Pocas horas antes del amanecer, Kakashi llegó a la habitación intentando no hacer ruido para despertar al rubio, sus alumnos aun dormidos con los rostros pacíficos, daban un sentimiento de culpa por lo que iba a hacer, pero era necesario, porque si despertaba el rubio por la posición en la que se encontraba seria un serio problema.
Naruto se encontraba placidamente dormido entre los brazos de Sasuke quien escondía su cabeza en el cuello del rubio, resoplando de vez en cuando causando que el rubio se retorciera amenazando en despertar en cualquier momento por la sensación que sentía.
- Oe… Sasuke… despierta… oe Sasuke… - el sensei se estaba cansando parecía que entre mas le hablaba a su alumno pelinegro este se afanaba mas al rubio, ya tenia las manos un poco mas debajo de la espalda del ojiazul.
Y de su garganta salían sonidos indescifrables, que el sensei solo puedo presenciar como gemidos, y al poco rato descubrió porque, naruto tenia las manos entre sus piernas y con las retorcidas que daba por los constantes resoplidos que recibía en el cuello, estaba friccionando sus manos en torno a la entrepierna del pelinegro, como consecuencia el miembro del azabache estaba despertando y el rubio ni en cuenta.
- Na… Naruto… - gimió en voz alta el Uchiha, provocando que su sensei casi se ahogue y una idea macabra pasara por su mente.
- Esto será divertido… - murmuro Kakashi por lo que estaba a punto de hacer, con sus manos hizo algunos sellos.
- Tenkan koe no jutsu… - murmuro al termino de estos.
- Sasuke… - la voz de Naruto chocaba contra el lóbulo de Sasuke, estremeciendo de placer al moreno que se revolvía entre las sabanas sin despegar el agarre en el que tenía al ojiazul, provocando con esto que las manos de su compañero se frotaran mas contra su miembro.
- Ahh… Naruto… - comenzó a gemir mas fuerte, inconcientemente moviendo sus caderas de atrás hacia delante.
- Sasuke-chan… no por favor… ahí no… duele… - decía a punto de la risa Kakashi con las manos a ambos costados de la boca, con la voz de naruto saliendo de ellos.
- Descuida… seré gentil… - contestaba moviendo frenéticamente las caderas en tono desesperante conforme su entrepierna le pedía.
“Si no lo detengo despertará a Naruto…” pensó Hakate, carraspeando la garganta para deshacer el jutsu.
- Sasuke… que pervertido eres… - mencionó el sensei, fue en ese instante que por la excitación que estaba sintiendo sobre su miembro por las manos del Uzumaki que ni las movía, se despertó.
- Hasta que despiertas Sasuke… ¿pero que demonios estabas soñando?... – pregunto el sensei como si acabara de llegar a la habitación, por suerte, con la mascara el moreno no era capaz de ver la risa que estaba siendo forzada a salir de la boca del peliplateado.
- Sasuke… - el tono de voz del mayor era serio.
- Kakashi… - murmuro sentándose en la cama, soltando un poco al rubio, quien cambio de posición y le dio la espalda, ambos voltearon a verlo.
El ojiazul se puso dando la espalda, siendo esta curvada para ponerse en forma de ovillo, su rostro pacífico lleno de paz, su respiración rítmica, el vaivén de su pecho conforme el aire entraba a sus pulmones, una marca roja en el centro de la espalda y los boxers a medio trasero, si todo normal, regresaron a verse el mayor y el moreno.
1… 2… 3… regresaron la vista al cuerpo de Naruto, definitivamente algo no estaba bien ¿Qué estaba soñando para casi desnudarlo? Recuerda una voz… si era la voz de Naruto, diciendo que le dolía… y él, el, se reviso el cuerpo, nada de marcas en los brazos, la cara parecía normal, su pecho no tenía heridas, sus ropa seguía en su lugar con un gran bulto en los pantalones, si todo estaba normal, esperen… un gran bulto… eso no estaba así… bueno en realidad estaba así, pero ¿tanto tiempo?... debe de haber una explicación.
