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Mi dulce señor por zandaleesol

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Título: Mi dulce señor

Pareja: Harry/Lucius

Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a J.K. Rowling, yo sólo los tomo prestados para divertirme y espero que también para entretener a los lectores, no percibo ningún beneficio económico por este trabajo.

Advertencias: AU. Mpreg. Violación


Capítulo 14. Sólo la verdad


Lucius intuyó al instante por donde iría esa conversación, de seguro que Sirius le plantearía la situación de la misma forma en que lo había hecho Remus, hacía sólo un momento atrás. Pero estaba preparado para afrontar eso.


-Bien Sirius estoy preparado para escucharte.


El hombre de cabello negro asintió con algo de incomodidad, el tema no le resultaba nada fácil, pero era quien estaba llamado a sacar la voz en defensa de Harry.


-Debo confesarte que no se me hace nada fácil esta conversación, pero es mi deber como padrino de Harry, debo velar por su bienestar.

-Por supuesto que eso lo sé, Sirius.

-Harry acaba de hablarme de la propuesta que te hizo, no sé si sea apropiado llamarla así, me refiero a su necesidad de encontrar alguien que aporte magia para su hijo.

-Supongo que entiendes que las opciones de Harry no son muchas -respondió Lucius.

-Claro que lo entiendo, pero tú Lucius estás con Remus ¿qué dirá él cuando le hables de esto?

-Acabo de hacerlo.

-¿Hablaste con él de esto recién?

-Sí.


Sirius miró asombrado al rubio, luego decidió sentarse y Lucius lo imitó.


-¿Qué ha dicho Remus?

-Naturalmente no está de acuerdo.

-Es lógica su reacción, supongo que Harry deberá pedírselo a otro.

-No he dicho que no lo haré.


Sirius levantó la vista, la seguridad de Lucius era la misma que le había visto desplegar durante años en su cargo de jefe de los aurores.


-¿Lo harás de todos modos aunque Remus no esté de acuerdo?

-Tú mismo acabas de decirlo, no hay más alternativas.

-Lucius, esto es serio, podría afectar tu relación con Remus de forma negativa.


Lucius dejó escapar un suspiro.


-Lo sé Sirius, pero no puedo negarme, quiero ayudar a Harry.


Sirius se quedó mirando al rubio en silencio. Se preguntó que otros sentimientos existirían bajo esa buena disposición de Lucius, acaso sentiría por Harry algo más que cariño.


-La decisión es sólo tuya Lucius, lo único que deseo es el bienestar de Harry, se ha dado cuenta de que ama a ese bebé y si lo pierde será un golpe demasiado duro para él.

-Eso no sucederá si esta en mis manos evitarlo -respondió Lucius -. Harry tendrá a su hijo y será un bebé sano y fuerte.

-Si ya lo has decidido no tengo nada más que decir, pero no puedo dejar de pedirte que tengas cuidado Lucius, se supone que esto es por el bien de Harry, no para perjudicarlo.

-¿Por qué piensas que yo querría perjudicar a Harry?

-No digo que desees hacerlo, pero a veces sin querer…

-Sirius, te juro que jamás haré nada que pueda dañar a Harry.


Lucius no quiso reconocer la verdad, la decisión tomada ya había repercutido en su relación. Remus estaba furioso por la decisión que tomó sin consultarle.


-Yo espero lo mismo.


*~*~*~*~*~*


Remus se encerró en su habitación estaba furioso y decepcionado. No podía creer que Lucius hubiese aceptado tan rápido la petición de Harry. No entendía la audacia del muchacho al pedirle a quien era su pareja que le diera magia a su bebé. No tenía nada en contra de Harry, deseaba lo mejor para el chico y ese bebé que esperaba, pero no podía dejar de sentirse nervioso de que ese bienestar dependiera de la persona a la que amaba, Lucius.


Si antes sintió malestar, aunque leve, ahora este sentimiento se acrecentaba. Veía un peligro inminente para su futuro con Lucius. No estaba tan ciego como para no darse cuenta de que el hombre rubio sentía algo más que simpatía y cariño hacia Harry. Tenía que hacer algo para evitar que ese desatino se concretara, no perdería a Lucius, por nadie, ni siquiera por Harry.


