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Recogí un gatito... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Heid suña con todo lo que ed le cuenta sobre Shambala y sobre todo sobre amestris, el lugar donde se encontraba toda las aventuras que vivió junto a la persona que por el momentos le moslestaba mas el pequeño hermano de su minino, siendo despertado por un pequeño intruso en su cama...

     Una noche más tratando de dormir, los sonidos que resuenan en la habitación son solo los sonidos de nuestras respiraciones, acompasadas por la tranquilidad que se sentía, a pesar de que aún tú pequeña presencia en mi casa me sobresalta un poco, no porque me incomode que estés aquí, sino por las acciones que en la noche me toman desprevenido. Son las dos de la madrugada y aun sigues intentando buscar un lugar en tu cama, pareciera que tiene agujas o que pican las cobijas que te protegen del frío, intentando de una forma o de otra encontrar la posición adecuada para hundirte en los sueños. Cuando lo por fin lo logras, momentos después escucho en silencio que tu sueño fue interrumpido, interrumpiendo de paso, mi intento inútil de conciliar el sueño. 

     - Al… - murmuras una y otra vez mientras te revuelcas en la cama con un ceño de dolor en tu rostro, antes de que las lágrimas invadan tus ojos aún cerrados. 

     - Algún día regresaré a tu lado… lo prometo… - aprietas inconciente entre tus manos las sabanas con odio, relajas tu rostro como si tu pesadilla por fin pasase, escucho movimiento nuevamente en tu cama, se que te has despertado. 

     No quiero incomodarte, por esa razón finjo dormir, se que te has sentado sobre tu cama y que abrazas tus piernas en símbolo de buscar protección, quiero abrazarte con fuerza, que sientas que nunca estas solo, que siempre me tendrás a tu lado, que siempre te querré, quiero borrar con mis labios aquellas lagrimas que sé han escapado de tus ojos, haciendo que se hinchen y se vuelvan rojos, pero calló, calló y aprieto con desprecio las cobijas intentado en vano que el dolor de mi corazón no se interponga, no quiero que mi gatito piense que soy entrometido, quiero que confíe en mí, no porque yo así lo demande, sino porque él así lo quería. 

     Sin saber ni como ni porqué, los sollozos se hacen cada vez más pausados, en ese momento se que por fin has conciliado el sueño, ayudado por aquellas lagrimas que presionan mi corazón. 

     Se que ese Al a quien siempre nombras no soy yo, a mi me llamas Alphonse o Heidrich, no sabes como me duele cuando me miras con esa melancolía en tus ojos, cada que miró tus acciones tus facciones y tus ojos entristecidos, mi corazón sufre, sufre porque puede que yo sea la razón por la cual lloras, por la cual no puedes estar tranquilo. 

     A veces me pongo a pensar en las cosas que me dices, parezco no prestarte atención, pero en realidad, no pierdo detalle de cada cosa que haces o dices, recuerdo que nombraste otro mundo, tu mundo, eso me entristeció, parecía contento al recordar ese lugar que con tanto empeño intentas regresar, más la tristeza no desaparece del todo de tus ojos, al saber que en este mundo no existe la alquimia que con maestría sabías utilizar, intento imaginar como será poder tener cualquier cosa con tan solo hacer un circulo, es gracioso cuando me burle por el comentario, me regañaste, ese gesto se me hizo tan dulce, no el hecho de que casi me golpearás, sino que tus ojos por primera vez desde que esta conmigo, tuvieron ese brillo de esperanza. 

     Mencione que me gustaría poder hacer los cohetes con tan solo los materias y un círculo, insistes que no es algo tan fácil, y me muestras entre ademanes y sonrisas las formas de extraños círculos a los que llamas círculos de transmutación, aun no comprendo como es que se puede hacer algo así, con solamente concentrarte pero me parece sumamente interesante, pareceré un estúpido ante la gente, por creer en lo que me dices, pero no puedo controlarlo, la seguridad con la que tus palabras salen al hablar sobre ello, la forma en que tus movimientos describen todas las cosas que hacías, y sobre todo, aquellos ojos que despiden alegría, alegría que se esfuma cuando recuerdas que te encuentras en este mundo, y sobre todo, que ya no estarás con aquel Alphonse, al que al parecer le tienes gran aprecio. 

