-Recuerdo esa primera muestra de tu atención-
-Yo tenía catorce años y tu nueve…-
-¿Cómo un mocoso fue capaz de hacer una ridiculez así?-
---Flash Back---
-Toma-
Extendiste tus manos, teniendo una pequeña flor que cortaste del parque en donde llevamos a todos esos niños.
Estabas tan rojo, tus mejillas se veían como la nariz de ese reno navideño, tus ojos algo llorosos, pero demostraban decisión.
-¿Qué?- Solo dije eso, estando sentado en aquella banca del parque, cuando apenas la nieve comenzó a caer…
De seguro no se veía mi rostro de confusión y desconcierto, por la bufando y gorro que mi hermano y tíos me obligaron a usar para estar muy cubierto en esa salida.
Solo puedo recordar, que me seguías extendiendo esa florecita silvestre resistente a estos fríos de la época…
Suspiré, baje la bufanda que me cubría la nariz y boca, te dedique una sonrisa algo confusa y juguetona…
-¿Por qué me das una florecita?- Alce mi ceja y me incline hacia a ti.
Nervioso, inocente, y sumamente rojo, no apartaste tu mirada, y muy decidido gritaste lo siguiente -¡¡¡PORQUE ERES MUY LINDO!!! ¡¡¡ Y ME GUSTAS!!!-
Gritaste aquello, atrayendo las miradas de mi hermano y su novio, como de los otros mocos y personas que pasaban por ahí, que yo solo me quería morir por la locura que gritaste.
Mis ojos se abrieron como paltos, no sabía dónde meterme para ocultar la vergüenza que me hiciste pasar…
---Fin Flash Back---
-Sí, fue la primera vez que te note de esa forma...-
-Pero, ¿Por qué hacerme pasar ese ridículo a mí?-
-Después de eso, ese idiota de Aioros le parecía gracioso preguntarme por mi “Pequeño novio”-
-Si no fuera porque debía mantenerme tranquilo y no alterarme tanto por mi débil corazón, lo hubiera matado-
.-Aunque debo admitir, que Saga sí que le jalaba las orejas cuando me molestaba-
-Los momentos que pasábamos juntos fueron muchos, todo gracias a que nuestro primito siempre ha sido algo celoso…-
Lanzo un suspiro, recordando viejos tiempos nuevamente…
En mi pensar, las cosas mucho no han cambiado.
-A Shaka le daba celos que su “Amado Borreguito” pasa tiempo contigo… Así que, cada que sabía que saldrían por alguna razón, siempre quería estar presente-
-Al ser los mayores, y que todos los mocosos se llevaran en cierta forma bien…-
-Las salidas como niñeros, eran muy cotidianas-
-Y siempre en algún momento, venias a mi… Trayéndome alguna flor, dulce, chocolate, un dibujo, alguna pulsera…-
-Si lo pienso bien, creo que lo mejor de todo fue ese anillo de caramelo macizo sabor a naranja que me encanto-
-Ja, ja, ja, esa historia es muy curiosa…-
---Flash Back---
Nuestro cumpleaños número quince… Saga y yo…
No voy a ponerme sentimental… Pero era la primera vez que teníamos un cumpleaños así de grande y bonito…
Nuestros tíos Deuteros y Asmita, nos organizaron algo en su… Nuestro jardín…
Una reunión con toda la familia y amigos… Nos prepararon platillos deliciosos y miles de cosas que jamás creíamos posibles
Recibimos regalos, tantos abrazos, felicitaciones y mucha cursilería que me sentí tan apenado
Pero algo fue lo que más me dio vergüenza…
-Fe…Fe…Feliz… Cumpleaños… Kanon…-
Te acercaste a mí…
Estaba comiendo una rebanada de ese pastel de helado de vainilla con fresas, que ame desde la primera vez que lo probé.
No deje de sostener el palto, pero si te mire, y te sonreí.
-Gracias, Aldebarán- Te dije eso, aunque pensaba decirte “Pequeño” pero, te habías dado un gran estirón, que a tus diez años ya estabas casi de mi estatura y eso me sorprendió tanto.
-Te… Te traje esto…- Bajaste tu cabeza, cerraste tus ojos, y estiraste tus brazos hacia mí, sosteniendo una cajita de platico.
¿Por qué siempre me sorprendes y asustas con estas cosas?
