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A través de tus ojos... por Darkneko

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Notas del capitulo:

Vaya... me tarde añales... pero bueno aqui les traigo el penúltimo capitulo de esta adaptación que espero les haya gustado... ^u^

Full metal alchemist no me pertenece es de Hiromu Arakawa ^u^...

Disfruten el casi final de esta historia... ^-^

     No sabía si era lo correcto pero ahora no importaba, corría por las calles disculpándose repetidas veces por que en su carrera, algunas personas eran victimas de empujones bruscos, algunas incluso encontraron el final de su carrera en el suelo sin siquiera la ayuda de levantarse por parte de su agresor, demasiado apresurado por llegar a ese lugar  como para detenerse a ayudarles… 

     El grupo de búsqueda se había separado pensando que tal vez de esa forma se podría encontrar el paradero del joven azabache mas deprisa, corrían por donde conocían y buscaban donde nadie imaginaba, pero era inútil, nadie encontraba nada y el estar perdiendo tiempo tampoco les estaba agradando mucho. 

     Luna, Himiko y Hyde se separaron para buscar cerca de la piscina donde solía entrenar y relajarse el moreno, pero no encontraron nada, continuaron su búsqueda preguntando al personal de la piscina y a las personas que pasaban por la zona circundante a la zona pero todos respondían lo mismo, llevaban días que no lo veían. 

     Debido a la zona tan extensa decidieron  separarse para cubrir mas terreno, todos preocupados conforme pasaban las horas sin noticias favorables, comenzaban a perder las esperanzas pero el solo hecho de ver al pequeño Ed sonreír una vez más les hacía retomar las fuerzas perdidas adelante, no descansarían hasta encontrarlo aunque eso significara llevar al pequeño rubio a la misma tumba del moreno. 

     Por azares del destino, Luna cruzo un callejón, iba tan sumida en la búsqueda del moreno que no se percato de delante de ella caminando en sentido contrario se encontraba otra persona igualmente sumida en sus pensamientos, el impacto y la caída al suelo fue inevitable. 

     - Itai… - se quejó Luna desde el suelo, mientras que su trasero le punzaba por el golpe tan fuerte. 

     - Gomen nasai… estaba distraído… - murmuro la otra voz, el joven se levanto y extendió su mano para poder ayudar a la pelinegra a incorporarse de nueva cuenta. 

     Al ver al dueño de aquella nívea mano, el rostro de Luna presento un encantador sonrojo, frente a ella estaba el cantante de Japón más conocido, miembro del ahora grupo L’arc en ciel, luciendo esa encantadora sonrisa, su cabello se encontraba de un tono oscuro sin llegar a ser negro, sus ojos eran castaños brillantes, logrando que Luna se perdiera en sus fantasías por unos momentos hasta que la voz de Hyde la saco de esos pensamientos. 

      - ¿Te encuentras bien?... – pregunto sosteniendo su mano sirviéndole de apoyo para que se pusiera de pie, le dio un leve tirón logrando incorporarla, pero estaba en tal estado de estupefacción que sin poderlo remediar, choco contra el pecho del cantante quien le tomo de la cintura, pensó que realmente el golpe le había dolido y no se encontraba muy bien. 

     - Deberías descansar… - le comento mientras le acercaba a unas bancas cercanas a que tomara un poco de aire, Luna estaba perdida en aquella fragante esencia que desprendía el cuerpo que le apresaba en brazos evitando que cayera nuevamente al suelo, percibió de igual manera el calor tan agradable que le proporcionaba, logrando que su sonrojo aumentara notablemente. 

     - Es… estoy bien… arigato… - murmuro cohibida mientras que era depositada con cuidado en la banca, desvió la mirada de aquel rostro tan perfecto que tenía delante, regularmente le miraba de reojo mientras que Hyde buscaba con la mirada alguna fuente de agua, por el rostro de la chica, se podría apreciar que tenía fiebre o eso pensó el. 

     - ¿Quieres algo de beber?... creo que necesitas un poco de agua… déjame buscar un lugar donde vendan… no tardo… - menciono mientras comenzaba a caminar rumbo a la tienda más cercana más su camino se vio interrumpido por una mano que le detenía de esa camisa de manga larga azul marino que en esos momentos llevaba. 