El rostro del Uchiha era una gran maraña de confusión, era tal la mueca que estaba formando que el peliplateado no soporto más y soltó una pequeña risita, Sasuke le miro con odio y rencor, ahora estaba seguro, lo malo siempre le sucedía cuando Kakashi se encontraba cerca, primero al pensar de esa manera de su compañero de equipo, amigo y rival, y ahora con el pequeño, bueno ni tan pequeño, problema entre las piernas.
- Sasuke… quien lo diría eres más perversito que yo… y eso que no has leído Icha Icha Paradise… - reía divertido el sensei, cuando el Uchiha iba a replicar algo, el semblante de su maestro cambio radicalmente de uno muerto de risa que casi se orina a uno totalmente serio, lo miro a los ojos y le dijo.
- Naruto ya casi se levanta, será mejor que te vayas a tu casa y arregles eso… - menciona apuntando la entrepierna del moreno, Sasuke no podía estar mas rojo, como se iría a casa sin que nadie le viera su problema si prácticamente todas las miradas estaban sobre él, tenía que ser rápido, asintió y colocándose de nueva cuenta las sandalias desapareció por los tejados brincando de uno en uno lo más rápido que pudo.
- Que cara, debí tener la cámara lista… - se lamentaba el peliplateado, acomodándose en el lugar que ocupo el Uchiha y con su dedo índice comenzó a picar las costillas de Naruto, quien se retorcía y dejaba escapar una risita aun sin abrir los ojos, continúo haciendo lo mismo, hasta que el cuerpo del rubio comenzó a retorcerse de forma violenta y las manos junto con rezongos no se hicieron esperar.
- Para… para… para… no me gusta dattebayo… me despierto… me despierto… pero deje de hacerlo… - gracias a Dios Kakashi ya había reído bastante y dejo de molestarlo.
- Que dormilón eres Naruto… anda tenemos que ir a darle la bienvenida a Hokage-sama… - decía kakashi mientras se levantaba de la cama en la que apenas se había acomodado.
- El viejo llega hoy… yataa… recuperare mi cuarto… - brincaba feliz Naruto, no era que le incomodara estar en la casa de su sensei, al contrario, pero no le gustaba causar problemas y como Sasuke al parecer visita por las madrugadas a Kakashi, pues, no era una muy buena idea quedarse mucho tiempo.
- Si… llega hoy, pero puedes quedarte el tiempo que gustes… - le animo, pero recibió una negación de cabeza y una extensa sonrisa característica de Naruto.
Al llegar a la puerta el equipo 7 ya se había juntado, y esperaban ansiosos la llegada del Hokage, Sakura molestaba como de costumbre a un muy ojeroso Sasuke, quien reprimía bostezos y le lagrimeaban los ojos.
- Sasuke-teme… luces muy cansado dattebayo… - murmuro el rubio colocándose muy cerca del rostro de Sasuke para mirarle mejor, con las manos detrás de la nuca y los dedos entrelazados entre ellas, su semblante lucia serio y un poco preocupado, no era normal en Sasuke verse tan desalineado a esas horas del día.
- Eso no te importa usuratonkachi… - y acto seguido volvió por enésima vez en el transcurso de la mañana a bostezar, como explicarle que la razón única razón por las que durmió hace fue por estar con él, y como explicarle que después de irse de la casa del sensei quiso dormir de nuevo, más no pudo porque le faltaba algo, bueno alguien a su lado y más como explicar la prominente erección que tuvo al despertarse incorporando el hecho de que él mismo le estaba desvistiendo, no eso no se lo diría.
- Tienes unas ojeras tan grandes como las de Gaara tebayo… - murmuro divertido Naruto, mientras que Sasuke simplemente bufaba molesto por el comentario, bueno mejor dicho por la comparación entre él, el perfecto Sasuke, el ninja más apuesto de toda Konoha solo por ser modesto y el mapache sin cejas con cara de desquiciado y con un apetito a matar todo lo que se le ponga enfrente, definitivamente algo en la mente de Naruto no estaba bien.
