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Ojos Cerrados por lizergchan

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Disclaimer: Los personajes de Marvel no me pertenecen, sino a Marver Estudios, Disney y a Stan Lee. Este fic lo hice sólo y únicamente como diversión. Créditos a los autores de las imágenes de portada en turno.

Personajes: Tony Stark/Steve Roger (pasado), Tony Stark/Stephen Strange, Bucky/Steve Rogers.

Aclaraciones y advertencia: Romance, angustia, omegaverse, mpreg, violación a menores, y lo que se me vaya ocurriendo, kesesesese.

 

Resumen: Morgan testigo de un hecho atroz. Le cuenta a Stephen lo que vio, y esto desata una pesadilla que podría destruir la tranquilidad y la sanidad mental, de más de un miembro de la familia Stark-Strange.

Beta Reader:

 

—d

 

 OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

 

 

 

 

Ojos Cerrados

 

 

Capítulo 4.- Verdad dolorosa

 

 

[…Hay manos sobre él.

Tocan, pellizcan, abofetean.

Todo lo que Peter siente son las manos de Bucky, vagando, agarrando, apretando y rozando la piel hasta lastimarla.

Intenta alejarse. Lucha y trata de gritar pidiendo ayuda, pero Barnes saca un cuchillo y lo oprime contra su garganta.

Lo amenaza.

 

Si no te quedas quieto, iré por Morgan y luego mataré a Stephen y a Tony después de eso, Peter ya no tiene energía para pelear. Tiene que proteger a su familia, hará cualquier cosa para hacerlo.

Muy pronto hay labios, lengua y dientes; lamen y muerden su piel hasta que se pone roja, inflamada y duele. No hay consuelo, solo agonía. Bucky jadea en su oído; le dice que es mejor que Steve y Peter solo quiere gritar, suplicar que se detenga, pero ha perdido su voz.

 

No es la primera vez que James le hace esto, aun así, está tan malditamente aterrorizado que su cuerpo se ha paralizado.

Su ropa desaparece, dejando expuesta su piel desnuda. Las manos de Bucky agarran sus caderas, dejando huellas que tardaran días en desaparecer, y Peter sabe lo que va a pasar, sabe que va a doler más de lo que ya lo hace.

Bucky lo obliga a tomarlo con la boca.

 

La sensación es horrible, viscosa; asquerosa, quiere vomitar.

 

Lo penetra. Quiere gritar, pero Bucky le ha puesto su ropa interior en la boca

 

Cierra los ojos con fuerza para evitar llorar. No quiere ver la excitación en el rostro de Banner, pero no puede hacer nada para no escuchar sus jadeos y palabras lascivas y humillantes.

 

“…Eres toda una perrita lujuriosa”.

 

“…Mira cómo me aprietas”

 

“…Te gusta, te encanta que te jodan”].

 

 

Un golpe en su puerta lo saca de sus temibles recuerdos. Peter niega con la cabeza y cierra los ojos; intenta que las imágenes lo abandonen; no funciona, el recuerdo permanece, no puede olvidar, nunca podrá hacerlo, y su mente divaga con flashbacks de lo que le ha estado sucediendo todos los malditos días.

 

Peter está tratando de hacer algunos de sus deberes, no es que pueda hacer mucho cuando su mente sigue reviviendo episodio tras episodio de su infierno personal. Supone que quien llama deber ser su papá o Stephen, escuchó a los dos autos detenerse, así que sabe que ambos están de regreso ahora.

 

No está de humor para hablar con nadie, demasiado preocupado por tratar de enderezar su infernal vida, pero ya ha alejado a su padre y a Stephen lo suficiente. Ya no quiere hacerlo.

 

—Adelante —dijo después de un par de minutos de silencio; no aparta la vista del trabajo que intenta hacer desde hace más de una hora. Está seguro que solo quieren avisarle que la cena está lista, dirá que no tiene hambre y, después de intentar que baje a comer, en vano, se darán por vencidos y se irán.

 

Entonces puede volver a la tormenta de su cabeza e intentar encontrar una solución a sus problemas. Sabe que ha estado actuando de forma extraña, está seguro que Stephen y su padre están empezando a darse cuenta.

