-Te estas poniendo viejo y eso no es conveniente. Tienes que hallar una pareja, pero ya.
-¿A quién le llamas viejo? ¡ni siquiera llego a los treinta! -le reclamó Jackson a Jin Young, mientras ambos iban caminando. Su mejor amigo había estado como una loca histérica regañandolo desde el inicio del día.
-¡Pero pronto lo harás! Y qué cundo te pongas todo arrugado, gordo... ¡aprovecha que eres muy guapo ahora!
-Por Dios, acaso qué te ocurre.
-Quiero sobrinos mientras estoy joven -lo miro con seriedad.
Jackson le devolvió la mirada como: "¿hablas en serio?", y pudo entender que su mejor amigo no estaba bromeando.
-Pero mira quien habla. No es como si tú tuvieras una pareja ya.
-La verdad, sí. La tengo.
-¿Qué? No fuiste capaz de contarme. ¿Hace cuánto?
-¡Claro que te dije! Recuerdas al chico que veía en la cafetería del GYM, pues es él. Me invito a una cita y no hace más de unas cuántas semanas comenzamos a salir formalmente.
-¿Mark?
-El mismo.
-Wow... felicidades -sonrió, palmeandole el hombro a su amigo. -Espero sean felices juntos, por mucho tiempo.
-Gracias por tus buenos deseos, pero no me cambies el tema. Debemos hallar alguien para ti. Podría organizarte citas. Siempre quise hacer eso. Markie dijo que tenía muchos amigos que también andaban en busca de alguien.
-No es así como pienso encontrar pareja -se burló.
-Oh, es verdad. Tu crees en los encuentros del destino y todo eso.
-¿Qué hay de malo en eso? -se encogió de hombros-. Es romántico, mucho más ideal y real que esas citas al azar.
-Pero no puedes quedarte toda la vida esperando al destino -Jin Young hizo una ligera rabieta.
-¿Acaso tú no conociste a Mark por el destino?
-¡A nosotros no nos metas en este asunto! Solo piénsalo, ¿sí? ¡El amor no va a caerte del cielo!
Ambos chicos se alarmaron al escuchar un sonoro grito provenir desde arriba. Jackson apenas logro levantar la vista antes de notar que alguien venía cayendo justo encima de él. Tuvo tiempo apenas de estirar los brazos, para poder recibirlo. Lo atrapo de forma segura, sin embargo, ambos chicos cayeron hacía atrás.
-¿Están bien? -Jin Young se agachó rápido a verlos.
Jackson estaba con la boca abierta, viendo como el chico que había quedado sobre él, estaba completamente sonrojado, con los ojos fuertemente apretados. No pudo despegar la mirada de sus delicadas facciones. El corazón se le aceleró mucho más que por la adrenalina.
-¡L-lo siento, sunbae! -el muchacho se levantó a toda prisa-. ¿Se hizo daño? Realmente lo siento.
Jackson se levantó, con ayuda de su amigo. Miro hacía la placa en el uniforme del muchacho: Kunpimook Bhuwakul.
-No, estoy bien. ¿Tú estás bien?
-S-sí...
-¿Por qué caíste?
-Eh... iba a recoger... algo del árbol -le señalo la rama que quedaba cerca a la ventana. Vio que en ella, un pequeño minino asustado se aferraba con fuerza. -Lo único que quería era ayudarlo.
-Yo me haré cargo -Jackson, conmovido, siguió al menor hasta su salón para poder brindarle su ayuda.
Luego de eso, no pudo dejar de pensar en aquel dulce muchacho que el cielo le había mandado.