Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El samurai y el noble por darkwinter

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Se detuvo en seco dando media vuelta, su padre lo había descubierto, se quedó inmóvil cabizbaja esperando ser regaño.

-Ten llévate esta daga y también mi amuleto, siempre lo llevo conmigo en mis viajes para tener suerte, quiero que lo tengas- desconcertado acepto los objetos, miro a su padre que le dio palmaditas en la cabeza.

-¿Por qué?-pregunto aun sosteniéndolos.

-Si lo amas tanto, demuestra hasta donde estas dispuesto a llegar por él, tu madre y yo estamos de acuerdo, lo mas seguro es que tu hermano y abuelos enfurezcan mañana, pero ese es su problema, solo te pido que tengas cuidado, las cosas son algo turbias haya afuera.

-Gracias papa.

-Adiós Yoh.

 Salió de la residencia a paso veloz, le tomo toda la noche llegar a un pequeño pueblo, no tenia idea de donde buscar primero, se dedico a preguntar en los locales si habían visto o si sabían dónde estaba el samurái recibiendo negativas como respuesta y así comenzó su viaje, al no estar impuesto a caminar grandes distancias al principio sus piernas lo mataban de dolor, los pies le punzaban teniendo que para a descansar varias ocasiones, cuando se sentía inseguro o llevaba pasar por su mente la idea de volver apretaba con fuerte el amuleto dándole la fuerza para seguir, en cierto modo era emocionante viajar, tantas cosas que no habría visto, buenas y malas, veía la clase de vida que llevo Amidamaru en su niñez incapaz de hacer algo, pensar que mientras él podía disfrutar de lujos otros solo los soñaban. El camino que seguía era por el bosque, según se le contaron había una aldea mas adelante, pensaba en tomar un descanso y seguir, de pronto, un grito se oyó por todo el bosque, corrió por donde le pareció que provino encontrando la aldea siendo atacada por bandidos, impotente se escondió viendo como los aldeanos intentaban defenderse y eran asesinados.

-Miren un viajero- escucho a sus espadas, tres de ellos lo rodeaban, con miradas de malicia Yoh huyo siendo perseguido por los sujetos que blandían sus armas con toda la intención de matarlo, en un punto a duras penas esquivo un espadazo terminando acorralado, saco la daga inútilmente apuntándolos a lo que ellos se burlaron.

-Estúpido, ¿crees que eso de servirá? -uno de ellos se avánzalo contra el listo para atravesarlo con su espada, Yoh cerró los ojos, en ese momento escucho un quejido y un golpe, abrió los ojos sorprendiéndose de lo que veía, el corazón casi se le salía del pecho, quien mas buscaba estaba de pie frente a él protegiéndolo.

-¡MALDITO!-los otros fueron en su contra siendo vencidos fácilmente.

-Amidamaru-las piernas no le respondía, al fin lo encontró, estaba tan feliz.

-Joven Yoh ¿Qué hace usted aquí? -pregunto con un tono seco provocando que su sonrisa se borrara.

-Yo..vine por ti-respondió intentado acercársele.

-Debe volver con su familia, este no es lugar para usted.

-¿Solo porque nací como noble?

-Exacto.

-Te amo, ¿tú ya no?

 No recibió ninguna respuesta, decidido lo abrazo por la espalda aferrándose a él.

-Ya he visto como es el mundo con los menos afortunados, ya vi la maldad que hay aquí afuera de mi hogar y no me importa, te buscaba, deseaba verte de nuevo, no me importa si estaré en constante peligro, si tendré que comer sobras, déjame quedarme contigo.

En un movimiento rápido dio media vuelta tomando a Yoh de la cintura con un brazo y con el otro lo tomo de la barbilla besándolo.

-También te extrañe-dijo acariciándole las mejillas provocando un pequeño sonrojo. Ambos se dirigieron a la aldea para ver que podían hacer, al llegar los bandidos ya se habían marchado, solo pudieron ayudar a los sobrevivientes a sepultar los cuerpos, luego se marcharon, pronto anochecería, por lo que pararon en lo que pacería ser un templo abandonado, una vez a solas Yoh se desnudó frente al samurái ,acercándose y permitiéndole que tocara todo su cuerpo, hacia tanto que deseaba sentir el tacto del peliblanco, de sentir su calor, sus besos, lo deseaba fuertemente, el volver a ser sus embestidas era algo realmente placentero, el sentirlo venirse dentro suyo, ambos exhaustos descansando en los brazos del otro hasta quedarse dormidos, algo que en pasado no podían hacer. Al despertar a la mañana siguiente, Amidamaru procuro no moverse mucho al tener a Yoh durmiendo plácidamente sobre su dorso, poco después despertó. Se vistieron marchándose de ahí, mientras caminaban al pelicorto pensaba en lo por venir.

-Amidamaru ¿Qué haremos ahora? -le pregunto mirándolo.

-No lo sé.

-¿Quieres seguir luchando?.

Se detuvo pensativo, era algo que nunca se había planteado, sabia que tarde o temprano ya no podría a empuñar su katana de nuevo, pero no pensó que día debería enfundarla y no volver a tocarla, ahora con Yoh no podía exponerlo al peligro del campo de batalla, tampoco dejarlo en un lugar e irse a luchar.

-Tal vez ya es tiempo que me retire-dijo con una débil sonrisa.

-Yoh vamos a hacer nuestra vida juntos-con esas palabras el pelicorto salto a el abrazándolo.

En la casa Asakura las cosa no estaban del todo bien, los abuelos ante la ausencia del menor optaron que la que iba a ser su prometida pasara a ser la de Hao, quien cuando ella vino le mostro su desinterés e incluso la ignoraba, dejándole claro que nuca sentiría nada por ella, a pesar de los constantes regaños solo tenia una cosa en mente, celos, envidia, ira, el que en esos momentos el samurái disfrutara de algo que el jamás tendría lo ponía de mal humor y con el tiempo supo quien tuvo la oportunidad de detener a su hermano y no hizo, Mikihisa.

-A si que, has de estar feliz, uno de tus hijos se largo sin importarle su familia, padre-le hablo en un tono lleno de enojo y arrogante, Mikihisa no dijo nada se levantó dirigiéndose hacia su hijo abofeteándolo sin medir su fuerza dejándole la mejilla roja.

-Los padres siempre veremos por la felicidad de nuestros hijos, incluso verlos partir para hacer su vida a lado de esa persona especial es parte de ello, tu que eres su hermano deberías entenderlo mejor o ¿es que tanta rabia te da que el no se haya enamorado de ti?-los ojos del pelilargo se abrieron como platos al escuchar eso.

-No se dé qué hablas.

-¿Me crees ciego?, en más de una ocasión notaba como mirabas, pero no hacía nada porque sabía perfectamente que Yoh nunca dejaría de verte como un hermano, tu te hiciste ilusiones que nunca existirían, si realmente amas a tu hermano lo dejaras ser felices con la persona que ama.

Hao se marchó furioso encerrándose en su habitación, ya en la noche salió yendo a la parte trasera de la residencia Asakura, hay varios hombres vestidos de negro lo esperaban haciendo una reverencia al verlo.

-Tráiganme a mi hermano y al samurái mátenlo, cuando lo hagan les pagare más, vayan-asintieron obedeciendo despareciendo en la oscuridad del bosque, no hace mucho los contrato, la fortuna de la familia era basta, y al ser el futuro heredero le daría uso. Aunque tuviera que encadenarlo, lo tendría con él y se quitaría del camino al samurái.

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).