Capitulo 2:
Lluvia y Recuerdos
El rubio y el moreno (Russel y Roy) seguían besándose, ambos en el suelo y con los ojos abiertos, pero las manos de Roy descansaban en la cintura de Russel y las del rubio, en el pecho de Mustang.
-Huh, huh-emitió Edo molesto, talvez así la parejita se separaba y si logro llamar la atención de los dos, porque se separaron de inmediato, ambos de pie, Russel arreglaba su cabello y Roy su uniforme, una vez ambos listos, el taisa se dirigió a su sillón y se sentó, Russel se acerco al lado se su pequeño hermano pasando por el frente de Ed quien le regalo una mirada de odio, Russel se puso algo nervioso.
-Bien, ya que estamos todos aquí, comencemos-hablo Mustang con su tono usual de voz, actuando como si nada hubiera pasado.
-¿Y que comenzaremos?, yo creo que tu ya estabas muy entretenido-dijo Edo con tono molesto, no pudiendo controlar la rabia que ahora crecía en él, al decir esto, Russel se sonrojo muy notablemente y Mustang frunció el ceño, Aru halo la manga de su hermano, él también estaba sonrojado.
-Nii-san, cálmate-le susurro muy bajo, realmente no estaba muy seguro de porque su hermano mayor estaba tan enojado, pero sabia a ciencia cierta que si no intentaba calmarlo la situación terminaría muy mal.
-Haré como que no escuche nada y proseguiremos con esto...-dijo Roy aun con el ceño fruncido, ahora si estaba molesto, Fletcher que se había quedado atrás, entro totalmente a la oficina y cerro la puerta tras si, Aru se acerco a él y puso el seguro, tenia un mal presentimiento y lo mejor seria que nadie interrumpiera.
-Hagane no, estas aquí para saber tu nueva misión...-volvió a hablar Mustang con voz neutra, Edo frunció el ceño aun mas, ¿no que se quedaría allí y ya no saldría de Central?, ah pero claro, ahora que Edward esta enterado de su pequeña "travesura" ya no e convenía que estuviera allí, -...tu nueva misión es...ser el guía de Russel Tringham-termino Roy.
-¡¿Qué...?!-intento decir, mas la dulce y calmada voz de su hermano lo detuvo.
-¿A que se refiere con guía, taisa?-pregunto Aru.
-Hagane será una especie de maestro o tutor para Tringham, como él es alquimista estatal sabe como desenvolverse en este ámbito, además son casi de una misma edad, estoy seguro de que se llevaran bien-.
-Exactamente, como somos casi de una misma edad, se supone que él no puede tomar el examen para alquimista estatal-dijo Edo en tono cansado.
-Si Full Metal, tienes razón, pero así como conseguí el permiso para que tu lo fueras, puedo conseguir, que por cierto ya lo hice, el permiso para él-le respondió Roy, Ed estaba que tiraba humo por las orejas, con pasos largos y pesados se dirigió a la puerta, la abrió y salio de la oficina del Coronel Mustang dando un portazo, la actitud de Ed dejo impresionado a mas de uno, pero Roy sabia que era lo que le pasaba, y lo peor de todo el asunto es que tenia que hablar con él y aclarar todo este problema que estaba surgiendo.
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Edward caminaba a paso rápido hacia el hotel donde amablemente el teniente Fuery les había alquilado una habitación a él y a Alphonse.
-¡Nii-san, Nii-san...! ¡¡Nii-san!!, ¿Qué te ocurre?-pregunto Aru preocupado por el estado de su hermano, al llegar a su lado, lo tomo de la muñeca deteniendo su marcha.
-No me ocurre nada, Al-mintió.
-Nii-san, mírame a los ojos y repítelo-le pidió Aru serio, pero su hermano se negaba a voltear el rostro, -Nii-san-volvió a llamar con tono firme, Edo volteo el rostro y miro a los ojos a su hermanito.
-De verdad, estoy bien-dijo Ed intentando sonreír, pero solo le salio una sonrisa triste y amarga, además de que tenia los ojos levemente acuosos, Al estaba que ya no soportaba, le dolía mucho el saber que su hermano estaba mal y le dolía aun mas el saber que no podría ayudarlo.
-Nii-san, dime por favor que fue lo que... paso-dijo Aru con un nudo en la garganta, intentando reprimir sus sentimientos, ahora era él, el que debía ser fuerte, Edo no contesto.
Ya casi estaba llegando la noche, las gotas de lluvia empezaron a caer, poco a poco, la llovizna fue aumentando, obligando a los dos hermanos Elric a correr hacia el hotel, y para Edward, el que empezara a llover no fue de mucha ayuda, la lluvia le traía muchos recuerdos...
