—¿Mi qué?—.
—Bueno, eso suena muy mal—. Contesto el rubio, —Que tal el futuro esposo de su hijo, suena mejor ¿No?—. La mujer dibujo una sonrisa nerviosa ante las palabras de ese extraño jovencillo rubio.
—Creo que te has equivocado de casa—. Dijo la mujer, el rubio entrecerró los ojos alejándose de la puerta buscando la enumeración, creyendo que Gaara posiblemente le hubiese dado mal la dirección.
—¿Aquí no vive Sasuke?—. Pregunto el rubio, Mikoto le miro sorprendida.
—Si, es mi hijo—. El rubio sonrió.
—Entonces no me he equivocado—. Mikoto parpadeo, miro de arriba a abajo al muchacho, vestía ropa realmente desgastada, nada propio del barrio en donde Vivian, era obvio que el chico no era de los alrededores. —Estoy buscando a la familia de Sasuke, necesito hablar con usted y su marido—. Ante aquellas palabras Mikoto le miro asustada y sin dudarlo cerró la puerta en las narices del rubio. —¡¿Oiga que le pasa?!—. Se quejo ante tal acción.
—¡Vete de aquí o llamare a la policía!—. Amenazo desde dentro la mujer.
—¿Que?—. Naruto golpeo la puerta. —¿Porque haría eso?—.
—¡Estoy llamando!—. Grito nuevamente poniendo nervioso al rubio.
—¡No, espere!—. Pidió. —Yo solo quiero hablar—.
—Si, emergencias, un jovencillo rubio quiere entrar a mi casa—.
—¡Espere le digo!—. Pero viendo que la mujer al otro lado de la puerta no escucharía de razones, prefirió salir huyendo del lugar, ya encontraría el momento para abordarlos tanto a Sasuke como a su familia.
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—Cálmate, mamá—. Dijo al teléfono el moreno. —Estoy seguro que solo era un amigo raro de Sasuke—. Trato de tranquilizarla. —Te digo que se la juega de santo, pero no lo es, se parece más a mí de lo que le gustaría admitir—. Bromeo.
—Itachi, quisiera programar...—. El hombre castaño paro en seco al ver a su hijo al teléfono.
—Mira, no salgas de la casa y no atiendas a la puerta, en un momento iremos para alla—. Dijo y se despidió antes de colgar para poner intención total a su padre.
—¿Paso algo?—. Pregunto el hombre.
—Un jovencillo asusto a mamá esta tarde—. Dijo mientras ordenaba unos papeles de su escritorio y seguidamente se ponia en pie. —¿Que querías que programara? —. Pregunto a su padre.
—Una reunion con la familia Shinrin—. Dijo el mayor. —¿Quien era el jovencillo?—.
—¿La familia de Jugo?—. Pregunto Itachi extrañado, tomo el teléfono para comunicarse con su secretaria. —No sabe, yo tampoco, pero buscaban a Sasuke—. Contesto. —Shion, podrías agendar una cita con la con el señor Shinrin, te lo agradezco—. Dijo para colgar nuevamente. —Ya quedo. Le dije a mamá que iríamos para allá ¿Acabaste?—. El mayor asintió y ambos hombres salieron de aquel lugar.
Apenas era media tarde cuando salieron, Itachi le entrego unos documentos en folder a la recepcionista para que los enviara a la compañía Huyga y la Uzumaki.
—¿Porque quieres contactar con la familia de Jugo?—. Pregunto Itachi interesado.
—Quisiera hacer tratos con la familia, he escuchado de buena fuente que están ganando bastante fuerza en el campo económico—. Dijo el castaño. —Quisiera proponer una union matrimonial entre Sasuke y Jugo y así unir a ambas compañías—. Itachi dudo por un momento.