-Oh, gracias…- Tuve que dejar el plato en la mesa cercana y tomar tu presente.
Me causo mucha curiosidad, sonreí -¿Qué es?- Lo agite un poco cerca de mi oído.
Pensé que era algún juguetito, y no niego que me siguen gustando esas cositas.
-Ábrelo, por… Por favor- Me lo dijiste con una voz nerviosa, y algo grave.
Asiento, no mentiré diciendo que esas sorpresas me desagradan, al contrario… Estaba emocionado por saber su contenido –Bien. De seguro será algo divertido…- Mi boca callo en cuanto dije eso y logre ver que era.
No supe que decirte, solo ladee mi cabeza y mi mueca no era del todo agradable sin duda.
-Oye, niño… ¿Qué significa esto?- Fue lo primero que te dije al sacar aquel objeto…
Un anillo de dulce de color naranja… Delicioso, pero… Como te has comportado, sé que tiene un mayor significado…
Y en ese momento me sacaste mucho de calma.
-Kanon… Por favor- Tomaste mi mano libre, alzando tu vista hacia mis ojos, sonrojado, tus labios temblaban, se notaba que tenías mucho miedo en ese instante -¿Te casarías conmigo, cuando yo crezca?-
Escuche bien, mis oídos no me estaban engañando, pero me tomo unos segundos el poder reaccionar y lo que hice fue tan espontáneo -¡¡¡¿QUÉ?!!!-
Lo grito sin medir consecuencias, y de nuevo atrajimos la atención de todos los presentes…
Allí me olvide que estábamos rodeados de más personas, y me sonroje por tu pregunta, mis nervios me invadieron y solo podía sostener el anillo en mi mano derecha y la izquierda siendo sujetada por ti…
Esperando alguna especie de respuesta mía.
---Fin Flash Back---
-¡¡¡¿POR QUÉ TENÍAS QUE SER ASÍ DE ATREVIDO?!!!-
-¡¡¡NO SABES LA VERGÜENZA QUE PASE!!!-
-Solo quería que la tierra me tragara-
-Claro que no te dije que si… Solo intente explicarte que lo que querías era una ridiculez-
-Pero… No te rendiste…-
-Y… No sé cómo… Lograste entra en mi corazón-
-Ja, pequeños momentos que vivimos-
-Cuando pasábamos por ustedes… Aunque ya tuvieran once o doce años… Debíamos acompañarlos para que regresaran con bien a casa-
-Eras solo un mocosos, un niñito a mi ver que quería demostrar que me podía proteger-
-Cargabas mi mochila con la excusa de que debías cuidarme por mi corazón-
-Al principio me incomodada, pero después vi las ventajas y era divertido…-
-Y poco a poco me fue dando igual que mi cuñado y hermano hicieran algunos pequeños chistes por eso-
-Te recompensaba con una palmada en la cabeza-
-Tampoco era que te fuera a dar un beso o abrazo, no soy de dar esos tipos de demostraciones de afectó-
-Algunas veces tomabas mi mano, y te dejaba hacerlo-
-Y de repente…-
-Aquella vez… En donde… Me metí en problemas… Por una tontería de la universidad, que no le conté a Saga o a mis tíos para no preocuparlos-
---Flash Back---
-¡¡¡MALDITO IDIOTA!!!-
-¡¡¡POR TU CULPA, NOS METIMOS EN PROBLEMAS!!!-
-Ja, ¿Qué pasa? ¿Los idiotas no pudieron esconder sus porquerías?- Me burlaba aunque sabía que sería golpeado.
Fui un tonto… Esa idiotez me pudo costar la vida, lo se… El marcapasos se pudo dañar y incrustarse en mi corazón, o que se yo…
Solo sabía que mis burlas me ocasionarían que me molieran a golpes, pero me daba igual.