Flash Back
-¡Baka, taisa!-grito un muy furioso Edward, saliendo de la oficina de Mustang, odiaba el tener que verle a la cara, ¿Cómo alguien podía ser tan irritante?, ah claro, si ese alguien era Roy Mustang, detestaba tener que llevar los reportes, y todo eso porque sabia que tendría que verle y además soportar sus estupidas bromas sobre su estatura, y tener que aguantar ese estupido cosquilleo en su estomago cada vez que el tonto del taisa se le acercaba.
"-¿Qué me pasa?-"se pregunto a si mismo sintiendo como sus mejillas se calentaban muy levemente.
Salio del Cuartel aun con la cara pintada de enojo y las mejillas sonrojadas, ya no estaba furioso con Mustang, sino consigo mismo, ¡¿Por qué diablos tenia que sentirse así a su lado?!, ¿a quien engañaba?, ¡claro que estaba furioso con Mustang!, si él no existiera Edo jamás sentiría lo que siente... pero... ¿Qué era lo que sentía por su taisa?
"-¡Odio, por supuesto!-"volvió a hablarse a si mismo y ahora para colmo estaba empezando a lloviznar, Edward apresuro el paso mientras la lluvia aumentaba en intensidad, solo le faltaba la mitad del camino, guió sus manos a su espalda para tomar el gorro que tenia adherido su gabardina roja y noto con pesar y cansancio que había salido tan rápido de la oficina del taisa que la había dejado olvidada en un sillón, suspiro pesadamente deteniendo su marcha, miro el cielo oscuro dejando que la lluvia cayera libremente sobre su cara, con un segundo suspiro, esta vez de resignación se devolvió al Cuartel.
A paso lento y desanimado se acercaba a la oficina de Mustang, todo estaba vacío, ya era tarde, algo así como las 9:40pm, como sabia que la oficina del taisa iba a estar vacía, abrió la puerta sin llamar antes y se encontró con algo interesante, su abrigo estaba justamente donde lo había dejado, y Roy estaba a un lado de el con una... ¿secretaria?, si, eso Edward creyó, sobre é, si, ella estaba sobre é, se besaban con pasión, y Roy tocaba el cuerpo de esa mujer sin pudor alguno, sin respetarla siquiera, aunque con esa faldita que llevaba puesta y además sobre Roy, no se daba a respetar mucho que digamos.
Edward quedo en estado de shock, sabia muy bien cual era la reputación de Roy Mustang, pero nunca pensó que le dolería tanto verlo en una de sus andadas, sus ojos empezaron a aguarse, sus mejillas a enrojeserce y sus puños a apretarse fuertemente; salio corriendo de allí rápidamente dejando la puerta abierta, ¡a él que le importaba que Mustang se halla dado cuenta de su presencia!, ahora solo se sentía... lastimado.
Estaba ya alejado del Cuartel, la lluvia se cernía fuertemente sobre él, pero eso le importaba muy poco, sintió algo tibio caer por su mejilla y confundirse con el agua, ¿la lluvia se calentaba?... claro que no, llevo una de sus manos a su rostro, rozo su mejilla con sus dedos, sintiendo como mas de ese liquido caía por su rostro, miro sus dedos y permitió que las lagrimas cayeran libremente.
-Claro... estoy enamorado-susurro para si mismo, ahora sollozando levemente y con una triste sonrisa en el rostro.
Fin del Flash Back
-Nii-san... Nii-san, por favor dime que te ocurre-pedía Aru casi al borde de las lágrimas, su hermano se veía ausente, hacia ya algún tiempo que habían llegado al apartamento y su hermano seguía allí, parado frente a la puerta sin mover un músculo.
Edward miro a su hermano menor con un gesto distraído y empezó a caminar con dirección a su habitación, esa era una ventaja que tenia, el apartamento era grande y tenia dos habitaciones, así que no había problema.
-Nii-san-escucho que nuevamente le llamaba Aru, se paro en el marco de la puerta, dirigió su rostro hacia Al e intento sonreír, pero no le salio, solo curvo los labios en una mueca indescifrable y entro a su cuarto.
-Edward...-susurro Aru mas preocupado que antes, no estaba muy seguro, pero creyó haber visto una fina lagrima recorrer la mejilla de su hermano mayor.
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Edward camino con parcimonia hacia la cama, se tiro sobre ella y con el dorso de su mano limpio el fino rastro que dejo aquella lágrima que salio involuntariamente de su ojo (singular porque solo fue una lágrima), llevo su otra mano a su rostro y tapo sus ojos, empezando a recodar nuevamente.
Flash Back...
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