POV Taehyung
Cuando era pequeño me mantenía callado, siendo un simple observador de la vida cotidiana de mi familia. Hasta que un día, libere mis deseos comprimidos. Puse una cucaracha muerta en el café de mi padre, haciéndome sentir bien con aquella pequeña... ¿travesura? La adrenalina y satisfacción que sintió mi cerebro y cuerpo fue... magnifica.
Pensé que con los años mis instintos se calmarían. Sin embargo, tuve que suspirar profundo para no reír al ver empujado por las escaleras a mi hermano mayor, Jimin.
Hablando de él. Jimin es una persona que nunca he podido comprender. No huía de mí. Mostraba miedo, pero nunca retrocedió. Toda nuestra niñez siempre luchaba y mostraba valor, aun sabiendo que no serviría de nada. Pero un día...
Jimin: Me aceptaron en el internado que escogí.- Mis ojos se dirigieron al él, proporcionándole un escalofrió en la espalda.
Padre: ¿Estás seguro?
Jimin: Ya hablamos sobre esto. Si me aceptaban, ustedes dijeron que no me detendrían. Además, es uno de los mejores.
Madre: Pero te veremos muy poco, hijo.- Él dirige su mirada a mí y suelta una sonrisa de triunfo.
Jimin: Lo sé...-Aguanto mi risa, no quería mostrársela.-Me levanto del sillón y me retiro a mi habitación.
Madre: ¡Tae, no le dirás nada a tu hermano! –Me paro por un momento, sin voltear.-
Taehyung: Que te vaya bien.- Estiro mi mano como nuestra de despedida y sigo mi andar. Cuando entro a mi habitación me acuesto en mi cama.- Si no tengo a Jimin, tendré que buscarme otro juguete.
Un mes después mi hermano se fue de intercambio, huyendo antes de tiempo de mí.
Minho: ¿Qué opinas de los de nuevo ingreso?
-Bostezo restándole importancia a su pregunta.- No me interesan.
Minho: Pero me dijiste que estabas buscando un nuevo juguete. Ahora que te hermano se fue, no es mala idea que vayas detrás de los nuevos. ¿A poco no es una buena idea?
-Me paro en seco, viéndolo con los mismos ojos de siempre: fríos y sin interés.- No lo es.- Sigo caminando mientras me seguía.- No me interesa llamar la atención de los mayores solo por buscar guerra con un niño de primer grado.
Minho: Pero los maestros ni siquiera te voltean a ver. Ellos piensas que eres un modelo a seguir debido a tus calificaciones.
Taehyung: Y seguiré teniendo ese perfil bajo. Si sabes meterte con la gente correcta, podrás seguir haciéndolo.
Minho: Eres aterrador.
Taehyung: Y eso es lo divertido de la vida, Minho.
Las clases avanzaron totalmente aburridas para mi estilo.
Profesor: Se acercan las actividades del club, así que necesito que al final del día me traigan lo que aran. Taehyung, cuento contigo para que me lleves la información. Eso es todo.- Recibo una mirada del hombre mientras hace una reverencia para despedirse.
Me levanto de mi asiento, yendo al escritorio del profesor. Con solo estar ahí, los demás se sientan, observándome con esa mirada de terror. No había nadie en esta aula que no le temiera a mi persona... Y no hablemos de las personas de fuera.
Taehyung: ¿Y bien? ¿Qué es lo que proponen?
Minho: ¿Una cafetería?
Seo Hyun: ¿Enserio, Minho? Que original. Te puedo asegurar que todos las demás aulas pensaron lo mismo que tú.- Esa, era la voz de la razón. La chica con mejor promedio.- Si vamos a gastar nuestro tiempo en una tonta actividad deberíamos hacer algo más original.
Sunny: ¿Qué propones, chica cerebro?
Taemin: Tengo algo en mente.- La mirada de Taemin nunca me ha gustado.- Y funcionara, estoy 100% seguro.
Y ese mismo día que la idea se desplego, convenciendo a todos los presentes incluyendo al profesor, me di cuenta porque no me había gustado.
Taemin: ¡Vengan por sus pedidos de flores! ¡Un bello demonio será tu repartidor!- Sentía las miradas de los demás en nosotros, y nuestros disfraces. Eran miradas...- A ellas les gustas, sus ojos no pueden ocultarlo.- La sonrisa burlesca de Taemin me molestaba. Aun así no muestro ningún tipo de expresión, siguiendo con la repartición de volantes.
Taehyung: Me dan igual.- Solo eran cuerpos andantes... aunque, podrían servir para ser mis nuevos juguetes.-
Taemin: ¿Por qué estas sonriendo?- Tenía a Taemin enfrente de mí, observando mi sonrisa como si fuera algo que nunca se ve en la vida. Lo hago aun lado y sigo mi camino.
