Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una cuestión de pelos por Orseth

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

_______________________

 

 

            El resto de la semana Draco se comportó tan grosero, pedante e irritante como nunca lo había sido con Harry, algo que incluso a Blaise y a Pansy molestó.

            -Lograrás que nos lancen un hechizo apenas nos descuidemos –dijo ella dirigiéndose a su sala común después de la cena del viernes.

            -Es que Potter me exaspera.

            -¡No, tú nos exasperas!

            -¿Acaso lo estás defendiendo? –pregunto alzando una ceja.

            -¿Y a ti acaso te gusta? –respondio ella sin amedrentarse en lo absoluto.

            -¿Q-que? –Exclamó deteniendo el paso y sintiendo la cara caliente al instante- ¿Por qué mierdas dices eso?

            -Pues porque te empeñas tanto en llamar su atención –respondio Pansy sin detenerse haciendo con ello que él se le emparejara con rapidez.

            -¡Yo no estoy intentando llamar su atención!

            -Pues parece lo contrario –intervino Blaise, harto ya de lidiar con aquello.

            -¿Tú también Blaise?

            -Es que ya fastidias Draco, a mí también me divierte molestar a esos estúpidos Griffindor, pero contigo ya empieza a ser aburrido, además Pansy tiene razón, provocarás que alguien nos hechice.

            -Creí que estaban de mi lado, ahora veo que no –concluyó alejándose de ellos.

 

___________________________

 

 

            Al día siguiente esperó a que todos se levantaran primero para meterse a bañar al final y cuando salió de la ducha, se encontró con que aun estaban ahí.

            -¿No se han ido?

            -Ya nos fuimos, estás viendo nuestros espíritus –respondio Goyle.

            Draco hizo un gesto de fastidio y comenzó su ahora nueva rutina, secar su cola con la toalla y luego con su varita, entonces vio a Blaise sacar cinta de embalar y comenzar a pegarla en su ropa.

            -¿Qué haces?

            -¿Cómo qué? –respondio el moreno de mala manera- quito los malditos pelos blancos de mi ropa que están por todo el cuarto, los elfos solo los quitan cuando los regresan del lavado, pero mientras esta aquí, todo se llena de pelos.

            Goyle tomo el rollo de cinta y se lo pasó a Crabbe quien hizo lo mismo para seguir quitando pelos de su ropa.

            Draco supo de inmediato que esos pelos blancos eran de él y aunque estaba apenado por eso, también su humor estaba de los mil diablos desde que había reconocido para sí mismo que otro chico le gustaba.

            -Y yo tengo la culpa ¿no?

            -¿Acaso ves a alguien más con pelos blancos?

            -Pues si no te gusta, cámbiate de cuarto.

            -¿Por qué no mejor dejas que Potter te coja y solucionas este maldito problema que nos afecta a todos?

            Todos en la habitación se quedaron callados en cuanto Blaise dijo eso, Crabbe y Goyle se miraron entre sí percibiendo que Blaise se había pasado de la raya y silenciosamente se escabulleron fuera de la habitación dejando a aquellos dos resolver el embrollo.

            Blaise supo que había estado mal en cuanto las palabras salieron de su boca, sin embargo también estaba fastidiado de la actitud irascible de su amigo por lo que solo atinó a mover negativamente la cabeza mientras continuaba con su labor de “quita pelos”.

            -¿Crees que esto es muy fácil para mí? –dijo entonces Draco mirándolo directamente.

            -¿Y acaso nosotros tenemos la culpa?... parece que gritas que Potter te de una paliza cada que te cruzas con él… mira, esos Griffindor me caen mal porque se creen mejor que nosotros pero tu maldito mal humor ya no solo lo canalizas contra ellos, cada día te portas peor incluso con nosotros.

            Draco quiso debatir eso, sin embargo supo que Blaise tenía razón, por lo que solo suspiro abatido mientras se sentaba en su cama sin importarle mojarla por el exceso de agua de su cola.

            -Sí, tienes razón… lo siento -Blaise lo miró y no dijo nada, también se sentía mal por lo que acababa de decir, así que solo siguió quitando los pelos de su ropa negra- Nunca fue mi intención llenar sus cosas con pelos… si al menos fuera negro no se notaría, pero son blancos.

