El rubio salió del edificio donde estaban las aulas, biblioteca y demás para dirigirse al edificio contiguo donde se encontraban las habitaciones de los estudiantes, era un internado muy prestigioso en el que iban desde los hijos de las familias más respetadas hasta hijos de mafiosos con padres que podían permitirse la estancia de sus herederos allí. Esto hacía que en ese lugar, ya de por sí elitista, hubiese una gran diferencia entre las dos bandas del lugar.
Pero Ueda era un simple becado, o eso se suponía, que aunque era muy amable con todo el mundo no se solía relacionar íntimamente con nadie y casi no sabía de la existencia de estas bandas ya que además el pobre chico era al tontorrón para esas cosas.
En medio del camino recordó que se había dejado uno de los cuadernos en clase y que debía volver a por él antes de ir a su habitación así que se dio la vuelta y cogió un atajo para llegar antes a sus aulas ignorando al grupo de chicos con aspecto bastante macarra que le estaba siguiendo.
- hey jefe, el pobre chaval ni nos ha visto y ahora se dirige hacia la parte de atrás.
Señaló uno de ellos al que tenía aspecto más temible del grupo
- si tienes razón, allí nos será mas fácil jugar con él, la verdad es que hay que ser bastante tonto jaja
todo el grupo se empezó a carcajear mientras andaban más deprisa para alcanzar a Ueda. Y a pocos metros y algo más escondidos se hallaban el otro grupo de chicos que habían estado hablando antes en la biblioteca; estos últimos siguiéndoles a escondidas ya que no querían que la otra banda se percatase de su presencia.
- jefe… este chico parece más tonto incluso de lo que pensabamos…
dijo el que se hacía llamar Scott con una gotita de sudor en la cabeza.
- si la verdad es que para sacar tan buenas notas es muy poco espabilado. ¡Pero bueno queremos gresca!
- SI!
Gritaron todos al unísono y empezaron a seguir rápidamente a los otros chicos.
Por su parte cuando ya se hallaban en la parte trasera del edificio por donde no pasaba nadie Jason, el jefe con malas intenciones (que por cierto porque le pondría a un personaje así uno de mis nombres favoritos?) llamó al joven rubio.
- e tu rubito!
Ueda se giró extrañado
- yo?
- si tu! Ven charlemos un rato…
dijo seguido de unas risas generales a lo que Ueda respondió educadamente aún sin oler el peligro.
- Lo siento, pero ahora tengo algo de prisa ya que me dejé un cuaderno en clase y tengo que recuperarlo cuanto antes si necesita algo podrá decírmelo después.
Con una reverencia intentó seguir andando pero se dio cuenta de que los otros chicos le habían cerrado el paso.
- e… perdón… podrían dejarme pasar ^_^U
Entonces Jason le empujó brutalmente al chico contra la pared dejándole tirado en el suelo temblando levemente por el miedo; eran todos unos chicos enormes y él era bajito y delgaducho y tenía miedo de lo que podrían llegar a hacerlo; aunque ni siquiera se imaginaba sus verdaderas intenciones.
- pe… pero que pasa… yo nos he hecho nada… por que me tratáis así?
Murmuró suave pero lo suficiente como para que los demás se oyeran y empezasen a mofarse de sus palabras.
- no nos has hecho anda pequeñín, lo que pasa es que esa carita tan bonita tuya va provocando demasiado, por no hablar de tu cuerpecito.
Dijo mientras acercándose a él le agarraba la camisa y se la desgarraba violentamente dejando al descubierto su pecho pálido y su cintura fina. Jason acorraló al rubio contra la pared y empezó a lamer de forma repulsiva su fino cuello mientras el otro intentaba apartarle sin resultado.
- me das asco Jason
el aludido dejó al chico que es derrumbó de nuevo en el suelo y miró hacia la dirección de donde provenía la voz.
- no se te ocurra meterte en mis asuntos Tyson
dijo enfurecido dirigiéndose al jefe de la otra banda
- me meteré si veo que es conveniente.
- que pasa Tyson que a ti también te gusta este chico verdad? ¿No tienes suficiente con tu pareja de putitas?
Tyson agarró del brazo a Mike, el novio de Scott, para evitar que se lanzase sobre él sin atender a razones que era lo que le acababa pasando siempre.
- bueno no hablemos de tu historial que pasa, acaso tienes que tirarte a todos los nuevos algo afeminados que vengan? Eres un puto enfermo.
Al final Jason acabó lo suficiente enfurecido como para lanzarse con el puño amenazaste a Tyson, pero él ágilmente esquivó ese puñetazo sin problemas. Cuando el otro se recuperó recargó sobre él y esta vez en de esquivarlo le agarró del brazo haciéndole una llave de judo que dejó a Jason tirado y humillado violentamente en el suelo. Tyson hizo crujir sus puños con una sonrisa satisfactoria.
- Alguien quiere acompañarle?
Todos los demás de la otra banda se dispersaron rápidamente y en seguida les siguió Jason gritando palabrotas a los cuatro vientos.
Los demás chicos rodearon a su jefe para aplaudirle.
- si es que eres el mejor!! Nunca le habías dejado tan en ridícula, que pena que no lo haya visto nadie!!
Comentaba Scott dando pequeños saltitos agarrado aún del brazo de su novio que también sonreía levemente.
- si es que ese tipo es solo fuerza bruta, será más fuerte que yo pero no puede contra 10 años intensivos de artes marciales jeje
- oye jefe… nos olvidamos de lo “más” importante.
Dijo otro de los chicos señalando con la cabeza el lugar donde aún yacía tendido Ueda.
- “vaya, ni me acordaba” ir tirando yo me ocupo de él.
- este finde salimos para celebrarlo!
- SI!
Y todos se fueron alejando entre risas y vítores dejando a su jefe a solas con el chico. Tyson se acercó lentamente.
- oye… esto…
sin poder remediarlo se quedó mirándolo embobado, así con el pelo algo revuelto cayendo sobre su cara, las gafas caídas, el rostro ligeramente sonrojado y los ojos brillantes por las lágrimas que aclamaban salir. Apoyado en esa pared intentando tapar su delgada figura con los jirones en los que se había convertido su camisa… con ese aspecto… si que daban ganas de violarle.
El moreno sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos y le tendió una mano al rubio.
- Estás bien?
Ueda se estremeció levemente y no respondió.
- tranquilo, yo no soy como ese degenerado no te preocupes.
El rubio agachó más su cabeza dejando que el flequillo dorado tapase su rostro y dejando que húmedos regueros cayesen por sus mejillas.
Tyson se revolvió el pelo nervioso y al final se quitó su cazadora de cuero y se la lanzó encima al rubio que le miró sorprendido.
- “maldita sea, como puede ser un chico tan adorable” póntela o cogerás frío, vamos te acompaño a tu habitación.
El rubio se levantó y se puso la chaqueta que le venía enorme dándole un aspecto aún más inocente y sonrió tímidamente, y en esos momentos un pensamiento surgió brillante en el interior de Tyson:
Ciertamente… parecía un ángel…
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