—No sé si sea buena idea—. Dijo. —Según se, Sasuke y Jugo terminaron. La familia Uzumaki tuvo la misma idea que tú, asi que tendrás que ofrecer un paquete más completo que un simple matrimonio—. Dijo el moreno. —Es obvio que la familia Uzumaki esta ofreciendo lo mismo—.
—Si, con la diferencia de que Sasuke es editor en jefe de su revista, es un doncel independiente, algo que Karin Uzumaki no es—. Dijo el hombre con orgullo. —Además viene de una de las más prestigiosas familias de Konoha—. Itachi sopeso las palabras de su padre considerando que tenían algo de razón.
A pesar de que se "odiaran a muerte" Itachi reconocía el gran potenical que tenía su hermanito, inteligente, atractivo y muy bueno en cuanto negocios se tratase, estaba seguro de que Sasuke podría ser perfectamente capaz de llevar a flote la empresa de la familia de Jugo si estos terminaban casandose, él mismo le había pedido concejo a su hermano cuando llegaba ese extraño momento de bloqueo que no lo dejaba pensar claramente.
—Falta lo más importante—. Dijo el menor, Fugaku lo miro esperando que detalle pudo habérsele escapado. —¿Sasuke aceptara que lo comprometas con Jugo?—.
—Yo creo que lo entenderá—. Itachi suspiro, a veces su padre solo pensaba en el dinero más que en la felicidad de sus propios hijos.
Si no, que se lo preguntaran a él, atrapado en un matrimonio en donde no tenía las libertades que la grandiosa soltería le brindaba, extrañaba poder liarse con quien quisiese por una noche.
Entonces se acordó y rápidamente miro a la acera de enfrente, misma cantidad de gente que la última vez y ese rubio sentado mirando a esa gente con una radiante sonrisa ofreciendo sus lindas esculturas, escucho a Fugaku bufar a su lado.
—Últimamente los pobres ya no haya qué hacer para sacar dinero—. Se quejo, eso a Itachi le molesto.
—Es mejor vender algo que tú mismo creas a estar robando en las calles—. Miro a su padre. —¿No te parece?—. Fugaku alzo una ceja.
—¿Le conoces de algo?—. Pregunto.
—No, pero no juzgo antes de hacerlo—.
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—Se los digo en serio, era un rubio extraño, se notaba que no era de por aquí por las ropas que vestía—. Dijo Mikoto agarrada al brazo de su marido.
—Mamá cálmate, si te hubiera querido robar no te habría dicho su nombre—. Dijo Itachi de lo más calmado, a veces pesaba que a su madre le gustaba hacerla de drama queen.
Justo en ese momento volvieron a tocar la puerta, Mikoto se tensó.
—Si es él, no abras la puerta— . Dijo la morena, pero su hijo la ignoro olímpicamente mientras se encaminaba a la puerta, al abrirla un joven rubio, un poco más bajo que él lo recibió.
—Hola—. Dijo con una sonrisa. —Estoy buscando a Sasuke—. Itachi alzo una ceja, la descripción de su madre había sido demasiado exagerada. Vale que las ropas del rubio se veían desgastada indicando así que no era de una familia prestigiosa como lo eran ellos, pero fuera de eso el joven parecía realmente inofensivo, tal vez solo idiota, pero se veía que era un idiota adorable.
—¿Quien le busca?—. Pregunto el moreno.
—Soy Naruto Namikaze—. Dijo. —El padre de su futuro hijo—. Dijo con una sonrisa. Itachi sonrió de medio lado.
—¿De mi futuro hijo?—. Pregunto. —No sé si te has dado cuenta, pero soy un varón igual que tu—. Dijo con ironia.
—¡No... yo...!—. Naruto se puso nervioso. —A lo que me refiero es que seré el padre del hijo de Sasuke—. Dijo. —De Sasuke, no del tuyo—. Itachi suspiro.
—Es una verdadera lástima—. Dijo. —Podríamos haber tenido unos hijos muy bellos—.
