David se quedó sorprendido al ver la dirección de su bloque de pisos escrito en ese papel.
Carlos prosiguió hablando ya un poco irritado
—Lo sabés o no?—.
—Sí, ¿porque? —.
—Porque es el lugar donde vivo, ¿puedo ser? —. Expresó Carlos con ironía .
David ya un poco relajado empezó a guiar a Carlos por las diferentes calles de la ciudad, hasta guiarse al bloque de pisos de la plaza de la Independencia.
La plaza de la independencia, era una plaza con un parque al lado. Donde los jóvenes suelen hacer botellones a alta horas de la madrugada. A pesar de todo era seguro pasar por ahí y no solía haber graves problemas.
Ya en el pomo de la entrada, ambos se dirigieron al ascensor.
—¿En qué piso vives?—. Le preguntó David a Carlos
—En el Noveno,D—.
David por dentro empezó a ponerse nervioso, ya que eran vecinos, uno al lado del otro.
No dándole mucha importancia, ya que al fin y al cabo solo serían eso, vecinos.
David empezó a hablar en el grupo que tenía con Beth y Daniel, preguntó si tenían tarea para mañana, mientras la conversación conducía a diferentes temas que pasaron sin pena, ni gloria.
Hablaron tanto que David no se había dado cuento que ya eran las 11:30 hora en la que tenía que estar durmiendo.
Se despidió de sus amigos y se fue a dormir.
Pasaron las horas y sonó el despertador.
David con cara de pocos amigos, se dirigió a la bañera para empezar a bañarse, ya limpio, fue a vestirse y desayunar.
Cuando ya estaba por ponerse un bol de cereales con leche, tocaron la puerta.
David se acercó y vio por la mirilla que era Carlos, abre despacio dejando solo visible su pelo y sus ojos.
—Hola—. Empezó a hablar Carlos.
—Hola, ¿qué necesitas?—.prosiguió David con un tono seco.
—Me estaba preguntando ¿si quieres que vayamos juntos al instituto?—. Dijo Carlos, haciendo que a David le diera un vuelco el corazón.
—Cl-cl-claro!!!, espera a que desayune y nos vamos—. Respondió con gran nerviosismo.
David comió como un rayo, y se fueron ambos al instituto. Aunque David continuaba nervioso y no le salía ninguna palabra.
—Bueno, hablamos de algo o que?, si quería ir contigo es porque quería hablar contigo de mientras ¿no crees? —. Dijo Carlos.
—Lo-lo-lo siento, (¿tanto se me nota que estoy nervioso?)... Y de que quieres hablar? —.
—Yo que sé, de lo que quieras—.
—Como es Sevilla? —.
—¿Sevilla?, es una ciudad bastante bonita, con mucho pasado musulmán y bellos balcones—.
—Nada más?—.
—Nuse que decirte, es como yo veía Sevilla jajajajajaja—.
—Hmmmmmmm que bien—.
—Y bueno, ¿qué sitios interesantes hay aquí? —. Preguntó Carlos
—Poooooos… aquí están la parte antigua cuando formábamos parte del imperio romano, hmmmm, también está la plaza mayor, la cafetería de la humareda y pocas cosas más—.
—Hmmmmmm—respondió sin saber qué decir.
Mientras continuaban caminando apareció Julio, caminando de manera tranquila y con la música que se oía hasta en navarrete.
David empezó a caminar de manera más rápida hasta que alcanzó a Julio y llamó su atención.
—¡Juliooooooooo!, ¿¿¿¿que tal???? —. Dijo David con bastante ánimo
—Dios David, ¿que tal esta tu pelo? —. Dijo a tono burlón
—No deberías preguntar por mí? —.
—Tu pelo es más importante que tú, lo captas? —. Continuando con el tono burlón.
Carlos que se quedó ajeno, viendo la escena formada de repente.
—Quien te acompaña quién és?—. Dijo Julio
—Él…. —.
—Yo soy Carlos, vecino de David, encantando—. Interrumpió.
—Lo mismo digo—. Dijo Julio.
Luego de la presentación, Julio se unió a Carlos y David, hasta llegar por fin dentro del instituto.
Apenas llegar Carlos se despidió de David y Julio.
Los anteriores nombrados se encontraron a Daniel y Petra, compartiendo Daniel sus penas con ella.
Todo transcurrió normal. Daniel fantaseando con Julio. Todos ignorando al profesor de matemáticas.
Entonces el profesor comenzó a hablar.
—Alumnos, os tengo que anunciar que tendréis que hacer un trabajo en parejas, que tratará de calcular las diferentes posibilidades de que la suma de los dos dados sean 4—.
Todos asintieron y comenzaron a hacer las parejas.
Daniel le pidió a Julio que fuera con él , Beth a Victoria y David se lo pidió a Fernando.
Amigo suyo desde hace dos años.
Luego vinieron las horas de las optativas
Yendo Beth, Daniel y David a Filosofía.
El profesor de aspecto viejoven, empezó a hablar sobre la filos, o en su traducción, el amor y como ha ido cambiando a través de las épocas.
Al finalizar la clase, Daniel citó a Beth y David en la hora del patio, para hablar de un tema importante.
Pasó la última hora y sonó el timbre. David recibió un mensaje de Daniel. ‘Te esperamos en la taquilla’.
David se dirigió a paso calmado a su taquilla, pero se encontró con Fernando, Julio y el denominado por David “El Incordio” de nombre Tristán.
—Hey Deivi, ¿vienes con nosotros?—. Dijo Fernando con un tono amigable.
—No, gracias, tengo cosas que hacer—. Dijo David forzando una sonrisa, a punto de continuar su camino, pero el incordio le sujetó del brazo, lo que provocó repulsión en David
—Y esas cosas tan importantes cuáles son?—
—Cosas de David—. Dijo David recomponiendose para continuar caminando.
—Bueno, pues nos acoplamos—. Dijo Tristán
—Vuelvo a repetir, COSAS DE DAVID—.Repitió David con un tono más duro,abandonando la escena.