 

Tiene que mejorar para ocultarlo, nadie debe descubrirlo jamás. Tiene gente a la que proteger y también, quiere mantener a Steve y James en su vida y en la de Morgan; solo puede hacerlo si mantiene la boca cerrada.

Trata de convencerse de que se ha acostumbrado lo suficiente al toque de Bucky, que ya no le molesta.

 

Tony y Stephen entran a su habitación y él hace lo posible por aparentar normalidad, aunque no puede evitar sentirse un poco incomodo con un alfa adulto en su habitación y tiene que reprenderse por pensar, aunque sea solo por un instante, que su papá sería capaz de hacer lo mismo que Barnes.

 

—Hola Peter—él lo mira, su padre y Stephen lucen serios, ¿ya se habrán enterado que sacó una mala nota en química? —. Realmente necesitamos hablar sobre algunas cosas.

 

El adolescente asiente, preocupado; nunca es bueno cuando una conversación inicia de ese modo.

 

—¿Sí? —Peter se gira en la silla de su escritorio para mirar a su padre. Stephen está apoyado contra su puerta, luciendo como si no estuviera realmente seguro de lo que debería estar haciendo en este momento.

—Estoy un poco cansado—Peter trata de escaparse de, lo que sea que ellos quieran decirle. Algo no se siente bien en esto. —Creo que me voy a dormir.

—Es importante— Stephen interviene, y la cabeza de Peter gira hacia él. —Tenemos que hablar de esto, Peter—. El menor se mantiene en silencio y Tony lo toma como una invitación a empezar a hablar.

—Morgan ... bueno, Morgan vio algo hoy—comienza el alfa y Peter instantáneamente siente como si alguien le hubiera clavado un picahielo en el pecho. No podría haberlos visto, ni hoy, ni nunca.

Trató de convencerse de que su hermana pequeña no sabía nada, su papá y Stephen no sabían nada, y que su secreto estaba a salvo, pero muy en el fondo de su cabeza, comenzaba a temer lo peor.

 

—¿Sí? — trata de parecer indiferente, lucir inocente. Golpea con los talones el pie de su silla, el ruido sordo constante lo ayuda a mantener la calma.

—No actúes como si no supieras de lo que estoy hablando —dijo Tony con voz suave. Peter se niega a mirar hacia arriba, simplemente patea su talón cada vez más rápido. —Ella entró y vio cómo sucedía.

—No, no, no lo hizo—Peter, comienza a hiperventilar y es ahí donde la realidad golpea a la pareja. —Ella no vio nada, se confunde. Es pequeña, no sabe de qué está hablando. No pasó nada, papá, lo juro. No pasó nada.

 

Las manos del alfa comienzan a temblar; pican con la necesidad de ir a buscar a Barnes y romper cada hueso de su asqueroso cuerpo; Stephen no está mejor, tiene deseos de tomar su bisturí y arrancarle el pene para luego metérselo tan profundo en el culo, que necesitaría cirugía para poder sacar su lamentable miembro.

 

—¿Por qué no nos lo dijiste? —Tony pregunta, su voz se quiebra por momentos y el corazón de Peter de repente está en su estómago. —¿Pensaste que no te creeríamos? ¿Que no nos pondríamos de tu lado? —el dolor que muestra el alfa hace que el menor gima y baje la mirada —. Eres mi hijo, eres nuestro hijo, y si piensas por un segundo que alguna vez nos pondremos del lado de alguien sobre el tuyo… —hace una pausa y mira a Stephen quien se encuentra luchando contra su instinto de correr y abrazar a su cachorro mayor —. Creo que hemos hecho un pésimo trabajo como padres.

—¡Claro que no!… —se apresura a decir, toma una respiración profunda y trata de recuperar la compostura. Aprieta los ojos cerrados y patea contra la silla, golpeando un patrón constante. Ayuda a aclarar su mente. Está acorralado, no sabe qué hacer y opta por hacerse el desentendido. —No sé de qué estás hablando.