*~*~*~*~*~*


Harry esperaba que esa noche, pese al problema que se presentaba, Lucius no dejara de venir a darle las buenas noches. Se había acostumbrado a ese rito, le agradaba que fuese el rubio la última persona a la veía al final de cada día. El hombre con su calidez y su ternura poco a poco le iba devolviendo la alegría perdida.


Suaves golpes en su puerta le avisaron que Lucius por fin llegaba. Se acomodó mejor en la cama y con el corazón un poco acelerado esperó. La entrada de Lucius a la habitación fue diferente, se veía serio y Harry no pudo evitar sentirse nervioso y también algo intimidado por vez primera, sus emociones adquirían una claridad que nunca antes habían tenido y le resultaba extraño ese sentimiento.


Harry no dijo nada hasta que el hombre estuvo sentado a su lado. Se sintió observado como nunca antes y experimentó vergüenza, bajó la mirada sintiéndose culpable de algo, pero no sabía exactamente de qué.


-Harry, acabo de hablar con Remus.


El chico sólo se limitó a asentir con la cabeza sin levantar la vista.


-No debes preocuparte por nada, el bebé estará bien.

-¿Eso significa que aceptas ser el… darle tu magia a mi bebé?

-Sí, Harry estoy dispuesto, quiero hacerlo.

-¿Hablaste con Remus? ¿Está de acuerdo?

-Se lo dije y no está de acuerdo.


Harry levantó la mirada por fin y le extrañó no ver señal de preocupación en el rostro de Lucius.


-No es extraño que no esté de acuerdo, tú eres su… pareja -dijo el muchacho y tras un breve silencio, agregó -.Creo que es mejor olvidarlo Lucius, buscaré a otra persona.

-No -respondió el hombre rubio de forma cortante -. No Harry, jamás permitiría que otra persona hiciera esto, jamás te dejaría a merced de alguien más. Sé que me lo has pedido a mí porque me tienes confianza y no voy a defraudarte.


El muchacho de ojos esmeraldas miró al hombre asombrado primero, pero luego se sintió invadido por un sentimiento de gratitud y también un mezcla de orgullo y emoción.


-Gracias Lucius, sólo espero que Remus no me odie.

-Remus es el hombre más razonable que he conocido en mi vida, también generoso, al final comprenderá, te lo aseguro.


Harry asintió con la cabeza.


-Será mejor que descanses, mañana hablaremos con el sanador.

-Gracias -fue todo lo que salió de la boca de Harry.


El hombre rubio miró al chico por un par de segundos y luego sonrió para tranquilizarlo. Después le acarició la mejilla, se levantó de la cama.


-Buenas noches, Harry.

-Buenas noches.


Lucius salió de la habitación, evitando mirar al muchacho otra vez. Una vez fuera del cuarto dejó escapar un suspiro. Necesitaba creer que había decidido de manera correcta, esperaba que esa situación no se volviese en su contra y terminará no sólo arruinando su relación con Harry, sino también con Remus.


*~*~*~*~*~*


A la mañana siguiente Lucius salió de su habitación un poco más tarde de lo habitual. No había conciliado un buen sueño y la fatiga era patente en su rostro. Se dirigió a la puerta del cuarto de Remus, golpeó y esperó, pero no obtuvo respuesta. Imaginó que el hombre de ojos dorados también había pasado una mala noche a consecuencia de la conversación sostenida en el despacho. Lamentaba causarle esa angustia, pero no podía dejar de hacer lo que su corazón le ordenaba.


Cuando llegó al comedor encontró a Harry desayunando en compañía de Sirius. De inmediato notó que tenían rostros preocupados.


-Buenos días -saludó mientras tomaba asiento en la cabecera de la mesa.


Harry y Sirius respondieron al unísono.


-¿Y Remus? -preguntó Sirius, arrepintiéndose enseguida de hacerlo, pues Harry bajó la cabeza con gesto culpable.

-Se levantará más tarde, está algo cansado -mintió Lucius.


Harry estuvo seguro de que Remus estaba enojado, especialmente con él.


-Tal vez yo debería hablar con Remus, para explicarle -propuso Harry.

-No te preocupes por eso Harry, tú sólo debes estar tranquilo -respondió Lucius.

