Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una cuestión de pelos por Orseth

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

-Blaise despierta.

-¿Qué hora es? –pregunto somnoliento.

-Quiero hablar contigo.

-¿Qué hora es Draco? –pregunto extrañado viendo que todo estaba oscuro y los demás dormían.

-Yo… necesito contarte algo.

Sin más remedio Blaise se espabiló y se recargó en su cabecera mientras Draco se subía también y corría las cortinas y aplicaba un hechizo para no ser oídos.

-¿Por qué tanto misterio?

Sin decir nada Draco le mostro la carta.

-¿Y esto? –Pregunto Blaise después de leerla- no creerás que es cierto ¿verdad? Alguien se está aprovechando de los rumores para molestarte y tú estás cayendo en su juego.

Draco quiso decir algo pero el nudo en su garganta se lo impidió y solo negó con la cabeza mientras la inclinaba.

-Vamos Draco, no puedes dejar que esto te afecte así.

-Es que… no entiendes…

-Por supuesto que entiendo, pero no ganas nada siguiéndoles el juego a estos idiotas.

Draco sorbió la nariz antes de poder hablar de nuevo.

-Es que… yo creo que quien me envió la carta fue la persona que me hechizó.

-¿Y en que basas eso?

-En que menciona la poción de sangre… y  nadie a excepción de nosotros lo sabe… digo, aparte de los adultos… y Crabbe y Goyle son unos tontos pero los conozco y sé que no le dirían esto a nadie.

-Sí, tienes razón, esta persona hace mención de eso… y Pansy primero muerta a revelar un secreto de nosotros.

-Así es… además hay otra cosa…

-¿Otra cosa? –pregunto sacando un pañuelo de su cajón y dándoselo a Draco.

-Oh Blaise… me siento tan desgraciado –dijo después de limpiarse la nariz- hay algo que nadie sabe… solo yo.

-¿Qué cosa?

-Ahí dice algo… en esa carta sobre… sobre que soy anormal…

-No hagas caso, esa persona lo dice porque quiere afligirte.

-No… Blaise si te cuento algo promete no decírselo a nadie.

-Lo prometo.

Draco permaneció en silencio unos minutos exasperando a su amigo.

-¿Qué vas a decirme?

-Es que siento que si te lo digo tu… vas a… a… a despreciarme… a mirarme raro.

-¿Y  por qué habría de hacerlo?

-Es que… me da tanta vergüenza contarte…

Blaise lo vio tan acongojado que le puso una mano en el hombro mientras decía:

-Sabes que somos amigos y puedes contarme lo que sea, yo no diré nada a nadie y tampoco te juzgaré.

Draco agradeció esas palabras pues en verdad necesitaba contárselo a alguien.

-Desde que esto comenzó, yo… yo me he sentido extraño.

-¿Extraño cómo?

-No sé, es decir… bueno si sé pero…

-Estás haciéndote bolas, cálmate.

-Sí, sí, lo siento son los nervios… -respondio sorbiendo de nuevo la nariz- bueno… desde que esto comenzó yo empecé a ver a los chicos de manera… distinta.

-¿Distinta?

-Sí… es decir… -continuó viendo el pañuelo arrugado en sus manos, incapaz de mirarlo a los ojos- empiezo a notar si son… si son feos o atractivos…

-Pero eso lo notamos todos, por ejemplo sé que Crabbe y Goyle no son un monumento a la belleza.

-Sí pero… yo los miro y… no sé –dijo tragando el nudo que tenía en la garganta- ya veo a los chicos de diferente manera… ayer por ejemplo fui al campo de Quidditch  a ver a los jugadores volar y noté lo feo que es Marcus.

-Eso lo notamos todos –respondio Blaise riendo.

-Y lo atractivo que es Cédric Diggory.

-¿Eh?

-¿Te das cuenta?... y no solo es eso, vi lo geniales que se ven las mayoría de los chicos con el uniforme de Quidditch, lo bien que  esos pantalones se ajustan a sus piernas…

Para ese momento Blaise solo lo miraba parpadeando como búho desmañanado.

-Me siento diferente… siento que estoy volviéndome un… un raro… como Potter… ¿te das cuenta Blaise? ¡Estoy siendo un anormal!

Blaise realmente se quedó sin saber que decirle a su amigo, catorce años de edad no eran realmente un gran apoyo para comprender situaciones así.

-¿Lo ves?... ahora me ves raro.

