sasuke solo se cruzó de brazos. —¿Es verdad que estas embarazado?—. 




—No enteramos esta tarde—. Contesto Sai, Naruto desvió la mirada. 




—Y... ¿Estás seguro que es mio?—. Ante aquello la mandíbula de Sasuke se apretó. 




—¿Por quién carajo me tomas, Imbécil?—. Pregunto ofendido. —Típico de tu clase—. Reprocho. —Cuando llega la hora de la verdad, salen corriendo como cucarachas—. 




—No soy esa clase de persona—. Dijo el rubio medio ofendido. —Vale, la fastidie, pero... en verdad quisiera platicar de esto contigo, para que veas que en verdad me interesa—. Sasuke frunció el ceño. 




—Yo no tengo nada que hablar contigo—. Pretendía seguir su camino, pero fue detenido nuevamente por el agarre del rubio.  




—Pero... tenemos que hablarlo, tienes a mi hijo en tu vientre—. Dijo el rubio, el moreno se solto con fuerza de su agarre. 




—Descuida, que no será por mucho—. Replico el moreno 




—¿Que?... ¡No!—. Nego el rubio. —¿Que piensas hacer?—. Estaba preocupado. —¿Tu no irías a...?—. Sasuke se encogió de hombros. 




—Es lo mejor—. Dijo de lo más indiferente. —De esa manera no hay nada que nos comprometa—.  




—Pues no lo acepto—. Dijo el rubio. —Ese también es mi hijo—. 




—Eso no me importa—. Replico el rubio. —Esta jodiendome la vida—. 




—¡Pero él no tiene la culpa!—. 




—¡Me vale mierda, rubio!—. Grito el moreno. —Pronto dejara de existir y todo será como debe ser, yo siguiendo mi carrera y tu siguiendo viviendo tras la falda de tu madre—. Y dicho esto salió de aquel lugar, dejando a un rubio bastante desconcertado y , para que negarlo, preocupado. 




Una vez dentro del coche, Sai soltó la pregunta. —Si pensabas abortas ¿Porque el capricho de venir aquí?—. Sasuke solo miro por la ventana, sin intención de contestar a la pregunta de su amigo 




  




______________________________________________________________ 




  




Era un nuevo día de trabajo y Sasuke se encontraba como cada mañana yendo a la oficina, tenía pendientes que entregar las ediciones definitivas al área de imprenta para tener listo el numero siguiente de la revista. 




Cuando llego, paro en seco ante lo que veía...  




Un chico rubio parado justo frente a la puerta del edificio de la revista en donde él trabajaba, el moreno apresuro el paso hasta llegar a donde él estaba, lo tomo del brazo y lo jalo lo más lejos que pudo del edificio. 




—¿Qué carajo haces aquí?—. El rubio le miro. 




—Vine a hablar contigo—. Contesto. —No lo hagas, no le quites la oportunidad de vivir a ese niño que llevas dentro—. Le pidió. —Hare lo que sea cualquier cosa si con eso cambias de opinion con respecto al aborto—. Sasuke solo frunció el ceño. 




—Vete de aquí—. Dijo para después alejarse y comenzar a trabajar. 




—¡Por favor, Sasuke!—. Grito Naruto. —Hare cualquier cosa—. Sasuke frunció el ceño, más decidido se acercó al rubio y con claro tono molesto dijo. 




—Lo único que puedes hacer es hacerle caso a tu madre y ponerte condón, imbécil—. Y con eso dicho ignoro completamente al rubio. 




—Vale, no funciono—. Dijo el rubio decepcionado. —Es momento de hacerlo a la mala, entonces—. 




  




__________________________________________________________- 




  




La casa era bastante bonita por fuera, muy bien protegida y con un vasto y bien cuidado jardín, nada que ver con su barrio en donde abundaban los terrenos baldíos llenos de basura y mala hierba. 




Definitivamente, Sasuke y el venían de mundos muy distintos. 




Estaba seguro de que el moreno había comido con cubiertos de plata mientras él y su madre se las arreglaban para conseguir algo que llevarse a la boca. Suspiro, en perspectiva él no tenía nada que ofrecerle  Sasuke, pero al menos haría el intento. 




Toco la puerta un par de veces hasta que una mujer, de cabellos morenos y sonrisa amable le abrio la puerta. 




—¿Puedo ayudarte el algo?—. Pregunto la mujer. 




—Si, vera...—. El rubio se rasco la mejilla, sabía que hacer aquello era un boleto directo al matadero, pero si con eso conseguía que Sasuke no matara a su hijo, pues que así sea. —Soy Naruto Namikaze y soy el padre de su futuro nieto—. 




—¿Mi que?—. Mikoto estaba atónita. 

Notas finales:

Rw?

 

No pues, ahora si espero que les haya gustado en su totalidad :D

Espero sus Rw con la respuesta

 

Mata Nee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).