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Solo eran 24/4 por Nasky

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Ania

 

Me encanta salir con ella y honestamente después de la semana tan pesada que hemos tenido por ordenar papeleo, los análisis y lo que se le ocurra al doctor… llego agotada, pero el saludo con sus labios, las pláticas tenidas, sus atenciones en mí, los cuidados, ¡Dios! ¡me tiene mal! Y lo peor de todo es que Tali con sus preguntas de novias y el doctor que ahora cada vez que me ve hace esa sonrisita y ¡esa mirada entre ternura y diversión! ¡¿Qué no pueden simplemente contenerse?!

El punto aquí, es que Ambar quiere un helado, siento que es una mujer que si no estuviera enferma tendría el congelador renovándose de helados, porque atascado sería una mentira, la mujer los comería a diario, dos o tres veces por día con una o dos servidas por vez, pero eso de cuidarse de la gripa… supongo que la detiene.

La veo pedir el helado, como lo toma con la mano derecha con ese brillito en los ojos, toma la cucharita con la mano izquierda y le da un lamentón girando el vaso por completo, haciendo esa cara de deleite.

-           ¿Rico? - le pregunto absorta en cómo se relame los labios

-           Mucho- me guía tomada de la mano camino hacia el parquecito

El parquecito tiene muchos árboles una especie de “pista” para hacer el recorrido corriendo, pasto (bastante), esa frescura que la naturaleza te regala y la paz de la hora. Los pasos que damos son sin prisa, más que nada disfrutando del helado que nos seguimos comiendo hasta detenernos en una banquita algo “oculta”, en donde técnicamente se puede escuchar y ver todo, pero no lo demás a ti (si te ven, pero no tanto)

-           Ania- me llama

-           ¿Mmmm? - alcanzo a musitar porque en ese momento me metí más helado a la boca

-           Yo me he sentido muy cómoda contigo- hace una pausa- no, cómoda no es la palabra, pero si- me trata de explicar algo bastante complicada – o sea si- ¿acaso querrá que ya no vivamos juntas? O ¿quizás no más besos? - me agrada que estés en la casa, que vivas conmigo- se le chapean las mejillas- tu compañía, tu tu tu

-           Ambar, me gustas- me sincero, eso que llevo tanto tiempo reteniendo

-           Tu a mí también, me encanta estar a tu lado, concerté ha sido una experiencia más que grata, placentera y hablando de placeres, besarte es mi delirio- mi corazón da un vuelco de felicidad

-           Para mí también- respondo en un suspiro de paz, ¡siguen los besos!

-           Pero no quiero estar siempre en el limbo, yo no quiero hacerte lo que te hizo Luisa –¿ya no más besos? ¿ni un posible seamos novias? - porque te valoro y comienzo a sentir más por ti te voy a preguntar ¿quieres ser mi novia? - ¿dijo lo que creo que dijo?

-           Sssiii- susurro y su sonrisa me da paz- si quiero- me lanzo a sus labios- de verdad que si

-           Me alegra saberlo- me da besitos- los helados- recuerda y ya veo el mío a punto de caer en nuestra ropa- vamos a casa- y esa frase me suena tan perfecta.

 

En el trayecto a la casa vamos una al lado de la otra aun comineándonos el helado, cuando ella lo termine, deja la basura en unos de los botes de basura que hay en la calle y sigue a mi lado en el recorrido; yo me lo acabo ya que estamos subiendo las escaleras y es cuando siento que me toma de la mano y me siento como cuando en las caricaturas se ve que emana de los monitos muchos corazones por todos lados.

-           Bienvenida a casa- me jala a ella para darme un beso- mi novia- y suspiro en otro beso

-           Gracias- tomo su mejilla ahuecándola con mi mano derecha, la siento sonreír y eso me llena- me gustas mucho Ambar, no tienes idea de cuánto es lo que me gustas- suspiro al decirlo

-           Me doy una idea- me vuelve a besar, solo escucho nuestras respiraciones y como la puerta termina de hacer click- ¿quieres que pidamos algo de cenar? ¿quieres que hagamos algo de cenar? - me pregunta rozando su nariz con la mía

