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La familia Test era muy conocida para los servicios de emergencias de la ciudad, no es que siempre relacionaran las catástrofes o eventos extraños que ocurrieran en Porkbelly con la familia, aunque algunos creyeran que si tenían alguna conexión.
Principalmente eran conocidos por los eventos o accidentes que podían pasar en su casa o en el vecindario, mayormente respondiendo llamadas de los vecinos o de los propios padres de la familia Test para ayudar a un desastre que algún experimento de las gemelas genio hayan realizado o alguna travesura del hermano menor de estas.
Incendios, daño a la propiedad, escándalos o riñas, entre tantas cosas eran llamados los servicios de emergencia, tanto así que ya había números y códigos cuando se hacía referencia cuando era un caso “Test”.
Por ejemplo un “Test” Código 1-008, para los bomberos, es un incendio con químicos de dudosa procedencia; un Código doble rojo 046, para los policías, la casa de los Test está causando algún alboroto en el vecindario, literalmente la propia casa podría estar caminando con piernas mecánicas o lanzando rayos laser por la chimenea, posibles experimentos de las gemelas Test.
Podía ser algo irritante, pero también motivo a mejorarse a sí mismos los miembros de cada fuerza del orden y servicio ganando reconocimientos de todo el estado y país, además las gemelas de vez en cuando donaban parte de su invenciones como un acuerdo de la familia para agradecerles por arreglar sus desastres, los bomberos tenían mejores trajes protectores contra incendios y mejores extinguidores, los policías tenían mejores chalecos antibalas y armas aturdidoras, incluso las paramédicos y hospitales salieron beneficiados del acuerdo con prototipos de última tecnología de equipamiento médico.
Porkbelly podía ser conocida como una de la ciudad con uno de los índices más altos de sucesos extraños y a la vez también conocida por los equipos de emergencia mejor equipados y preparados.
Así que cuando el operador del 911 le llego una llamada de la residencia Test, el equipo de paramédicos se preparó lo mejor que pudo por cualquier eventualidad, con los Test siempre podías esperar lo inesperado.
Al llegar la ambulancia el chofer y paramédicos miraron la pequeña casa expectantes por unos segundos antes de ponerse en marcha, las luces del segundo piso se encontraban encendidas lo que indicaba que uno o más de los ocupantes de la casa estaban despiertos por lo que al tocar la puerta la respuesta fue casi inmediata, fue Lila Test, la madre de familia quien abrió la puerta atendiendo al par de paramédicos enfrente de su casa.
-Buenas noches señora Test, recibimos una llamada de emergencia, dijeron que se trataba de su hijo menor- dijo el mayor de los paramédicos.
-Sí, pasen, está en su cuarto. Nos levantó Dukey y lo encontramos en su cuarto retorciéndose de dolor, no sabemos qué pasa, por favor ayúdenlo-
El par de médicos repasaron todas las posibilidades que presentaría como síntoma un dolor tan fuerte como para retorcerse de dolor.
-¿Hay un lugar en específico que le duela?-
Debía ser más específica para reducir las opciones.
-Estomago, dijo el estómago-
-Posible apendicitis entonces- dijo el más joven de los dos siguiendo a la señora Test por las escaleras.
-No, las niñas lo descartaron-
-Con todo respeto señora, un par de jóvenes no tienen estudios médicos como nosotros- dijo el más joven del par de paramédicos, segundos después recibió un leve empujón de su superior.
-Discúlpelo, es nuevo, aún no sabe de las gemelas genio. Viene de otra ciudad también-
-Sí, con razón su rostro no era tan familiar señor Hernández- Lila no le dio importancia, ahora lo único que importaba era su niño.
No es como si esperara que todo el mundo en la ciudad conociera a su familia, pero como ya se dijo antes, al menos los servicios de emergencia los conocían bien y a su vez la familia Test conocía a la mayoría de ellos.
Hernández era un paramédico ya bien conocido para los Test, había atendido varias de las heridas de los niños a lo largo de los años cuando alguna emergencia se presentaba, ejemplos estaban el primer brazo roto de Johnny la primera vez que uso una patineta, la primera quemadura de químicos cuando las pequeñas gemelas Test de tres años querían experimentar con los productos de limpieza de su padre y aun los padres no habían descubierto que las niñas eran unas súper genios, astillas de metal con su primer prototipo de robot, o incluso la memorable ocasión que ellas mismas lo llamaron cuando entraron en la universidad de genios porque el experimento de uno de sus compañeros se había comido la mano de uno de sus profesores.
Llegaron a la habitación donde el resto de la familia estaba reunidos, incluido el perro que se encontraba lloriqueando al lado de la cama del más joven de los Test.
-Ya llegaron los paramédicos cariño, todo va estar bien- dijo Lila acercándose a la cama donde Johnny tenia las mejillas rojas de fiebre y agarraba su estómago con una mueca de dolor.
-Hola Johnny, te checaremos y llevaremos al hospital si es necesario- Hernandez se acercó a la cama a ver al chico que normalmente se metía en accidentes pero conservaba esa actitud temeraria, ahora postrado en cama se veía mucho más pequeño y frágil.
