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Ayúdame A Olvidar por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Bueno terrones de azucar, aqui les traigo un nuevo fanfic. Con una tematica un poco fuerte, pero bastante comun en el mundo, veamos como va todo con Shura y Aioria ¿Lograran enfrentar la verdad?

Notas del capitulo:

Holi terrones de azucar, espero que les guste mucho este nuevo fic, por favor denle una oportunidad, lean, disfruten, comenten.

Nos vemos a bajo Feliz cumpleaños Alice, te lo mereces, por favor disfrutalo mucho. 

El amor para unos puede ser el sentimiento más cruel y despiadado que puede llegar a tener, pues lo más lamentable de este, es cuando no es correspondido.

Tener que aguantar verlo feliz con otra persona, que jamás serás tú quien ocupe ese lugar.

Tragarte tu propio orgullo, solo para mostrar tu cara seria, aun después de todo lo que has hecho para ser correspondido.

Porque para ese punto, se lo has dicho, se lo demuestras, pero aun así te ha rechazado en cada ocasione y las esperanzas te las quiebra, no por ser malo, si no para que pares de insistir.

Uno explicándote que no puede corresponderte, pues su corazón pertenece a alguien muy importante desde que eran adolescentes y te lo deja en claro.

Aun así duele ese hecho.

Piensas ¿Qué le ve a ese maldito? Por su culpa, te tuve que asesinar… ¿Me culpas por eso?

En cambio por otro lado, te rechaza de manera más brusca y grosera, pues no tiene tanta paciencia para aguantar actitudes de alguien que se le ha dicho más de una vez, que está interesado en alguien mucho más tranquilo, amable y bello, de lo que jamás serás tú.

Te destruye, peor de lo que pensabas, pues al primero ser amigos, después enamorarte y confesárselo, pero no solo una vez, si no varias veces.

Te detienes a llorar cada día, cuestionándole es ¿Por qué no soy él? ¿Te importa desde cuándo? ¿Quién te ha robado el corazón?

El rechazo, por un amor no correspondido, puede atormentar a quienes lo padecen, algunos lo tratan de superar, otros aguantar, algunos pocos quieren insistir hasta llegar a las últimas consecuencias.

Esta ha sido la realidad para dos caballeros dorados, que han estado padeciendo este constante escenario desde que su Diosa se compadeció de ellos, y decidió darles una nueva oportunidad, aun en contra de las otras deidades, pues ella tenía la capacidad de decidir sobre aquellos que juraron lealtad a ella.

Fue algo bastante bueno para todos, una nueva vida, cumplir lo que deseaban, tal vez las amenazas de nuevos enemigos no estarían de lado, porque cada tanto tiempo había que defender el santuario, pero todos estaban dispuestos a enfrentar lo que sea, por ganarse el derecho a la vida.

Mas fuera de las luchas, entrenamientos, momentos en los que son caballeros dorados, existen tiempos en donde pueden estar tranquilos, ser unos jóvenes adultos normales, sonriendo, llorando, riendo, enamorándose, de todo se podría decir.

Lamentablemente para Leo y Capricornio el amor no se ha podido lograr.

Shura, ha estado enamorado de Aioros, desde su infancia, mirándolo primero con ojos de admiración, pero poco a poco aquello fue subiendo de tono, hasta que se dio cuenta que lo amaba, pensaba que podría ser correspondido, mas nunca tuvo aquella oportunidad de hablar.

Con Saga en el lugar de patriarca y aquella maldita orden en donde debía acabar con la vida de quien más anhelaba.

Cumplir aun en contra de su corazón, y después se lamentó toda la vida, hasta que pudiera verlo de nuevo y disculparse.

Sin embargó, cuando pensaba que tal vez podría darse una oportunidad de que él se confesara y su dulce amor que se lo quería entregar a este hombre.

Pero Sagitario le dejo en claro, que eso no podría ser, pues en secreto había estado llevando una relación con el caballero de Géminis.

Shura no se lo podía creer, ¿Cómo se podría enamorar de alguien que lo quiso muerto?

Sentía que era una mala broma de los Dioses, castigarlo de esa forma por los pecados cometidos, pero no creía que fuera merecedor de todo este daño.

Su corazón poco a poco se fue llenando de cierto rencor y desprecio hacia los demás, de por sí ya era un sr hermético, ahora prefería estar a todo tiempo solo.

Entrenando en soledad, su mente tratando de ocuparse en mejorar sus habilidades, volviéndose incluso con sus dos mejores amigos un malhumorado. Odiando ver aquella muestra de afecto que Piscis y Cáncer se podrían dar en su presencia.

Pero lo que más odiaba y detestaba, era tener que pasar por el tercer templo al volver de cualquier cosa, pues siempre escuchaba como Géminis y Sagitario hablaban, dedicándose palabras de amor, juramentos eternos.

Más todo acabo con su cordura, cuando al volver esta vez, logro escuchar unos gemidos muy fuertes resonando de aquella habitación.

Sus ojos bien abiertos, sin dar crédito a lo que escuchaba.

