Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Why me? por SPatt

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +



Erróneamente creí que "todo" volvería a la "normalidad".



Salí con cada una de ellas tal como me había dicho mi pseudo hada.

 

Se supone que las cosas se calmarían, sin embargo, la situación es un caos total.



Ni siquiera puedo salir de mi casa porque afuera siempre está una de ellas, si no es que todas.

 

Me siguen a cada lado que voy, ya no tengo ni la más mínima privacidad; ayer descubrí que me espían por la ventana.



Esto se ha convertido en una completa locura.



Y Allyson o Abigail o como sea que se llame no se ha aparecido en estos días.



Sólo deseo que todo esto se acabe.



Ruidos en la sala interrumpen mis pensamientos, estoy sola en casa, como siempre, dicho dato logra alarmarme.



Tomo un bate de béisbol para utilizarlo en caso de que sea necesario.

 

Me dirijo sigilosamente hacia la sala y...

 

-¿Nada? ¿De verdad nada? Tal vez sólo fue mi imaginación.- Deduzco al no encontrar nada fuera de lugar.



De repente, siento como si alguien estuviera respirando en mi cuello, volteo lentamente y con miedo.

 

-¡Boo!- Exclama, la golpeo por impulso y quizá venganza. -¡¡Demonios!! Soy yo, no tenías que golpearme.- Reclama.

 

-Y tú no debías provocarme un casi infarto.

 

-Eres una exagerada.- Me mira feo.

 

-¿Qué haces aquí? ¿No sientes descaro alguno por aparecerte apenas después del caos que has provocado?- Le pregunto en un tono enojado.



"Abigail" finge sentirse ofendida.

 

Se está haciendo la loca pero bien que sabe lo que hizo.

 

-Tranquila chica, no es bueno para tu salud hacer corajes.- Dice sonriendo "sabionda".

 

Gruño y hago ademanes de querer golpearla, su sonrisa desaparece y ahora soy yo la que sonríe triunfal.

 

-Entonces dime, ¿a qué viniste? ¿Ya vas a arreglar todo esto?

 

-Llego la hora de que elijas.- Declaró ignorando mis interrogantes.

 

-¿Elegir? ¿A qué te refieres?- Pregunté confundida.



Abigail rodó los ojos.

 

-Te lo dije hace mucho.- Bufó. - Fácil, después de las citas tienes que quedarte con una de ellas.- Concluyó observando sus uñas desinteresada.

 

-¿Quedarme con una? Yo no quiero eso, ellas están locas.- Negué con la cabeza.



-Lástima, debes hacerlo o las cosas seguirán como están.- Advirtió.

 

-Me lleva... ok, déjame pensarlo y mañana te doy la respuesta.

 

Si hago un cuadro comparativo de todas con sus ventajas y desventajas podría funcionar, tal vez eso me ayude a tomar una decisión.



-Oye, oye, detén tus ideas poco creativas.- Soltó sin amabilidad.

 

-Maldita...- Mi pseudo hada levantó una mano indicando que me callara.

 

Ella sacó tres tarjetas de su bolsillo y las extendió frente a mí.

 

-Debes escoger alguna, cada una de ellas corresponde a una chica con la cual saliste.- Explicó.

 

-Pero ahí sólo hay 3.

 

-Me tomé la amabilidad de descartar a dos, no me lo agradezcas.- Musitó soberbia.



Me estaba limitando, es una verdadera hija de...

 

-¡Escoge ya niña!- Me miró feo.

 

Cierto, olvidaba que ella puede leer mis pensamientos.

 

-¿Al menos puedo saber a quien corresponde cada una de las cartas?

 

-No.- Respondió al instante mientras sacaba la lengua.



Es una... se está burlando de mí.

 

Bufé.

 

Iba a tomar con coraje una carta pero ella apartó las tarjetas.

 

-Aguarda, tienes que elegir la correcta, si no lo haces no servirá de nada y ellas no te dejarán en paz.- Advirtió.

 

-¿Cómo esperas que no me equivoque?- Pregunté irónica.

 

Abigail se encogió de hombros.

 

-Sólo puedo decirte que estás decidiendo entre Mariana, Josselyn y Gisella.- Aclaró.

 

-¿Por qué descartaste a Vanessa y a Fátima?

 

-Por tu bien.- Contestó sin darle mucha importancia al asunto. -¡Ahora sólo toma una y ya!- Presionó.

 

-Ok, no me regañes.- Levanté las manos en señal de rendimiento. -La tres.- Señalo dicha carta.

 

-¿Segura? ¿No vas a hacer más preguntas?- Me miró raro.

 

-No.

 

-Podrías estar equivocada.- Insistió mientras seguía negándose a darme la tarjeta.

 

-Me vale.- Espeté sin una pizca de arrepentimiento aunque en el fondo dudaba de mi decisión.

 

-Ok, toma.- Por fin me la dio, pero luego de hacerlo ella desapareció al instante.

 

-¿Abigail? ¿Allyson? ¿Hada? ¡Mosca!



Demonios, ¿dónde se metió?

 

¿Y ahora qué?

 

¿Asunto arreglado?



Observo alrededor y no encuentro nada fuera de lugar.

 

Supongo que ya todo terminó.

 

Suspiro aliviada.