-Hey Her, no me siento bien- dijo Johnny como saludo reconociendo al paramédico, sabía que fuera un “chico revoltoso” para algunos podía ser un dolor de cabeza para muchos y no dejaba muy buena imagen cuando las únicas veces que veía a los servicios de emergencia era por emergencias que él o su familia habían provocado, pero había personas como Hernández que con el tiempo le habían adquirido cariño y viceversa.
-Aquí tenemos algunos de los análisis que logramos tomar antes de que llegaran- dijo Mary mostrándole la pantalla de su escáner experimental, mostraba temperatura, presión, una radiografía incluso del torax de su hermano menor.
-¿Eso es un juguete?- pregunto el segundo paramédico, la cosa se parecía mucho al propio equipo médico del hospital y de las ambulancias de la ciudad.
-Sullivan, gemelas Test, Susan y Mary, las creadoras de mucho del equipo médico que no supiste identificar- explico rápidamente Hernández mientras analizaba los datos.
No veía alguna inflamación en los órganos o huesos rotos, pero el nivel de la presión y la temperatura era muy preocupante.
Si seguía aumentando la temperatura sin control o la presión seguía subiendo sería muy grave.
-Johnny, voy a palpar un poco tu estómago. No dudo de la tecnología de tus hermanas pero hay algunas cosas que solo se saben con la experiencia, así que por favor abre tus brazos-
-Ok-
Mientras Hernández inspeccionaba al paciente Sullivan se había quedado impactado, cuando en el hospital dijeron que el equipo más avanzado que tenían era de los genios científicos Test no se imaginó que serían un par de niñas, sí que Porkbelly tenía sus sorpresas a pesar de ser una ciudad pequeña.
-Auch- se quejó Johnny cuando Hernández presiono en la parte baja de su estómago.
-Bajo vientre, podrían ser los intestinos. ¿Comiste algo que sintieras que te haya caído mal?-
-El pastel de carne de papá-
-¡Que mis pasteles no son tan malos! Pero… eso pudo causarle esto-
-No creo que sea una reacción alérgica a algún condimento, pero pudo causar irritación, es solo una posibilidad. Lo preocupante es la temperatura, lo llevaremos al hospital para un análisis más profundo-
-Los acompañare yo en la ambulancia- dijo Lila yendo rápido a su cuarto por unos zapatos y una chaqueta.
-Bueno Johnny, ya sabes la rutina, a la camilla y un viaje rápido por ambulancia- medio bromeo Hernández haciendo señales a Sullivan para que fuera por dicha camilla.
-Podemos ver si podemos romper el record de tiempo de ida al hospital- devolvió la broma Johnny, se sentía mal pero que no se diga que había perdido su ingenio.
Los siguientes minutos fueron tan rápidos y lentos a la vez, la familia Test se preparó al mismo tiempo que Lila y Johnny subían junto a los paramédicos en la ambulancia, Hugh junto con las niñas y Dukey los seguirían en el carro de este.
Llegando al hospital Johnny fue ingresado inmediatamente a emergencias donde uno de los doctores de turno se puso a atenderlo mientras los paramédicos regresaban a la ambulancia no antes de que Hernández tratara de consolar a Lila y Johnny un poco esperando lo mejor.
Las gemelas y su padre no tardaron mucho en llegar poco después, quienes tuvieron que esperar en la sala de espera para que los médicos hicieran su trabajo.
¿Saben que tan lento pasa el tiempo cuando estas preocupado? Ahora imagínenlo cuando te preocupas por alguien cercano y querido, es como si los segundos pasaran como brea, lento y más lento.
Dukey no pudo pasar, políticas de hospitales, aun así no pudo evitar tratar o conseguir un disfraz para estar cerca de su mejor amigo, y mientras Dukey planeaba entrar los doctores trataban de averiguar qué es lo que pasaba con el menor de los Test.
Contrario a lo que las series de televisión o novelas lo hacen parecer, llegar a un diagnostico o respuesta de la causa de la enfermedad o afección sufrida no es cosa instantánea, aun con los avances médicos y tecnología es tardado.
Y las respuestas halladas, bueno, a veces incluso sorprenden al doctor más experimentado.
Lo primero que trataron de arreglar los doctores fue la temperatura y la presión, lo de la presión no fue tan difícil pero la temperatura fue algo difícil por lo que llegaron a usar compresas de gel frías.
Análisis de sangre, ecografía, algunos rayos x y otros exámenes fueron realizados esa madrugada mientras Johnny soportaba un dolor que no podía describir.
No es culpa de los doctores haber tardado tanto, ya que como suele pasar con los Test, este caso tendría algo que nadie se esperaba.
-Sandy, ¿se equivocaron con los análisis?- el doctor McGregor, quien atendía a Johnny, detuvo a la enfermera que le había entregado los resultados de sangre de su paciente.
-No doctor, es del paciente Johnny Test-
-Pero esto…- el doctor miro de nuevo los análisis que en general no tenían nada inusual de un joven adolecente sano, sin embarco había algo sobre saliente en los porcentajes de hormonas.
Con los Test siempre tienes que esperar lo inesperado.
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