Jin Young había ido a la universidad a tramitar unos papeles finales para su registro. Estaba super emocionado por ingresar a esa nueva etapa de su vida. Se había esforzado un montón en el colegio, y ahora, para entrar ahí. Tenía las cosas bien pensadas. Cumpliría sus sueños.
Llamo a su mamá para avisarle que pronto llegaría a casa. Esa mujer era su vida, lo había motivado mucho para poder llegar a donde estaba. Estaba feliz que por la época dicembrina ella pidiera vacaciones para estar juntos en casa.
Ya que pronto sería 24 de diciembre, sería el momento perfecto para obsequiarle algo. Ya lo venía planeando con mucha anterioridad, así que en su cartera llevaba el dinero necesario para un buen regalo.
Sin decirle a su madre, pasó cerca de un centro comercial donde observo los diversos escaparates. Desde bolsos, zapatos y joyería. Todo se veía perfecto para su madre. Estuvo muy indeciso hasta que al final se resolvió por una cadena con aretes a juego. El diseño era parecido a uno que la mujer había deseado tiempo atrás pero no había podido comprar. Sabía que los amaría. Pidió que lo empacaran en una elegante caja, y que le colocaran un hermoso moño. Él mismo lo armó, colocándolo donde debía ser. Sacó su billetera, contando el dinero necesario.
Ya con el detalle guardado en su mochila, se dispuso a ir a casa. Salió del centro comercial. Era alrededor de la una de la tarde. La estación donde tomaba el bus de regreso no estaba muy lejos. Caminó.
Habían varios chicos vistiendo una camisa a rayas, azul; tenían una gorra del mismo color. Repartían volantes a todos los transeúntes que pasaban cerca. Jin Young a veces prefería sólo evitarlos y no recibirla. Se hizo a un lado, pasando lejos de ellos.
Llegó a un semáforo en rojo. Debería esperar a que este cambiara. Tal vez debería sacar sus audífonos y escuchar algo de música.
-Hola, buenas tardes.
Se giro a ver a un chico de los que había visto antes.
-¿Le gustaría hacer un viaje en estas vacaciones? Nuestra compañía ofrece los mejores hoteles a los mejores precios. No se arrepentirá -sin dar cabida a que Jin Young respondiera, el muchacho dejó en su mano un panfleto. -Eres muy guapo.
Fue como un susurro acallado por los vehículos que pasaban. ¿Había escuchado mal? Miro el cartel que el muchacho le había entregado. Por un lado estaba la dichosa propaganda de la que le había hablado, sin embargo, al respaldo había un número de celular.
Mark Tuan
(repetición)
Jin Young había ido a la universidad a tramitar unos papeles finales para su registro. Estaba super emocionado por ingresar a esa nueva etapa de su vida. Se había esforzado un montón en el colegio, y ahora, para entrar ahí. Tenía las cosas bien pensadas. Cumpliría sus sueños.
Llamo a su mamá para avisarle que pronto llegaría a casa. Esa mujer era su vida, lo había motivado mucho para poder llegar a donde estaba. Estaba feliz que por la época dicembrina ella pidiera vacaciones para estar juntos en casa.
Ya que pronto sería 24 de diciembre, sería el momento perfecto para obsequiarle algo. Ya lo venía planeando con mucha anterioridad, así que en su cartera llevaba el dinero necesario para un buen regalo.
Sin decirle a su madre, pasó cerca de un centro comercial donde observo los diversos escaparates. Desde bolsos, zapatos y joyería. Todo se veía perfecto para su madre. Estuvo muy indeciso hasta que al final se resolvió por una cadena con aretes a juego. El diseño era parecido a uno que la mujer había deseado tiempo atrás pero no había podido comprar. Sabía que los amaría. Pidió que lo empacaran en una elegante caja, y que le colocaran un hermoso moño. Él mismo lo armó, colocándolo donde debía ser. Sacó su billetera, contando el dinero necesario.
Ya con el detalle guardado en su mochila, se dispuso a ir a casa. Salió del centro comercial. Era alrededor de la una de la tarde. La estación donde tomaba el bus de regreso no estaba muy lejos. Caminó.
Habían varios chicos vistiendo una camisa a rayas, azul; tenían una gorra del mismo color. Repartían volantes a todos los transeúntes que pasaban cerca. Jin Young a veces prefería sólo evitarlos y no recibirla. Se hizo a un lado, pasando lejos de ellos.
Llegó a un semáforo en rojo. Debería esperar a que este cambiara. Tal vez debería sacar sus audífonos y escuchar algo de música.
-Hola, buenas tardes.
Se giro a ver a un chico de los que había visto antes.
-¿Le gustaría hacer un viaje en estas vacaciones? Nuestra compañía ofrece los mejores hoteles a los mejores precios. No se arrepentirá -sin dar cabida a que Jin Young respondiera, el muchacho dejó en su mano un panfleto. -Eres muy guapo.
Fue como un susurro acallado por los vehículos que pasaban. ¿Había escuchado mal? Miro el cartel que el muchacho le había entregado. Por un lado estaba la dichosa propaganda de la que le había hablado, sin embargo, al respaldo había un número de celular.
Mark Tuan