-           ¿Tienes antojo de pedir algo? - se separa de mí y encoje los hombros

-           No ha decir verdad, pero podríamos… no sé- sonríe- festejar- me sonrojo, lo cierto es que (aunque tengo años fantaseando con ella) no la creía así y me encanta que Ambar sea de esta manera

-           Podemos- me acerco a ella y rozo sus labios con los míos- hoy solo ver una película juntas y cenar ligero- siento su respiración más profunda- y mañana paso por ti a tu trabajo y de ahí salimos ¿te parece? - le doy un besito y me separo- alcanzo a escuchar un pequeñito gruñido

-           Cenemos primero y luego la película- veo la hora en mi reloj y me río

-           Es muy temprano para cenar- le enseño la hora y frunce la nariz con desagrado

-           Bien- musita- la película en mi cuarto- me toma de la mano y me jala

 

Ciertamente estuve a nada de quedarme dormida en su cama (ganas no me faltan), pero si de por si nuestro inicio, lo nuestro o nosotras ha sido raro (increíblemente agradable para mi), mejor llevar algo un poco a lo “normal” si eso es lo que cabe en la definición de nosotras.

Mi despertador suena, veo la hora, refunfuño porque “tal vez” no cambié la hora, hasta que me acuerdo que la que tiene que salir cerca de esta hora es Ambar y no yo, así que me pongo de pie y voy a la cocine en donde me encuentro un desayuno preparado

-           No te hacia despierta a esta hora- me dice con una sonrisita tan hermosa- ¿Qué no entras más tarde hoy?

-           Gracias por mi desayuno- me acerco a ella- si entro más tarde- la abrazo de la cintura, ya está arreglada y con todo en mano para salir- pero quería darte esto- le doy un besito en los labios- que tengas un lindo día mi vida- su sonrisa crece, me devuelve el beso

-           Para ti también mi cielo- juega con su nariz y la mía, nos gana un suspiro y se separa- nos vemos al rato- me da otro beso y sale dejándome en el marco de la puerta viendo como desaparece en las escaleras.

Regreso a la cocina y como ya estoy despierta pues, caliento el desayuno y me lo como.

 

Regresar a hotel a sabiendas de que ahora es por MI NOVIA, me llena de emoción. Entro el primero en verme es Santiago que me ve risueño

-           ¿Se te perdió algo? - me pregunta juguetón

-           No, sé en donde está- se lo encaro

-           Aquí todo lo que hay es mío- se ufana el maldeto

-           No lo creo- me veo las uñas

-           Le gustan más mis besos- se pone fanfarrón y me río

-           No te creo- me ve picaron

-           Pero mira quien trajo la marea- Andrea llega cantando- Santiago ya se la llevó a su depa- la veo aburrida y aquel pone pose

-           Te lo dije, ella solo es mía

-           Pues como no sé de quién hablas- finjo ignorarlo, ¡como es jodón! - yo solo vengo por mi novia- ¡se lo restriego! En tono, mirada y pose

-           Novia- Santiago saborea la palabra

-           ¡Novias! - grita Andrea toda feliz y me abraza

-           Sí, MI NOVIA- veo directamente a Santiago

-           Ah, así que anduviste de resbalosa con mi amor ¡auch! se queja girando a ver que provocó su dolor- ¡Ambar! - chilla con todo y puchero

-           Te lo mereces, a mi novia no le dices así- lo ve duramente y él le da golpecitos con el codo y una media sonrisa

-           Novia ¡eeeh! - la ve pícaro

-           ¡que lindas! - Andrea pone pose de enamorada- ¿desde cuándo? Cuenten cuenten

-           Oye contadora- Ambar la ve con burla- te toca contar lo de caja y yo que tu empiezo ahorita para que no te vayas tarde- aquella hace puchero

-           Mata diversiones- le bravuconea

-           Les cuento luego, nosotras ya nos vamos- me toma de la mano dándome un besito en los labios, no sé porque siempre pensé que Ambar no era de demostrar cariños en público ¡que equivocada estaba! Y que bueno

-           ¿No nos esperan y de paso llevan? - preguntan a coro

-           No, tengo una cita con mi novia- les presume jalándome a la salida- ¿Qué tal tu día hoy? - me pregunta con una hermosa sonrisa

-           Bien gracias, aunque ahora mil veces mejor- le aprieto la mano- ¿cena?