     - No… descuida… estoy bien… solo… podrías sentarte un momento conmigo… - pidió tímida, pensando en la posibilidad de que le rechazará cerró los ojos, gracias a esto no pudo percibir la sonrisa en el rostro de Hyde, mientras se sentaba unos momentos a platicar con ella… 

      Mientras que Alphonse junto con Beam y Ayelén buscaban por las canchas de baloncesto por donde solían descansar del trabajo y planificar el siguiente movimiento, sin embargo, resulto lo mismo y el tiempo se acababa, necesitaban encontrarlo antes de que la fusión de los mininos acabará con todo de lo contrario el sacrificar sus vidas sería en vano y eso era algo que no se podían permitir, vagaron por toda la ciudad sin encontrarlo, preguntando a tenderos, ancianas, muchachas que pasaban por la calle, niños en los parques, incluso Ayelén y Alphonse le preguntaban a los gatos y perros que se encontraban en el camino, estaban realmente desesperados por encontrarlo… 

     Edward veía la pista de carreras, casi llegaba al lugar solo unas cuantas cuadras más y todas sus dudas serían aclaradas, esperaba esclarecer la desaparición del moreno, pedir perdón por ser tan descuidado a la hora de tomar aquel frasco y comenzar con toda esta tragedia, pedirle que no le dejará y si fuese necesario pegarle para que aprendiera y aceptará que no importaba lo que sucediera él siempre quería estar a su lado, sólo esperaba que el moreno sintiera lo mismo. 

     - Un poco más… - murmuro mientras su paso se apresuraba a aquel lugar donde fue su primera cita, donde sabía que el moreno iba con regularidad, ya que el mismo se lo había confesado… 

     En la parte más alta de la ciudad, aquel rascacielos era bañado por la luz de la tarde que comenzaba a caer sobre la tranquilidad de la ciudad, un par de orbes ocultos bajo los parpados esperaba el momento indicado, sintiendo a lo lejos la presencia del moreno y las personas que se encontraban en esos momentos buscándolo. 

     La brisa acariciaba sus cabellos violáceos mientras sus ojos se abrían poco a poco revelando aquellas pupilas bicolores que observaban el paisaje con cierta tristeza y nostalgia, sabía que no pertenecía a ese lugar, sabía que algún día debería regresar a su lugar de origen y ser odiada nuevamente por lo que es, la culpa de las alas negras era un maldición y lo sabía pero no entendía el porque era castigada, dudo por unos momentos, ahora eran libres, de vagar por el mundo curioseando, de comer y dormir si se les complacía sabiendo que no sería perturbado su sueño, pero los recuerdos de aquellas sonrisas por el momento desaparecidas le llegaron a la cabeza, una sonrisa pequeña se asomo por aquellos labios mientras que el aire seguía jugando con su cabello. 

     Desenvolvió el paquete que llevaba entre las manos, era increíble que algo que cabía en sus manos juntas pudiera cambiar el transcurso de las cosas y el destino de los demás con solo derramar el líquido rojizo que le recorría las venas por dentro, cuando la daga fue desenvuelta por completo la miro por unos segundos mientras intentaba sentir las presencias, sonrió un poco más, se estaban juntando y eran justamente las que deberían de estar juntas por la eternidad. 

     - Hasta otros tiempos… esperamos que sean felices… - murmuro a la nada dejando caer el paño de seda rojo que cubría la fina pieza de metal, observó por última vez el cielo, aquellos colores mezclados de distintos tonos de azules mezclados con amarillos le recordaban a la pareja, cerró los ojos sabiendo que su llegada a casa no sería muy gratificante, recordó por unos segundos el dolor que era estar en aquel lugar tan apacible para muchos pero a la vez, tan oscuro para ellos, una lágrima rodó por su mejilla al momento en que su mano se alzaba sobre su cabeza, el filo resplandecía con los rayos del sol sobre ella, el momento estaba llegando… 

     - Disculpe… no sabe si se encuentra el joven Roy Mustang por aquí… tengo entendido que viene mucho a este lugar… - mencionaba Edward al responsable del lugar, cuando recupero el aliento, el joven encargado le miraba extrañado, le parecía conocido sin embargo, no recordaba que Roy hubiera asistido a la pista con un rubio de ojos negros por lo cual no sabía si responderle o no, sin embargo, al ver aquel rostro del pequeño le dio un vuelco en el corazón, estaba totalmente triste y sobretodo angustiado, al parecer algo malo había ocurrido o eso pensó el responsable. 

     - Siempre viene hasta que es hora de cerrar… hace varias semanas que no monta en su vehículo, me pidió algo extraño… - murmuro algo extrañado recordando lo que le había dicho el moreno semanas atrás, poco antes de que ya no volviera a montar y recorrer las pistas, su mano se encontraba en el mentón apoyándolo con sus dedos índice y pulgar. 

     - ¿Algo extraño?... – pregunto sospechando que era aquel favor que le había pedido, sus sospechas fueron confirmadas cuando le mostró las llaves de aquella motocicleta que solamente el moreno usaba. 

     - Me pidió que le consiguiera nuevo dueño… pero no comprendo a que se debe ese cambio… - volvió a meter aquella llave dentro de su bolsillo. 