-¡¡¡TE VAMOS A ENSEÑAR A CERRAR TU ESTÚPIDA BOCA!!! ¡¡¡MALDITO IMBÉCIL DE MIERDA!!!-
-¡¡¡JA, JA, JA, JA!!! ¡¡¡¿NECESITAS ESTAR LLAMANDO TANTO LA ATENCIÓN?!!!- Esas palabras me desconcertaron tanto, que solo lo mire confundido, con el ceño fruncido y un golpe en mi mejilla derecha -¡¡¡NI TUS PADRES TE QUISIERON!!! ¡¡¡Y TUS TÍOS SE HACEN CARGO DE TI POR MERA LASTIMA!!! ¡¡¡¿CIERTO?!!!-
-¡¡¡JA, JA, JA!!! ¡¡¡¿NO TE CANSAS SER UNA CARGA?!!! ¡¡¡PARA TODOS LO ERES!!! ¡¡¡HASTA PARA TU HERMANO!!!-
-Creo que si te golpeamos y mueres, nadie te va a extrañar ¿Cierto?-
Sus miradas me dieron escalofríos, pero no deje de sonreír, intentando mantenerme sereno y despreocupado.
Pero… Me sentía desesperado porque tuvieran razón…
Pensé que era una carga para todos… Mi débil corazón trajo problemas a todos…
Estaba a punto de recibir un fuerte golpe en el abdomen…
Cerré mis ojos, no podía hacer nada al estar atrapado, sujetado por las axilas para que mis brazos estén inmovilizados, esos los malditos se pusieron de acuerdo para que no logrará escapar…
Pero no recibí el golpe, no sentí nada… Ya que una pared humana se posiciono delante de mí. Tan alto, imponente y fuerte…
¿Cómo era posible?
Siendo más joven que yo… Y estando allí para protegerme.
Sorprendiste a todos…
-¡¡¡PERO…!!! ¡¡¡¿QUÉ MIERDA!!!?- Vi la confusión en el rostro de esos idiotas.
-¡¡¡¿CÓMO SE ATREVEN?!!!- Tu tono de voz tan grave y hasta temible.
No vi tu cara, pero sabía que estabas furioso, lo notaba por tu manera de hablar.
-¡¡¡¿QUÉ TE METES IMBÉCIL?!!! ¡¡¡ESTO NO ES ASUNTO TUYO!!!- Uno grito para irse contra ti con un cuchillo en mano.
-¡¡¡ALDE!!! ¡¡¡CUIDADO!!!- Es lo único que pude gritar.
Pero tus movimientos, y reflejos me dejaron impresionados.
Y no solo a mi…
Esquivaste ese ataque, los golpes, los obligaste a soltarme, pero… Por protegerme, al tenerme entre tus brazos… Te hirieron en tu espalda con ese cuchillo…
Me asuste, mis manos temblaron.
No sé por qué recode cosas terribles de mí pasado… Pero, sentí tanto miedo de perderte…
Sin embargo… No cediste…
Y… Los lograste derribar, no recuerdo mucho de ese momento…
Lloraba por ver la sangre que brotaba de tu cuerpo, yo… Solo quería que estuvieras bien.
-¡¡¡KANON…!!! ¡¡¡¿ESTAS BIEN?!!!- Me sujetaste el rostro, mirándome con una enorme ternura y preocupación -¡¡¡¿TE HICIERON ALGO?!!!- Estabas desesperado, acariciando con mucho cuidado mi mejilla adolorida.
Mi labio temblaba, mis lágrimas corrían por mi cara, yo no podía levantarme por el miedo.
No podía hablar, no podía hacer nada… Solo estaba asustado…
Me abrazaste con todas tus fuerzas sin herirme, y en vez de preocuparte por ti…
Me cargaste y me llevaste al hospital más cercano, sin importar que tus heridas estuvieran abiertas, y dejaran escapar tanta sangre…
---Fin Flash Back---
-Después de ese día… Solo agradecí que estuvieras bien-
-Y comprendí algo muy importante-
-Que tú eres el amigo, el héroe y el amor que no creía que existiera para mí-
-Pensaba que estaba mal por fijarme en alguien menor que yo, pero…-
-Tú con diecisiete y yo con veintidós… Ya no se me hace tan extraño o ¿Si?-
-Pensé que aquellos sentimientos que empezaron a surgir de la nada, eran realmente malos… Pero, no…-
-Fue complicado, extraño, pero hermoso…-
-Claro que no lo acepte de inmediato que mi corazón se volvió tuyo-
-Incluso después de esa pelea, quise seguir tratándote como un niño, que solo eran cinco años de diferencia, sin embargo…-
-Al volverte adulto… Nuestras miradas y manos pudieron conectarse-
-No fue una situación fácil-
-Más de mi parte, sé que fui muy reacio en aceptar que me había enamorado de ti…-
-Lo quise negar por tanto tiempo… Que solo provoque mucho daño-
-Pero, tú no te rendiste conmigo-
-Hasta que… A tu pregunta de dulce caramelo sabor naranja, yo… Dije que si-
-Acepte ese amor, a pesar de temer que no fuera bueno para ti…-
-Creyendo que yo sería una mala compañía-
-Tenía tanto miedo de que tú me odiarías, o conociera que no era lo que tus ilusiones creían-
-Pero… Sí que fui un estúpido…-
-Nos conocíamos desde muy jóvenes… Yo un adolecente, y tú un niño…-
-Y al final… Terminamos juntos…-
-Creo que… ¿Es mi felices para siempre?-
-¿Qué estoy diciendo?-
-Creo que estoy volviéndome muy cursi y emocional…-
Lanzo un suspiro, vuelvo a mi realidad… Y me dio cuenta de que he pasado mucho tiempo recordando pequeños detalles de nuestra vida juntos.
