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Mira al techo sin mirarlo realmente, su mente está lejos en un remolino de recuerdos recientes, quizás lo último que lo rompió fue cuando la doctora trajo una máquina de ultrasonido e hiso que toda su familia viera una ecografía de sus entrañas y señalaba sin ninguna duda una pequeña parte dentro de el que no podía hallarle forma, diciendo que esos manchones en la pantalla eran su útero.
Pequeño y entrando en funcionamiento después de que se presentara como omega, como era un chico ese pequeño órgano reproductor contenía ciertas diferencias, principalmente que no estaba conectado a una vagina si no un conducto en su recto, su trasero en otras palabras, hubo más lenguaje científico pero en resumidas cuentas esa era la prueba irrefutable de que era un omega masculino.
También la principal razón de sus dolores estomacales de aquella noche, la magia de la naturaleza venía con dolor, mucho dolor al parecer. Incluso tenía un jodido nombre esa clase de dolor, cólicos.
-Johnny, ¿estas despierto?-
-Si…-
Dukey había logrado meterse a la habitación del hospital una vez que los doctores y enfermeras se fueran con sus padres, las gemelas se quedaron y estaban en un par de sillas dentro la sala haciendo sus propias investigaciones sobre omegas y omegas masculinos con un par de celulares y una tablet modificada por ellas mismas, con el tipo de tecnología suficientemente potente como para entrar a bases de datos del pentágono si era necesario.
Seguramente al finalizar el día serian unas expertas sobre el tema, quizás más que los propios doctores del hospital.
-¿Cómo te sientes?-
-Aun pienso que esto puede ser un mal sueño por intoxicación de pastel de carne-
-Vamos amigo, no es tan malo, en realidad no es algo malo, bueno, los cólicos si lo son pero ser un omega no. Chicas necesito ayuda- suplico el perro dándose cuenta que su lengua se estaba enredando.
-Dukey tiene razón Johnny, los cólicos son lo peor-
-¡Susan!- regaño su gemela y el can de la familia.
-Pensé que era uno de esos momentos que algo de humor ayudaría, aunque los cólicos si son horribles, al menos hay medicina para eso. Y Johnny esto no es el fin del mundo, de hecho te vuelves en un sujeto de estudio muy interesante-
-¡Susan!, mira Johnny, ser un omega o no realmente no es malo, debe ser un shock para ti saber que eres uno en estos momentos pero eso solo te hace más único como lo son tus cabellos de flama o tu capacidad de llenar tus mejillas con un tazón de nachos con salsa-
-Un truco genial para las fiestas amigo- animo Dukey.
-Algunos psicólogos llaman a la negación o infelicidad de saber tu segundo género como la “infelicidad del despertar”, como niños que desean ser alfas y terminan siendo beta. La manera más rápida de superar este trauma es comenzar a aceptar que hay cosas que no están bajo nuestro control- dijo Susan leyendo lo que parecía ser un artículo científico de su celular.
-Realmente no hay nada… ¿qué se pueda hacer?- Johnny sabía que su familia lo estaba tratando de animarlo, aun así quería saber si se podían cambiar las cosas.
-Johnny, aun si fueras alfa o beta, sigues siendo tú, omega masculino solo tiene algunas cosas desconocidas, pero estamos aquí para ayudar-
-Si Johnny, ¿recuerdas como papá intento explicar los cambios de la pubertad?-
-Cómo olvidarlo, se trababa cada dos oraciones y de alguna forma dijo que nos saldrían plumas cuando quiso decir cabello en partes donde antes no había-
-Y fue en ese momento que nosotras tomamos la explicación, solo debemos investigar un poco más y dentro de poco sabrás todo lo que necesitas saber de los omegas y omegas masculinos para que sea más sencillo-
-Gracias, en serio-
Después de eso, y porque realmente no descansaron anoche los niños Test se quedaron dormidos en alguna hora de la mañana, Dukey durmiendo debajo de la cama de hospital y las hermanas compartiendo cama con su hermanito, era algo apretado e incómodo pero estaban tan agotados tanto física como mentalmente como para quejarse. Johnny descanso más tranquilo, en parte porque ya no tenía dolor de estómago y porque realmente sus hermanas ayudaron a animarlo.
Los señores Test al verlos no tuvieron corazón para despertarlos por lo que decidieron llamar a las escuelas de sus chicos así como al trabajo de la sra. Test diciendo que faltarían ese día debido a una emergencia de salud, lo cual no era mentira.
Ambos padres miraron los folletos que le facilitaron los doctores sobre los omega, omegas femeninos específicamente porque no había folletos de omegas masculinos debido a los escasos que eran, pero la doctora aseguro que podría servir de guía de momento para saber que esperar más adelante en la adolescencia de su hijo mientras le facilitaban los documentos de omegas masculinos.
Ninguno de ellos se hubiera imaginado que alguno de sus hijos fuera un omega sinceramente por lo que jamás se preocuparon en investigar cómo era tener un hijo con ese género, solo sabían lo que era de conocimiento general como lo poco que les quedo grabado en la escuela hacía décadas sobre ese tema.
De cierta forma esto era tan nuevo para los padres como para el mismo Johnny.
Pasaron las horas y no podían quedarse todo el día en el hospital, y menos en camisón, Johnny estaba estable, casado, sintiéndose una mierda y caótico en su mente, pero lo suficientemente sano como para decir que no era necesario pasar un día en el hospital, por lo que la familia después de firmar su salida se fueron a su casa no antes de pasar por un puesto de comida rápida, Hugh se quejó un poco por el gasto innecesario, pero Lila afirmo que se todos necesitaban algo de comida chatarra en sus estómagos el día de hoy.