     - ¿Sabes donde está?... – pregunto alarmado temiendo que el moreno ya hubiera partido del lugar, ya que la hora de cerrar se acercaba, aquel hombre se quedo pensativo por unos momentos los cuales fueron una verdadera tortura para el rubio, hasta que pareció recordar algo. 

     - Ah… si… la última vez que lo vi estaba cerca de la pista oeste… - murmuro cuando por fin recordó donde lo había visto, esto alerto al rubio quien se aferro a los hombros del joven y zarandeándolo un poco, logrando una mirada de terror por parte del contrario.

     - ¿Por donde es… por donde?… por favor… donde es… - preguntaba mientras seguía con ese brusco movimiento al cuerpo del muchacho que a duras penas pudo contestar. 

     - Sigue derecho por ese camino y después da la vuelta hacia la izquierda continúa por ese camino 5 minutos y llegaras… pero… - no pudo continuar porque el pequeño rubio había tomado carrera al lugar donde le habían indicado la última localización de la persona a la que más ansiaba ver en esos momentos. 

     - … no creo que lo encuentras ya… vaya… creo que no me escucho… - se encogió de hombros y siguió su labor de darle mantenimiento a lagunas de las motocicletas exclusivas que esperaban ser rentadas ya sea en las últimas horas o el día de mañana de igual manera que esperaba paciente a que le regresaran las que estaban en renta en esos momentos. 

     Quería sentir nuevamente su calor, escuchar de sus labios salir un “te amo” como aquella noche, volver a besar sus labios, quería tenerlo así por mucho tiempo y esta vez no dejarlo partir, no importando el ayer, ni el mañana enfocándose únicamente en el hoy y en el sentir, sus pasos se fueron deteniendo conforme el lugar indicado por el joven se acercaba… 

     Toda la ciudad se encontraba en calma sin saber que sobre sus cabezas una vida estaba peligrando, la daga en alto, la sonrisa se borro de su rostro, cerro los ojos preparándose mentalmente para el final. 

    - Minna… arigato… - susurro al viento mientras éste llevaba sus últimas palabras a las personas con quienes compartió algunos momentos que siempre llevaría en su memoria. 

     Aquellas palabras traspasaron los oídos de todos logrando que cada persona en la búsqueda de aquel moreno ya en el campo visual del rubio permaneciera unos momentos inmóviles, tratando de distinguir aquellas voces hecha una, que les llamaban con tanta nostalgia, mezclada con tristeza y a la vez con felicidad. 

     Lágrimas de cada par de ojos comenzaron a emanar evitando solo dos pares, unas pertenecientes a un rubio y las otras a un moreno, por alguna razón sabían que la vida de alguien ya no seguiría en este plano y eso de alguna manera inexplicable les llenaba el corazón de nostalgia, las personas cercanas a aquel edificio también vieron su mirada inundada por el agua salada que eran sus lágrimas, nadie se explicaba la razón pero en unos momentos media ciudad lloraba la suerte de alguien, alguien que ni siquiera sabían que existía. 

     - Arigato… - mencionó resonando en cada par de oídos cercanos y en aquellos que siguen sus sueños, aquellos que aman, unidos todos en un abrazo, consolándose por unos momentos. 

     La daga descendió abruptamente producto del movimiento rápido de su mano, logrando clavarse con éxito en aquella parte donde el esternón deja existir y el pecho y el abdomen se dividen por el diafragma, llegando a cortar por su paso, vasos sanguíneos, piel, nervios, y músculo, atravesando y cortando todo a su paso hasta que llegó al fondo, donde el mango con esas extensiones se detuvo por contacto con la piel, desgarrando a tajo limpio la aorta visceral, sin dejar oportunidad a una intervención médica. 

     Un espasmo seguido de otros mientras que la sangre subía estrepitosa por su garganta hasta salir por la boca en una bocanada que ahogo un grito de dolor, sus manos temblaban al igual que su cuerpo por aquellas sensaciones, tambalearon sus piernas más logró permanecer erguida por varios segundos más, no podía permitirse perder la conciencia hasta que el rubio se sintiera cerca del pelinegro, mostró una sonrisa mientras que las fuerzas lentamente abandonaban su cuerpo, sus ojos mostraban el entrecejo fruncido prueba inequívoca de que el dolor comenzaba a ser insoportable. 

     - Un poco más… solo un poco más… - se decía a si misma mientras sus pasos se dirigían al borde del edificio contemplando la maravilla de la puesta del sol que en pocos instantes inundaría todo el lugar. 

     Los sollozos de las mujeres que sentían perder un hijo aun cuando no lo tuvieran no se hicieron esperar, los hombres a su lado intentaban consolarlas repartiendo tímidos besos por todo su rostro, algunos de ellos sin saber porque besaban a una desconocida, pero en ese momento lo sentían necesario, las parejas del mismo sexo tuvieron el mismo destino, los más sensibles lloraban mientras sus parejas los reconfortaban… 

     El ruido ensordecedor de los motociclistas desapareció unos instantes unos cuantos metros delante de él se encontraba un despreocupado Roy portando unas gafas oscuras al igual que su ropas, solo los guantes blancos contrastaban con la oscuridad de sus ropas, un animal, específicamente un perro jugaba con una pelota que Roy lanzaba insistente al aire, esperando que el can le trajera de vuelta para volver a repetir la operación. 

