Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Punto de Quiebre por minima

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

IV

No hubo funeral ni investigación.

Cruella muerta estaba y muerta se quedaba, eso no cambiaba.

Aunque si hubo una semi amarga celebración en la casa de Jasper y Horace con sus familias, la maldita vieja había muerto y ya no tendrían que soportarla, incluso sus hijos y esposas participaban en el festejo, le temían a esa loca y tuvieron que soportarla como su jefa aun en esta maldita isla, incluso los hijo de Jasper y Horace se había atrevido a ponerlos como seudo ayudantes de su propio hijo, un chico tan diferente a su madre que a veces era difícil creer que era suyo.

Los más jóvenes festejaron, pero incluso ellos tomaron un minuto o quizás dos de silencio por respeto al joven De Vill, quien no daba miedo y de vez en cuando les daba órdenes, jamás fueron “amigos” pero perder a alguien que habías conocido desde la cuna causa impacto.

En Auradon el nuevo rey al saber la noticia sintió pena, tan noble era su corazón, o era aún muy ingenuo, que se preocupaba incluso de aquellos que fueron enemigos de sus padres y los padres de sus amigos y conocidos.

Pero no podía hacer nada, Cruella muerta estaba y muerta se quedaba.

Jamás se le ocurrió preguntar a sus padres o Hada Madrina algo como usar magia para arreglar esta tragedia, ya que se había criado en un ambiente donde las cosas seguían un curso “natural” y la magia no era necesaria, las personas nacen, crecen y mueren, en la isla debía ser igual aun si estas muertes eran por infortunados accidentes.

Pero pensando en lo doloroso que podía ser la perdida quiso hacer algo, investigo si tenía familiares y doble fue su pena al saber que su hijo igualmente había muerto en el incendio que le había quitado la vida a la villana, seguramente tendría cerca de su edad, aún tenía mucho que trabajar y deberes que cumplir pero sus planes para una vida mejor para los hijos de los villanos estaba aún en su mente, solo que no se administraba lo suficiente para encontrar la forma de materializar su idea.

El rey Ben mando flores a la tumba de Cruella y su hijo en señal de luto, pero cuando los mensajeros llegaron a la isla pensando encontrar un par de lapidas les dijeron que no había nada que enterrar y nadie que le interesara hacer una lápida a la villana o hijo. Dejaron una corona de flores en los restos de la casa quemada y dieron por terminada su tarea.

Flores que al poco rato fueron aplastadas por quienes pasaban por ahí no para insultar a Cruella sino porque venían precisamente de Auradon y su nuevo bobo rey. Luego fueron robadas y vendidas en el mercado al mejor precio a pesar que la mayoría estaban muy maltratadas, aun así era mucho mejor de las marchitas que llegaban en la basura.

Los días pasaron y las cosas en la isla seguían su curso normal, malos siendo malos, los villanos tramando planes para poder escapar o conseguir más poder dentro de la isla, los jóvenes siguiendo el ejemplo de sus padres y aun así bajo la superficie había gran movimiento.

No hubo funeral, ni siquiera los que eran más cercanos al joven De Vill lo hicieron, cosa aprobada por muchos jóvenes y adultos villanos, sus padres incluidos, pero aun así notaron ciertos cambios en sus comportamientos, aunque no era de extrañar.

Como roca que cae al charco y crea hondas en su superficie hasta el borde, la muerte de Carlos a los jóvenes les afecto en sus mentes. Un pensamiento de “Mejor él que yo” o “No me paso a mí y eso está bien”, también guardaba la verdad que poca o mucha importancia tenían en su mente, todos podían terminar muriendo en esa isla.

Era obvio que Evie, Mal y Jay por ser los más cercanos en relación serian afectados más drásticamente. Evie se mostraba desanimada a la vez que más fría en su comportamiento, más de un hombre trato de aprovechar el momento de vulnerabilidad emocional que interpretaron en la joven princesa malvada pero ella rechazo porque necesitaba estar sola, era bien sabido que era la más apegada a Carlos por diablos sabe qué razón por lo que se comprendía su comportamiento.

El que tomo por sorpresa un poco fue el comportamiento de Mal y Jay.