Cuando llegaron a casa vieron que algunos vecinos se les quedaban mirando, seguramente alguien, o más bien cierta vecina chismosa, había divulgado alguna historia sobre ellos, pero en estos momentos no les importaba, solo estar dentro de casa y descansar dentro su hogar y no en la habitación estéril de un hospital con el estómago vacío.
*+*+*
Las horas pasan, el día se vuelve noche nuevamente, y otro día llega.
-No quiero ir a la escuela- se quejó Johnny contra su almohada.
-Vamos Johnny, sé que nunca es agradable ir a la escuela, pero es una de esas cosa que no se pueden evitar. Ya sabes cómo responsabilidad como niño humano-
-Ugh…-
-¿Es por lo de ayer?-
-Si… un poco, no quiero que nadie sepa lo que me está pasando-
-Ya hablamos de esto Johnny, no es malo. Y bueno, si no quieres que sepan pues simplemente no se los digas a tus compañeros, no serás el primero que no diga en que se presentó por no estar conforme con el resultado-
-Es verdad, no es como si fuera obligatorio decirle a las personas que soy un omega ahora- dijo más animado el chico cabeza de llama, la escuela no existía una regla que dijera que tuviera que decir a sus compañeros o maestros que ya se había presentado como omega, al menos que el supiera, y aunque algunos chicos lo gritaban a los cuatro vientos otros se lo guardaban con mayor discreción.
Tampoco es como si la gente fuera lo primero que preguntara en pláticas, “¿Hey ya te presentaste? O ¿Qué eres, alfa, beta u omega?”, incluso pudiera considerarse grosero.
Más animado Johnny decidió hacerle caso a su mejor amigo y prepararse para un día más de escuela.
Sus ánimos justo se desplomaron a la hora del desayuno gracias a los intentos de apoyo de su familia.
-Ya investigamos un poco más anoche así que ten esto- Mary saco de su bolsillo de su bata una pequeña caja de cartón y se la paso a su hermano menor.
-¿Qué es eso?- pregunto Johnny viendo extrañado la cajita rosa, no parecía que fuera de dulces.
-Pastillas- respondió Susan como si fuera cosa obvia.
-¿Para qué o qué?-
-Bueno, principalmente para que no te pase de nuevo lo de anoche-
-Cólicos Johnny, ahora que tienes un órgano reproductor generalmente femenino funcionando en tu cuerpo, presentaras ciertos procesos naturales de ahora en adelante que pudieran ser una molestia. Estas pastillas te ayudaran a aliviar el dolor si presentas cólicos de nuevo, al menos de lo que hemos investigado estas libre de la mens…-
-Niñas, por favor, estamos comiendo- corto inmediatamente Hugh con expresión de pánico, esos temas de chicas no creía que eran para tomarlos mientras estaban comiendo.
-Cariño, no es cosa de otro mundo- le regaño un poco Lila a su marido, a veces podia ser tan infantil.
-Hay papá estas casado con mamá, tienes dos hijas, haces las compras normalmente y sabes perfectamente las cosas que necesita una mujer cuando esta menstruando- le recordó Mary, su padre podía comportase de manera tan ilógica por estos temas, tenía años de experiencia tratando de primera mano lo que pasa una mujer por tener útero, pero se comportaba como si fuera la primera vez que escuchaba este tipo de temas.
Johnny claramente sabia de estos temas, no es como si las féminas de su familia guardaran en secreto que ellas sangraban una vez al mes, ese tema ya había sido tocado en la escuela también, no le tomo mucha importancia antes, pero ahora era al parecer parte de ese grupo que debía preocuparse por lo que conlleva tener un útero dentro de su cuerpo.
De repente la cajita de pastillas se sentía más pesada y el color rosa más nauseabundo, aun así guardo las pastillas en su mochila, no quería volver a experimentar ese tipo de dolor de nuevo.
Al parecer no podía ignorar completamente que las cosas eran como antes de esa noche.
Tocaron algunos otros temas en el desayuno como que no debía tomar las pastillas a menos que solo fuera necesario, que seguirían investigando sobre omegas masculinos y que si se sentía mal podía ir a la enfermería. No se acabó su desayuno al final.
Tomo su patineta y tomo camino a la escuela, Dukey a su lado lo seguía con paso veloz.
-Hey Johnny- la voz de su vecino lo saco de su mente, al parecer no era el único que decidió ir en patineta a la escuela.
-Oh, hola Gil-
-¿Todo bien?-
-¿Eh?-
-Por lo de ayer, bueno, ya sabes que algunas noticias corren rápido por el vecindario-
-¡¿Qué noticias?!-
-Que una ambulancia se paró en tu casa anoche, ya sabes como la vieja Dora parece estar al pendiente de ese tipo de cosas pero siempre dice también muchas cosas que no son ciertos-
-Oh sí, eso. Es… fue, una emergencia médica… no muy grave. Como intoxicación por pastel de carne-
-Oh, eso debió ser muy molesto. Al menos ya estás bien y eso es bueno-
-Si-
-Y… Johnny no hagas caso a los rumores de la vieja Dora, ella siempre exagera en todo-
-Ni que lo digas, una vez dijo que mis hermanas eran brujas- dijo en medio broma el menor, aunque si había llegado a acusar de brujería esa vieja anciana, fue cuando eran más pequeñas y algunos de sus primeros experimentos se salieron de control en el vecindario.
Siguieron platicando un poco más antes de llegar a la escuela y cada quien ir por su lado, hablar con Gil lo había relajado nuevamente, cosas habían cambiado en él pero no saltaban tan a la vista, podía sobrevivir a un día más de escuela.
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