Mi sonrisa no se va desvanecer nunca…
Porque estoy a tu lado…
Solo necesito girar mi cabeza hacia la derecha, y puedo encontrarte…
Estas durmiendo a mi lado…
Mi mano busca tocar tu mejilla, quisiera poder girarme de lado, pero estaría bastante incomodo
Cierro mis ojos, dejando que un suspiro vuelva a escapar, y al abrir mis orbes de nuevo miro hacia abajo de mi cuerpo…
Acostado se nota más, bueno… Se nota demasiado por todos lados, estoy mucho más grande de lo que llegue a pensar.
-Veo que ahora mismo están muy tranquilos, pero en la noche bien que no me dejan dormir- Alzo una ceja, fingiendo mi molestia, ya que estoy demasiado feliz por esto.
-Solo esperen allí un mes más y nos vamos a conocer-
-Saben…- Mis manos son llevabas a mi abultado vientre –Vaya, sí que estoy gordo- Realmente me da Gual, aun así me veo muy atractivo –Espero que ustedes dos se parezcan a Alde…- Una sonrisa se dibuja en mis labios, sonrojándome, y sintiendo una calidez única en mi corazón –Él es alguien muy bueno, demasiado amable para su propio bien a veces…-
No sé por qué… Pero tengo algo de miedo… Tengo los recuerdo de mi infancia y me da terror, pero…
Sé que no debería ser así…
Porque aunque yo no estuviera… Por el posible peligro de dar a luz a gemelos siendo doncel… Y mi corazón, que aunque mi cuerpo acepto muy bien el trasplanté… No me debo confiar tanto…
No debo temer, nada malo pasara… Soy un idiota sí creo algo así de cruel llegara a pasar.
-Alde y yo los estamos esperando con tanta ilusión- Quiero hacerles tantos mimos, hacerlos reír… Que sepan cuanto los amamos –Ya quiero que nazcan para que no me estén pateando el estómago, ni se mueva tanto al intentar dormir-
Entrecierro mis ojos y lanzo una pequeña risita –Seré un papá muy relajado, Alde se encargara de disciplinarlos… Mientras yo les enseñare a divertirse mucho, pero claro que no pondré en ningún riesgo a mi revoltosos hijos-
Pensativo, solo puedo sonríe al saber cómo es nuestra vida ahora… En mis manos puedo ver el anillo que mi grandote coloco al momento de casarnos…
Si lo recuerdo, solo puedo decir que no fue nada de lo que todos acostumbran…
Reunimos a los que queríamos, sin tanta ceremonia, cuando anunciamos nuestra boda, era el mismo día en que lo haríamos oficial…
La cara de mi hermano y tíos fue de… Una sorpresa y casi indignación por no hacer todo “Acorde” a una tradición, pero… Era mi boda y de mi torito, así que decidimos que así fuera…
O bueno… Yo así lo quise, y Aldebarán me dio el gusto.
Dejo escapar una risita… Al darme cuenta que todo siempre ha sido así.