-           ¿Qué tal salir a la plaza y de ahí vemos si se nos antoja algo? - me sonrojo, veo la hora- traigo mis pastillas- saca un pastillero y lo sacude

-           ¿cine? - propongo

-           Veamos que hay en la cartelera- sonríe.

 

En el transcurso a la plaza revisamos la cartelera en el celular y por Dios que no había nada que a Ambar le interesara, claro que yo la que había olvidado que gustos tiene Ambar en películas soy yo, aparte… creo que es mejor ver las películas en casa, a su lado, en su cama de preferencia, aunque alguna de las dos se quede dormida, mínimo el saber que puedo tenerla tan cerca de mi sin reparos…

-           ¿Qué? - creo que divagué demasiado

-           Nada- me sonrojo y ella sonríe

-           ¿Segura que no quieres ir al cine? - después de que le puso cara fea a todas…

-           Segura- respondo y digo viendo lo que sea que agarré

-           Pareciera que la librería te aburre- me ve de reojo

-           No me aburre, me gusta el olor de un libro nuevo- inhalo

-           Sí, es muy rico- se ríe- puras drogas- se ataca de la risa

-           Muy graciosa ¿Qué ves? - intento revisar el título de su libro- uno en inglés- hago muecas

-           No sé porque refunfuñas si lo hablas bien, desde cuando pudimos practicar los idiomas que sabes, ya sabes, hablar un idioma que solo nosotras entendamos

-           El inglés lo entiende Andrea y Santiago- le recuerdo

-           Pero el alemán no- me ve a los ojos

-           Pero me gusta tu español- trata de ocultar su sonrisa, pero es caso fallido

-           A mi también me gusta tu español- me da un besito en la mejilla- ¿un helado?

-           Comimos uno ayer, no creo que sea lo mejor para ti- la veo a los ojos, aun me siento chapeada por sus muestras de cariño, digo ¡me encantan! Pero no estoy acostumbrada, claro que me puedo y quiero acostumbrar.

-           Allá está la sección de medicina, ¿quieres? Podemos verlas- veo de reojo

-           Pero eso no es tu área de interés- frunzo la boca

-           No, pero esta área tampoco es la tuya, ya estuvimos un ratito aquí, podemos ir un ratito allá- me dice como si nada

-           Puedes quedarte en lo que veo si hay algo de interés- toma mi mano

-           ¿Cuál es el chiste de una primera cita si no estamos juntas y nos conocemos mejor? - estoy boquiabierta (aunque no en el exterior)

-           Cielos Ambar, eres hermosa- no me contengo y le doy un besito en los labios

-           Es que no te has visto en el espejo- suspira y con sus labios aprisiona mi labio inferior- ¿Qué te parece si vamos a tomar un café o té? - se separa sonriente

-           Claro, luego venimos a seguir viendo aquí- acuno su mejilla en mi mano

-           Sip, otro día con más calma y podemos incluso ver pasillo por pasillo- se burla de mis gustos

-           Podríamos encontrar algo sumamente interesante- asiento encantada

-           ¿Haces lo mismo con las tiendas de ropa? - pregunta yendo a pagar el libro que trae en mano

-           De ropa, de chucherías, dulcerías, farmacias- sigo enumerando en lo que paga y se ríe

-           Ya entendí, te gusta ver todo del lugar sin importar cuál sea

-           No he visto todos los lugares a los que entro- le aclaro

-           ¿Cómo cual no? - pregunta viendo de aquí hacia allá- ¿Qué tal ese café? - señala

-           Si, ese está bien- nos dirigimos al lugar- pues no he visto todo lo que tienes en tu cuarto- la veo con una sonrisa que no me contengo

-           Ah, es que si lo ves todo ¿Qué me va a quedar enseñarte cuando avancemos en la relación? - contesta buscando mesa disponible y yo pasmada con su respuesta

 

 

Ambar

 

Encuentro la mesa perfecta para poder estar juntas y cariñosas si así lo queremos sin que nos estén molestando, la jalo porque sé que con mi respuesta se quedó ida