-Lucius, es natural que Harry se preocupe por los sentimientos de Remus, esta situación es muy difícil para todos -dijo Sirius.

-Harry sólo de preocuparse por el bienestar de su hijo… lo demás…

-Lo demás también me preocupa -interrumpió el chico -, no puedes pretender que no lo haga Lucius, no me trates como si fuera un… un niño pequeño.


Lucius miró con asombró al chico, igual que Sirius.


-Harry no pretendía eso…

-Creo que… ya desayuné suficiente -dijo el chico mientras se levantaba de la mesa-, voy al jardín un rato, no se preocupen, estaré aquí cerca.


Lucius lo siguió con la mirada, mientras Sirius movía la cabeza en señal de negación.


*~*~*~*~*~*


Harry se quedó sentado en una banca del jardín sintiéndose culpable por haberle respondido a Lucius de aquella forma tan descortés. El hombre rubio era quien menos merecía ese trato, no sólo por todo lo que hacía por él, sino también por el afecto que le mostraba.


No pasó mucho rato hasta que llegó Sirius a su lado.


-Harry, estoy seguro de que Lucius no tuvo la intención de tratarte como un niño, te respeta y te quiere.


Harry bajó la cabeza.


-Lo sé -dijo el chico con aire culpable.

-Supongo que estás nervioso por toda esta situación. Todos lo comprendemos, las cosas no han sido fáciles para ti.

-Cuando creía que las cosas estaban mejorando en mi vida sucede esto -repuso Harry acongojado.

-Saldrás adelante Harry, estoy seguro de eso.


Como el chico se quedó en silencio, Sirius aprovechó el momento para plantearle la idea que le rondaba desde la tarde anterior.


-Harry, ¿no has pensado que tal vez sería una buena idea que regresaras a casa conmigo?


Harry levantó la cabeza y lo miró con preocupación.


-¿Por qué me dices eso Sirius? ¿Crees que le estoy causando problemas a Lucius y Remus?

-No lo digo por eso Harry. Sé que todo lo que Lucius ha hecho por ti ha sido de corazón, es un buen hombre, generoso como pocos. Pero tal vez ya es tiempo de que te alejes un poco de él.


Harry no pudo esconder la sorpresa que le causaron las palabras de su padrino. No entendía porque Sirius le hablaba de alejarse de Lucius justamente ahora que lo necesitaba y que el hombre había aceptado darle su magia al bebé que esperaba.


-¿No estás de acuerdo verdad? -preguntó Harry.

-¿A qué te refieres?

-No estás de acuerdo que se lo haya pedido a Lucius, y no estás de acuerdo por Remus.

-Harry, deseo que entiendas que Remus es mi amigo, le quiero mucho, pero él no es más importante que tú. Eres lo primero, estás por encima de todo.

-Eso lo sé Sirius, nunca lo he dudado, pero sé que te preocupa el cómo afectará a Remus toda esta situación.

-Más me preocupa cómo te afectará a ti Harry.


El chico miró al hombre mayor con evidente desconcierto.


-¿Afectarme? No te entiendo.


Sirius dejó escapar el aire de sus pulmones y luego miró a Harry con detención.


-Harry, a pesar de todo lo que te ha pasado y que ha sido mucho, temo que esto de que Lucius aporte su magia para tu bebé, termine afectándote. Tú ya sabes cómo debe suceder aquello, habrá sexo de por medio. Eso me lleva a preguntarme cómo será tu relación con él después de eso.


Como Harry no respondía Sirius continuó.


-Eres joven Harry, a pesar de lo sucedido eres inexperto en estas cosas. Temo que esto te haga daño.

-Piensas que Lucius podría hacerme daño.

-No me refiero al aspecto físico, no hablo de que Lucius vaya a maltratarte. Es un hombre con experiencia y de seguro sabrá conducirse en una situación tan delicada, de no ser así no hubiese aceptado tu petición.

-Sirius, háblame claramente, si me consideras un adulto por favor dime lo que estás pensando.

-Harry temo… que pudieras confundirte con respecto a Lucius y que luego sufras por eso.

-Confundirme -repitió Harry -. Temes que me enamore de Lucius, ¿no es así?


Sirius asintió con la cabeza.


-Ya lo estoy Sirius… amo a Lucius.