-Pequeños revoltosos… Saben algo, tenemos mucha suerte…- Mis ojos miran hacia el techo, mientras mis manos siguen acariciando mi abultado vientre y lanzó miles de suspiros –Su padre, mi grandote esposo… Es muy dulce, amable, cariñoso, a veces empalagoso y meloso, pero… Aunque sea más joven que yo… Ha demostrado ser más maduro y sobreprotector…-
-Es el mejor de todos, y aunque supiera mi pasado, ha dedicado su vida a que jamás la recuerde… A defenderme, cuidarme y…- Una mirada picara sé que se dibuja en mis labios, solo al recordar como procreamos a nuestros revoltosos…
-Bueno… Les diré que el haberlos hecho, fue de las mejores noches… No pude pararme en toda la mañana, pero fue tan satisfactorio y muy delicioso- Mis mejillas se sonrojan, y rio algo desvergonzado por mis palabras –Tantas cosas que algún día les contare, y otras que no tienen por qué saber…-
Mis cabellos desordenados en las mullidas almohadas y las sábanas, esperare a que sea la hora para levantarme, porque aún es muy temprano, pero ya no puedo dormir.
-Les prometo que jamás nadie les hará daño, los vamos a proteger con nuestras vidas…- Una pequeña lagrima traicionera se escapa de mis ojos, aspiro por la nariz un poco de tranquilidad, para calmarme –Son nuestros pequeños revoltosos, nosotros vamos a darles todo el amor que merecen, porque los amamos profundamente, con todo nuestro corazón-
Sin duda las hormonas me hacen ser muy cursi, demasiado meloso y llorón, me desespera mucho ser así…
Pero… Es el pequeño pecio de una enorme felicidad, y una vida llena de luz y amor…
Estoy sumamente feliz, y jamás creí que Alde fuera el causante de esto…
No sé cómo, pero… De repente siento una mano más grande que las mías, acariciando también mi vientre y una de mis extremidades.
Me sorprendo, y giro mi cara para ver quien me está tocando…
Como si no lo supiera.
Y solo logro ver el rostro conmovido de mi meloso esposo, sonriéndome y suspirando con las mejillas rojas, lo hace ver casi igual a cuando era un niño de nueve años y yo con catorce…
-¿Eh?- Solo dejo escapar esa palabra, sintiéndome muy avergonzado de la nada y confuso.
-Que hermosas palabras les dedicas a nuestros bebés- Me mira con una sonrisa, acercándose a mi rostro, para depositarme un beso en los labios.
Siento el calor subir por mi rostro, de seguro debo verme de color rojo, nervioso, pues los besos y demostraciones de afecto me ponen en así de nervoso y torpe.
-¿Eh? ¿Q…Que… Dije?- Pregunto, desviando mi mirada hacia otro punto de la habitación.
Sin importar nada, me captura entre sus brazos, estando ambos acostados, me rodea y estrecha suavemente contra él… Para que lo vea a los ojos… Acomodándose a mí, y no yo a él…
¿Por qué tiene que ser tan grande?
¿Por qué tiene que ser tan atractivo?
¿Por qué tiene que amarme tanto y hacerme sentir como un tonto?
Sabe que me pone muy nervioso, y eso que nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero aun las sorpresas no se acaban y todas son para bien…
-Te escuche… Mi amor… Te escuche muy bien- Me susurra aquello tan cerca, y empieza a acariciar mi vientre, y a la vez depositar miles de besos en mi rostro.
Demasiado cariñoso, pero soy incapaz de negarme, porque… Me gusta, aunque mi rostro sea de pena y vergüenza.
-Oye, eso era… Algo muy privado, les hablaba a los dos revoltosos dentro de mí- Rápidamente quiero mostrarse como siempre, pero… Es difícil ser amenazante con un vientre de ocho meses y un esposo que me captura con delicadeza.
Me sonríe, para acariciarme un poco el cabello –Entonces… Discúlpame por escucharte… Pero… Tu melodiosa voz, hablando con nuestros pequeños bebés, me hizo despertar y… No era capaz de interrumpir, solo… Quería seguir escuchándote-
Son las pequeñas cosas que pasan, que sin siquiera tener que pedírselo las hace… Que me entiende a su manera, y siempre sabe que decime…
Pero… Aunque mi corazón lata emocionado, y me sienta tan conmovido, no puedo dejar de lado mi actitud algo arisca de siempre.
Como un berrinche, oculto mi rostro en su pecho a cómo puedo, sin moverme tanto, no quiero verlo a los ojos porque siempre pierdo ante él de esa forma.
-No está bien que escuches a los demás grandote- Lo reprendo –Es de muy mala educación, además respeta mi privacidad-
¿Qué puedo hacer, para no decirle que estoy feliz de vivir a su lado?