-No, claro que no –se apresuro a responder y a salir de su trance- es solo que… bueno, que no sé qué decirte, esa es la verdad, nunca imagine esto ¿Por qué no me lo habías dicho?

-Ya te lo dije… porque me daba vergüenza que tú supieras y… y que me rechazaras.

-¿Y por qué habría de hacerlo?

-Porque soy anormal.

-¿Es un hecho que te gustan los hombres?

-¡No!... es decir… no lo sé, estoy muy confundido.

Blaise se quedo callado un momento para luego tomar de nuevo la carta y decir:

-Pues sí, creo que si es una carta de la persona que te hechizó.

-¿Qué voy a hacer Blaise? –Dijo quebrándosele de nueva cuenta la voz- me han desgraciado la vida… si esa carta es de esa persona, entonces lo que dice es cierto y yo… yo… yo no puedo ir con mis padres a decirles que soy un fenómeno que gusta de los penes como dice ahí.

-Pero dices que no estás seguro ¿no?

-Hubo algo –dijo mientras se limpiaba la nariz y las mejillas- cuando caí de la escoba en el partido y desperté en el campo yo… yo creí ver… oh Blaise, mátame cuando acabe de decirte esto.

-Qué.

-Creí ver los ojos verdes más bonitos del mundo.

-¿Y?

-¡Qué eran los de Potter, maldita sea!

-¡Oh!... carajo Draco, entonces si estás grave.

-No quiero… no quiero tener que darle el culo a Potter para solucionar esto… siento que es como intentar  arreglar un envenenamiento tragando un litro de cianuro.

-¿Y entonces que haremos?

Draco miró a Blaise escuchando muy bien el “haremos” y entonces sintió como si un gran peso se le quitara de encima.

-¿No vas a despreciarme Blaise?

-¿Y por qué habría de hacerlo?

-Porque ahora soy un raro.

-Bueno Draco, raro siempre has sido –respondio sonriendo.

-No bromees Blaise, esto es muy serio.

-Mira Draco… eres mi amigo y nada cambiará entre nosotros, es decir… siempre y cuando no me miras el pito a mí pues…

-Oh por Merlín… -exclamó rodando los ojos- “además ya lo hice” –pensó con culpabilidad.

Blaise comenzó a reír con más ganas pero de nuevo intento ponerse serio.

-Yo también pienso que eso de que a un hombre le gusten los hombres es raro, pero no tanto como a ti, la verdad pienso que al final cada quien le da las nalgas a quien quiere, total son suyas y es que después de los siete maridos que ha tenido mi mamá créeme que no hay muchas cosas que me sorprendan realmente.

-Pero… -exclamó sorprendido- tú me apoyabas en todo lo que yo decía.

-No Draco, eras tú quien siempre le echaba habladas a Potter, no yo, de hecho ninguno de nosotros.

-Pero es que… ¡es que eso está mal, es contra la naturaleza!

-Yo no sé si es contra la naturaleza o no, solo sé que mientras tú seas feliz ¿Qué más da lo que digan los demás?... al menos eso es lo que dice mi mamá.

-Tú mamá es otra historia Blaise.

-Oye…

-Lo siento, no quise ofender, es que la verdad estoy cansado, abrumado y desesperado ¿Qué hago Blaise, que hago?

-Por lo pronto dormir que ya es muy tarde.

 

__________________________

 

Para medio día Harry y sus amigos ya habían localizado a la chica Ravenclaw y habían confirmado la versión general.

-No mencionó si era chico o chica quien hechizó a Malfoy, solo dijo lo que esas chicas dijeron–dijo Hermione- a saber quien se las cobró a Malfoy.

-¿Y quién no querría hacerlo? –añadió Ron acomodando libros en su mochila camino a su sala común para dejar sus cosas e ir al comedor.

-Pero hablaba muy segura de lo que escuchó… ¿tú que piensas Harry?

-Que Malfoy si que la cagó en grande con alguien más que conmigo –respondio riendo- sea verdad o no el chisme su reputación ya está por los suelos y aunque detesto estar metido en el ajo, me da risa todo el asunto.

-Pero no es…

-Ya sé que vas a decir –interrumpió a Hermione- que no es gracioso y la verdad es que si lo es, ha sido un hijo de puta desde que entramos al colegio, me ha molestado desde el primer día que pise Hogwarts y ¿aun así quieres que me compadezca de él?

-Y no solo a ti –dijo Ron- ¿Qué hay de llamarnos comadreja y sangre sucia?

