A Blaise realmente la propuesta de Draco le venía de perlas, con sus escasas posesiones llevaba tiempo quedándose con Theo y su ultra-mega-pegajoso novio, Neville.
Pero notaba que estaban llegando todos a un límite, no ayuda ciertamente que Blaise se hubiera acostado con ambos, por separado, en el pasado.
Así que la propuesta de Draco le venía bien, y le daba tiempo para buscarse algo para él.
Su madre le había echado de casa, y bueno, no es como si él quisiera volver. Era una completa hipócrita cuestionando su estilo de vida "promiscuo" "cantamañanas" —Hola, señora que cada día cambia de marido, mírate a un espejo—fue su respuesta y ella le puso de patitas en la calle para que reflexionara.
Reconocía que sentía pereza de tener que buscar un apartamento, y que en el fondo no le gustaba estar solo.
Cogió sus bártulos y se despidió de sus amigos, y se alegraba de irse, Neville podría ser apodado "babosa melosa", no entendía como la gente aguantaba estar en pareja de ese modo.
Se alegraba de que al menos este tuviera alergia a los gatos y fuera él el elegido para irse.
Se metió en la chimenea para aparecer en la casa de Draco y Harry.
—Wow, vivir aquí me va a encantar—dijo nada más salir.
Le miraba un molesto Harry Potter, el cabrón era guapo, pero no lo había podido catar, de hecho ni se le pasaba por la cabeza coquetearle, apreciaba mucho sus huevos y su amistad con Draco.
Pero con su actual cara de haba no es que se viera muy apetecible.
—Zabini, no la líes...—dijo este antes de que apareciera su amigo por la puerta.
—Blaise—le saludó Draco abrazándole.
Theo y Blaise eran sus mejores amigos, con Pansy tenía una relación extraña, puesto que a pesar de ser chico de una sola noche, con ella estuvo por meses. A pesar de todo, la quería y con su actual novia las cosas se habían relajado bastante.
—Ven, te enseñaré dónde vas a quedarte—le acompañó Draco.
—¿Podré hacer cosas sucias en vuestra cama?—dijo encogiéndose cuando Potter le tiró un cojín que le dio en pleno cogote.
—Ese novio tuyo no tiene sentido del humor...
—Blaise, no lo pongas peor, no sabes lo que me ha costado convencerle—dijo este riéndose—. Tengo que contarte un detallito, vas a tener una visita pelirroja de vez en cuando.
—Dime que es la buenorra de Weasley—dijo este codicioso.
—Más bien su hermano—dijo Draco, Blaise ató cabos, y no, ¿en serio? En serio que con la familia de bombones que eran los Weasley le tenía que tocar de acompañante Ron "amargado" Weasley.
—Ya decía yo que esto era demasiado bueno para ser cierto—bufó Blaise.
—Vendrá los jueves.—Los ojos plateados de Draco le decían que a él le gustaba tan poco como a Blaise—Tengo que pedirte un gran favor—ese tono malévolo le iba gustando mucho más.
—Cuenta...
—Desquícialo, no sé que hagas, pero confío en ti—le dio una palmadita en el hombro.
Bueno, Blaise tenía varios talentos, uno era llevarse a la cama a cualquiera y otro ser una mosca cojonera, esas semanas iba a poder desarrollarlo a su gusto.
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¿Pensabais que iba a subir solo el que ya habíais leído?
No soy tan mala.