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Au nom de l'amour. por ShushLY

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen en lo absoluto. Son propiedad intelectual de Masashi Kishimoto.

 

MM Romance con música, romance, deporte y comedia. OCC.

TW: Acoso escolar, abuso físico, abuso psicológico, muerte de personajes, contenido sexual explícito.

Notas del capitulo:

Primer capítulo corto del fanfic. Tocaré temas de deportes como: baloncesto, artes marciales o fútbol americano.

También se abordarán temas musicales, tales como la ópera, el metal sinfónico o metal gótico. Asimismo se mencionarán las bases de la teoría musical, rangos y registros vocales, etc.

Bienvenidos.

Capítulo 1. Contratenor.

-          ¡Todos! ¡Desde el principio! – gritó el profesor Jiraiya, que se encargaba de la materia de música del instituto.

 

Las voces principales retomaron sus puestos originales y el resto, la banda sonora, nos preparamos para comenzar la canción desde cero.

 

La armoniosa música siempre había logrado conmover el corazón del profesor. Estábamos acostumbrados a la ópera. El instituto siempre se había decantado por ese género musical, y aunque podía disfrutar de su ritmo y tempo, también me sentía ajeno a esos eventos.

 

-          ¿Qué haré para reemplazar sus voces, chicos? – preguntó Jiraiya con un tono de voz angustiado.

 

Las voces principales: Karin, mezzosoprano; y Hidan, barítono. Ambas son voces excepcionales, con un talento innato para la ópera; sin embargo, no eran voces poco comunes. En realidad, la gran mayoría del instituto podrían alcanzar sus tonos, si supieran diferenciar entre un falsete y vibrato.

La gran diferencia entre gente como Karin y Hidan, y nosotros, es que tenían el valor de presentarse frente al público y dejarse escuchar.

 

Ambos chicos se irían de intercambio por un semestre completo, lo que dejaba al coro sin voces principales, y, peor aún, sin cantantes para la siguiente obra de teatro: “El Fantasma de la Ópera”.

 

-          ¡Muy bien, chicos! ¡Excelente! ¡Magnífico! – ovacionaba el profesor al terminar la pieza. – Recuerden que las audiciones comienzan en dos semanas, ¡no se olviden de registrarse!

 

Respiré profundamente, armándome de valor. Llevaba años en el coro como uno más de la banda sonora; pero en los últimos meses había ansiado más que nunca ser uno de ellos. Un cantante. Con Karin y Hidan ahí no tendría oportunidad de poner a prueba mi voz; pero ahora con ellos lejos, podría intentarlo. Sólo tenía que dar el primer paso.

 

-          Profesor. – lo llamé con el corazón latiendo furiosamente a causa de los nervios.

-          ¿Sí, Sasuke? – preguntó sin mirarme, mientras guardaba sus cosas.

 

Dejé el violín en su estuche y me acerqué más al profesor. Estaba emocionado, sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo con sólo pensar en presentarme frente a la gente y cantar.

 

-          Quisiera registrarme para audicionar.

-          ¿Estás seguro? Jamás te he escuchado cantar. – la incredulidad en su voz era casi palpable. Y era de esperarse.

-          Sí. Quiero intentarlo.

-          Muy bien. ¿Qué registro vocal tienes? – preguntó mientras sacaba una hoja donde anotaba mi información para la audición.

-          Contratenor.

 

Después de la confesión sobre mi rango vocal en el auditorio, los del coro se habían encargado de contarle eso a todo el instituto y asegurarse de que todos entendieran lo femenino que ese rango resultaba.

 

El último año y medio había sido un maldito infierno en ese lugar. De algún modo se había corrido la voz respecto a mi sexualidad, dando pie a mi caída en picada del grupo popular y talentoso, al chico raro y desagradable del cuál todos hacían burla.

Únicamente hablaba ahora con dos personas: Gaara y Shikamaru. Los únicos que se habían mantenido a mi lado pese a mi nueva reputación y mala fama. No faltaba un solo rumor sobre mí, y darles la información respecto a mi rango de voz, era ahora nuevo material; pero estaba listo.

 

-          ¡Sasuke! – gritó Kisame, el capitán del equipo de baloncesto. - ¿Es cierto eso de que no tienes bolas? – preguntó mientras me rodeaba los hombros con un brazo y caminaba a mi ritmo.