     No se cuando o como pero me quede dormido, sin saber cuando, lentamente y con cuidado te levantaste de tu cama, tal vez en busca de un poco de agua, ya que la leche te desagrada, o quizás el lavabo para limpiar las marcas de las lágrimas que momentos atrás opacaron tus ojos, aquellos ojos en los que me pierdo y que por extraña que parezca la razón, quiero seguir mirando, no importa lo que me pase, solo quiero mirar esos ojos una vez más, con aquel brillo, que solo Al puede causar. 

     Tengo la pequeña costumbre, desde que llegaste, de darte la espalda, no porque no te quiera ver, sino porque no creo poder controlarme mucho si veo tu semblante, iluminado por las estrellas que se asoman por la ventana de la habitación, especialmente el día de hoy, ya que hoy hay una espectacular luna llena. 

     De nueva cuenta regresas a tu cama, puedo saberlo porque el rechinido que hace al posarse me lo indica, tranquilo comienzo a dormir, ya que desde hace minutos antes, al recordar que esas sonrisas encantadoras no son dedicadas a mi me entristece y me despertaron, ahora dormiré un poco o eso pretendo, ya que son las tres y realmente necesito algo de fuerzas para continuar con mi traba el día de mañana o mejor dicho dentro de algunas horas, me sumerjo en sueños que espero un día se vuelvan realidad. 

     En mis sueños siempre me sonríes, esas sonrisas llenas de alegría, calor, cariño y amor, son solo mías, nadie más puede verlas, solo yo, me abrazas, tu cuerpo cálido junto al mió hace que todos los problemas por los que atravesamos desaparezcan, nunca existieron, mi enfermedad ya no esta, no debo preocuparme mas por toser sangre si me desespero o me esfuerzo demasiado. 

     Nos encontramos solo tú y yo, en una pradera, la reconozco, es la pradera que se encuentra en tu lugar natal, creo que se llama Risembull el lugar más lindo de todo Amestris, una de las regiones de Shambala de la que siempre me cuentas, allí se encuentra una rubia a la que reconozco por el nombre Winly, la mejor mecánica automail, la que desde el principio te hizo los ajustes de los implantes que antes tenías, la mejor tecnología siempre lo dijiste, lastima que al llegar a este mundo, esos aparatos ya no te servían, creo que mencionaste que tu padre te hizo unos nuevos, disfrazándolos como piel humana, ni tu mismo sabes como lo hizo, aunque no se compara a la hermosa tonalidad de tu piel, es algo pálida. 

     Observó a un hombre alto, mayor de ojos y cabello oscuro, tiene puesto una clase de uniforme, usa unos guantes blancos con un símbolo en el dorso, por tu mirada de enfado cuando pronuncia entre los labios una sola palabra, reconozco de quien se trata, es el coronel Mustang el que se encargo de llevarte a la milicia y apoyarte a la búsqueda de la piedra filosofal, creo que mencionaste que trataste de revivir a alguien al parecer tu madre cuando aun eras un niño, gracias a eso perdiste tu brazo, tu pierna y el cuerpo de tu hermano, ese hombre fue el que te ayudo a superar la depresión en la que te hundiste, ahora que lo miro de cerca, se parece bastante al oficial de la policía Roy, siempre mostrando esa sonrisa altanera, pero pareces feliz y eso me agrada, quisiera que siempre te encontrases así. 

     Me miras con esa sonrisa tan cálida y me llamas, pero de esa manera nunca lo haces, me mire cerca del arrolló que allí se encontraba, en aquella hermosa pradera, pude verme con claridad, era mi rostro, pero se veía más joven, y mis ojos, mis ojos eran de un color más claro que el tuyo, este cuerpo comienza moverse a voluntad, mostrándome como te abraza con desesperación mientras una y otra vez te llamo nii-san. 

