Harry se había quedado tan sorprendido con lo que había descubierto de Malfoy, que aún no sabía qué pensar sobre ello.
Alas, unas enormes y hermosas alas que estaba ocultado de todos.
¿Qué demonios le había pasado aquel verano? ¿Por qué tenía alas? Estaba claro que no las ocultaba bajo la ropa, él había visto su espalda lisa, sin ningún tipo de cicatriz tan siquiera. Inmaculada.
Y el grito debió ser el dolor por sacarlas de su cuerpo, aparecerlas, no tenía ni idea. No parecía un hechizo, en ningún momento le vio usando su varita.
¿Era una criatura mágica?
No podía ser, los Malfoy eran la familia más asquerosamente sangre pura como se vanagloriaban constantemente en decir.
¿Era un secreto familiar? ¿Una maldición?
Se había quedado tan embobado mirando como se movían, como se estiraban, debían medir más de dos metros de punta a punta.
Y no podía negar que era la cosa más hermosa que había visto en su vida, si de normal brillaba ahora parecía un maldito árbol de navidad.
Tuvo la suerte de poder cubrirse con la capa a tiempo, porque las alas no eran meramente decorativas. Se alzó en vuelo hacia arriba, entendió que el lugar despejado estaba bastante buscando para darle esa opción.
¿Era allí a dónde iba cuando Harry le perdía de vista en su mapa?
Ascendía y descendía volando por aquel claro que no era lo suficiente grande para el tamaño de sus alas, dándole la sensación de un ave enjaulada.
Estaba claro que aquello era algo que el rubio no quería que se supiera, y que tampoco se estaba permitiendo más.
¿Cómo sería verlo volar a todo lo que sus alas le dieran?
Pero no pudo comprobarlo, Malfoy descendió, tomó su camisa y de nuevo, con un gemido de dolor las alas se ocultaron dentro de su piel.
Lo vio irse sin ser capaz de moverse debajo de la capa, pasó a su lado en su versión más conocida, a pesar de dolor que parecía haber sufrido por sus alas, ahora lucía una sonrisa pacífica.
Si antes pensaba que Malfoy estaba tramando algo, ahora sabía que no se había equivocado y que era algo grande.
Solo había una persona que se le ocurría podría saber algo, el problema era que parecía que en vez de boca tenía un velcro y que este se pegaba permanentemente a de Ron.
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