Quisiera decirle tantas cosas, pero aunque estemos casados, es muy difícil expresarme de una forma correcta, soy demasiado arisco a veces, queriendo verme siempre tranquilo y despreocupado.
Pero al estar enamorado de este grandote hombre… Me es imposible siempre ser así, cuando me gustaría decirle todo lo que en mi corazón él provoca.
Sin embargo, creo que está bien, demostrarle con acciones que con palabras…
Aferrándome a él… Pidiéndole de esta forma que me siga abrazando, estando en esta mañana calurosa, pero agradable… Sentir su cuerpo desnudo contra el mío, el cual lleva una prenda suelta para dormir cómodo por mi embarazo.
Adoro que acaricie mi espalda, que sea tan adorable y atento conmigo…
Mi corazón es feliz, y quiero decírselo sin ponerme loco…
-Grandote…- Lo llamo con ese sobrenombre que le puse desde que fue más alto que yo.
-¿Qué pasa, mi adorable dragoncito- Solo le dije que yo amaba los dragones desde que los vi en una película, y cada regalo que me ha dado desde entonces… Tiene que ver con ellos, peluches, figuras y cualquier cosa… Me consiente demasiado que creo que no lo merezco.
-Mmmh… Te… Amo…- Le dedico estas palabras con mucha timidez, sin verlo al rostro, necesito dejarle en claro cómo me siento -¡¡¡GRACIAS POR AMARME Y TENERME TANTA PACIENCIA!!!- No sé ni por qué grito, pero me sale hacerlo -¡¡¡ESPERO QUE SIGAS HACIÉNDOLO TODA LA VIDA, PORQUE NO PIENSO JAMÁS ALEJARME DE TU LADO!!!- Las amenazas no son formas adecuadas de esperar amor, pero… No lo puedo evitar.
Puedo sentir el corazón de Alde latiendo muy rápido, y como sus manos me atraen a él…
Estoy cómodo y muy feliz por ello.
-Oh, Kanon… Mi Kanon…- Posiblemente debe estar queriendo llorar… No debería, yo soy el de los cambios de humor –Te juro que jamás los voy a dejar por nada, estaré con los tres siempre- Me encanta que me abrace así, y me demuestre lo que siente por mí, sí, soy una persona que consienten demasiado –Te amo tanto, que mi vida es solo tuya y puedes hacer con ella lo que te plazca-
Sabe que palabras decirme para volverme muy torpe, y simplemente callar, para seguir ocultándome en su ancho pecho y sentir esa calidez, que aunque en el exterior haga algo de calor, nuestra habitación está bastante fresca por el aire acondicionado, hace que nuestro momento especial no sea incomodo o pegajoso.
Al contrario… Es demasiado bueno que… Podría volver a dormir…
Total, es un fin de semana y nadie debe ir a trabajar… Además que conociendo a mi grandote… Me preparará un delicioso desayuno y me lo triara a la cama…
Nuestros revoltosos hijos comen demasiando… Obvio son dos, y sé que serán muy saludables.
¿Cómo hubiera sido mi vida sin mí Alde… Si se hubiera dado por vencido la primera vez que lo rechace?
Posibilite no tendría esta hermosa felicidad…
Fui muy tonto, pero… Ya no más… Jamás volverá a suceder, pues ahora… Estamos casados, unidos por el amor… La felicidad y pasión de una hermosa familia que estamos creando…
Y bueno… No me molestaría que después… Intentemos otra vez tener más hijos.
Quiero una familia grande… Y se que me concederá mis caprichos.
Siempre lo ha hecho y claro que igual le concederé lo que desee…
Pues al fin de cuentas… El simple hecho de tenernos el uno para él otro… Ya es un precioso milagro de amor…
Uno que sin saberlo esperamos y aceptamos en nuestro corazón como lo más valioso del mundo.
Por qué en eso se ha convertido nuestras vidas, en algo simplemente maravilloso y precioso, que jamás voy a permitir que me lo arrebaten.
Mientras sostenga la mano de mi Alde, y él permanezca a mi lado, sé que tengo la fuerza necesaria para enfrentar cualquier cosa, cualquier temor o fantasma del pasado, por que con este enorme amor que nos tenemos, nada ni nadie nos va a derribar en esta vida, ni en la que sigue.