Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Eva y tres patanes por Charly D

[Reviews - 110]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

Durante el camino Joseph no hizo comentario alguno del por qué fue a dar a la cárcel, lo único que dijo y recuerdo fue: ‘ese idiota nos está siguiendo’, fue todo, llegamos a mi casa, luego de comer o mejor dicho devorar lo que había en mi refrigerador, que dicho sea de paso está más vacío que el corazón de Sylvia, se puso un pantalón de franela que a veces uso como pijama, una camiseta, mía también, tomó unas cobijas y se tendió en el piso, apagó la luz y se disponía a dormir el muy infeliz, pero no lo dejaría descansar tan fácilmente…

 

-- ¿Y así te libras de todo, no? – le dije desde mi cama, la luz estaba apagada, por lo cual solo podía escucharlo, mas no verlo.

-- Amigo, en serio, no creo que quieras saber lo que pasó en esa veterinaria – con voz chillona me dijo.

-- No te hagas el idiota, bien que sabes que me debes una explicación, no es posible que luego de que te arrestaran, te encerraran, tuviera que ir por ti abandonando un delicioso filete, carísimo si lo aclaro, me digas que no me quieres contar, sabes muy bien que eso no va a pasar, tú me dirás la verdad si o si, ¿entiendes?

-- Evan, cuando haces esa voz me asustas – con miedo me comentó, es cierto, creo que hice una voz bastante gruesa, pero era la verdad, me estaba comenzando a impacientar, la verdad que es la paciencia no es una virtud en mí.

­-- Entonces habla de una vez, rata de pelos cobrizos – lo insulté y se lo merecía.

-- Señor mío, me ha ofendido, de cabellos cobrizos sí, pero rata no, bueno, solo aquella vez que me robé los jaboncitos del hotel en el que nos hospedamos en verano… bueno también la vez que le robé a Sylvia unas galletas de nuez que luego buscó como loca, o aquella ocasión en la que a mi amiga Anaís le quité doscientos pesos y luego fingí que los perdió en la calle, pero eso no me hace una rata.

-- O aquella vez que te llevaste de mi casa mi maleta roja con franjas azules – esa también se la robó el muy cretino.

-- Eso jamás pasó.

-- ¿No? que hasta mi mamá me dijo que una vez vio a la tuya con una maleta muy parecida a la mía ¿Ya te acordaste?

-- Vagamente.

-- Vagamente, eso mismo dices siempre que te haces el loco, como aquella vez que te dejé cuidando a mi perico y curiosamente dijiste que se fue volando de su jaula pero que luego en la jardinera de tu casa encontré dos de sus plumas, aún sigo pensando que algo torcido hubo ahí.

-- Es verdad, se fue volando, no has de pensar que dejé su jaula abierta se metió el gato de la vecina y lo mató ¿o sí?

--¡Joseph! – de solo pensarlo me aterra. Mi periquito, si es verdad la versión de Joseph, ojalá alguien lo haya encontrado y alimentado.

-- Ay ya, relájate, vives en una constante irritabilidad amigo, así nunca serás feliz, en fin, vamos a dormir ya, porque yo sí tengo sueño y al rato me tengo que levantar temprano para ir a trabajar y tú también.

-- Ya cierra el pico entonces.

-- Sí, sí, por cierto Evan, ese abogado que iba contigo ¿es tu amigo? – me cuestionó, nada se le escapa.

-- Sí, es mi amigo, es muy amable, aunque sigo pensando que es un suplantador y el verdadero Adán Gregorio anda por Plutón o un lugar de esos.

-- Oh ya, Adán Gregorio – mencionó casi susurrando – Oye amigo, y hablando ya en serio ¿no has pensado en volverte a enamorar? – su pregunta me cae como balde de agua no fría, ¡helada!

-- ¿Por qué me preguntas esa ridiculez? – no me gusta hablar de esos temas, son algo muy censurado en mi vida.

-- No sé, digo a todos nos hace falta sentir amor una que otra vez.

-- A mí no, no tengo tiempo para esas tonterías – comento con recelo, no he olvidado aquel episodio, por más que he intentado olvidarlo siempre está presente, como si lo tuviera tatuado en mi piel.

-- Pues deberías ser un poco más flexible, no es bueno estar solo, y quizá si fueras un poco más accesible grandes cosas llegarían a tu vida, no todas las personas son como Alan y sus secuaces.

-- Joseph, no quiero hablar de eso, por favor ya duérmete – contesto con cierta molestia, no me gusta recordar ese pasado triste.