—Ammm—. Naruto no supo que decir ante aquello. —Bueno yo...—.
—¡Sasuke no está!—. Se escucho un grito desde dentro de la casa, ambos varones miraron en esa dirección dando con la figura de Mikoto. —Mas vale que te marches o en serio llamare a la policía—.
—Mamá—. Reprendió Itachi.
—¡Tu no llamaras a nadie mujer!—. Dijo Fugaku saliendo de detras de su esposa y mirando a los dos hombre que se encantaba en la puerta. —¿Porque buscas a mi hijo menor?—. Itachi miro al rubio con una media sonrisa.
—Lo lamento rubio, pero de esta no sales vivo—. Dijo apartándose para que Naruto entrara a la casa, cosa que no hizo de manera inmediata.
—Bu-buenas ta-ta-tardes, se-se-señor—. Dijo el rubio entrecortado, la mirada fija de ese hombre hacia que se pusiera aún más nervioso de lo que ya estaba. —Bu-busco a Sa-sa-sasuke pa-para...—. Itachi se desesperó.
—Dice que él es el futuro padre del hijo de Sasuke—. Termino de decir el moreno, ante aquellas palabras tanto Mikoto como Fugaku se sorprendieron.
—¡Oye!—. Dijo malhumorado el hombre. —¿Que clase de mala broma es esta?—. Pregunto Fugaku cruzándose de hombros. —Mi hijo menor no está embarazado ni nada de eso y mucho menos se atrevería liarse con gente de tu clase—. Ante aquellas palabras Naruto frunció el ceño.
—Déjeme decirle que está usted equivocado—. Reclamo. —Su hijo espera un hijo mio, si lio conmigo hace más de un mes y ahora esta embarazado, fue a buscarme a mi casa para decirme y a reclamarme—. Dijo poniéndose firme ante el que sería su suegro. —Así que aquí estoy, poniendo la cara para hacerme responsable de su hijo y del mío—. Todo fue silencio hasta que alguien lo rompió.
—¡¿Qué demonios haces aquí?!—. Todos miraron a la puerta topándose con un Sasuke demasiado furioso.
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Había decidido salir temprano del trabajo, aquellos malestares del primer trimestre estaban comenzado a fastidiarlo, cuando fue a la clínica había pedido consejos para llevar a cabo su cometido para no llevar a término el embarazo.
Recuerda la mueca desaprobatoria de su doctora ante su decisión, cosa que no le importo y que a ella no debía importarle porque no era ella la que estaba sufriendo porque su familia se vería afectada con una estupidez de semejante calibre.
Qué decir del padre del hijo, un varón joven que apenas y llegaba a la mayoría de edad, pobre, sin oficio ni beneficio y encima de todo que aún vivía en casa de su madre. Tal vez sus padres habrían dejado pasar este "desliz" si su hijo hubiese sido de Jugo, pero no, tenía que irse a enredar con un rubio con cara de idiota y encima de todo pobre.
Su familia jamás aceptaría tal cosa.
—Debes esperar al menos dos semanas más para poder comenzar la operación—. Dijo la pelirosa tendiéndole unos folletos. —En estas dos semanas quisiera que te prepararas de manera psicológica para que no sera un golpe duro para ti en un futuro—. Sasuke tomo los folletos sin siquiera verlos. —¿Estas completamente seguro de esto?—. Pregunto la doctora.
—Si—. Respondió el moreno, Sakura simplemente suspiro.
—Bien, solo voy a pedirte que vayas con un psicólogo estas dos semanas. Eso es todo—. El moreno asintió y salió de la clínica.
Subió a su coche y metió los folletos en el maletero, se pensaría lo de ir al psicólogo, después de todo estaba completamente seguro de su decisión, era lo mejor, tanto para él como para su familia, así que, sin más, encendió el coche y se dirigió a su casa.
