El colegio ya estaba completamente vacío y lo que debería de ser un pasillo silencioso y sombrío estaba iluminado por la tenue luz del sol del atardecer e inundado de una hermosa y armoniosa melodía de piano. Shizuru avanzó discretamente por el pasillo y abrió con cuidado la puerta que daba a la sala de música, la entreabió lentamente, lo justo para poder observar a la persona que tocaba de aquella forma tan perfecta el piano y se quedó estática y maravillada mirándola.
-Presidenta Fujino…-dijo Miyu girándose y deteniendo sus dedos sobre la nota que tocaba en aquel momento alargando su bello sonido durante unos segundos-¿Algún problema?
Shizuru dejó de esconderse y abrió completamente la puerta sonriente.
-Tan sólo me maravillaba de lo bien que tocas, Miyu-san-respondió Shizuru-¿Practicando para tocar junto a Alyssa-san?
Miyu miró las relucientes teclas de color marfil sobre las que estaban sus dedos y su sonrió levemente. Su cara casi siempre inexpresiva se dulcificaba cada vez que oía el nombre de Alyssa Searrs.
-Si-respondió con firmeza volviendo a su habitual cara seria levantándose de su asiento.
-Oh… ¿ya te vas?-preguntó Shizuru.
-Así es-respondió Miyu dirigiéndose hacia la puerta de salida donde estaba Shizuru-Con permiso-dijo al pasar por su lado.
Shizuru se quedó mirándola mientras desaparecía por el pasillo mordiendo su labio inferior con fuerza. Una vez la hubo perdido de vista se acercó al piano donde hacía tan sólo uno segundos Miyu había estado tocando. Tocó varias teclas rozándolas con la yema de los dedos y respiró profundamente para exhalar el aire en un suspiro.
-Miyu-san…-susurró mientras se colocaba correctamente en la silla del piano y comenzaba a tocar una melancólica canción.
Hacía tan sólo unos meses que habían trasladado a Miyu Glear y a Alyssa Searrs a la Academia Fuuka Gakuen. Al parecer Miyu era una especie de asistenta del genio de la canción Alyssa. Poco sabía Shizuru de la familia Searrs o de su fundación, tan sólo que era una compañía tremendamente influyente a nivel mundial y… que tenían alguna clase de interés en la academia y en las Himes. Eso era algo que a Shizuru no le gustaba, ya que, a pesar de que ella era una Hime, mantenía aquello como un secreto, hasta para su amiga Natsuki, la cual le había confesado abiertamente que ella era una Hime hacía ya tiempo.
Hime…
Highly-Advanced
Materializing
Equipment
Por lo que Shizuru sabía sobre el tema, las Himes como ella tenían la capacidad de materializar materia de alto nivel a partir de fotones. Que la Fundación Searrs se interesara por ella o por el resto de sus compañeras era a algo que a Shizuru no le gustaba. Desde el principio Shizuru, a pesar de las innumerables trabas que le había puesto la directora Mashiro, se las había ingeniado para conocer el nombre de todas y cada una de las Himes que habían entrado en Fuuka Gakuen. Había conseguido a través de contactos con el llamado Primer Distrito los nombres de todas ellas. Realmente Shizuru había conseguido mucha más información del Primer Distrito y a pesar de que dicha información podría ser de gran valor tanto para ella misma como para el resto de Himes, aquello no era del interés de Shizuru. Ella no se preocupaba de sus compañeras, lo que le interesaba era defender sus intereses y la apacible y cómoda vida que había logrado gracias al hecho de ser una Hime. Le interesaba conservarla a toda costa y mientras las Himes no se dieran a conocer, quizás podría conservarla siempre. Searrs no entraba en sus planes, estaba segura de que aquella maldita multinacional estaba tratando de desenmascarar a las Himes y que Alyssa Searrs a pesar de su aspecto inocente e infantil tenía algo que ver. Pero lo que más disgustaba a Shizuru era el hecho de pensar que su querida Miyu podría estar siendo utilizada por Alyssa.