-Harry…

-Sí, ya imagino lo que dirás… que estoy completamente loco.

-Harry, él es un hombre que…

-No es necesario que me lo expliques Sirius. Sé que está con Remus y que en algún momento la relación de ellos se hará más seria… más de lo que ya es.

-Harry y si sabes eso por qué le has pedido justamente a él que sea quien le dé su magia a tu bebé.

-Porque confío en él, porque no podría entregarle mi cuerpo a otro. Una vez fui forzado… ahora es mi decisión. Yo voy a elegir a quien me entregaré.

-Harry pensé que hacías esto sólo por el bebé.

-Lo hago por mi hijo y también por mí. Sé que de otro modo jamás podría conocer el amor.

-Harry debes tener claro de que Lucius hace esto sólo porque desea ayudarte, te quiere, no tengo dudas sobre eso, pero querer y amar no es lo mismo.

-Eso lo sé, Sirius.

-Harry, esto te hará sufrir de todos modos. Lucius es un hombre mayor, con experiencia no dudo de que actuará apropiadamente, sabrá cómo hacer que te sientas bien, pero sólo eso Harry, luego de eso no habrá nada más.

-Lo sé, pero prefiero vivir añorando lo que una vez tuve, a vivir añorando lo que jamás conocí.


Sirius se quedó mirando al chico con aire triste.


-¿Cuándo te has dado cuenta de que amas a Lucius?

-Hace poco, comenzó a despertar cosas que antes no había experimentado.

-Harry, podrías estar confundido.

-Nunca estuve tan seguro de mis sentimientos como ahora.

-No hay nada peor que desear algo que jamás será tuyo.


Harry se quedó mirando a su padrino con asombro.


-¿Lo dices por experiencia propia, Sirius?

-Ya que estamos en la hora de las confesiones, pues sí, sé lo que es amar a alguien que jamás me corresponderá.

-¿A quién Sirius, de quién estás enamorado?


El hombre sonrió con aire triste.


-Eso no tiene importancia Harry.

-Claro que la tiene. Esa persona debe estar ciega o loca como para no darse cuenta de lo maravilloso que eres tú.

-No es eso, es sólo que no sabe lo que siento.

-¿Y qué esperas para decírselo?


Sirius sonrió con aire triste.


-Honestamente me daría vergüenza hacerlo.

-¿Lo dices en serio? No puedo creerlo, ¿cuándo te has vuelto tan tímido?

-Sucede que él tiene tu edad y…

-Eso no tiene nada de malo -interrumpió Harry.

-No, supongo que ese no es el problema en realidad.

-¿Y entonces cuál es?

-Sería muy largo de explicar Harry. Además hablábamos de ti.

-Esta bien, espero que algún día me digas de quien se trata.


Sirius asintió con la cabeza. No sabía si algún día estaría preparado para decirle a su ahijado que se había enamorado del hijo de Lucius. El muchacho al que Harry le permitido escapar aquella terrible noche de la batalla.


*~*~*~*~*~*


Remus se encontraba en su habitación todavía. Durante la mayor parte de la noche estuvo despierto, pensando en aquel asunto de Harry y la magia que necesitaba su hijo. Estaba temeroso de perder a Lucius, quien podía culparlo por aquello, la relación poco definida que tenía con el hombre rubio hacía que se sintiera celoso de Harry y de cualquiera que pudiera significar un peligro para su felicidad que estaba condicionada a su relación con Lucius.


Había amado al hombre rubio durante años en silencio, resignado a ser sólo un buen amigo. Lucius estaba casado con Narcisa, pero cuando ella murió, la esperanza renació en su corazón, pues siempre supo que el matrimonio de Lucius sólo fue por conveniencia, para darle un heredero al apellido Malfoy. Hacía dos años inició su relación con Lucius, una relación en la que nunca hubo promesas por una parte ni exigencias por la otra. Estaban juntos porque lo deseaban y quizá eso era más sólido que cualquier otra cosa.