-- Perdón, descansa – su tono de voz se escucha apenado, creo que fui un poco tosco, pero en verdad no me gusta tocar esos temas, aquel asqueroso engaño…

 

 

 

Estábamos en el tercer piso del edificio de sexto semestre, ya casi todos se habían ido, era la hora de salida, hubo evento y por lo mismo nos dieron parte de la tarde libre, había llovido, se podía contemplar el sol naranja poniéndose a lo lejos, sentados, recargados de los barrotes del barandal, Alan y yo mirábamos el paisaje, las gotas que caían del techo rebotaban con barandilla que estaba abajo y nos mojaban los zapatos.

 

--Me gusta cuando llueve, la tierra huele bonito – le comenté, aspiraba todo lo que podía, ese olor a tierra mojada me encantaba.

-- Sí, desde niño me gustaba ese olor y aprovechaba luego de que llovía a salir a jugar con la tierra reblandecida, escarbaba y hacía túneles para mis muñecos.

-- ¿Te gusta jugar con muñecos? – le pregunté curioso.

-- Sí, mi favorito era uno que parecía vaquero, lo llevaba a todos lados y siempre estaba sucio – sonrió mientras recordaba su infancia.

-- Yo tenía uno verde, era como la figura de un soldado y era mi favorito, le hacía unos paracaídas con bolsas de plástico y lo aventaba desde la escalera de mi casa. Mi mamá me regañaba por acabarme sus bolsas con mis paracaídas.

-- ¿En verdad se pueden hacer paracaídas con bolsas?

-- Sí, yo los hacía, a veces me quedaban bien y otras mal.

-- Algún día me debes enseñar como los haces – me dijo mientras me miraba, sus ojos café se veían aún más claros gracias a los rayos del sol que lo iluminaban en ese instante, parecía brillar.

-- Claro, claro, yo te enseño.

-- Me caes muy bien Evan, no sé por qué no fuimos amigos desde primero, ya nos llevamos justo ahora que casi salimos de la escuela.

-- Pues es que tú eres de otra clase, digo, o sea, de los populares y yo soy más tranquilo, de los que apenas socializan.

-- No, eres bien buena onda, la verdad me caes muy bien – pasó su brazo por mi espalda y colocó su mano en mi hombro – No creí que nos fuéramos a llevar tan bien.

-- Ni yo, digo, quién iba a pensar que tú y yo nos hiciéramos amigos.

-- La verdad no.

-- Hasta a tus amigos Patricia, Lorena, Gustavo y Elías, les caí bien, y mira que son algo especiales – él puso un gesto de incomodidad cuando los mencioné.

-- Sí, de preferencia no salgas mucho con ellos, son medio pesados a veces.

-- ¿Te molesta que me lleve con ellos?

-- No, no es eso, es solo que... bueno, no sé, es preferible que no salgas solo con ellos, para evitar que te hagan preguntas o pesadeces.

-- Si tú lo dices está bien, aunque me caen bien, son muy simpáticos y llevaderos – me miró como si estuviera preocupado, ¿por qué me veía así?

-- Sí – sonrió con incomodidad – Mira, ya casi oscurece, me gustan los atardeceres, son coloridos y frescos, no hace tanto calor.

-- Se ve padre, qué bueno que nos quedamos aquí, para verlo y platicar.

-- Sí – me apretó contra él y seguimos viendo el paisaje, él y yo solos…

 

 

 

 

Esa fue la última vez que vi un atardecer con ilusión, esa fue la última vez que estuve con Alan, la última vez antes que él y sus amigos me hicieran añicos la vida, la última vez que yo pude sentir mi corazón latir tan fuerte por alguien de quien me había enamorado tontamente, nunca más volvería a permitir a nadie entrar en mi vida de esa forma, no me daría permiso jamás de enamorarme de otra persona, el amor era cruel, el amor era digno de desconfianza, el amor era malo. Agradezco estar a oscuras, porque así Joseph no puede verme llorar por recordar aquel día, recordar la última vez que fui completamente feliz, antes de que mi vida familiar y personal se fuera al abismo porque cual se fue y apenas me estoy recuperando…

 

 

 

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

 

 