Sabía que tanto Saga y Aioros ninguno era un doncel, como se denominaban en este mundo a los hombres que pudieran concebir, pero… Podría notar por esos ruidos y las palabras obscenas que se dedicaban quien era el penetrado.

Nunca creyó que Aioros se dejara poseer por el peli azul. Algo dentro de él se quebró, destruyéndolo más de lo que estaba y saliendo de inmediato.

Maldiciéndolos internamente. ¿Cómo se atrevían a amarse? ¿Cómo podían hacerlo mientras otros sufrían?

Podría ser que sus lágrimas quieran salir, pero no las dejaría, su orgullo estaba de por medio.

Quería hacerlos pagar, deseaba hacer sufrir a Aioros de la misma forma en que lo atormentaba.

Más ninguna idea se le venía a la mente.

-Te hare el mismo daño que me estás haciendo…- Sus ojos color oliva, mostraban una gran furia, una que estaba por mucho tiempo acumulándose.

Paso por competo Cáncer, sin notar la presencia de alguien, pero muy poco le importaba.

Al llegar a el quinto templo, lo atravesó como si nada, pero algo llamo su atención de aquel desprecio que estaba sintiendo.

Escuchaba como alguien lloraba, parecían unos horribles berridos a su parecer.

Estaba fastidiado sin duda, pero esto le inquietaba, pues ese llanto le recordaba al que lograba tener en las noches, por su amor no correspondido, mas este era lastimero.

Encontró con su mirada al intérprete de esa sinfonía de miseria y dolor.

-¿Qué es lo que te pasa Aioria?- Realmente no estaba interesado en cómo se encontraba, pero le daba cierta curiosidad el motivo.

Bastante contradictorio, por cómo iba y esto lo freno, pero cuando sabes lo que es un corazón roto, puedes ser empático con quien lo padece hasta cierto punto.

Levantó su cabeza un poco, pues estaba en el suelo sentando, con las rodillas dobladas y en ese espacio hundiendo su cara, para que las lágrimas cayeran al suelo y no resbalaran por sus mejillas.

Se veía sin duda deplorable y miserable, los ojos rojos por las lágrimas, sus mejillas rojas por el esfuerzo de contenerse, apretaba sus dientes.

-Shura… Por favor… Vete…- No estaba con ganas de hablar, ni quería dar explicaciones.

Estaba de un pésimo humor, pero podría aprovechar para desquitarse con quien que no tuviera la culpa de su desgracia –¿Shaka volvió a rechazar tu estúpido afecto?- Sus brazos cruzados y sus ojos afilados, mirándolo directo.

Se limpiaba las lágrimas con el dorso de su mano, frunció el ceño, el más joven tenía su carácter y no permitiría que nadie le ofendiera -¡¡¡¿TU QUE VAS A SABER DE AMOR?!!! ¡¡¡DÉJAME SOLO!!!- No tenía el conocimiento de que este hombre amara a su hermano mayor.

La pregunta, le ardió demasiado, pues el sufrió del mismo mal -¡¡¡TÚ ERES UN MOCOSO AUN, YO SÉ MÁS DE LO QUE PIENSAS!!!-

-¡¡¡AUN ASÍ, NO CREO QUE SEPAS LO QUE ES TENER EL CORAZÓN ROTO!!! ¡¡¡QUE LA PERSONA QUE MÁS AME, NO TE CORRESPONDA!!! ¡¡¡QUE NO TE VOLTEA A VER!!! ¡¡¡QUE SU CORAZÓN PERTENECE A OTRA PERSONA!!!- Aun gritando, las lágrimas escapaban de sus ojos verdes que han perdido el brillo de siempre.

-¡¡¡¿CREES QUE NO SE?!!! ¡¡¡SE CÓMO SE SIENTE!!! ¡¡¡EL DESEO DE QUERER DESTROZAR A QUIEN TE HA ROBADO EL AMOR DE LA PERSONA QUE QUIERES!!! ¡¡¡QUERER HACERLO PAGAR DE ALGUNA FORMA!!!- Su frustración estaba saliendo en esas frases que fritaba a todo pulmón contra el castaño.

-Yo… No quiero hacerle daño a nadie…- Bajo la mirada, su corazón era noble, no podía pensar en lastimar a quien amaba, tampoco a la persona que por mucho dolor causara, si algo pasara ese rubio estaría triste y era lo menos que quería.

Miro por instante como estaba Aioria, aquella postura, su forma de hablar y comportarse, a veces le hacía recordar al de cinta roja, solo que más joven y el cabello un poco claro, pero eran similares, después de todo son hermanos.

Pensó en que con el León dorado podría llevar cambo su venganza.

Su mente que estaba demasiado contaminada para este momento, creyó que sería fácil hacer lo que quisiera, después de todo, aunque cada caballero dorado tenía sus fortalezas y eran comparables en fuerza, por eso las batallas de mil días se podían dar, aun así tenía un poco más de experiencia en ciertas áreas.