- Ah… Aquí llega Hokage-sama… - pronunció Kakashi teniendo a la vista la figura del tercero junto con sus escoltas.
- Ojîsan… - grito Naruto y fue corriendo a abrazar al anciano que llegaba y gustoso le tomaba en brazos, sosteniéndolo en el aire un momentos, entre risas y una gran sonrisa.
- ¿Te la pasaste bien en mi ausencia, Naruto?... – pregunto cuando lo bajo al suelo, mientras que con una mano le acariciaba y revolvía las hebras rubias, Naruto en cambio, regresaba una sonrisa de felicidad y cerraba los ojos para disfrutar de la caricia.
- Se volvieron a meter a mi casa cuando estábamos en misión dattebayo, y el casero me dijo que soy muy pequeño para entregarme la lleve, me dijo que hasta que usted llegara me la entregara… - respondió una sonrisa aunque sus ojos se mostraban un tanto tristes, no quería preocupar a Sarutobi.
El tercero y el Hakate intercambiaron miradas serias, decididos que habría una pequeña reprimenda para los aldeanos por tratar de esa manera a un pequeño que no tiene la culpa de nada.
- Ne, ne… ojîsan… ¿que hiciste fuera tanto tiempo dattebayo?… - pregunto colocando de nueva cuenta las manos en su nuca caminando al lado del ninja mas respetado de la aldea, que cambio en un segundo ese semblante serio para regalarle una sonrisa.
- Cosas importantes para la aldea… - acto seguido le acarició nuevamente los cabellos, sacando un lindo tono rosa en las mejillas de Naruto mientras sonreía y una mirada de despecho por parte de un moreno que veía la escena con celos.
Tenía que ser él el único que haga sonrojar al rubio, el único al que le recibieran con esa efusividad cuando regresara de alguna misión, solo él, intento apartar la mirada de los que se acercaban, Kakashi que observo este comportamiento se le acercó sigilosamente, coloco su rostro cerca del oído de su pupilo y dijo.
- De que te quejas… tu lo tuviste toda la noche… - con este simple comentario, más los recuerdos de lo que paso en la noche, las mejillas del azabache de tiñeron de rojo.
- Bien… vamos a mi despacho... hay varias misiones que tenemos que atender… ¿quieres una interesante? Naruto… - mencionaba Sarutobi mientras caminaba por Konoha saludando a todos los presentes con una sonrisa sin dejar de caminar al lado de los pequeños que le habían ido a recoger.
Al llegar a la torre del Hokage, Sarutobi dio un sonoro suspiro, estuvo caminando desde hace horas y por fin tomaba un descanso, tomó los pergaminos que le tendieron, misiones rango C o B eran las preferidas de Naruto, y después de lo que los aldeanos le hicieron quería verlo feliz por largo tiempo, mientras él se encargaba de hablar seriamente con los habitantes, cosa que anteriormente había hecho Hakate, la noche anterior, antes del ajetreo que hizo el Uchiha y sus celos incontrolables.
- Bien la misión que tienes que hacer, es lejos de esta villa, según dice la aldea oculta de la arena en el país del viento, pide refuerzos para una gran crisis que tiene el Kazakage, no se especifican muchas cosas… solo que tengan cuidado con él… ¿te parece bien?... – pregunto mirando a Kakashi, que sabía que la pregunta era para Naruto y en seguida tenía a un rubio revoltoso encima del escritorio con los ojos brillantes.
- Una misión peligrosa… ¡si!... además… voy a ver a Gaara, es raro pero me cae bien… ¿cuando partimos?, ¿Cuándo?, ¿Cuándo?, ¿Cuándo?... – sus manos estaban hechas puños por la emoción y estaban cerca de su rostro.
- De inmediato, recuerden que llevo tiempo que no estoy en la aldea y estas peticiones fueron hechas en mi ausencia… - pronunció el Hokage bajando parte de su sombrero para cubrir la pena que tenía por no poner a alguien mas que a Iruka en su ausencia para poder entregar las misiones, y como el castaño no estaba, las misiones aun no se cumplían.