Mal parecía redoblar esfuerzos en ser la más malvada en su generación, se veía más fría y calculadora, incluso empezó a observar y hablar con jóvenes a su alrededor en un intento de expandir su pandilla, o eso parecía, quizás se había dado cuenta que los peones pueden morir tan fácilmente como moscas y sin Carlos se había quedado con un puesto vacante, Carlos era un pésimo villano pero en lo que era inútil en algunos aspectos nadie negaría que era el mejor en otros, era listo y sabia más de tecnología en la isla, perderlo significo una perdida al menos estratégica para futuros planes. Digna hija de Malefica dirían algunos.

En cuanto a Jay, ese fue el que más sorprendió a todos, se rumoreaba en toda la isla que no había regresado con Jafar después de que se enteró de la muerte de Cruella y Carlos, y cuando lo hiso solo fue para recoger algunas cosas e irse de nuevo, cuando su progenitor le riño y estaba escupiendo lo inútil que era su hijo por desatender la tienda y no traerle cosas para vender su hijo no dijo nada, en su lugar le dio un puñetazo en plena cara y dio a entender que ya no trabajaría para su padre. Después de eso Jafar refunfuño durante días que cuando Jay regresara a su tienda arrastrándose de rodillas a su tienda el mismo le patearía el trasero, pero si no había impedido que se largara nadie creía que fuera capaz de aquello.

Algunos pensaban que la muerte de Carlos le había afectado en manera de que no quería seguir a su patético padre y sus órdenes nunca más, algunos de los villanos en la isla conservaban algo de su gloria pero Jafar se había convertido en un auténtico chiste, fue suerte que el hijo se quedara al lado de su padre por tanto tiempo antes de darse cuenta de que era más fuerte físicamente o que pudiera intentar vivir por sí mismo, tarea difícil en la isla pero no imposible.

Nadie sabía con exactitud donde vivía el joven ladrón ahora, pero seguía asistiendo a clases y reuniéndose con Mal e Evie, así que a pesar de esos cambios todo el mundo no noto algo extraño.

Pero así como la roca que cae al charco afecta la superficie al mismo tiempo mueve el fondo al terminar de caer, a plena vista pero también escondido ocurrían los movimientos que cambiarían la vida de todos en la isla por completo.

Semanas después de la muerte de Cruella e hijo ya casi nadie comentaba la noticia, sería el tema de conversación un par de veces en alguna platica pero había quedado como algo que ya no era tan relevante.

¿Qué daño puede hacer alguien muerto?

Pues realmente si no hay magia pues ninguno, entonces deberían estar preocupados mas por los vivos ¿verdad?

La noche cayo en la isla, algunos duermen y otros comenten crímenes, nos interesa mas este segundo grupo, especialmente cuatro estudiantes que se escabullen entre las sombras a uno de los lugares en que casi nadie quiere ir por voluntad propia, su escuela.

¿Qué hay ahí? No hay estudiantes a esta hora, menos maestros, mentira, si hay uno, el que menos encaja en la isla y a la vez tampoco lo haría fuera de ella, el único voluntario en ir a esa prisión no por crímenes sino por decisión propia, alguien que daba miedo a héroes y villanos, y a pesar de que no tenía poderes en la isla nadie se atrevía realmente a actuar directamente contra este.

El mago más poderoso, Yen Sid, residía dentro de las paredes de esas catacumbas y calabozos que eran su escuela.

¿Pero por qué tal personaje que más de uno adentro y fuera de la isla podría considerarlo como “héroe” estaba en ese lugar?

Había peleado contra las fuerzas del mal en su tiempo, su magia podía rivalizar a la de cualquier hada o bruja malvada, decía que fue mentor de la misma Hada Madrina en su juventud y que su poder podría ser comparado con el mago más poderoso del mundo de las leyendas Arturicas, el mismo Merlín.

Pero también era conocido que era un hombre serio, intimidante, algo ermitaño y cascarrabias. Comportamientos para nada condenables para terminar en la isla pero que no encajaba con el ambiente típico de los habitantes del reino de Auradon.

Pero ninguna de sus acciones o carácter lo habían condenado a esta isla, como ya se mencionó este singular personaje había venido a esta prisión por voluntad propia. Y no, no estaba loco.

Después de unos años que se formara esta prisión los gobernantes de Auradon decidieron entre otras cosas como enviar las barcazas de basura a la isla, que debían vigilar a los villanos, ya que no tenían alguien que supervisara la “rehabilitación” de estos, usar magia para espiarlos parecía muy malo, además de peligroso, se supone que no deberían tener contacto alguno de tal poder la mayoría de los residentes de la isla, la mejor opción era enviar a alguien, pero incluso los caballeros más fieles detestarían realizar esta tarea que era sumamente peligrosa.