            -No es una cuestión de pelos… bueno si, pero no es para tanto –dijo comenzando a sonreír- lo que pasa es que no me sé ningún hechizo que haga esto, nunca limpio nada ni aquí ni en mi casa.

            -Pensé que solo mi ropa estaba llena de pelos.

            -¿Tú ropa?

            -Sí, sobre todo mis túnicas y pantalones, que cabe decir sigo usándolos con un corte por detrás que les hice con las tijeras.

            Blaise dejo de hacer lo que estaba haciendo y se sentó junto a él.

            -Dime una cosa… ¿Potter te gusta?

            -¿¡Qué?! ¡Claro que no!

            -Vamos Draco, después de lo que platicamos y después de cómo te has portado la verdad me das en que pensar.

            Draco se mojo los labios y luego lo miró fugazmente para luego mirar de nuevo hacia el frente, pero ese instante le bastó a Blaise para ver su angustia, así que no hubo necesidad de que respondiera con palabras.

            ¿Y qué piensas hacer? –pregunto entonces sin saber que mas decir.

            -¿Y qué quieres que haga?... no puedo hacer nada, al menos no se qué podría hacer, cada vez que pienso en esa maldita carta siento que me duele la panza, pero de algo estoy seguro y es que me dieron un filtro de amor, eso es.

            -Puede ser, pero eso no da la solución a tu problema.

            -¡Pero me niego a eso! –exclamó levantándose y comenzando a caminar impaciente por la habitación- y no he recibido ninguna otra carta de esa persona, tal vez haya mentido o que se yo.

            -Pues por lo pronto debes dejar de comportarte así con Potter, no es bueno que armes tanto jaleo cuando lo ves, de por si la gente está hablando.

            -Sí, sí, tienes razón, pero es que me exaspera el solo verlo, además el tiempo se me acaba, afortunadamente el viaje de mi mamá se prolongó unos días más y ya no me mando ninguna otra carta, pero solo es cuestión de días y yo no sé qué decirle.

            Blaise solo suspiró sin saber que mas decirle a su amigo.

            -Adelántate al comedor Blaise, aun tardaré un poco.

            -¿Seguro que iras?

            -Sí, tengo hambre… no mucha pero debo comer.

            -De cuerdo.

            Ya a solas Draco comenzó de nuevo a secar su cola y sus orejas y rato después alcanzó a sus compañeros en el desayuno y casi para terminar, el correo comenzó a llegar.

            -Oh mierda… -masculló cuando una lechuza con una marca de la casa Malfoy en una pata llegó hasta su lugar.

            Le quitó la carta y la guardo de inmediato dejando que el ave se fuera y casi inmediatamente se retiró para leerla a solas.

            “Querido Draco, espero que estés bien, yo he estado muy ocupado con unos negocios aquí en Francia, afortunadamente todo va viento en popa aunque nunca se debe dormir en los laureles cuando de negocios se trata, no olvides eso; por lo pronto regresaré en una semana y necesito que te alistes pues pediré a Dumbledore que te deje salir ese fin para que lo pases en casa, nos visitarán unas personas muy importantes y quiero que estés ahí pues tienen un hijo de tu misma edad y es bueno que hagas relaciones con las personas correctas; tu madre para ese entonces también ya debe de haber llegado de su viaje, quiero que todos estemos presentes pues estas personas son contactos que nos abrirán muchas puertas; por lo pronto me despido, me dio mucho gusto saludarte hijo y espero vernos dentro de unos días”.

            -Estoy muerto… -musitó bajando la carta.

 

 

_______________________

 

           

            -¿Qué vamos a hacer hoy? –Pregunto Crabbe camino a su sala común- no quiero quedarme en el colegio, vamos a Hogsmeade.

            -¿Qué dices Blaise? –Dijo Goyle mirándolo- no hemos salido por acompañar a Draco pero estoy aburrido, quiero comprar golosinas.

            -De acuerdo ¿vas con nosotros Pansy?

            -Sí, también quiero salir ¿quieren que le vaya a avisar a Draco?

            -Yo lo haré, le dejare una nota en la habitación porque  a saber en dónde está.

            Y así como ellos muchos chicos salieron ese sábado del castillo, pero uno de los que se quedaron fue Draco, quien deambulaba cerca del lago sin saber qué hacer.

            -¿Por qué esa persona no me escribe otra carta?... así podría preguntarle que le hice.