Remus sentía que aquello ya no era suficiente. Deseaba que Lucius se comprometiera de verdad con él. Ya no quería ser en la vida del hombre rubio sólo una compañía agradable con ciertos privilegios, quería tener derechos y eso sólo se los podía dar un matrimonio. Observó con cierta aprensión, pero también con cautela como se desarrollaba esa extraña amistad entre Lucius y Harry. Hasta entonces no había visto mayor peligro en esa cercanía, sin embargo, todo cambió la pasada noche, luego de que Lucius le hablara de la petición de Harry. Se sentía furioso con el muchacho de ojos esmeraldas, no podía comprender cómo era posible que la inconciencia de Harry llegara hasta ese extremo.


No entendía cómo se atrevió a pedirle a Lucius, su pareja, que fuese el donante de la magia que necesitaba ese bebé. Cómo era posible que Harry no se hubiese parado ni un segundo a pensar en sus sentimientos. Se trataba del hombre que él amaba, Harry no podía ser tan desconsiderado. Comprendía que tuviese miedo de perder al bebé, aunque si lo pensaba detenidamente, Harry no quería ese bebé, ¿desde cuándo eso había cambiado? ¿Y por qué ahora le importaba tanto? Sin ninguna duda que había mucho de capricho en ese comportamiento y los culpables eran ellos mismos por consentirlo y mimarlo tanto, sobretodo Lucius.


Estaba temeroso de esa situación. Lucius estaba decidido a ser el donante de magia para el bebé, se lo había dicho claramente la pasada noche y conocía demasiado bien al hombre rubio como para poner en duda aquello. Aunque le pidiera que no lo hiciera no daría marcha atrás si ya lo había decidido. Sentía que su estómago se retorcía de nervios con sólo imaginar a Lucius en una situación tan íntima con Harry. Estaba convencido de que ese hecho los uniría más de lo que ya estaban, ¿y si a Lucius le agradaba la experiencia de estar con un muchacho joven y además atractivo como lo era Harry? Porque eso no podía desconocerlo, Harry era evidentemente atractivo y el estar esperando ese hijo parecía que había aumentado sus encantos.


Y en cuanto al mismo Harry, podía resultar que luego de eso se creyera con derechos sobre Lucius. Remus veía aquella situación como un callejón sin salida para él, no podía exigirle al rubio que no ayudara a Harry y tampoco se sentía capaz de pedirle a Harry que desistiera, pues estaba en juego la vida de un bebé, un ser totalmente vulnerable que no tenía la culpa de sus miedos e inseguridades.


*~*~*~*~*~*


La puerta del despacho se abrió con suavidad, Lucius levantó el rostro y vio a Remus observarle con aire tímido.


-¿Podemos hablar? -preguntó el hombre de ojos dorados.


Lucius asintió con la cabeza y Remus entró al despacho.


-Pensé que aún seguías enojado conmigo.

-No estoy enojado contigo Lucius, no eres culpable de esta situación.

-¿Entonces culpas a Harry?

-Tampoco. Ha sido una víctima… no tiene la culpa de lo que le sucedió. Nadie podía imaginar que pasaría esto de que sus niveles de magia disminuirían.

-Me alegra que pienses de esa forma Remus, no me gustaría que tu trato con Harry cambiara debido a esto, para él debe ser muy difícil.

-El único culpable es el miserable que abusó de él -dijo Remus


El hombre rubio asintió en silencio.


-Lucius debo preguntarte algo y es muy importante que seas sincero conmigo.

-Siempre he sido honesto contigo Remus, eso nunca cambiará.


Remus guardó silencio un instante, buscando el valor de preguntar aquello que necesitaba.


-¿Lucius… estás enamorado de Harry?


El hombre rubio abrió los ojos a causa de la sorpresa que semejante pregunta le provocaba. Se preguntó que debía responder, sentía algo por Harry, algo muy intenso, pero no estaba seguro si era amor, ¿debía decirle eso a Remus?


-Siento cariño por Harry, ha sufrido mucho por eso lo aprecio, admiro su valentía.

-Pero yo he preguntado si lo amas.


Lucius volvió el rostro hacia un lado, por primera vez no se atrevía a mirar a Remus directamente a los ojos.


-Remus, no creo que pueda responderte esa pregunta.

-¿Por qué no Lucius? La pregunta ha sido bastante clara.

-Lo ha sido, pero no puedo responderte… porque la verdad no lo sé.


Era lo que Remus había temido, el hombre rubio no decía claramente que amaba a Harry, pero tampoco decía lo contrario.



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