Al llegar pudo ver la puerta principal abierta de par en par, los gritos de su madre y la respuesta de su padre, alzo una ceja al pensar que podría estar pasando en su casa para semejante alboroto.
Sus ojos negros se abrieron completamente sorprendidos al reconocer aquella voz juvenil, esa figura rubia vestida con ropas de segunda y que en ese momento se encontraba en el living de la casa Uchiha.
—¡¿Que demonios haces aqui?!—. Pregunto acercándose a donde la reunión era. —¡Vete de mi casa!—.Exigió el moreno, Naruto frunció el ceño
—No, hasta que me digas que has cambiado de opinión acerca del aborto—. Aquellas palabras sacaron un jadeo de parte de su madre y gestos sorprendidos de parte de su padre y hermano que no quitaban la vista de ellos.
—No lo he hecho, ahora vete de aqui—. Sasuke comenzó a empujar fuera de la casa al rubio, pero fue detenido por las palabras de su padre.
—¿Sasuke que significa esto?—. Pregunto con ceño fruncido, Sasuke miro asustado a su padre.
—Nada. Él ya se va—. Dijo mirando al rubio. —Vete—. Susurro entre dientes.
—Que no me voy—. Se puso firme el rubio, Sasuke siguió empujando hasta que sintio una mano en su hombro, miro a su espalda topándose con la mirada angustiada de su madre.
—Sasuke-chan—. Dijo. —¿Es verdad que estas embarazado?—. Pregunto, Sasuke no contesto, simplemente bajo su mirada y asintió.
—¡Esto es genial!—. Grito enojado su padre. —Perfectamente genial—.
—Pero he decidido no tenerlo—. Dijo, Mikoto le miro asustada.
—¡Tu no decides nada, jovencito!—. Dijo su padre malhumorado. —Está claro que no abortaras a un niño con la sangre Uchiha—. Sasuke bajo su mirada. —Tendrás que casarte—. Sasuke alzo su mirada.
—¿Que?—. Pregunto.
—Estoy dispuesto a responder por Sasuke—. Fugaku le miro.
—Es lo mínimo que tendrías que hacer—. Dijo con molestia, Sasuke frunció el ceño.
—No me casare con él—. Dijo.
—No tendrás a ese niño fuera del matrimonio—. Dijo Mikoto. —Imagina el escándalo, un Uchiha nacido fuera del matrimonio, los reporteros de sociales no nos dejaran tranquilos—.
—¿Que importan los reporteros de sociales?—. Dijo Sasuke molesto. —No pienso atar mi vida a este rubio idiota—. Dijo señalando a Naruto.
—¡Oye!—. Reclamo.
—Pues eso lo hubieras pensado mejor antes de meter la pata con él—. Dijo Itachi a sus espaldas.
—¡Tu callate, nadie te está hablando a ti!—. Grito el menor.
—Oh, los malhumores del embarazo ya te están afectando y eso que aún no engordas—. Bromeo el mayor, mirando el enojo del menor.
—No es momento para bromear, Itachi—. Le reprendió su madre para después mira a Sasuke. —Es obvio que no abortaras, Sasuke—. Dijo la mujer. —Así que tienes de dos sopas. O consigues que una familia de sociedad te acepte con todo y niño y te casas con un miembro de la familia o te casas con el padre biológico del niño—. Naruto sonrió ante esa opción dando por hecho que Sasuke le elegirá a él.
—¿Quien seria la familia?—. Pregunto el moreno ignorando al rubio.
—¡Oye!—. Volvió a reclamar. —No dejare que otro crie a mi hijo—. Dijo el rubio molesto, Sasuke le miro.
—Tu acá no vienes a imponer nada, rubio—. Dijo el Uchiha. —Es mi vida, no la tuya la que estará en boca de la prensa en cuanto se enteren de mi estado—. Naruto frunció el ceño.
—Es la vida de mi hijo la que pretendes manejar—. Reto el rubio, pero fue ignorado por el moreno.