    Llevó sus manos a su pecho, se sentía lleno de felicidad por verle sano y salvo, sabía que Roy no era de la clase de personas que hacía alguna rareza o estupidez, respiro aliviado, se acercó hasta quedar pocos pasos de él, sin  embargo, el pelinegro parecía no interesarle en lo más mínimo su presencia en ese lugar, ni una palabra le dirigía, su corazón comenzó a doler nuevamente, pudiera ser cierto que Roy se había molestado con él o quizás simplemente lo dejó como una persona más en su vida, tenía tantas cosas que decirle cuando lo viera, y ahora, lo tenia enfrente pero las palabras se agolparon en su pecho y garganta provocando que solo el aire sin sonido alguno escapara de sus labios. 

     - Te encontré… - murmuro en voz baja cuando su garganta se lo permitió, más su llamado no fue escuchado porque en ese mismo momento una motocicleta seguida de otras tantas atravesó ese pedazo de pista logrando que sus palabras se ahogaran con tal estrépito. 

     El viento sopló por las pistas mientras el sol comenzaba su descenso, al lado del moreno había un trozo de papel, parecía ser una imagen o una fotografía, el viento voló aquella imagen hasta sus pies y fue en ese momento que para el rubio su mundo se derrumbó. Roy buscaba la imagen con las palmas enguantadas de sus manos, todo en vano no daba con la imagen y comenzó a desesperarse, sus manos buscaban cerca de donde él se encontraba, sin ver que la fotografía se hallaba frente a él a los pies de la persona que le miraba pasmada. 

     Lo comprendió, Roy realmente había quedado invidente y todo por su culpa, ¿Qué era lo que había hecho?... ¿Por qué llegó a esa conclusión por algo que ni siquiera espero culminar?... ¿Su relación valía tan poco por olvidarla de esta manera?...  miles de preguntas agolpaban su cabeza, se agachó a recoger la fotografía y la observó por unos instantes, era la primera fotografía que le habían tomado por accidente, aquella vez que por estar cavilando en sus propios problemas interrumpió una sesión fotográfica, sesión hecha por el hombre que buscaba aquel trozo de papel. 

     Le extendió la fotografía sin decir palabra alguna, Roy agradeció al desconocido el haberle entregado su tesoro más importante, las lágrimas descendían presurosas por el rostro de Edward mientras que el moreno se alzaba disculpando el hecho de que ya debía partir, el can regreso hacía su amo con la pelota en el hocico, la entregó en el regazo de su aun sentado dueño que la guardo en la gabardina y sacó el implemento de su amigo canino, un trozo de metal junto con una correa, de la cual se aferro. 

     - Permiso… - dijo al momento de pararse y comenzar a caminar con destino a su nueva morada, mientras Edward intentaba salir del estado de asombro en que le dejo la escena para poder decir lo que había venido practicando todo el camino hasta encontrarlo… 

     El cuerpo de la joven de violáceos cabellos comenzó a descender por el costado del edificio, inerte sin rastro alguno de vida, la parte por donde caía daba a un callejón, los transeúntes miraban asombrados como el pequeño cuerpo comenzaba su camino hacía el suelo sin poder ser detenido en el proceso, un estrepitoso golpe seco en el suelo detrás del edificio en aquel callejón llamó la atención de los curiosos que se asomaron a ver el cuerpo de la joven, sin embargo cuando llegaron no había nada… 

     - Roy… - le llamó el menor con voz baja mientras se armaba de valor para ser sincero con el moreno, para decirle que estaría con él todo el tiempo, que lo amaba y que no le importaba nada, solo quería estar a su lado.

Notas finales:

que les parecio?... nadie se imaginaba eso verdad?... bueno en realidad las que han visto el video ya saben como iba y sabran que la cancion termina aqui... el siguiente capitulo es todo mio ^o^... alguien adivina porque el cuerpo de la chica no aparecio después del golpe... seguro que todos lo sospechan ^u^... bien ellos o ella ya no van a volver a salir...

esta foto es para luna ^u^... espero no la tengas o que te guste... a mi me gustaron sus ojos *u* y por eso es que esta en el fic ^o^...

bien muchas gracias por ller y sobretodo gracias a los que me dejan sus comentarios ^u^... cuidense mucho y nos vemos cuando la ronda de actualizaciones llegue de nuevo para aca y de esta manera saber como termina este fic ^o^... matta ne... ^u^ 


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