La primera vez que Shizuru oyó tocar a Miyu quedó completamente fascinada con la melodía. Shizuru creyó que Miyu acompañaba a Alyssa y la admiraba de la manera en que lo hacía porque amaba la música, de ahí su increíble forma y dedicación a la hora de tocar el piano mientras Alyssa, conocida en poco tiempo como el Ángel Dorado de Fuuka Gakuen por su increíble forma de cantar, entonaba alguna canción. Shizuru comenzó a amar aquella pasión con la que Miyu tocaba el piano y sin darse cuenta, después de interminables días de espiarla tras la puerta de la sala de música, Shizuru Fujino, alguien que jamás había mostrado interés hacia alguien, a no ser que fuera por una razón completamente egoísta, comenzó a amarla. Una amor prohibido. Shizuru intentó mil veces negar aquel amor que había comenzado a atormentarla y pronto, angustiada por ello, comenzó a obsesionarse.
Sumida en sus pensamientos durante una de sus demostraciones de preparación del té, Shizuru comenzó a pensar en la forma en que Miyu miraba a Alyssa. Como las facciones le cambiaban completamente al estar a su lado. Shizuru comenzó a odiar profundamente a Alyssa Searrs. Y durante una de las tardes en que Miyu practicaba en la sala de música, Shizuru fué a hacerle una visita a la pequeña Alyssa.
De la pequeña iglesia situada cerca de la academia se escuchaba una hermosa canción que resonaba por todo el jardín. Alyssa estaba ensayando…
…Who are those little girls in pain…
Just trapped in castle of dark side of moon…
Shizuru se acercaba con paso seguro pero lento hacia la iglesia.
…Twelve of them shining brigth in vain
Like flowers that blossom just once in years…
Entendía porque Miyu había sido embelesada por la voz de aquella niña.
…They’re dancing in the shadow like whispers of love
Just dreaming of place where they’re free as dove…
Por eso la odiaba tan profundamente. Por aquella voz, aquella voz que hechizaba a su amada Miyu cambiándole por completo las facciones. Endulzando su bonita cara como a ella le hubiera gustado hacer.
…They’re never been allowed to love in this cursed cage
It’s only the fairy tale they believe…
Cuanto más cantaba Alyssa, más le obsesionaba a Shizuru hacer que su voz desapareciese. Para que Miyu tan sólo pudiera escucharla a ella mientras la consolaba por la muerte de la pequeña Alyssa con dulces palabras de afecto. Shizuru sonrió ante su maquiavélico pensamiento y aunque estaba desbordada por la ira, entró en la iglesia con su habitual templanza y elegancia.
-Alyssa-san, ¡qué sorpresa encontrarte aquí!-dijo con una fingida sonrisa en la cara.
-Presidenta Fujino-respondió Alyssa algo avergonzaba a modo de saludo.
-Una hermosa canción y una voz aún más hermosa, tienes bien merecido el sobrenombre de Ángel Dorado-repuso Shizuru acercándose a Alyssa de forma gentil pero a la vez amenazante.
Alyssa dió un par de pasos hacia atrás asustada, su corazón comenzaba a acelerarse. A pesar de la distancia Miyu pudo notar la intensa reacción que estaba experimentando el cuerpo de Alyssa en pocos segundos y la identificó como una señal de peligro.
Shizuru cada vez estaba más cerca de Alyssa. Sin mediar palabra, a apenas un par de metros de ella, Shizuru materializó su elemento, una elegante lanza de color escarlata. Justo cuando iba a darle un golpe mortal Miyu se interpuso entre ella y Alyssa interceptando la lanza con la espada que había en su brazo.
-Presidenta Fujino-dijo Alyssa ahora más confiada-Por fin descubrimos la identidad de la última Hime.
Shizuru dió un salto hacia atrás y se colocó en posición ofensiva con la lanza a su espalda.
-Así que finalmente conozco de primera mano las intenciones de la Fundación Searrs-contestó con voz calmada.
-No se equivoque Presidenta Fujino, nosotros no somos el Primer Distrito, no tratamos de controlar el poder de las Himes, nosotros lo que pretendemos es apoderarnos de ese poder y destruiros-reveló Alyssa.
-Entonces más razones para acabar contigo, Alyssa-san-repuso Shizuru sonriendo y lanzándose de nuevo hacia Alyssa.