-           ¿Les dejo el menú? - pregunta la mesera

-           Por favor- le ayudo a mi hermosa novia a sentarse

-           Si dices esas cosas- menciona con un suspiro al final ya que la mesera nos deja solas- me será difícil contenerme- me ve de reojo en lo que trata de ponerle atención al menú

-           Solo deja que esté mejor- me sonrojo- prometo echarle ganas- me ve tiernamente y para ser honesta me provoca una revolución tan hermosa en mi pecho

-           Mi amor- se acerca a mi poniendo su mano en mi mejilla, una maña que debo decir me ha encantado- no necesitas presionarte, todo sucederá cuando tenga que suceder- se acerca a mí y me besa- yo soy tan feliz con estar a tu lado- me encantan sus palabras y el carmín de sus mejillas

-           Gracias- tomo su mano en la mía y la llevo a mi boca para besarla, si estuviéramos en la casa ya la habría atacado a besos

-           Supongo mañana tendrás a Santiago y Andrea a tu lado presionándote para el chisme- se ríe y le sigo en ello

-           Supones bien, van a querer todo con lujo de detalles- suspiro- ¿en tu trabajo ya saben? - se colorea de rojo, presiento que el doctor debió decirle algo y me molestará después

-           Talis no dejó de fregar por verme tan feliz- aprieto la boca para no reírme, creo que estuve a nada de estar igual que ella, más por el beso de en la mañana y sus deseos de un buen día; suspiro- así que no me aguanté y le conté- le aprieto la mano

-           Está bien, es tu amiga y nunca dijimos que esto sería oculto, yo no quiero eso ¿tú sí? - pregunto con temor

-           ¡No! No, para nada- aprieta mi mano- me gustas mucho- la mesera llega por el pedido

-           Quiero este té de infusión- señalo- y este pan de zanahoria- giro a ver a Ania

-           Quiero este café y este croissant de favor- la mesera anota y se va después de recoger los menús

-           Ania- llamo su atención- ¿te gustaría viajar? ¿conocer otros lugares? - me siento un poco nerviosa y no quiero que se aburra conmigo, no sé ¿en qué momento se me ocurrió entrar en la librería?, espero eso no le haya molestado

-           ¿Cómo lo que hace Giselle? - su mirada se enseria un poco

-           No tan seguido, pero si, algo así- suspira y no de forma bonita

-           ¿Por qué no iniciaste algo con ella? Cuando te sintieras mejor podían hacer algunos viajes juntas- ve al frente- ella es bastante bonita y se veía que entre ustedes dos había química- aprieta los labios

-           Porque a mí me gusta viajar si- sus ojos me ven con temor- pero no tanto, ella quiere ir de aquí para allá, su plan es no quedarse en un solo lugar y yo no me veo no viviendo aquí- no entiendo porque el ambiente de un momento a otro se puso tan tenso- entre más hablábamos más me daba cuenta que había muchas cosas en las que no coincidíamos para un futuro, si, es hermosa y una mujer buena

-           Una mujer increíble- susurra interviniendo

-           Mmmm, puede que sí, pero no es lo que quiero para mí- toma bastante aire, toma mi mano y me ve seriamente

-           ¿Soy su reemplazo? - me escandalizo, más porque su voz y su cara me dicen el miedo que tiene

-           ¡¿Qué?! ¡noooo! ¡claro que no! - tomo sus dos manos en las mías- mírame por favor- le pido casi en un ruego- Ania por favor- vuelvo a pedir y sus ojitos cristalinos me ven- tú me gustas por quien eres, porque poco a poco con tus descaros, tus cuidados, tu forma de ser, tus sonrisas, tu hermosura y el irte conociendo más me ha enamorado- me sonrojo- me gustas tú, mi corazón te escogió a ti mucho antes de decirme a mí- sus ojos se van abriendo más- no sé en qué momento fue que ya no podía dejar de pensar en ti, que te quería en todo momento, que el que dejaras de dormir a mi lado fue ¡ho rri ble!, que no olerte o verte en cada mañana me sabia mal el día hasta que aparecías ante mí y esfumabas mi mal humor, que tu sonrisa me llena de vida- tomo más aire y bajo un poco el volumen de mi voz aunque sé que no nos están escuchando los demás- que también (y voy a aclarar que no es por eso que quiero estar contigo) estoy demasiado agradecida contigo por todo lo que has hecho y haces por mí, como tu sangre

-           Yo- musita llorosa

-           No por agradecimiento estoy contigo- vuelvo a aclarar- porque antes de que hicieras lo de las plaquetas ya yo era un caos por tu culpa- le digo- y el besarte, digo, que me besaras- se ríe- no solo me confirmó todo, sino que, lo potencializó, no quiero otros labios en los míos si no son los tuyos- me acerco a dejarle un besito que espero me reciba.