—Convenceré a Jugo de casarse conmigo—. Dijo poniéndole fin a la discusión, Fugaku y Mikoto asintieron.
—Pero si Jugo no acepta, o ninguna otra familia acepta, tendrás que aceptar casarte con el padre del niño—. Dijo la mujer señalando al rubio, Sasuke sonrió con prepotencia.
—Eso no pasara—. Naruto frunció el ceño para salir de esa casa como alma que lleva el diablo. Al menos Sasuke había desistido de abortar, un problema menos.
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—¡Que loco!—. Dijo el pelirrojo tumbado en el sofá de la casa del rubio mientras se llevaba una cerveza a la boca. —Embarazaste al menor de los hermanos Uchiha—. Naruto sonrió forzadamente, no entendía que tenia de fabuloso haber cometido semejante barbarie.
—Si, pero no se por qué piensas que es genial, la familia de Sasuke piensa que es lo peor que pudo haber pasado—. Gaara le restó importancia al asunto.
—Te cojiste al doncel más rico de toda Konoha—. Dijo el pelirrojo. —Y no solo eso, te las arreglaste para atarlo a ti de por vida ¡DE POR VIDA!—. Naruto frunció el ceño.
—No creo que sea correcto decirlo de ese modo—. Dijo el rubio, Gaara solo se encogio de hombros mientras seguia bebiendo.
—¿Crees que te llevara a vivir a su casona en aquel barrio de ricos?—. Pregunto curioso. —Ya no te preocuparías por dinero, he escuchado que la familia Uchiha es de las más ricas, sin mencionar que ese tal Sasuke gana su buena plata siendo editor en jefe de la revista Sharingan—. Naruto se puso pensativo para finalmente fruncir el ceño
—No quiero que él me mantenga—. Dijo el rubio a su amigo. —No es correcto que un varón sea mantenido por un doncel—.
—¿Que piensas hacer entonces?—. Naruto se llevó la mano al mentón pensando.
—Bueno lo primero será conseguir un empleo—. Dijo. —No será mucho, pero al menos tendré algo que ofrecerle a Sasuke—. Dijo con una sonrisa. —También terminare la prepa, así poder aspirar a una carrera mientras trabajo—. Gaara le miro aburrido.
—Dejando de lado tu grandioso plan de vida—. Dijo mientras se terminaba la cerveza que tenía. —¿Que piensas hacer para que el Uchiha se case contigo?—. Naruto se lo pensó por un momento...
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Era de noche, Sasuke se encontraba esperando a Jugo en el restaurant de siempre, él ya había ordenado así que se encontraba comiendo en ese instante cuando pudo ver a Jugo sentarse a su lado.
—Es una sorpresa que llamaras, Sasuke—. Dijo el pelinaranja. —Pero me alegra—. Dijo tomando la mano del moreno. —También quiera verte—. Sasuke sonrió.
—¿Y dónde esta Karin?—. Dijo con prepotencia, causando el ceño fruncido de Jugo, el cual suspiro
—Seguramente en las Bahamas con Nagato—. Dijo el otro con pesar. —Mira que fugase con su primo a una semana de la boda—. Sasuke frunció el ceño.
—¿Boda?—. Pregunto, Jugo asintió.
—Nos íbamos a casar hace dos semanas, pero al parecer eso hizo que ella y su primo aclararan sus sentimientos y Nagato la convenció de fugarse esa noche—. El varón negó. —Pero dejemos ese mal trago atrás, además hay que verles el lado bueno a las cosas...—. Sasuke, bajo la mirada, ahora no estaba seguro de que su decisión fuera la más correcta, miro a Jugo a los ojos.
¿En verdad quería casarse con él? ¿Con un hombre que le importo como estar en una relación con él y dejarlo de la noche a la mañana para casarse con otra? ¿Estaba bien con ser el plato de segunda mesa de Jugo? Frunció el ceño ante aquel cuestionamiento mental, negó con la cabeza deshaciendo las dudas, debia ser firme con su decisión, le había dado su palabra a sus padres.