—No hagas esto Peter —Stephen interviene. El menor se muerde el labio; no se siente capaz de mirarlo. Sabe que, si lo hace, todo lo que le ha sucedido estos últimos meses saldrá a la luz y él no está listo para que lo sepan, no pueden saberlo. —Por favor, no intentes interpretar esto como una especie de error. Sabemos que Bucky te ha estado lastimando. No te escondas de nosotros, solo queremos ayudar.

 

La voz del omega es dulce, cariñosa, cargada de tanto amor materno. Hace que Peter se sienta vulnerable. Es como siempre ha sido; hace que tenga sentimientos encontrados, por un lado, quiere romper en llanto y lanzarse a sus brazos para sentirse protegido, y al mismo tiempo desea que Stephen lo trate diferente, que no lo quiera como sabe que lo hace porque simplemente no se lo merece.

 

Peter no puede respirar. Se siente como si una mano oprimiera alrededor de su pecho, reduciendo la velocidad y apretando más y más fuerte hasta que casi se queda sin aliento. Le duele el pecho, el corazón le late con tanta fuerza que lo siente palpitando contra sus entrañas y sus pulmones son incapaces de atrapar aire. Su padre y Stephen están a su lado en un instante, lo ayudan a luchar contra la ansiedad que está aumentando rápidamente como bilis en su garganta. Su toque es gentil, suave y relajante, y Peter se aferra a eso, lo usa para calmar su corazón acelerado.

 

Tony frota la espalda de su hijo, haciendo todo lo posible por tranquilizarlo. El niño se ha estado alejando del contacto de la mayoría de las personas en estos días, pero ahora mismo necesita tanto el consuelo que su padre puede brindarle. Unos minutos más tarde, cuando está seguro de que su casi ataque de ansiedad ha terminado, se sienta. Puede sentir que la humedad comienza a deslizarse por sus mejillas y se seca los ojos con enojo, lo último que quiere en este momento es comenzar a llorar.

 

—No sabía qué hacer— comienza después de unos minutos de silencio. Quiere terminar con esto, está tan cansado. Necesita saber que no está solo en esto, quiere creer que su familia estará bien si habla.

 

Stephen y Tony permanecen en silencio; sosteniendo cada una de las manos de su hijo. Necesitan que el niño entienda que ellos están ahí para él, que no está solo y que jamás lo estuvo.

 

—Cuando sucedió por primera vez, estaba demasiado sorprendido para decir algo —mira sus manos entrelazadas con las de su padre y Stephen, no se sentía capaz de verlos a la cara, pero el contacto lo ayudaba a sentirse un poco más valiente —. Y luego sucedió una y otra y otra vez. Cada fin de semana encontraba una excusa para hacer que me quedara a solas, y él... —Peter se interrumpe, incapaz de decir nada más.

 

Está bastante seguro de que los dos lo entienden, no necesita mencionar los horribles detalles.

 

—Quería decírselos… tenía tantas ganas de contárselo a alguien—Peter se niega a mirar nada que no sea sus manos entrelazadas con las de sus padres; si lo hace, todo el valor que reunió, se esfumaría en un segundo. —Me carcomió el hecho de que no se lo estaba contando a nadie. ¿Pero qué diría yo? No sabía qué hacer, cómo decírselo a alguien. Él era…. me estaba lastimando mucho y no sabía qué decir. Comenzó como toques aquí y allá, pero rápidamente progresó hacia algo más. El primer fin de semana él, el primer fin de semana él ...

 

Peter se detiene, cierra los ojos y ordena sus pensamientos. Tiene que continuar, debe continuar.

 

—Cuando me tocó por primera vez, decidí que se los iba a decir. Tuve el coraje y se lo iba a decir tan pronto como vinieran a buscarnos… —hace una pausa; pasa saliva como un vano intento de deshacer el nudo en su garganta —… debe haberlo sospechado porque comenzó a amenazarme… dijo que me iba a matar si se lo decía a alguien. Luego amenazó a Morgan, a Donna y a ustedes —la voz de Peter se quiebra. Está llorando, quiere calmarse, pero no puede.