-           Ambar- pronuncia suavemente

-           Perdonen- la mesera dice con un tono de voz un poco avergonzado, Ania se gira para que no la vea en lo que deja el encargo la mesera

-           Gracias- se retira la mujer- ¿más tranquila? - asiente- ¿me crees? - le pregunto levantándole el mentón para que me vea

-           Si- me regala una sonrisa y termino de limpiar sus ojitos con una servilleta

-           Te ves más hermosa cuando sonríes- comento frunciendo la nariz divertida- y algo sexy cuando te pones seria casi a enojada

-           ¿Cuándo me has visto enojada? - me pregunta

-           Cuando me amarraste para sacarme sangre- musito y nos reímos

-           No estaba enojada- niega con la cabeza aun entre risas- solo tenía que ver la manera de sacarte las muestras- se encoge entre hombros y su sonrisa se acrecienta- lo demás fue un plus- se ataca de la risa, sin duda así me gusta más- te veías comible de taquito- su mirada picara aparece

-           Ya lo creo, pero no tanto porque no me comiste- me estremece el cómo sus ojos me ven

-           No te iba a asaltar así de indefensa- suspira- aunque ganas no me faltaron- le gana una media sonrisa

-           Pues… así como que mucho esfuerzo no te costó- se la contesto

-           Claro que me costó no hacerte nada, te veías tan linda de tamal mal envuelto luchando en balde- se burla- como para agarrarte a besos- sonríe satisfecha

-           Eso fue abuso de mi debilidad- gruño

-           De tu debilidad y tu enojo- se ríe- te veías hermosa- suspira- aunque podría aplicarla de nuevo- me ve coqueta- ahora si con besitos- su mirada se fija en mis labios

-           Pero ahora ya no estoy tan débil- aquí la palabra clave es tan y ella ríe comiendo un trozo

-           Estoy segura que el resultado sería el mismo- no se aguanta el comentario

-           Eso habrá que verlo- la reto

-           Llegando a la casa si quieres- me guiña el ojo

 

Y heme aquí derrotada nuevamente debajo de ella, afortunadamente ahora faltan las cobijas

-           ¿Decías mi amor? - me sonrojo

-           Si, que es un abuso- comienza a besar mi cara en lo que trato de moverla, aunque no mucho para que pueda dejar sus besitos en mi cara

-           Quédate quieta- demanda

-           ¿O si no que? - la incito, gruñe

-           Ya verás- suelta mis manos (aunque su cuerpo sigue encima de mi), toma mi cara y me planta un buen beso, la tomo de entre la cadera y las pompas y le doy vuelta

-           ¿Decías mi amor? - la remedo en lo que sus piernas abrazan mi cadera y la beso ahora yo, no toma oposición alguna

-           Me encantas susurra en lo que mis besos pasan por sus mejillas y me separo un poquito

-           Y tú a mí- le doy un último beso y me acomodo encima de ella- me duelen los pies- se ríe haciendo que mi cabeza vibre en su pecho

-           Solo vimos unas cuantas tienditas- le quita importancia

-           Seis, seis tiendas de ropa y dos de cositas- refunfuño, sería poco, pero recuerden que la mujer le gusta ver pasillo por pasillo o mejor dicho en las tiendas de ropa, sección por sección

-           Pero encontramos cosas que nos gustaron a ambas- suspira acariciando mi cabello

-           Si sigues me vas a dormir- pero no la quito

-           Tu dijiste que no te dormías si te agarraban el cabello- no deja de hacerlo

-           Fue antes de conocerte- se ríe

-           Ese día me conociste- me abraza y ahora soba mi espalda

-           Bueno, te conocí un día antes y te me enjaretaron un día después- remilgo y reímos