Fue entonces que llego Yen Sid para resolver el predicamento, siendo el primer y único voluntario para dicha tarea.

No era el trabajo más seguro del mundo, pero la mayoría sabía que si le hacían algo al residente voluntario de la isla podría ser peor el castigo, si es que era posible, y además, muchos le tenían miedo.

Los cuatro adolescentes recorrieron los pasillos ya bien conocidos, silenciosos y aparentemente sabiendo lo que hacían, o creyéndolo.

Era extraño recorrer estos pasillos que conocían llenos de otros adolescentes y niños con gritos e insultos en el silencio de la noche.

Aun así sin temor, pero si algo de nerviosismo, porque si fallaban en esta parte debían saber que lo que estaban comenzando apenas se acabaría de inmediato, se adentraron a lo más profundo de los pasillos, donde vivía Yen Sid.

Yen Sid que después de unos años y que los villanos decidieran enseñarles a sus hijos en una escuela como ser excelentes villanos, se había convertido en maestro, pero no de fechorías o magia, sino de ciencias, una pérdida de tiempo en su mayoría en opinión de muchos ya que muy pocos se mostraban interesados en una materia que les parecía inútil.

Era contados con los dedos de una mano los jóvenes que realmente mostraban interés en sus clases y tenían el potencial de poner en práctica sus conocimientos, y sobrarían dedos para dicho conteo, más ahora que el más prometedor de todos sus estudiantes había muerto. Una verdadera lástima en opinión del mago.

Pero no se puede hacer nada, se repetía mientras llenaba otro de sus vasos con algo de licor. A pesar de vivir en la isla era el único que tenía verdaderas comodidades en buen estado que podías encontrar en Auradon. Sus aposentos no eran ostentosos pero mucho más lujosos que la mayoría en la isla.

Muebles, comida y ropas eran cosas que le llegaban a la isla, había veces que hubo uno que otro incidente de robo pero llegaba a comprender que lo hacían por necesidad y solo bastaba que pidiera más para reponer las provisiones robadas.

Mientras bebía su tercera copa, ¿o era la cuarta? Escucho la puerta abrirse.

¿Acaso estaba viendo un fantasma?

Los fantasmas y muertos vivientes no pueden existir en esta isla, no hay ninguna magia capaz de sostener su existencia, solo los vivos caminan sobre ella. Por lo que puede haber dos opciones, lo que está viendo es una alucinación o a Carlos De Vill vivo y respirando.

-Este lugar se ve muy bien-

-Beneficios de ser considerado aun miembro de Auradon-

-Buenas noches profesor-

Tres voces se escuchan detrás de la aparición y se da cuenta que Carlos no viene solo, cierto, si en vida durante el último año esos cuatro habían sido prácticamente inseparables en la supuesta muerte de alguno de ellos dudaba que eso cambiara.

-Veo que los rumores de tu muerte fueron algo exagerados joven De Vil- habla tratando de levantarse de su asiento atrás de su escritorio, no dejara que unos adolescentes entren a sus aposentos tan libremente con saber que planes, pero no puede, su cuerpo no responde como le está pidiendo.

-Oh, no se moleste en levantarse profesor. Sabemos que ha de estar muy cansado a estas horas- Evie con su dulce voz parece que trata de tranquilizarlo, pero su mirada y sonrisa comunican todo lo contrario.

Los cuatro terminan de entrar acercándose más a su profesor, no parece que traen armas pero Evie trae un bolso un poco más grande de lo usual, no, en realidad es un maletín.

-¿Eres un mago no es así Yen Sid?- Mal se inclina sobre el escritorio, sus ojos brillan. Cada día esta chica se parece más a su madre.

-¿Qué planean hacer? Matarme no los sacara de isla, incluso yo no tengo poderes dentro de ella-

-¿Matarte? Nadie dijo algo de matarte. No está dentro de nuestros planes-

-¿Rehén? Una táctica diferente, pero no lograran nada-

-Sabemos que la feliz gente de Auradon no miraría a la isla si tienen opción, no les importa lo que pase dentro de ella. Eso te incluye, lo que queremos es lo que sabes- por primera vez hablo Carlos, su voz era tan seca y fría, muy lejos del joven brillante y nervioso que por años le dio clases.

Algo se oprimió un poco en su pecho al verlo.