            Sintiendo que su corta existencia en el mundo estaba tocando a su fin, miró la tranquila superficie del lago y se sentó bajo un árbol.

            Exhaló un suspiro e inclinó la cabeza para luego sacar de su bolsillo la carta arrugada de su padre, la desdobló y la leyó por decima vez sintiendo que las lagrimas inundaban sus ojos, tanto por la desesperación como por la confusión que se había apoderado de su vida pues no solo era darle las nalgas a Potter sino que el maldito niño que vivió le provocaba emociones descontroladas como a un típico adolescente calenturiento.

            -¿Qué voy a hacer? –musito mientras sorbía la nariz, pues averiguar quién le había hecho eso como los adultos le exigían era simplemente imposible tanto como la solución que su castigador le había revelado.

            Y por si eso no bastara, a la hora de comer su madre le envió otra carta.

 

            “Draco, espero por Merlín que ya hayas averiguado quien te hizo eso pues tu padre ya me comunicó sus planes para el próximo fin de semana y ambos estaremos en problemas si ese asunto no se ha solucionado, Severus no ha respondido mis cartas y yo no puedo ir al colegio en este momento, contéstame inmediatamente para saber cómo estás y ver qué es lo que haremos”.

 

            Y para la hora de la cena, otra lechuza mas llegó hasta el comedor, y viendo que esa lechuza era desconocida su corazón dio otro vuelco al imaginar de quien podría ser, así que el apetito se le fue de repente y simplemente  guardo la carta en su bolsillo y salió de ahí directo a su habitación.

 

            “Hola Draco ¿sigues dudando de la veracidad de mi carta?... porque si es así no deberías, pues solo yo se que ingeriste una poción de sangre, un hechizo que nadie puede romper excepto tú y ya sabes cómo y mi consejo es que te apresures pues el tiempo corre y para cómo va el asunto te graduaras de Hogwarts como esas lindas orejitas de gato”.

 

            Sintiendo furia y desesperación a partes iguales sacó su varita e incineró el pergamino para luego levantarse y mesarse los cabellos mientras caminaba de un lado a otro; en eso entró Blaise seguido de Crabbe y Goyle y decidió disimular o al menos intentarlo.

            -¿Todo bien Draco? –preguntó Goyle mientras se acostaba en su cama.

            -¿Te parece que estoy bien? –respondio señalándose las orejas gatunas.

            -No hablo de eso, ya hasta me acostumbre a verte así, ya llevas dos meses con las orejas.

            -¡Pues yo no me acostumbro, nunca voy  a acostumbrarme! –respondio cruzándose de brazos y dejándose caer en su cama.

            -¿De verdad no tienes ni la más mínima idea de quién pudo ser? –pregunto Crabbe sacando su pijama de debajo de su almohada.

            -¿No crees que si ya supiera quien fue, ya lo habría arreglado, genio?

            Debido al mal humor de su compañero ya ninguno le dijo nada, simplemente se dedicaron a lo suyo hasta que llego la hora de dormir; fue entonces que después de un rato en lo que comenzaron a oírse los ronquidos de sus compañeros, Blaise se levantó y fue hasta la cama de Draco, quien para variar no dormía.

            -¿De quién fue la carta que recibiste hace rato en la cena?

            -De nadie –respondio acostado de costado dándole la espalda.     

            -¿Cómo que de nadie?

            -De nadie.

            -¿Así van a ser las cosas?... primero me cuentas  y luego me sacas del asunto –refunfuño levantándose.

            -Espera –dijo dándose la vuelta y sentándose- no es eso… lo siento.

            Blaise regresó y volvió a sentarse esperando que Draco hablara.

            -Fue una carta de mi mamá, dice que espera que ya haya solucionado este asunto, así que como ves no estoy de humor para nada… siento ser un insoportable, sobre todo contigo que eres mi mejor amigo, pero siento que esto me rebasa y no sé qué hacer.

            -Ya veo… bueno pues sí, no es para menos.

            -Ahora solo quiero dormir y no pensar en nada, siento que solo así me olvido de este maldito asunto.

            -Tranquilo amigo, el profesor Snape seguramente encontrará algo para ayudarte.

            -Sí, eso espero.

            -Bueno, entonces te dejo dormir, al menos mañana es domingo.

            -De acuerdo Blaise y gracias por preocuparte.