     Despierto nuevamente, no por culpa del sueño sino por la presencia de alguien invadiendo mi cama, el gatito se ha movido dormido otra vez, eso es costumbre ahora, tu cuerpo yace al lado mió en posición fetal, con tu rostro dirigido al mi, tus cabellos rubios y suaves como la seda juegan con las sabanas de mi cama, en tus ojos aun se encuentran presas algunas lagrimas que no quieren salir. 

     “Otra vez el aquí” pienso al verte de nuevo, pareces más tranquilo envuelto en las sabanas de mi cama, quizás más calmado al sentir el cuerpo de otro ser humano en el mismo lugar, recuerdo que siempre estas acostumbrado a dormir con alguien, pero aun no me acostumbro a que sea de esta manera, siempre pensé que me tratabas de decir que en la misma habitación no en la misma cama, pero no me siento incomodo, al contrario me siento alagado de que me hayas escogido para esa confianza, tal vez es porque me parezco a él y en estos momentos estoy agradecido de que así sea, por lo menos de esta forma, aunque sea solo un engaño, puedo tenerte entre mis brazos. 

     Siempre entras con sigilo felino a mis mantas, y cuando me doy cuenta no tengo el corazón de despertarte.   Te acercas más a mí, no me muevo, no quiero que te despiertes por un movimiento en falso de mi parte, me siento extraño.

     “¿Qué hay de malo con este chico?... ¿tendrá frío?... ¿camina dormido?... quizás se siente solo”  pienso mientras te acurrucas en mi pecho y con una de tus pequeñas manitas tocas con dulzura.  

     No puedo evitarlo, ya no puedo evitarlo más, eres tan frágil, tan pequeño, tan indefenso, solo, solo quiero tenerte en mis brazos y hacer que toda tu tristeza se desvanezca, muéstrame nuevamente esa sonrisa, esa sonrisa que solo es para mí. 

     Te rodeo con mis brazos, ante el contacto, te acercas más a mi y murmuras un nombre con una sonrisa en tus labios.

     - Al… - me duele escucharlo, porque se que el que esta en esta cama ahora, para ti no es alguien más que tu hermano, pero no puedo hacer nada ante esto.

      Tomo un poco de paciencia, te estrujo más hacía mi cuerpo cuidando de no hacerlo demasiado fuerte para despertarte, me sonríes y me abrazas inconciente murmurando nuevamente el nombre de tu hermano enterrando tu cabeza en mi pecho, se siente tan bien y a la vez duele, respiro el olor embriagante de tu cabello, que juega con mi nariz haciendo cosquillas, más no me importa, te besó la frente con una ternura que jamás pensé existiese en mi, acaricio tu espalda haciendo un pequeño sonido relajante con mi boca, mientras mis besos inundan tu cabellera, quiero que te sientas bien, aunque solo sea por las noches, cuando me abrazas, cuando me puedes querer un poco, como yo te quiero a ti. 

      Las horas pasan y el confort de tu abrazo se acaba al despuntar el alba, se que no recordarás nada y que solo despertarás en tu cama, ya me he acostumbrado a tus horarios, y puedo asegurarte que no me gusta incomodarte, así que antes de que despiertes, te tomo en brazos y te abrigo nuevamente en tu cama, abrigándote con las frazadas para darte un tierno besó, en la frente y otro en la mejilla, mientras sonríes por la calidez del gesto. 

      - Te quiero tanto minino… - murmuro regresando a mi cama, observándote por ultima vez antes de hacerme el dormido e intentar dormitar un poco, otra noche en la que no duermo, pero me siento lleno de energías por tu gesto y el beso que inconciente entre mis brazos me dedicaste en los labios. 

       Se que sólo puedo recibir estas muestras que tanto deseo cuando todo el mundo duerme, incluyéndote, pero no me importa porque solo por unas horas me abrazaste y uniste los labios con los míos en sueños, no sabes cuantos celos tengo de Al, porque él siempre tuvo estas muestras de cariño, tanto de día como abrazados por la noche.

Notas finales:

gomen ne por lo corto del capitulo pero es que solo es una noche ^-^¡ (lo se no tengo excusa) bueno espero les haya gustado y pronto verán algo que ni heid sabia que haria lo prometo ^u^.... gracias por leer matta ne...


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