-           La mejore enjaretada de tu vida- levanto la cara para verla

-           ¿Será? - la molesto en lo que dibuja un puchero- hasta el momento fue cuando me robaste un beso- me jacto

-           Esa fuiste tú estrellándome con la pared- suelta entre risas, sube su cara para besarme; si, definitivamente puedo hacer esto siempre

-           Me encantan sus labios y tus besos- suelto en sus labios

-           A mí los tuyos- y seguimos en lo que estamos, los hermosos y deliciosos besos

 

¿Película? ¿Cuál película? Nos quedamos besándonos, con algunas suaves caricias sin escalar a nada (¡Ganas no me faltan!) hasta quedarnos completamente dormidas, una nueva noche en la que descansé profundamente de nuevo confirmándome que con ella duermo mil veces mejor que sola.

 

 

Ania

 

Despierto a su lado, recordando que es domingo, la veo con la marca seca de baba y me da ternura. Ayer fue… genial le queda corto, siento que estar a su lado me trae mal, aunque creo que desde que la volví a ver estoy mal ¿desde cuándo pongo atención solo en un ser? ¡ah! Pero ella desde que apareció en mi vida me robo la atención, es su magia en mí; y ahora sus besos, esas deliciosos besos que solo ella me sabe dar, seguro me los da tan buenos para que nunca quiera buscar los labios de alguien más, aunque si ella supiera como me trae y desde cuando no sería esa su intención, claro que ella no sabe eso y por su puesto tampoco creo que esa sea su intención, pero claramente yo no quiero probar otros labios y otros besos que no sean los suyos, ¡simplemente me encantan!

Me tallo los ojos, la vuelvo a ver tan pacífica y yo aquí pensando pura idiotez, aunque si ella está en esos pensamiento no tienen nada de idiotez, pero el contenido… ¡rayos! Estoy divagando demasiado.

Ayer ya ni vimos película, todo por andar jugando y luego besándonos

             8 pm, la hora que marca mi reloj al entrar al departamento

-           Sí que la echamos larga- le digo yendo hacia los cuartos, el plan es simple, ponerse la pijama e ir a su cuarto para escoger la película y estar ahí hasta que esta acabe todas acurrucadita

-           Pues tus tiendas nos tomaron tiempo- refunfuña con sus dos bolsas de ropa en mano (yo traigo 3)

-           Bien que te gustaron- se ríe entrando a su recámara

Entro a la mía, dejo las bolsas a un lado y me cambio, ¿Qué tendrá ganas de ver? Esta mujer como puede ser algo infantil (aunque aún creo que fue por dejarme ver lo que me gusta), documentales o biografía de alguien, en sí, no me molesta, solo que aún no le puedo leer ¿habrá algún momento en que lo sepa?

Escucho que abre la puerta de su cuarto y voy a su encuentro; al entrar, me sonríe traviesa, algo trama, lo sé, esa mirada mínimo ya la reconozco aunque no la haga seguido.

Me jala haciendo que pierda el equilibrio y tirándome en la cama y se pone encima mío

-           ¿Ves como si te gano? - ah, creo que herí demasiado su orgullo

-           Claro- le doy el avión, calculo el espacio y le doy vuelta

Así estamos un rato entre ver quién es la que gana, seguro si tuviera la cama destendida ya la habría puesto como la vez pasada y agarrado a besos como tantas veces he querido, pero no, aquí seguimos en la campaña campal hasta que siento como sus fuerzas se van mermando y su cansancio apareciendo

-           ¿Decías mi amor? Le sonrío victoriosa

Claro que la sesión de besos que siguió fue mejor, aunque me dio vuelta y quedó como “victoriosa” (la dejaremos creer que sí), aunque su bostezo me saca de mis recuerdos

-           Buenos días- la saludo con un besito

-           Buenos días- me sonríe tan hermosa como siempre

-           Tu medicina- refunfuña y luego sonríe

-           ¿Qué tal si me las das tu?- me le quedo viendo- de boca a boca- frunzo la nariz

-           No, yo no necesito esas pastillas- hace puchero

-           No me toca la que sabe feo- pone esos ojitos suplicantes

-           Pero los nutrientes y medicamentos se pierden, así que no- le pico la nariz, se da la vuelta y toma sus medicamentos

-           ¿desayunamos? - vuelve a bostezar

-           Aún es temprano, puedes seguir durmiendo- niega con la cabeza

-           Tengo hambre- escuchamos el timbre

-           Seguro es Santiago- digo entre risitas, es el que siempre nos interrumpe, así que voy a abrir la puerta y ¡oh sorpresa!