-Bueno si… si lo vemos así, pues…

-Lo que pasa es que tienes corazón de pollo.

 

__________________________

 

 

            La primera clase del lunes con la profesora McGonagall nunca se le hizo tan eterna como en aquella ocasión a Draco; ni siquiera el día en que se presentó por primera vez con sus orejas de gato sintió tanto la presión de las miradas a hurtadillas y cuchicheos de sus compañeros aunque obviamente no alcanzaba a escuchar nada, pero no era necesario pues sabía muy bien cuál era el chisme del día, pues no solo lo veían a él sino también a Potter, quien al parecer toleraba mejor las murmuraciones.

            -Pues claro –pensó ceñudo- quien lleva la peor parte soy yo.

            A medio día Harry y Ron tomaban un receso de clases sentados en la fuente mientras comían unas golosinas en tanto Hermione buscaba unos libros en la biblioteca.

            -¿Y si fuera cierto Harry?

            -¿Qué cosa? –pregunto mirando como destapar un paquetito de galletas de chocolate.

            -Lo del hurón-gato, el que tú te lo tiraras… ¿lo harías?

            -¡¿Qué?! ¡Claro que no! –exclamó escandalizado mientras Ron comenzaba a reír.

 

______________________

 

            Al día siguiente Draco recibió con pesar una carta traída por una lechuza que reconocía de Malfoy Manor, pero ni siquiera la abrió, la guardó en su bolsillo y siguió desayunando; a medio día, sentado solo en una banca de un pasillo la leyó confirmando que se trataba de su madre.

            “Draco espero que ya hayas puesto manos a la obra en ese asunto, yo sigo de viaje pero regresaré la semana entrante, te ama mamá, besos”

            -¿Manos a la obra? –Pensó quemando la carta con su varita- ¡Pero no tengo idea de quien pudo hacerme esto!

             La presión de su madre y recordar la carta misteriosa que recibió diciéndole del antídoto hizo que se le hiciera un nudo en el estómago.

            -Nunca haría eso con Potter –pensó sintiendo la cara caliente.

            Así que estaba decidido a pasar del asunto, pero curiosamente cada que veía a Harry, oír su voz, incluso verlo a lo lejos hacía que sus mejillas se sonrojaran y sintiera como mariposas revoloteando en su estómago.

            -Maldito Potter… -pensó enojado saliendo del comedor acompañado de Blaise, curiosamente preguntándose el porqué el Griffindor no había ido a cenar, pero como si fuera producto de una invocación Harry llegó corriendo tropezando de frente con él.

            -¡Oh perdón, lo sien…!

            -¡Fíjate por donde caminas, marica degenerado! –estalló el rubio al ver con quien había chocado.

            -Cállate Malfoy, no tienes por qué ser tan grosero –exclamó Hermione.

            -Tú cállate sangre…

            -¡Ni te atrevas Malfoy! –exclamó Harry tomándolo de las solapas.

            Nunca antes había visto a Harry tan de cerca, pero tener su cara a un palmo de distancia hizo que su nariz percibiera el fresco aroma de su loción y que mirara directamente esos ojos verdes tan intensos y expresivos… solo atinó a tragar saliva y a quedarse mudo.

            -La próxima vez que me insultes o insultes a alguno de mis amigos no respondo de mí ¿entiendes? –dijo Harry aventándolo.

            Draco no esperó más y al verse libre se alejó rápidamente de ahí seguido por Blaise, quien le alcanzó el paso casi corriendo para decirle:

            -¿Por qué le dijiste esas cosas? ¡Pensé que ya no pensabas igual!

            -Sigo pensando lo mismo –respondio caminando rápido, como queriendo escapar de aquella situación- un hombre con otro hombre es antinatural.

 

 

______________________

 

 

 

            Esa noche, a escondidas y después del toque de queda, Harry y Cédric platicaban en el baño de los prefectos después de una buena sesión de intenso sexo.

            -Caramba Harry, te has vuelto muy bueno –dijo Cédric metiéndose al agua espumosa.

            -¿Antes no lo era? –respondio sonriendo recostado todo sudoroso sobre una toalla a orilla del agua mientras se friccionaba lánguidamente el pene.

            -Claro que sí, pero tu deliciosa ingenuidad e inexperiencia han sido reemplazados por tu atrevimiento y confianza, te mueves tan rico que hasta me dan ganas de que tú me la metas a mí.

            -¿Te dejarías? –preguntó esperanzado recargándose en un codo para mirarlo.