 

Las lágrimas no se detendrán, el dolor no se detendrá, los recuerdos nunca se desvanecerán.

 

—Tuve que guardar silencio, no podía arriesgarme a que algo les sucediera a las personas que amo, solo porque no podía mantener la boca cerrada. No podía permitirlo —Peter, inclina la cabeza. Su voz es tan suave que apenas puede oírla él mismo. —Te juro papá, no lo quería. Lo entiendes, ¿verdad? Me obligó, no quería. Yo nunca ... No importa ...

 

Tony está temblando, su cuerpo está paralizado por la ira, por suerte su esposo es mejor que él para para eso. El omega atrae a su cachorro en un abrazo; deja que sus feromonas lo envuelvan; logra calmarlo.

 

—Está bien, está bien—Stephen le susurra al oído. Mece al niño, despacio, suave. —Él te atacó, te obligó a hacer cosas, no fue tu culpa. ¿Lo entiendes? Nadie te culpa.

—Pops lo hará—sabe que es verdad. Steve no le creerá —. Él me culpará por lo que pasó, siempre se pone de su lado en todo —se aprieta contra Stephen —. Él se pondrá de su lado, no querrá tener nada que ver conmigo y Morgan perderá a su madre. No quiero eso…

 

A Tony se le encoje el corazón; se odia por no tener el valor de decirle a Peter que Steve lo ama, que es mas importante para él que cualquier alfa, pero no puede mentirle a su hijo.

 

—No sabes que lo hará—Peter sonríe contra el pecho de Stephen.

—Y no sabes que no lo hará.

 

Stephen se mantiene en silencio, dividido entre intervenir o permanecer callado, tan solo abrazando a su cachorro, hacerlo sentir seguro.

 

—Él ya no se preocupa por nosotros como solía hacerlo —dijo Peter, y el hecho de que un chico de dieciséis años esté diciendo eso sobre el omega que le dio a luz, les rompe el corazón.

—Peter… —Stephen quiere reconfortarlo, pero no sabe cómo hacerlo. No se atreve a defender a Rogers, no cuando a demostrado ser tan mala madre para sus cachorros mayores.

—Es la verdad, todo el mundo la sabe. Supongo que él nos ama, claro, Morgan y yo somos sus hijos —hace una pausa —. Pero Bucky y James son su prioridad ahora.

 

Stephen quiere discutir, quiere decir que eso no es cierto, pero no puede. No cuando ha sido testigo de la clara distinción que Rogers hace con Peter, Morgan y su pequeña nueva familia.

 

Cuando él y Tony eran solo amigos, mejores amigos; cuando nació Morgan. Rememora lo emocionados que estaban todos de tener un nuevo bebé en la familia, Steve, Tony y Peter.

 

Recuerda las horas que pasaron hablando. Lo feliz que el alfa estaba; iban a tener una niña y Stephen nunca había visto a nadie tan emocionado de ser padre como Tony.

Luego, todo cambió. Steve se puso de parto, tuvo el bebé, pero no fue el final feliz que Stephen había estado esperando. Rogers era diferente. No quería tener nada que ver con su hija. No quería cambiarla, alimentarla, abrazarla y las cosas solo iban a peor.

 

Un día, Tony regresó a casa después del trabajo; la servidumbre había sido despedida sin razón; Morgan había estado llorando por horas y Steve no estaba por ningún lado. Ni siquiera fue por Peter al colegio; gracias a Dios, su profesora lo contactó y pudo encargarse.

Rogers no estaba en sus cabales, Stephen lo sabía, pero eso no le había impedido gritarle y casi golpearlo «si Mordo y Wong no hubiesen estado ahí para detenerlo definitivamente lo habría hecho». Nadie deja olvidado a un niño en la escuela y mucho menos deja solo a un bebé, sobre todo si son tus propios cachorros. Poco después se le diagnosticó depresión posparto.

 

Tony se esforzó tanto por ayudarlo, había trabajado duro para cuidarle. Todo el asunto había sido terriblemente difícil para el alfa; estuvo a punto de colapsar en repetidas ocasiones tratando de cuidar a un bebé recién nacido, un pequeño cachorro, y a su omega enfermo «quien, para colmo, no perdía la oportunidad de meter a otro entre sus sábanas», y hacerse cargo de su compañía.