-¿Qué te paso muchacho?-

-Nada, absolutamente nada, como siempre ocurre en esta maldita cárcel. Me di cuenta que somos nada, y si seguimos haciendo nada nos pudriremos en este lugar junto a nuestros padres para siempre- sus ojos eran fríos al pronunciar esas palabras.

Yen Sid se removió incomodo en su asiento, el chico fue uno de los menos intimidante en la isla pero ahora podía ver el porte y agresividad de Cruella en el muchacho frente a él. Incluso un leve brillo de locura en su mirada.

-Jay…- Mal llamo al moreno para que se encargara.

Desde lo ocurrido con Cruella el joven De Vil tenia estos “episodios” por decirlo de una manera, obviamente el chico iba a ser el más afectado por lo ocurrido con su madre. En ocasiones se quedaba tranquilo acariciando a su gato o muy concentrado en los planos que ya llenaban cubriendo la mayoría de las paredes del escondite en donde se quedaba. Tenía frecuentemente pesadillas donde despertaba gritando y llorando, no podían quedarse todo el tiempo con él para cuidarlo por lo cual les preocupaba mucho hasta que Jay decidió ya no volver con Jafar y quedarse junto a Carlos.

Con el tiempo se dieron cuenta que el moreno aprendió a como tranquilizar al menor, como en este momento.

-Ven Carlos, hay que seguir con el plan- tomo al chico de cabellos blancos por los hombros y lo guio a las estanterías de libros de la habitación donde empezaron a revisarlos.

La aura agresiva desapareció del muchacho como si nunca hubiera existido y regreso a su estado dócil y concentrado leyendo los títulos de los libros y hojeándolos con ojo crítico.

-¿Qué le hicieron?- miro con acusación al par de chicas que tenía frente a él, el chico no pudo cambiar de un día para otro así como así, algo debió pasarle al chico de cabellos blancos para que actuara de esa manera.

-Nosotros no le hicimos nada, él mato a Cruella- fue la respuesta fría de Mal, estaba realmente ofendida que aquel viejo mago sugiriera la idea que ellos habían hecho algo para que Carlos terminara de esa manera.

La sorpresa no tardo presentarse en las facciones de su mentor, para luego ser sustituidas por repulsión.

-Que decepcionante…- seguramente diría algo como que el comportamiento era una decepción, que al final como el había pensado aquel experimento de los nuevos gobernantes de Auradon de rehabilitar a los villanos era imposible como el mismo pensó, que Carlos entre todos sus estudiantes le provoco la mayor de las decepciones al demostrar ese comportamiento tan ruin, pero no lo dijo no porque no encontrara las palabras, si no que un rápido golpe en su escritorio lo hizo callar antes de que volviera a abrir la boca.

-Cállate, ¿tú qué sabes “profesor”? Cruella lo trataba como esclavo, la mayoría de los padres en la isla utilizan a sus hijos para tareas y trabajos, pero Cruella era la peor de todos, jamás se preocupó por Carlos más que para que fuera su sirviente. Lo quemaba, lo golpeaba, lo abandonaba en un rincón y lo dejaba morir de hambre, vivía en un infierno dentro de este infierno y nadie hacia nada, ni siquiera tú-

El rostro perfecto e inmaculado de Evie se transformó por la rabia al soltar esas acusaciones, la encantadora princesa había quedado atrás, ¿el sueño de un príncipe? Si los príncipes dejaban que chicos como Carlos tuvieran que recurrir a tomar la propia vida de sus padres para sobrevivir a ellos entonces no los necesitaba. Los héroes podían quedarse con su moral, con sus “felices para siempre” y su “el bien siempre triunfa sobre el mal”, hipócritas todos, en el fondo todos ellos eran tan egoístas o más por arrojarlos todos ahí, para que ningún “villano” interfiriera en sus perfectas vidas y si alguien nacía en esta isla lógicamente serian igual que la escoria que dejaron pudrirse bajo ese maldito domo.

-Ella trato de matar a Carlos, y si él no la mataba en ese instante y lograba quitarle la vida a Carlos juro por el inframundo que yo misma hubiera abierto su pecho y sacado su corazón para dárselo de comer a una jauría de perros hambrientos- las palabras salieron duras y frías cargadas con más veneno que el que quizás tubo la famosa manzana envenenada, esas no eran una simple suposición o advertencia, eran una declaración.