Volteó la tarjeta para descubrir a quien elegí.



-¿Gisella? Bueno, tal vez no sea tan malo, últimamente ha sido atenta conmigo y hasta un poco cursi sin dejar de lado la rudeza innata que posee, además es muy atractiva.



Una música extraña comienza a sonar, agudizo mis sentidos, el alboroto viene desde afuera así que decido salir.



Al abrir la puerta me encuentro con un montón de hombres vestidos de charro formando una media luna, inmediatamente los identifico como mariachis.

 

Gisella está en medio de ellos y al verme se arrodilla mientras extiende un cartel con la frase: "¿Quieres ser mi novia?", escrita en él.



Estoy en shock.

 

Llevo las manos a mi boca debido a la sorpresa.



Cuando los mariachis terminan de interpretar la pieza se dispersan y Gisella se acerca a mí.



-Entonces.. ¿qué respondes?- Pregunta mirándome fijamente a los ojos.

 

-Yo...

 

¡Vamos!

¡Dilo!

 

Es el momento que has estado esperando por años. Al fin alguien te corresponde.



-No puedes aceptar su propuesta Paola Santillán, recuerda lo que tuvimos.- Aparece de la nada Fátima pronunciando aquellas palabras.

 

-¿De qué está hablando ella Paola?- Gisella me mira con reproche.

 

-¿Qué?- Articulé perdida.

 

-Paola ¿qué significa esto? Creí que teníamos algo especial.- Dramatiza Josselyn.

 

-Me gustaría hablar contigo Pao.- Se acerca Mariana.

 

-Exijo saber qué hacen todas estas arpías aquí.- Vanessa se abre paso entre todas ellas.

 

-Yo quisiera saber lo mismo.- Musité rodando los ojos.

 

-Váyanse, mi pequeña y yo debemos hablar.- Fátima me miró significativamente.

 

-Mejor la que se va es otra, ¿no?- Intervino Vanessa.

 

-Tranquilas, no hay porque pelear.- Habló Mariana tratando de establecer la "paz".

 

-No se acerquen a ella, es mía.- Declaró Gisella en un tono grave.

 

-Sí claro.- Soltó irónica Josselyn.



-¡No! ¡Pao es mía!- Exclamó Mariana sorprendiendo a todas.

 

Ella lucía alterada, una actitud contraria a la calma que siempre mostraba.

 

-Se equivocan, es totalmente mía, yo la conocí antes que ustedes.- Argumentó Vanessa con cinismo.

 

Todas empezaron a pelear sobre a quien le pertenecía yo por "x" o "y" razones.



-¡Basta!- Grité frustrada.

 

Es increíble su grado de celos, locura y posesividad.

 

Todas callaron y me miraron esperando a que dijera algo o le diera la razón a alguna.

 

-¡No le pertenezco a nadie!- Determiné.

 

Ellas al escucharme volvieron a discutir, ignoraron completamente lo que yo dije.

 

No sé qué hacer, ellas formaron un círculo alrededor mío mientras siguen alegando.



Una enorme camioneta negra se estaciona frente a mi casa logrando captar mi atención y también la de ellas, quienes dejan de pelear por un momento.

 

Rápidamente bajaron tres sujetos altos vestidos de negro y con lentes oscuros, creo que son guardaespaldas; uno de ellos abre la puerta trasera del vehículo y extiende su mano para ayudarle a bajar a una mujer.



No me toma mucho tiempo identificar a la persona que se acerca a mí con paso calmado pero a la vez seguro.



Para que habrá armado todo este "teatrito".

 

Ella está igual de loca que todas las que me rodean.

 

Es el colmo.

 

-¡¿Ahora qué?!- Cuestionó fastidiada.

 

Sin embargo, mi actitud hostil no consigue borrar la enorme sonrisa de su rostro.

 

-Hola Paola, ¿quieres... venir conmigo?- Pronuncia con un extraño acento.

 

-Deja de jugar.- Le dedico una mirada molesta.

 

-Baby, I don't play.

 

-¿Qué?- Balbuceo confundida.

 

-Vine sólo por ti.- Extiende una mano hacia mí mientras sonríe genuinamente.



¿Qué está pasando?



-Vamos, toma su mano.- Susurra alguien en mi oído.

 

Volteó hacia un costado y lo único que veo es una hermosa mariposa.

 

-¿Hada madrina?- Murmuro sorprendida.

 

-Así es.- Afirma.

 

-Entonces...- Dejo las palabras al aire.

 

-No es necesario que agradezcas, sólo ve y sé feliz.- Musita en un tono alegre y después desaparece.



Observo directamente a Ally quien en ningún momento ha dejado de sonreír hermosamente.



Mantiene su mano extendida hacia mí, está esperando a que la tome y, sin dudarlo más, lo hago.



-¡Mi amor!- Exclama feliz y besa con ternura mis dos mejillas.

 

Sólo sonrío embobada.

 

Es imposible no enamorarse de ella siendo tan hermosa y perfecta.

 

Caminamos de la mano dirigiéndonos a su extravagante camioneta.

 

-Adiós amigas.- Suelta triunfal y se despide con un movimiento de mano.



Después de todo no era necesario que hiciera una elección... ya había alguien "destinada" para mí...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).