            Por toda respuesta Blaise sonrió y le palmeó un pie para después levantarse e irse a acostar; así que Draco hizo lo mismo preguntándose a si mismo porqué le había mentido a su amigo, porqué no le había contado de la carta de Lucius ni la de la persona que lo había hechizado.

            -Dios mío ¿Qué voy a hacer?... ¿acabaré haciendo lo que dice la carta?

            Apretó los ojos y los labios mientras estrujaba la almohada imaginando lo que sería hacer lo que decía esa persona… lo que eso significaba para su dignidad y lo que todos pensarían si lo vieran de un día a otro recuperado, dirían que le dio las nalgas a Potter aunque eso solo hubiese sido un chisme de pasillo.

            -¿Y pedirlo cómo?... Potter ¿serías tan amable de meterme el pito en el culo para romper el hechizo?

            Apretó los dientes y torció la boca mientras abrazaba su almohada sintiendo que ya con solo pensar eso moría de vergüenza.

            Pero con su vista ya habituada a la oscuridad alcanzo a mirar el marco que estaba en el buró donde estaba retratado con sus padres y saludaba muy sonriente y ufano al lado de Lucius y Narcisa, y a pesar de estar cobijado un escalofrío le recorrió la espalda al imaginar la mirada de Lucius al verle esas orejas y cola de gato.

            -No puede… -pensó cayendo de nuevo en la desesperación- papá no puede verme así, no debe… él cuenta conmigo, no puedo decepcionarlo… además se enfurecería mucho conmigo.

            Tragó en seco por la decisión que estaba a punto de tomar.

 

 

_________________________

 

 

 

            Al día siguiente y tal como sus amigos ya lo esperaban, Draco no quiso salir a pasear, solamente se quedó en el castillo deambulando cerca del lago pensando en lo mismo.

            -No puedo… -pensó consternado mientras miraba a unas aves picotear quien sabe que cosas en la orilla del lago- no puedo pedirle a Potter que tenga sexo conmigo… ¿Qué va a decir? Que no, por supuesto… y yo no soportaré ver su cara de burla, además… además… ¡yo no soy raro!... bueno sí, creo que ya lo soy, soy un anormal como Potter… incluso me gusta Potter…. Soy una mierda –concluyo exhalando un suspiro mientrasmetía las manos a sus bolsillos y miraba a su alrededor- no, no lo haré.

            Pero al regresar a su habitación y ver la fotografía de sus padres hizo que volviera a suspirar mientras se desplomaba en su cama.

            -Mierda… no puede ser ¡no quiero, no quiero pedírselo!

            Pero cada que lo pensaba más y más se negaba a hacerlo, mas se daba cuenta de que en realidad no había más opciones de las cuales escoger, que no había posibles salidas a su problema y al parecer nadie estaba haciendo nada por ayudarlo, ni siquiera Severus en quien confiaba ciegamente y siendo ya casi las cinco de la tarde y de haberse saltado la comida, sus compañeros por fin regresaron de su salida de Hogsmeade.

            -Mira, te traje unos caramelos –dijo Blaise dándole una cajita de grageas de sabor cereza.

            -Gracias.

            -¿Y cómo vas?

            -Bien.

            -¿Has pensado en algo?

            -Si, mi padrino cree que ha encontrado el antídoto.

            -¿¡En serio?! –Exclamó sonriendo- ¡es genial!... ¿y entonces por qué esa cara?

            -Por nada, es que ayer me desvelé y estoy algo cansado… bueno Blaise, ahorita regreso, me falta terminar una tarea de la profesora McGonagall y es para mañana, voy a la biblioteca por un libro ¿vienes?

            -¿A la biblioteca en domingo, estás de broma? –rió mientras sacaba mas chucherías de la bolsa que llevaba mientras se acostaba en su cama.

            -Bien, me voy,  a lo mejor estudio allá un rato.

            -Ajá –exclamó sin prestarle más atención.

            Sintiendo que su corazón latía a mil por hora y sorprendido aun de sí mismo por haberle dicho aquello a su mejor amigo, caminó sin rumbo fijo preguntándose qué diablos estaba haciendo.

            -No puedo... no puedo pedirle eso  Potter –pensaba mientras sus pies caminaban por el castillo buscando a cierto chico de gafas y pelo negro.

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).