Miyu cogió a Alyssa antes de que la lanza de Shizuru la alcanzara y salieron corriendo de la iglesia.
-Miyu-san…-susurró Shizuru mientras salía de la iglesia a paso lento y con una expresión vacía y perdida en el rostro-¡Kiyohime!-exclamó materializando a su Child.
Miyu con Alyssa sentada en su hombro derecho la esperaban fuera de la iglesia. Al materializarse Kiyohime, Miyu dió un gran salto hacia atrás para esquivar a una de las seis cabezas de serpiente del enorme Child de Shizuru.
-Child, una anormalidad nacida de la afección por el ser amado-dijo Shizuru con voz ausente-Cuanto mayor es la afección… más poderoso es el Child.
Kiyome se alzó imponente más de quince metros sobre sus cabezas. Miyu dejó a un lado a Alyssa y la miró con gesto amable.
-Ojou-sama, quédese aquí porfavor, yo me encargaré de esto-dijo Miyu dejando a Alyssa con cuidado sobre el suelo.
Aquello enfureció aún más todavía a Shizuru, aunque la obsesión por negar el amor que sentía hacia Miyu le hizo ocultar lo que sentía en aquel momento manteniendo el gesto perdido y vacío que desde que había salido de la iglesia había mostrado.
-Miyu-san, ten cuidado-dijo Alyssa sonriente.
La situación comenzaba a ser completamente insostenible para Shizuru, las muestras de cariño que mostraban Alyssa y Miyu la una por la otra empezaban a resultarle enfermizas. Acabaría con Alyssa y obligaría a Miyu a aceptar sus sentimientos.
Miyu…
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Unit
Miyu se preparó para el combate con la Hime. Si su Child mostraba aquella enorme forma, seguramente Shizuru Fujino fuera más peligrosa y poderosa que Mai Tokiha.
SEARRS for The Golden Millennium
Liberando los circuitos del 4º al 12º de alta velocidad.
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Administrar…Armadura…Escarlata…Seleccionar… Espada.
Miyu se quitó el abrigo y un traje de color escarlata brilló intensamente. De nuevo aquella espada volvió a aparecer en su brazo izquierdo. Shizuru la miró incrédula. Miyu era un cyborg, seguramente un cyborg a las órdenes de Alyssa Searrs. El odio de Shizuru por Alyssa aumentaba por momentos y sin pensárselo se avalanzó sobre Miyu.
-¿Porqué…?-gritó completamente desesperada mientras intercambiaba una estocada con Miyu.
-Shizuru Fujino, tú misma te has mostrado como Hime, esa es la razón por la que debo eliminarte-respondió Miyu-Y son las órdenes de Alyssa-ojousama.
-¡No…!-exclamó Shizuru-¿Porqué tienes que obedecerla, poqué pones esa cara cuando estás con ella? Yo…-repuso Shizuru mordiéndose el labio inferior con fuerza hasta hacerse sangre-Yo te observaba todas las tardes mientras tocabas… Yo…-suspiró completamente avergonzada.
-Así que ese Child…-comenzó a decir Alyssa-Su persona importante es Miyu-san…
-Ojou-sama, elimine al Child con Artemis, está dentro del rango de alcance-dijo Miyu mientras esquivaba los golpes de Shizuru y a su Child.
-Pero si lo hago, tú también desaparecerás-repuso Alyssa.
-Si es por el bien de mi Ojou-sama, estará bien-contestó Miyu con voz amable.
Alyssa se soltó el lazo negro con que sujetaba su pelo. Poco a poco su cabello fué iluminándose con una resplandeciente luz dorada. Shizuru esquivó a Miyu como pudo y se lanzó hacia Alyssa para matarla y evitar su ataque pero una vez más Miyu se interpuso y la obligó a alejarse de donde estaba Alyssa poniéndola en el punto de mira de Artemis. Una colorida aurora boreal ocupó el cielo azul, el preludio del ataque de Alyssa. Shizuru sabía que si aquello impactaba en Kiyohime daría igual que Miyu fuera un cyborg o un ser humano, desaparecería. Le era imposible alcanzar a Alyssa por lo que sólo tenía una opción…
Sonriendo Shizuru soltó su lanza y aceptó el ataque de Miyu con los brazos abiertos. La espada de Miyu atravesó limpiamente el estómago de Shizuru y ésta cayó hacia el suelo arrastrando con ella a Miyu. Sin comprender porque ni siquiera se había defendido Miyu agarró inconscientemente a Shizuru por la cintura y la cabeza para amortiguar el golpe contra el suelo.