 

Stephen pensó que el divorcio era inevitable, pero no lo mencionó porque Tony todavía estaba tratando de arreglarlo y entonces lo atrapó con Bucky. Ese fue prácticamente el final de su relación.

No pasó mucho tiempo antes de que Steve solicitara el divorcio, culpando a Tony por todo. El alfa estaba angustiado por el final de su matrimonio, pero se mantuvo firme en mantener la custodia de sus hijos. Cuando llegó la batalla por la custodia, Morgan tenía casi un año y Steve no había pasado casi nada de tiempo con ella. Tony ganó gracias a la intervención de Pepper.

 

—Dirá que es una mentira…

 

La pareja no quiere aceptar que hay verdad en la afirmación de Peter. Stephen ha visto a Steve cambiar, sabe que las prioridades del omega rubio ya no son las mismas que eran antes. Ama a sus hijos, pero Strange no está seguro que él elija a Peter y a Morgan por sobre de Barnes.

 

Pero Stephen no es Steve, él ama a sus cachorros, nacidos de él o no; y siempre serán su prioridad, siempre estarán encima de todo, incluso de Tony y de él mismo.

 

—Escucha chico—el omega separa a Peter ligeramente de su abrazo para que pueda mirarlo a los ojos y tratar de transmitirle el cariño y amor que tanto necesita en este momento —. No sabemos qué va a pasar, nadie puede predecir el futuro. Pero hay una cosa que nunca cambiará —toma al adolescente por las mejillas —. No importa lo que pase, siempre estaré de tu lado sobre el de cualquiera. Eres mi hijo, mi hermoso cachorro mayor, nada va a cambiar eso, nada. Estoy contigo, tu papá está contigo y haremos que todo funcione.

 

Peter no dice nada al principio y Stephen está dispuesto a darle tiempo para pensar. Unos minutos más tarde, Peter se arroja a sus brazos y él lo acuna y lo mece al tiempo que frota su espalda. Su bebé está llorando, sollozando y eso le rompe el corazón y se siente tan inútil de no poder desaparecer el dolor que siente.

 

—Te tengo—es lo único que Stephen puede hacer por el momento, pero es suficiente para el niño que se aferra a su camisa, como si fuese un salvavidas. —No estás solo Peter, nunca estarás solo. Te tengo.

 

Tony apoya una mano en la espalda de su hijo. Peter tiene la cabeza enterrada en el hombro de Stephen, empapando su camisa con sus lágrimas. Strange puede ver a su esposo por encima del hombro del niño. Se ve terrible, parece que ha envejecido de golpe, no le sorprende, él siente que le ha sucedido lo mismo.

Alfa y omega tenían la esperanza de que todo se solucionaría y saldrían de esto, juntos, como la familia que eran.

 

—Tengo miedo—admite Peter, y Stephen cierra los ojos y suspira profundamente. —Estoy tan jodidamente asustado.

—Lo sé chico —Stephen le susurra al oído. —Créeme, lo sé. Estoy aquí y no dejaré que te vuelvan a lastimar, nunca más.

 

Tony mira a su esposo con una mezcla de agradecimiento y preocupación. La infancia de Stephen no fue fácil, tuvo un padre terrible que no perdía la oportunidad de decirle lo decepcionado que estaba de tener un hijo omega, de encerrarlo en un sótano húmedo por cualquier estúpida excusa y por supuesto que Strange no quería que sus cachorros pasaran por eso, se cortaría una mano antes de dejar que alguien los hiciera sentir lo contrario a ser amados.

 

Bucky había tenido la osadía de lastimar a su hijo y nadie, ni Rogers iban a impedir que Stephen lo hiciera pagar.

Nunca hagas enojar a una madre, mucho menos si cometiste la estupidez de lastimar a sus hijos, porque conocerás el verdadero infierno.

 

 

 

 

 

Espero les gustara el capítulo, les gustara, nos vemos en la siguiente.


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