—....estos meses sin ti me han servido para darme cuenta que de que yo a quien quiero es a ti—. Sasuke le miro.
—Jugo yo....—. Dudo en continuar. —Quiero que te cases conmigo, lo antes posible—. Dijo firme el moreno, el varón le miro sorprendido, y una sonrisa floro en su rostro.
—Vaya, Sasuke—. Dijo Jugo. —Si que no te andas por las ramas—. Tomo la mano de Sasuke. —Claro que acep...—.
—Así que aquí te vengo a encontrar—. La pareja miro a un lado topándose con un rubio, rubio que llamaba demasiado la atención por las prendas viejas que vestía, una playera que en mejores tiempos fue mas negra que la cabellera de Sasuke y unos vaqueros completamente destrozados de las rodillas. —Entonces... ¿Él es el padre de mi futuro hijo?—. Dijo señalando al pelinaranja.
—¿Que?—. Pregunto Jugo, Sasuke le miro enojado.
—¿Es que acaso me estas siguiendo?—. Pregunto el moreno. —Vete de aquí, estas armando un escándalo—. Naruto frunció el ceño.
—Me vale mierda—. Le respondió. —¿Porque no nos presentas?—. Dijo señalando a Jugo. —Tengo derecho de saber quién criara a mi hijo en mi ausencia—. Jugo frunció el ceño ante las palabras del rubio.
—¿De que está hablando Sasuke?—. Pregunto el alto tomando al moreno del brazo. —¿Cual hijo?—.
—Es un acosador—. Dijo el moreno tratando de calmar al pelinaranja. —No le hagas mucho caso, se obsesiono conmigo, eso es todo—. Dijo con una sonrisa forzada.
—Sasuke esta embarazado—. Le dijo el rubio, aquello dejo en silencio todo el lugar. —Él hijo que espera es mío—. Naruto se cruzó de hombros.
—¡Cállate!—. Dijo el moreno. —No le hagas caso, Jugo, está loco—. Dijo mirando al otro, pero el otro le miro enfadado.
—¿Así que pretendías casarte conmigo tenienendo al hijo de otro?—. Le miro molesto. —¿Y así me reclamas que te engañe con Karin?—.
—Cálmate, amigo—. Dijo el rubio mientras trataba de alejar a Sasuke de aquel varón.
—¡No soy tu amigo!—. Grito el pelinaranja, miro a Sasuke. —Al final resultaste ser una zorra igual a Karin—. Grito molesto. —Y ademas queriéndome colgar al milagrito de este—. Señalo al rubio. —¡Vete a la mierda Sasuke Uchiha!—. Ante aquellas palabras Sasuke agacho la cabeza, aceptando mudamente los insultos de Jugo, Naruto miro el semblante herido y triste de Sasuke y no le gusto para nada, nadie debía ser tratado de esa manera, en especial si es que se amaba a una persona, cosa que claramente, ese sujeto no hacia
El pelinaranja estaba tomando su saco cuando:
—Eh, imbécil—. Fue tomado del hombro y volteado solo para ser arrojado al suelo a puño limpio. —Sasuke podrá ser muchas cosas, pero una zorra , jamás—. Dijo el rubio verdaderamente molesto. —Así que ahora mismo te pones de pie, te agarras los cojones y le pides una disculpa—. Jugo le miro enojado, se limpió la sangre que le salía de la boca.
—Vete al diablo—. Dijo el pelinaranja, eso hizo que el rubio le pegara otra patada en el estómago, y estaba punto de soltar un golpe más cuando fue jalado bruscamente, pensaba reclamar cuando vio que quien lo retenía era un oficial de la policía militar.