-Que estúpida-dijo Miyu mirándole a los ojos.
De pronto una visión familiar y a la vez extraña apareció ante Miyu. Shizuru la miraba de la misma forma en que Alyssa lo hacía. Aquellos ojos, los ojos de una persona triste y solitaria que ni siquiera compredía porque existía. El rostro de Miyu cambió sin darse cuenta poniendo la expresión dulce que a Shizuru tanto le gustaba.
-Miyu-san-dijo de pronto Alyssa-Ya no puedo parar el ataque.
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Administrar… Atendiendo al llamado de Alyssa Searrs… Error…
Error… Error… Atendiendo al llamado de Alyssa Searrs… Error… Error…
Shizuru observó por última vez el rostro de su amada Miyu. Se dió cuenta de que por alguna razón no podía moverse y en su interior quiso pensar que era porque quizás por fin Miyu había aceptado sus sentimientos y había decidido morir con ella. El cielo brilló con una intensa luz dorada y Shizuru le dió un primer y furtivo beso a Miyu en los labios.
-Estoy satisfecha-dijo mirando a su amada con dulzura-¡Kiyohime!
La última órden que dió a su Child antes de ser vaporizada por el ataque de Alyssa. Kiyohime sintió el intenso deseo de Shizuru cambiando su color púrpura por un hermoso y reluciente color dorado. Se lanzó hacia Miyu y la atrapó entre las mandíbulas de una de sus cabezas alejándose rápidamente del rango de ataque del Child de Alyssa, Artemis. Segundos después de dejar a Miyu sobre el suelo desapareció dejando pequeñas partículas de luz en el aire. Dormiría mientras esperaba a su próxima Hime.
-Miyu-san-gritó Alyssa con la voz entrecortada por la carrera que le había supuesto llegar al lugar donde estaba el cyborg.
Administrar… Atendiendo al llamado de Alyssa Searrs… Error…
Error… Error… Atendiendo al llamado de Alyssa Searrs… Error… Error…
-Miyu-san…-repetía una y otra vez Alyssa.
-Administrar…-comenzó a decir Miyu con voz metálica y monótona-Eliminar… Datos de memoria… Recuerdos Shizuru Fujino…Esperando confirmación de voz…
Alyssa la miró y cogió aire para responder, pero de pronto se quedó pensativa. Recuerdos… No… sentimientos… eso era lo que Miyu mostraba en aquel momento. Alyssa dudó pero pronto se dió cuenta de que no era justo quitarle a alguien tan amable con ella como Miyu sus sentimientos, aunque resultaran dolorosos y tratara de eliminarlos no podía hacerlo. Para Alyssa, Miyu era algo más que un cyborg, no podía quitarle sus recuerdos y reiniciarla sin más.
-Petición denegada. Conservar recuerdos de Shizuru Fujino.
-Confirmación de voz aceptaba. Recuerdos de Shizuru Fujino almacenados en memoria.
Miyu abrió los ojos lentamente y miró a Alyssa.
-¡Ojou-sama!-exclamó sobresaltada mirando si tenía alguna herida.
-Estoy bien-repuso Alyssa.
Miyu miró la zona de combate. El lugar estaba completamente carbonizado cuarenta metros a la redonda, por poco no había alcanzado la iglesia, lugar donde lo habían iniciado. Su cara se contrajo por unos segundos por la tristeza pero pronto se recompuso y miró a Alyssa con dulzura como siempre hacía.
-Será mejor que vayamos a que descanse, ojou-sama…
Miyu revisó sus datos y habilidades para comprobar si sus funciones eran correctas mientras caminaba al lado de Alyssa.
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Administrar…
Acceder…Memoria…Recuerdo Shizuru Fujino…
Armadura…Amatista…Arma…Espada Kiyohime…
-Gracias…-susurró simplemente Miyu sin dejar de caminar.