Disculpa.- Una pequeña chica se me acerca con un rojizo prendido en sus pómulos.- Tú, ¿Eres el de la entrega de flores? -Le doy el volante para después seguir caminando.- ¡Necesito de tus servicios!- Paro en seco, dejando que se terminara de acercar nuevamente.- Quiero que entregues un ramo de flores.
Taemin: Claro que sí, linda.- Dijo Taemin, recargándose en mí.- ¿A quién deberíamos llevárselo?
Jeon, de segundo año.- Dijo ella con una sonrisa en su boca.- Pero, ¿podrías entregárselo tú?- Dice apuntándome. Sabía a donde llevaba esto.
Taemin: Raro.- Taemin rasco su cabeza, a sabiendas que estaba analizando las cosas. Me limite a preguntar que rondaba por su retorcida mente.
Taehyung: ¿Qué es raro?
Taemin: Nosotros somos de segundo grado, y conozco a todos los de segundo. Nunca había escuchado del apellido Jeon.- Su sonrisa se amplió cuando se acercó a la chica, aceptando su dinero.- Hermosa señorita, ¿Cómo es Jeon? ¿Es tan linda como tú?- La chica empezó a ponerse como tomate ante la vergüenza del coqueteo de Taemin. Era obvio que no estaba acostumbrada a tratar con hombres. Lo más probable era que Jeon fuera mujer.
-Empujo a Taemin alejándolo de ella. Me inclino dando una reverencia, mostrando mi seriedad.- El demonio Taehyung cumplirá sus órdenes.-Me dirijo al aula dejando a Taemin en los pasillos repartiendo volantes.- ¡Has bien el trabajo y no te pongas a jugar!
-Taemin hace una reverencia y me lanza su sonrisa pícara.- El demonio Taemin cumplirá sus órdenes, rey demonio.
Rodo los ojos ante sus payasadas. Tomo el ramo de flores de Jeon y me dirijo al aula que menciono la chica.
Taehyung: Un café maid. No cabe duda que la cabeza de Seo Hyun trabaja rápido.- Había tres salones que había abierto una cafetería, y esta era una de esas.- Disculpa, busco a Jeon.- Me dirijo a una de las chicas que estaba en la entrada, siendo observado de pies a cabeza. Empezaba a hartarme ese rastreo repetitivo.
Rose: ¿Jeon? am... ¿Para qué?
Taehyung: ¿Me dirás si te lo digo? –Pude ver como tembló al ver que mi personalidad oprimida había salido un poco-
Rose: No me harás daño, ¿Verdad, Taehyung? Los demás dicen que no lastimas a las mujeres.
Taehyung: Y tú no quieres ser la primera, ¿Verdad?- Ni siquiera me contesto, solo me señalo a la persona que buscaba.- Eso pensé. Lindo día, Rose.- Su piel palideció cuando dije su nombre. No era como Taemin que podía interactuar hasta con una mosca, pero si de algo era bueno, era de mi memoria y la habilidad de hacer temer a las personas.
Camino hacia las dos chicas que estaban hablando.
Taehyung: Busco a Jeon.- Sujeto el ramo en mi mano derecha, acercándolo a la chica que había volteado. Pero había algo raro. Los alumnos que pertenecían a la cafetería empezaron a reír cuando la disque señorita Jeon queda estática en su lugar, bajando la mirada.
Jeon: Esto es horrible.- Fue lo que dijo cuándo empezó a jugar con sus manos por la vergüenza de llamar la atención.
Por su complexión y cuerpo me di cuenta que era hombre. Fue entonces que entendí que la chica que me había contratado y que estaba en la puerta riéndose al igual que los demás, habían planeado una estúpida novatada para el miserable nuevo.
Suspiro acercándome al chico que estaba vestido se sirvienta, como algunos otros.- ¿Cómo te llamas?- Al fin alzo la vista hacia mí, viéndome con aquellos ojos avellanas cristalizados, a punto de llorar.
Jeon: Jungkook... Jeon Jungkook.
Taehyung: Jungkook, no soy alguien que salva a los demás. Pero, ya que me involucraron en tu novatada... Are lo necesario para devolverlo, divirtiéndome en ello. Así que, aprovéchalo.- Saco mi celular mandando un mensaje. Solo paso un minuto cuando Taemin, Minho, Chanyeol y Lucas llegaran al aula, cerrándola a su paso, dejando todos adentro en completo silencio, leyendo el fúnebre ambiente que transmitíamos. Después de todo, el castigo de ellos había cesado, pero el mío apenas iba a comenzar.
Taemin empezó a reír por las caras de terror de los que estaban dentro.- Iré a fuera. Alguien tiene que cubrir la cacería.
Taehyung: Saca a los clientes. Minho, ayúdale.
Minho abrió una de las puertas del área.- ¡Ya escucharon! –No tuvo que repetir lo que dijo. Las personas no tardaron en levantarse, huyendo.