Veía su oportunidad y la tomaría.

Una sonrisa algo perversa se pudo reflejar en su rostro afilado y bien definido, mirando con aquellos jades al León, que aún estaba tratando de retener las lágrimas, no podía darse cuenta de lo que venía contra él.

La venganza de un corazón demasiado dañado.

-Aiora…- Lamo con un tono demasiado sensual, dominándote, algo irresistible.

El menor levanto su rostro, topándose con el contrario, demasiado cerca.

Incluso trato de echarse para atrás, pues esa cercanía le estaba incomodando, pero la pared fue con lo que choco, cortándole la posibilidad de alejarse.

-¿Shu… Shura?- No reconocía al décimo guardián, esa mirada, jamás la había notado, esa sonrisa tampoco, reconocía que siempre era un hombre serio, así que esto le tomo de raro.

-¿Por qué no olvidamos por un momento, a quienes nos dañan?- Esa pregunta, era una propuesta de algo indecoroso que deseaba hacer.

Tal vez sea todo lo que escucho en el tercer templo, como era que Saga hacia gemir a Aioros como una perra, que imaginaba como lo disfrutaban ambos y eso no lo permitiría.

Si lograba hacerle lo mismo al hermano, se sentiría satisfecho.

No se puede reconocer esa actitud en ese peliverde, no era propio de él, mas todos cambian para bien o para mal al tener el corazón destruido y tener que aguantar en silencio todo.

-¿Cómo… Que olvidarlos?- Estaba algo atemorizado, por Capricornio.

No debería, ambos eran iguales de rango, pero algo en la expresión del contrario le decía que estaba en un mal lugar, que debía escapar.

-Aioria… ¿No estás cansado que Shaka, siempre te desprecié? ¿Qué esté pensando en otro mejor? O ¿Qué con esa persona cumpla sus más bajos deseos?- Sabia donde tocar, para conversar al castaño -Imaginó que te gustaría estar en su lugar y estar con el todo momento-

Sus mejillas estaban ardiendo, no era un joven inocente, pues era verdad lo que estaba diciendo el otro, si quería estar con el caballero de Virgo, pero sería imposible.

Así que no contesto, pues las respuestas eran demasiado dolorosas.

-Yo puedo hacerte sentir bien y tú a mi… ¿Quieres intentarlo?- Levanto su barbilla, para que lo viera directo a los ojos, una actitud de seducción.

-¿Qué… Tengo que hacer…?- Estaba cayendo, en verdad estaba sufriendo por el rechazo constante, pensó que podría aliviar su malestar con la ayuda de Capricornio.

Volvió a hablarle con ese tono sensual, pero esta vez, se acercó más, para susurrarle algunas cosas al oído y darle una ligera mordida en este.

-¿Vamos a tu habitación…? Te mostrare como olvidarlos- Con esta propuesta, si la aceptaba el Griego, sería un plan perfecto, si la rechazaba, encontraría la forma de hacerlo.

Pensaba que podría ser una mala idea, no era ningún niño, para no comprender lo que se vendría después si accedía a esa propuesta, pero sentía en verdad deseos de olvidar a ese rubio que no aceptaba que lo amaba, que no le daba esa oportunidad.

Sintió también algo de compasión por Shura, sufría como él. También necesitaba olvidar a quien lo hacía llorar.

Ambos podrían ayudarse mutuamente, no existían sentimientos entre los dos. No necesitarían después disculparse o iniciaran una relación.

Solo sería sexo, solo eso… Lo necesitaba, quería…

-Vamos…- Sus mejillas estarían ruborizadas, sus ojos antes llorosos se habían calmado, pero esa mirada, tenía aquella curiosidad de experimentar estar con alguien que no ama.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azucar? Se peguntaran ¿Que hace mamá terrón de azúcar, publicando en sábado? Verán hoy cumple años un terroncito de azúcar, así que... Pues es un nuevo fic, en honor a su cumpleaños, por lo tanto recuerden la tradición significa que ella es la matriarca por el día de hoy.

Debemos hacerle caso, jajajajja veremos que nos pide, jajajja espero que no sea nada loco.

Vamos a cantar la canción del cumpleaños de la familia terrón de azúcar y una y dos y tres. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades AliceSIWF, tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades AliceSIWF, tu cumpleaños si que si. 

Espero que te guste tu regalo y lo disfrutes mucho, igual quiero que mis terroncitos les guste mucho. Debo aclarar que esta idea surgió por que la cumpleañera y yo estábamos platicando un día y se nos ocurrió tanta tontería con relación de esta pareja y tantas cosas locochonas y dije, mmm vamos hacer realidad esa locura de las quimeritas jajajajajaja XD 

Bueno, bueno, no les haré el cuento largo, prefiero mas ir directo al grano. 

Los quiero mis terrones de azúcar, disfruten mucho este nuevo fic, ya saben que los actualizare cada que pueda, así que no prometo cuando. 

Cuídense mucho, disfruten su vida y nos vemos el lunes. 

Ammu se va. 


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