Hoy iré a verlo, esta vez no quiero que me acompañe al futbol, hoy quiero que vayamos a pasear, le inventaré algo de mi contrato y lo sacaré de su trabajo, total, es deber de su empresa ayudar a sus cliente con dudas y yo tengo muchas, así que no debe ser un problema que me asesore en esas cosas, sonrío satisfecho, así lo haré. Cerraré temprano y me dedicaré a pasarla bien. Imagino su rostro y mi panza se retuerce, cada vez más esa sensación se hace más y más fuerte. Niego con la cabeza, debo estar loco, es decir, no es lo más normal decir que me siento así por un chavo, nunca me han llamado la atención los espadazos, no sé por qué esto lo siento así, es la primera vez que con un tipo me pasa esto, no quiero que sea mi amigo, no, es tan raro porque, vamos, si saliera con mis cuates me daría igual si voy de tenis, si voy despeinado o no, me da igual que un tipo me vea presentable o no, pero con Eva con N al final la historia es diferente, quiero que me vea guapo, atractivo, quiero que me vea.

 

Sacudo las vitrinas, debo dejarlas impecables, no me gusta que mi negocio esté sucio, solo estoy esperando a una clienta que lleva varios minutos viendo los balones de futbol, es una mujer bastante atractiva, con las cosas en su lugar y unas curvas muy bien definidas, a eso me refiero de nueva cuenta, si viene un cliente varón me da lo mismo si está carita o no, si viene una mujer no me son indiferentes pero tampoco deseo algo con ellas, en cambio Eva con n al final, es otra historia, quiero abrazarlo y apretarlo fuerte, como si quisiera que nunca se fuera.

 

Suspiro, quiero mi chance y me lo voy a ganar, quiero que alguna vez Evan sonría solo por verme, quiero ganarme a la buena mi oportunidad, aunque me guste hacerlo enojar.

 

-- Si lo llevo por un helado capaz y se ofende por cosas tan de niñas – me quedo pensando – Aunque si lo llevo por hamburguesas, eso sí, es más de chavos y a qué hombre no le gustan las hamburguesas grasientas y los refrescos, sí, eso haré, lo llevaré a comer hamburguesas y pizzas, conozco un buen sitio – tan metido estaba en mi monólogo que no me di cuenta que la cliente llevaba unos momentos hablándome.

-- Joven – me volvió a hablar con un tono más fuerte y reaccioné.

-- Disculpa, ¿En qué te puedo ayudar? – qué bruto soy, así la gente se irá y no venderé nada.

-- Te quedaste como ido – me dice y sonríe.

-- Si, lo siento, dime – Eva con N al final tiene la culpa, ya me quiero ir de aquí.

-- Mira, quiero llevarme este balón, pero ¿Tendrás bolsas para regalo o algo por el estilo?

-- No, amiga, solo vendo productos deportivos, pero como a tres cuadras hay una papelería, ahí puedes encontrar alguna envoltura para tu balón. Es para un niño, ¿verdad?

-- Sí, es un regalo para mi hijo.

-- Oh ya, te ves bastante joven para tener un hijo, ¿qué edad tiene el niño? si no es una imprudencia, claro – le hago plática en lo que le cobro la mercancía, debo sr atento con mis compradores.

-- Va a cumplir doce – me dice, realmente se ve muy joven para tener un hijo de esa edad.

-- ¡Vaya! Pues la felicito por su hijo – termino su cobranza – Son doscientos sesenta por favor – le indico el monto a pagar.

-- Claro, ¿acepta pago con tarjeta?

-- Por supuesto.

-- Toma – me pasa su plástico y lo deslizo por la terminal bancaria.

– Se te cobrará una comisión, muy pequeña, aclaro.

-- Si, descuida.

-- Me permites tu identificación.

-- Disculpa – rebusca en su bolso y la saca – Aquí tienes.

-- Gracias – la reviso y corroboro su firma – Bárbara Mardi ¿Cierto?

-- Así es – me dice su nombre y realizo el cobro, le paso el Boucher de pago para que lo firme, le entrego su comprobante y su producto.

-- Aquí tienes, gracias por tu compra y felicidades a tu hijo.

-- Gracias, buen día – me dice y se retira, insisto es una mujer bonita, pero curiosamente en estos momentos la única persona que me interesa no es mujer, en fin, cierro la tienda y me dispongo a irme, quiero salir lo más pronto posible hoy, este será mi día, llevaré a Eva con N al final a una cita de chicos, espero no regarla, eso espero…

 

 

 

 

CONTINUARÁ…

 

 

 

 

Notas finales:

 

¡Gracias por tu lectura!

 

¿Quieres seguir esta historia en wattpad? ¡Pica la liga!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).