            -Me dan ganas, pero no tantas, prefiero hacértelo yo a ti.

            Sabiendo que el tema era inútil, Harry se levantó y también se metió al agua quedando hombro con hombro.

            -Y hablando de meterla… -continuó Cédric- ¿Qué hay con ese tema de Malfoy?

            -¿Qué hay de qué? –respondio mientras soplaba unas burbujas de sus manos.

            -De ese chisme que anda corriendo, de que la solución a sus orejas de gato eres tú.

            -¡Ah eso!... pues nada, no creo que sea cierto.

            -¿Y si lo fuera?

            -Es imposible –respondio riendo.

            -¿Por qué?

            -Porque es un antídoto muy ridículo, nunca había escuchado algo así.

            -¿Pero y si lo fuera? –insistió Cédric sacando los brazos y recargándolos en la orilla del enorme jacuzzi.

            Harry volteó a verlo y se encontró con unos bonitos ojos azules mirándolo divertido.

            -¿Cómo qué? pues claro que no lo haría.

            -¿Por qué no?

            -¿Bromeas? –exclamó mirándolo incrédulo- ¡es Malfoy!

            -¿Y?

            -¿Hablas en serio Cédric? O el calor del agua ya se te subió a la cabeza.

            -¿Por qué? Malfoy realmente no es feo, de hecho es atractivo, el que sea una mierda de persona es distinto y no puedes negar que esas orejitas de gato hasta lo hacen ver lindo, habrá que ver que oculta bajo toda esa ropa.

            -Sí se tratara de ti ¿te lo cogerías?

            -Pues claro –respondio encogiéndose de hombros- sería una buena  oportunidad de ponerlo en su lugar y también es muy atractivo, no negaré que me gustaría poner sus tobillos sobre mis hombros, además me da curiosidad sobre cómo será en la cama.

            -¿A qué te refieres? –pregunto comenzando a enjabonarse.

            -Es déspota, altivo y engreído… ¿en el sexo será igual?

            -Buena pregunta.

            -O será como tú.

            -¿De qué hablas?

            -Eres gentil, confiable y sencillo Harry, pero en el sexo cada vez eres más dominante y eso está bien, eso me gusta, pero creo que solo porque yo no he dejado que seas activo ya me la hubieras metido hasta por las orejas.

            Harry comenzó a carcajearse pues realmente Cédric tenía razón.

            -Piénsalo Harry, si el chisme que circula por los pasillos es verdad, aprovecha para comerte a ese gatito.

 

 

__________________________

 

 

            Pero no solo ellos no dormían, había otro alumno que permanecía acostado en su cama con los ojos abiertos mirando al techo.

            -¿Por qué dije eso? –pensó Draco consternado.

            Se sentía terrible, pero lo más terrible  a su parecer era que no sabía por qué.

            -Ya antes lo he insultado y no pasaba nada, antes bien eso me hacía reír… ¿Por qué ahora me siento mal?

            Aunque “mal”  no era la palabra que describía con exactitud su sentir, más bien era culpa… culpa y algo más que aun no discernía; cerró los ojos y exhaló un profundo suspiro para calmar sus emociones.

            -No debí decir eso… -musitó cerrando los ojos- de por sí me detesta…

            Entonces cayó en cuenta de algo que le hizo hacer un gesto de contrariedad.

            -¿Y desde cuando me importa lo que el cuatro ojos piense de mi?... ni que el muy tarado me gusta…

            Como una pequeña catapulta se sentó pelando tremendos ojos al darse cuenta de lo que iba a decir.

            -¿¡Y porqué tendría que gustarme el muy bestia? –exclamó en voz alta.

            -Mmm… -gimió Crabbe removiéndose en su cama.

            Draco se tapó la boca y volvió a acostarse, pero sin quitarse las manos de la boca.

            -¿Por qué pensé eso? –pensó angustiado- lo detesto, lo odio, lo alucino, no tolero siquiera ver su cabello tan negro y rebelde… ni esos ojos verdes tan bonitos… oh mierda… -mascullóhaciéndose un ovillo al darse cuenta finalmente de algo- me gusta… el muy bastardo me gusta… ¿en qué momento pasó esto?... seguro es un filtro de amor, sí, eso debe ser.

            Sin embargo esa conclusión no lo tranquilizó en absoluto, por lo que después de darle mil vueltas al asunto y de mucho trasnochar, finalmente se quedó dormido.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).