"Tu problema es que esperas demasiado de alguien que nunca te ha demostrado nada"
Nagisa
— Asano ya te lo explique — Le dije que con voz baja —. Isogai es solo mi compañero de trabajo, lo de hoy solo fue un abrazo por mi cumpleaños.
Mejor mis amigos me felicitaron que tú siendo mi esposo, pensé. Asano mantuvo su mirada firme en mi persona, cerraba una de sus manos con fuerza, mientras con la otra se encontraba en el puente de su nariz. Sabía que no me creería, el nunca lo hacía.
— Asano... —Trate de acercarme a el. Mala decisión.
— ¿Por qué no admites que acuestas con el? —Habló en un tono molesto, retrocedí —. Siempre mientes Nagisa — Comenzó a caminar hacia mi dirección —. Después de todo, eres un cualquiera, una puta y es normal que te la pases de cama en cama.
Me acorralo hasta la pared, sus manos se fueron a los costados de mi cabeza, me tenía atrapado
—Asano eres con el único que me eh acostado — Acaricio mi mejilla, comencé a temblar —. Nunca me he... — Un ardor se hizo presente en la mejilla que segundo antes él estaba acariciando.
—Mírame —Cerre los ojos con fuerza y negué —. Te estoy hablando Nagisa.
— No quiero, por favor ya detente.
— ¡No esta en posición para pedirme algo! — Me tomó de los hombros con fuerza, apretándolos —. Tu vas a hacer todo lo que yo te diga sin quejarte.
Sentí una de sus manos tocar mi espalda por debajo de mi playera. Gire la cabeza y con la poca fuerza que tenia, puse mis manos en su pecho, tratando de separarlo de mi.
— Mañana vas a dejar ese trabajo —Dijo separándose de mi, dispuesto a salir de nuestra habitación.
— No lo haré —Detuvó su andar y volteo a verme.
— ¿Qué dijiste? —Preguntó caminando nuevamente hacia mi.
— Tu me lo prometiste — Le respondí —. Es lo único que te he pedido desde que nos casamos, te lo suplico no me hagas renunciar —Al estar enfrente de mi, tomo mi cuello con una de sus manos y me levantó.
— A ver Nagisa, ¿Qué es lo que te acabo de decir? — Su agarre se hizo mas fuerte, no podía respirar —. Tu me tienes que obedecer.
Me soltó dejándome caer al piso. Tosí un par de veces y trate de regular de mi respiración.
— No lo... haré, puedes pegarme todo lo que tu quieras, pero no lo haré.
—Amor mio, es que acaso ¿Te gusta tanto que te la meta aquel sujeto?
—Asano no es... —Me detuve al ver como iba desabrochando su camisa.
Empecé a tener miedo.
— Cariño parece que en todos estos años a mi lado no has aprendido nada — Se deshizo de su camisa y la aventó al piso —. ¿Es qué acaso ya norecuerdas a quien le perteneces?
¡No!
¡No quiero que eso pase otra vez! Trate de levantarme para salir corriendo. Asano me detuvo jalando me del cabello, grite. Me llevo hasta la cama y sin ninguna cuidado me aventó a la misma. Se sentó encima de mi, sus labios se posaron en mi cuello, empezó a morder y a dejar marcar por todos lados. Mientras que desabrochaba mi camisa.
Segundos mas tarde ya estaba estaba completamente desudo. Listo para que me usara como quisiera, aun si yo no lo deseaba.
— Detente...Asano — Sus mordidas me dolían mucho — Para me du.... - Me abofeteo de nueva cuenta, dejando mi otra mejilla roja.
— ¡Cállate! —Grito y volvió a repartir mordidas por todo mi cuerpo.
Sus manos acariciaban mi trasero sin pudor alguno. Sentí un dedo meterse en mi interior, cerré los ojos con fuerza. Jamas podría acostumbrarme a sentir sus manos recorrer mi cuerpo con rudeza, a sus labios besando mi piel.
Todo me daba asco.
Abrió mis piernas con fuerza y se acomodo en medio de estas. Comencé a llorar en silencio, era un cobarde, nuevamente lo deje usarme de esta manera.
Su teléfono empezó a sonar, enojado se levanto de la cama y respondió su llamada. Sonreí en mi adentros, me había salvado de un posible dolor de cadera severo.
—Tienes suerte —Dijo cortando la llamada y poniéndose su ropa — Una junta inesperada te ha salvado el culo.
Lo vi vestirse mientras tapaba mi cuerpo con una de las sabanas de la cama. Esperaría a que se fuera para levantarme. Se acerco a mi y estampo sus labios sobre los míos. Un beso mas frió que nuestra propia habitación.
Unos minutos después ya me encontraba solo. Me levante de la cama ignorando el dolor que sentía por todo mi cuerpo camine hasta el baño, deje caer la sabana al piso y mire mi cuerpo desnudo en el espejo.