-           Buenos días, creo que las despertamos- se pasan en lo que me hago a un lado

-           No, ya íbamos a preparar el desayuno

-           Ah, perfecto, entre mi esposa y yo lo hacemos- los señores se van directo a la cocina sin pasar siquiera a saludar o ver cómo está su hija

-           Mira, ella es Maribel, mi novia- me presenta- ella es Ania- le “susurra”- la novia de mi hermana, aunque ellas no lo saben- Maribel se ríe

-           Para ti información si es mi novia- Ambar le dice a mis espaldas sacándome un brinco

-           ¡¿Dijiste que son novias?!- su papá se asoma desde la cocina con su mamá con una gran sonrisa

-           Excelente- su mamá sonríe satisfecha regresando a la cocina

-           Ya decía yo que eso de dejar que durmiera contigo- comienza su papá en tono burlón

-           ¿Ves? - le sigue su hermano- te lo dije, ese si no es su conejo… nadie, bueno, ahora su novia- me guiña el ojo haciendo que me sonroje, Ambar toma mi mano

-           Mari, yo te digo de una vez que lo pienses, ese tenía un peluche de tortuga, lo único que dice es que es medio lento y que muerde- se ríe

-           ¡Oye! - salta su hermano- yo no le he dicho cosas feas a tu novia de ti- comienzan a molestarse, su papá los ve risueño y regresa con su esposa

-           Ellos siempre son así- Maribel me explica- los conozco desde hace rato- se ríe- antes eran peor- refunfuña- pero no se llevan mal- se encoje entre hombros y me jala a la sala que al parecer conoce muy bien- ¿y qué tal te va con ella?

-           Tiene poquito que empezamos- asiente

-           Pero ya tienen casi dos meses o más viviendo juntas- su mamá aun estando “cocinando” le dice

-           Ah y ¿Cómo la has aguantado? - me pregunta- yo solo duré como un mes con ella, tiene muchas mañas- bufa por la nariz- su hermano se ataca de la risa y mi novia la ve con reproche- es bien ideática

-           Ella es similar, además es enfermera- su mamá vuelve a intervenir

-           Eso explica mucho- se le queda viendo a Ambar que sigue en una pelea de miradas con su hermano- ¿Ya te vestiste de enfermera? - me susurra, me pongo roja y ella sonríe

-           Cuando le saqué muestra traía mi uniforme

-           Cuando nos conocimos, cierto- interviene Ambar sentándose a mi lado

-           También en las consultas- después de todo, tengo que usar uniforme en el trabajo

-           ¿Por eso te gustó? - le pregunta Maribel a Ambar

-           Claro que no- reniega

-           Es que la trae cortita, por eso le gustó- su hermano se burla

-           Yo digo que todo ha influenciado a que ahora sea parte de la familia- interviene su papá poniendo la mesa

-           Aparte- su mamá nos hace seña de que nos sentemos a comer- el interés es mutuo- Ámbar la ve con reproche

-           Ambar es hermosa- se me sale y todos se me quedan viendo haciendo que me sonroje

-           Me da mucho gusto que las dos estén enamoradas- su papá me da unas palmaditas en el hombro- pero ahora a comer, el desayuno es vital para que ALGUIEN no se ponga cucha- ve hacia la pared

-           Muy gracioso papá- rezonga mi novia

-           Si te queda el saco- canturrea su hermano haciéndonos reír a todos

-           Como que los kilitos a ti ya no te dejan que te entre ningún saco, ni el de papas- Ambar le palmea la panza- Mari, si no le pones límites al rato te casas con una bolita- suelta cruel

-           Le sacamos algo y te la pasamos a ti para que emparejen- le arremete y no me aguanto a reír ¿desde cuándo se conocerán para llevarse así?


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