Naruto no intenso zafarse más, tenía suficiente experiencia tratando con la policía militar que no le sorprendía que siempre que se metiera en problemas, llegaran estos para retenerle por supuestos cargos que él no había cometido.
Lo verdaderamente sorprendente fue que también tomaran al pelinaranja y se llevaran a ambos a la estación.
Una vez ahí, fueron puestos en celdas separadas a espera de que alguien pagara su fianza, el pelinaranja fue el primero en salir, el cual le dio una sonrisa prepotente al rubio que seguía ahí metido.
—Sasuke es y será una zorra—. Le dijo solo para molestar al rubio, cosa que logro cuando este intento cogerlo por entre los barrotes.
—¿No escarmientas, grandote?—. Ambos varones voltearon a donde la voz vino, era un moreno de piel pálida y de sonrisa falsa. —Ya te partió el lado derecho de la cara ¿Quieres que te empareje el izquierdo tambien?—. Jugo le miro sin contestar y bufo solo para salir de aquel lugar. —Hola, ya nos conocíamos soy...—.
—El novio de Gaara—. Dijo le rubio con una sonrisa.
—¿Él te ha dicho eso?—. Dijo el rubio con un ligero rubor en las mejillas.
—Si, siempre está hablando de ti, cuando no habla de otras chicas o de dinero—. Eso desvaneció la sonrisa del otro que fue sustituida por un ceño fruncido.
—¿Asi que otras chicas?—. Pregunto con molestia en su voz.
—Pe-pero a quien quiere es a ti—. Dijo el rubio nervioso. —No le digas que yo te dije—. Pidio. Sai volvió a sonreír.
—Bueno, es momento de que salgas de aquí—. Dijo el moreno indicándole a uno de los guardias que abriera la celda del rubio. —He pagado tu fianza así que eres libre de ir a ver a Sasuke para saber cómo esta—. Dijo el moreno.
—Gracias—. Dijo el rubio. —¿Esta en su casa?—. Sai asintió.
—Tienes suerte de que el abuelo Madara sea el director de este sector o me habría tomado mucho tiempo el papeleo—. Dijo el moreno. —Pero valía la pena si con eso veía al idiota de Jugo mallugado— . Naruto sonrió, ese chico le caí bien.
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Naruto llego a la casa de los Uchiha, toco un par de veces antes de que un varón de cabello largo lo recibiera. —Hola otra vez—. Dijo el moreno. —¿Pensaste la propuesta de tener a mi hijos?—. Naruto le sonrió nervioso.
—¿Esta Sasuke?—. Itachi solo sonrió y llamo a su hermano para que bajara, sorprendentemente así lo hizo, Sasuke ya llevaba ropa de dormir, una playera azul marino holgada y un pantalón de piyama blanco.
—Gracias—. Dijo el moreno apenas se hubo acercado al rubio. —Por lo de Jugo y eso—. Desvió la mirada, ante aquello Naruto sonrió.
—No es nada—. Dijo el rubio. —Una ofensa a ti, es una ofensa a mi hijo—. Dijo. —Es algo que no puedo permitir—. Sasuke se sonrojo. —Entonces...—. Dijo el rubio dudoso.
—¿Entonces?—. Repitió Sasuke con el ceño fruncido.
—Entonces... ¿Te casaras conmigo?—. Sasuke le miro con el ceño fruncido.
—Ni hoy, ni mañama, ni en un futuro—. Dijo el moreno para cerrarle la puerta en la cara al rubio el cual solo se quedó con una sonrisa forzada fuera de la propiedad Uchiha.
Dentro de la casa y recargado en la puerta, se encontraba un Sasuke con una media sonrisa y un ligero rubor en sus mejillas.
—¡Dios mio!—. Escucho la voz de Itachi. —¡Mamá a Sasuke le va a dar algo!—. Dijo en tono drama rico. —¡EL MUCHACHO ESTA SONRIENDO!—.
—¡Cállate, Itachi!—.