 

Sentí su otra mano dirigirse peligrosamente a mis genitales.

 

-          ¿Por qué? ¿Quieres comprobarlo? – pregunté con hostilidad.

-          ¡Vamos! ¡No te pongas así! Yo sólo lo decía porque, ya sabes… Dicen que cantas como mujer. – intentó defenderse nerviosamente luego de que sus amigos se rieran sonoramente ante mi contestación.

-          Y yo sólo ofrecía una respuesta a tu pregunta. Pero no sabía que te gustaba verles las bolas a tus compañeros de colegio. – insinué con una media sonrisa en el rostro.

 

Después de haber sufrido por el acoso escolar tanto tiempo, tuve que aprender a defenderme de sus comentarios y ocurrencias. Y pese a que al principio había intentado mantener la calma y ser el maduro en toda la situación, ahora optaba por rebajarme y contestar mordazmente, cosa que siempre funcionaba bien para mí.

 

-          ¡Cállate! ¡Puto de mierda! – amenazó con golpearme.

 

Antes de que pudiera hacer algo, Gaara y Shikamaru se acercaron. Shikamaru era un chico atlético a quien se le daba muy bien cualquier deporte, y su complexión lo decía todo. Gaara, por el otro lado, destacaba en las artes marciales.

Kisame se limitó a mirarme con odio y superioridad mientras se alejaba con las manos en el aire, asegurándose de que Gaara y Shikamaru entendieran que no me había hecho nada, y no por falta de coraje, sino por falta de idiotez.

 

Ya lo había intentado previamente. Unos meses después de que había comenzado el acoso escolar, comenzaron las golpizas. Generalmente no eran la gran cosa, y no pasaban de un ojo morado; pero con las semanas habían ido para peor. Una de ellas me había dejado un par de costillas rotas, un brazo dislocado y la nariz fracturada; sin embargo, antes de que pudieran empeorar las cosas, mis amigos nos encontraron, y algunos de esos chicos terminaron en el hospital junto conmigo.

Luego de aquella noche no habían vuelto a intentar nada más allá de comentarios hirientes.

 

-          ¿Estás bien? – preguntó Shikamaru con una nota de preocupación en la voz.

-          Sí. Sólo era Kisame siendo Kisame.

-          Ah, entonces simplemente era un completo imbécil. – terminó Gaara a forma de chiste.

-          ¿Y ahora por qué estaba siendo un imbécil contigo? – cuestionó Shikamaru confundido; pero aún con una sonrisa por el chiste.

-          Me registré para la audición de voz principal.

-          ¿No es normal eso? – preguntó Gaara en esta ocasión.

-          Mi rango de voz es… contratenor. – terminé dudando un segundo si debería continuar con todo ello, puesto que, efectivamente, sólo me había expuesto aún más a toda esa situación. Ambos me miraron confundidos, sin entender del todo qué significaba eso y porqué me molestaban por ello. – Un contratenor es un hombre con una voz aguda, como la de una mujer soprano.

 

Gaara y Shikamaru se miraron entre ellos y mantuvieron el silencio. Ellos sabían que audicionar quizás no era la mejor idea para mí; pero tampoco intentarían disuadirme de ello.

 

-          Como sea. Si alguien quiere hacerte algo… - comenzó Gaara con un tono de voz ligeramente oscuro y tétrico, como siempre solía ser él.

-          Nos limitaremos a estar juntos. No tengo intención alguna de pelear con nadie. – interrumpió Shikamaru.

 

Gaara y yo asentimos a su comentario. Ninguno peleaba por diversión y, en medida de lo posible, evitaríamos cualquier tipo de confrontación no verbal.

Ya era suficientemente malo tener que estar en el internado dos años más antes de terminar la universidad como para seguir empeorando la experiencia con más peleas.

 

Caminamos juntos de regreso al aula, y yo no podía dejar de pensar en esa libertad que tanto ansiaba. Dos años podían parecer una eternidad para mucha gente; pero para mí eran sólo una prueba. Deseaba fervientemente que terminaran esos años para poder irme, alejarme de ese lugar lo más pronto posible, no regresar ahí, ni con mi familia. Empezar desde cero. Empezar mi vida de verdad.

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado. En los días siguientes estaré publicando el segundo capítulo.

¡Hasta luego!


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