Marcas, marcas y mas marcas. Todas eran a causa de las agresiones constantes de mi esposo. No había ningún día en el que Asano no fuera brusco conmigo, por cualquier cosa se enojaba y terminaba golpeándome o en el peor de los caso violandome.
Tome un mechón de mi cabello y lo acaricie. Desde que me case, había vuelto a tener el cabello largo; Ordenes de mi madre y de Asano, los dos por la misma razón... Amaban que me viera mas femenina. Por aquel motivo, mi esposo siempre me obligaba a tener suelto, de vez en cuando me lo ataba pero eran ocaciones especiales donde él no se encontraba presente.
Era un idiota y lo admitía. Porque a pesar de todo lo que había vivido con Asano, no lo odiaba, solo le tenia miedo. Pero no había una pizca de rencor dentro de mi hacia mi esposo. Ni siquiera tenia rencor hacia "El" que me había abandonado sin ninguna razón y me había dejado caer en la garras de mi madre.
Salí del baño y me acosté en la cama, tapándome con las cobijas. No tenía ganas de hacer nada, solo quería descansar y olvidarme de todo.
— Vaya cumpleaños que tuve hoy — Suspire y me quede dormido, mientras las lagrimas salían, cayendo por mis mejillas.
. . .
Al día siguiente regrese a mi trabajo como si nada hubiera pasado, como si mi esposo no le hubiera gritado a Isogai solo por verlo abrazándome. Como si no me hubiera golpeado de nueva cuenta. Trate de ignorar todo y pasar desapercibido.
Pero sabia que mis amigos no haría lo mismo.
— Mira como te dejo esta vez Nagisa — Kayano me regaño mientra ponía algo de polvo en la marca de mi mejilla.
— ¿Por qué no te divorcias o lo denuncias? —Preguntó Isogai cruzándose de brazos —. Ese hombre es un animal Nagisa, cada vez estas mas delgado, con mas marcas.
— Lo se Isogai, No puedo hacerlo — Baje la mirada —. El controla la empresa de mis padres, si me divorcio quedaremos en la calle.
Los dos me miraron sin decir nada.
—No puedo hacerle eso a mis padres por un capricho —Suspire —. ¿Denunciarlo? ya lo intente pero no funciono y las cosas para mi no salieron bien.
— ¿Capricho? ¡Nagisa por dios! ¡Ese hombre te pega! —Kayano grito elevando su tono de voz —. No digas que es un capricho.
Guardo su maquillaje, me mire en el espejo de la perfumería y trate de sonreír. El golpe no era muy notorio.
— Ya no hablemos de eso, tenemos trabajo que hacer —Me levante de la silla y empecé acomodar algunos perfumes.
Ellos suspiraron resignados. Lo siento chicos pero no hay nada que yo pudiera hacer.
Seria un mal hijo si mis padres quedaran en la calle por mi culpa, se que probablemente acabe muerto si sigo a lado de Asano, uno de sus golpes podrían pasarse del limite... yo tenia muy claro eso. Pero no tenia otra opción.
Trabajaba en la perfumería "Sakura Fragance". Era reconocida a nivel mundial, empresarios, políticos y famosos venían a comprar perfumes. Eran muy finos, Asano al principio me compraba de estos perfumes, antes de que el se volviera agresivo. De la misma manera, antes de todo lo malo, el me dejo trabajar aquí, el sabia que me aburría mucho en casa.
Y hasta el día de ayer, nunca me había dicho que renunciara.
— Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarle? —Escuché a Isogai hablar.
—Estoy buscando el mejor perfume que tenga para mujer .
Levante la mirada, vi a un pelirrojo hablando con Isogai; Era algo alto, mantenía la mirada baja mirando los perfumes de la vitrina, no podía ver su rostro, pero aun así sentía que algo en el me era familiar. Alce los hombros y le reste importancia al asunto.
— Buenas tardes Nagisa —Un señor de la tercera edad se acerco a mí —. ¿Esta Isogai? vengo por un pedido.
— Buenas tardes señor Toneri — Le saludé —. Aquí esta ahorita lo atiende.
Isogai volteo a mirarme y se acerco a nosotros.
— ¿Nagisa podrías atender al pelirrojo que esta allá en lo que ayudo a Toneri? —Le sonreí y acepte.
Me despedí del señor Toneri y camine hacia el pelirrojo, quien aun mantenía la mirada en la vitrina.
—Disculpe hubo un pequeño problema por lo que ahora lo atenderé yo —Dije con una sonrisa —. Mi nombre es Nagisa Shiota y seré quien lo atienda.
El joven enfrente de mi, volteo a verme y podía jurar que mi corazón no aguantaría mucho dentro de mi pecho. }
Fin del primer capitulo.