La princesa Evie tan dulce y elegante como podía ser, casi ingenua, también era hija de una de la más grandes villanas de la historia, que a pesar que le había inculcado las artimañas y el uso de su belleza como armas, también había alarde de la crueldad y violencia que podía ser un verdadero villano, después de todo la propia Grimheill había querido el corazón de Blancanieves en un cofre preparado exclusivamente para ello para regodearse en el hecho que había eliminado a una amenaza de su belleza suprema.

Evie podía ser dulce como la miel, pero incluso los venenos más mortales podían ser dulces al paladar.

-Wow Evie, no te había visto tan enojada desde… nunca en realidad-

-Pudimos perderle, pudimos ser cualquiera de nosotros, pudimos perderle y nadie hubiera hecho nada. Heroes o villanos, para ellos somos nada-

-Siempre fue así, solo que ahora nos queda más claro ahora- murmuro Carlos mirándola con tristeza.

Era una verdad a la que todos ya había abierto los ojos.

Yen Sid se quedó callado, sintió opresión en su pecho y un nudo en el estómago. Al final no era más noble o menos malvado que héroe o villano, era una simple persona, y como muchos otros había dejado a su suerte a estos chicos y más en esta infernal isla, no importa que hubiera venido a esta isla por voluntad propia, había tenido sus razones y la principal no era precisamente por la preocupación de las vidas de los jóvenes en el lugar.

-Retomemos el plan chicos, ya nos hemos distraído mucho. Evie aprendio muy bien de su madre y de sus libros, sus posciones son tan perfectas que ni siquiera tu que eres un supuesto mago notaste lo que estabas bebiendo en realidad-

El mayor miro su botella y luego a la hija de Malefica, habían sido muy listos, estaba acostumbrado a los robos, pero no que pusieran algo entre sus cosas.

-¿Entonces es su plan? ¿Envenenarme?-

-No morirás, obviamente no queremos eso. Pero nos dirás TODO lo que sabes de esta isla, el domo, incluso lo que hay más allá de esta. Auradon y todos los reinos ahí afuera-

Evie dejo su bolso sobre el escritorio y comenzó a sacar frascos y viales de vidrio, había sido difícil encontrar los ingredientes de los que hablaba el libro de su madre, pero sustituyendo algunos que supuso tenían la misma composición química pudo replicar con éxito varias de las posiciones con lo que tenían al alcance en la isla.

Estaban podridos hasta la medula, nunca mejor dicho antes, estaban rotos, eran los chicos perdidos en la tierra de nadie, no existían, no vivían, sobrevivían a cada día que pasaba y a cada respiro que daban, desde la cuna o desde incluso antes de nacer, ¿Para qué?

Esta isla solo ofrecía sufrimiento, hambre, dolor, soledad, miedo y más atrocidades que ningún infante debería sufrir, menos en manos de sus progenitores.

-Si te hace sentir mejor no recordaras esta conversación después de esto, será como despertar de con resaca en el mejor de los casos, lo cual ya estás acostumbrado, después de todo no es realmente un secreto bien guardado tu alcolismo- Evie se acercó al profesor con una sonrisa algo cruel tomando uno de los viales con un líquido de color azul oscuro.

Con esto no había marcha atrás, ya habían dado el primer paso para salir de esta isla.
Notas finales: NOTAS:
Pues quien es Yen Sid, si alguien recuerda los cortos animados de FANTASIA recordaran que hay uno en que Micky el ratón hace de aprendiz de mago, ese mago se llama Yen Sid (que leído al revés es DISNEY) y supuestamente es un mago muy poderoso. En el libro que lei esté sujeto efectivamente es profesor en la escuela de los niños villanos y al parecer voluntariamente está ahí, pero que digan una explicación de que tenga otras funciones aparte de profesor no las dice, o no recuerdo que las diga, asi que vamos a decir que esta ahí mas o menos para vigilar a los villanos, ser profesor, y guardian de algunos secretos de la isla, por algo mas debieron haber puesto a este hombre ahí creo yo y voy a jugar con ese tema con algo de misterio mas adelante. Creo que leere o buscare el segundo libro “Regreso a la isla de los perdidos” en busca de mas personajes o algo de material para poner aquí. Si alguien sabe donde leer los libros me avisa. ¿Qué les parecio? Carlos parece que tiene estres postraumático, Jay se ha vuelto mas protector con el chico de cabello blanco, Mal empieza a reclutar mas gente o viendo quienes pueden empezar a ser útiles para sus planes, y Evie muestra que no solo es una cara bonita.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).