- ¡¡¡¡Yataa!!!!... – grito el rubio saltando del escritorio para posarse junto a Kakashi y con sus ojitos en su nuevo jutsu, el kawaii no jutsu creado para suplicar y que nadie se resistiera le dijo.
- ¿Podemos irnos ya?... - Kakashi solo sonrió con algo de vergüenza por la efusividad de su pupilo, mientras que por otra parte estaba nervioso, la mirada fulminante de Sasuke no le agrado mucho que digamos.
- No quiero hacer esperar a una persona tan especial como el Kazakage… - cambio radicalmente su pose y coloco una mano en su barbilla mientras que con los ojos cerrados y una postura completamente recta asentía un poco con la cabeza, para reafirmar la seriedad del asunto, a todos los presentes se les formo una gran gota en la cabeza ante el cambio tan abruto del rubio.
- Bien, bien… entonces, nos vemos en medía hora con sus cosas en la puerta de Konoha… - respondió el peliplateado haciendo que acto seguido y en medio de una bola de humo, la figura del rubio desaparecía y en menos de cinco segundos regresara con una gran mochila a cuestas, la gota en las cabezas de los demás regreso más grande.
- Que lentos son dattebayo… vamos, vamos… - decía saltando alrededor del resto de los integrantes y su profesor, que con cansancio hacia sus respectivas casas, para arreglar sus mochilas con todo lo indispensable.
- Kakashi-sensei… que será eso tan importante que tenemos que hacer dattebayo… - Naruto siguió a Kakashi-sensei puesto que aun no le han entregado su llave, fueron directo a las misiones, estaba seguro de que cuando regresara de la misión en Suna la llave se la entregaría el mismo Hokage, así que por el momento no le importaba.
Se preguntaran como rayos saco sus cosas si no tenía llave, la respuesta es muy sencilla… entro por el mismo sitió que entró el Uchiha la noche anterior, saludo a Pakkun que extrañamente seguía recostado en la cama, le dijo que mientras Kakashi no le llamara dormiría, vaya perro más dormilón, nota mental para Naruto, cambiar las sabanas y lavar las cobijas en cuanto le entreguen la llave de su casa, no es por desconfiar pero esas patas pisan muchas cosas…
El Uchiha por su parte, pensaba que en misión sería, si bien más fácil estar cerca de Naruto, bueno cerca de vista, no podría acercarse lo suficiente como para poder dormir, además… además… estaba Sakura con ellos, si ella los ve, de seguro arma escándalo y el rubio descubre uno de sus problemas.
El que no puede dormir sin tocarlo… lo curioso del asunto es que antes de conocer el calor tan agradable de Naruto, no lo necesitaba para dormir, ¿ahora porque si?, bien ya habrá tiempo para saber la respuesta, por ahora lo único que importaba era la manera de acercarse tanto a Naruto como para tocarlo y poder dormir tranquilo y ver como hacerle para que Sakura les deje en paz, vaya, esta misión se convirtió en rango A o S para el pobre de Sasuke, pero como él es perfecto, no habrá problema, los solucionará al momento, pensó para sí y sonrió con esas sonrisas de autosuficiencia que solo él sabe hacer.
Por su parte, una niña pelo rosado buscaba todo para poder estar cerca de Sasuke, el saber que irían a Suna, significaba muchos días y sobre todo noches, al lado del morenazo de sus sueños, su mente loca y traumada comenzaba a fantasear con que Sasuke le pedía dormirse a su lado ya que no podía conciliar el sueño, pobre si alguien le dijera que Sasuke no puede dormir sin su revoltoso amigo de seguro que se muere ella y su inner por la noticia.
Kakashi, se preparaba como siempre tomando las precauciones necesarias para la misión, pudiera ser que realmente algo no este bien en Suna y la misión sea para un rango mayor, así que las precauciones en ese caso no estaban de más, Naruto le esperabas trotando en lugar, repitiendo una y otra vez que ya quería ir de misión porque estaba aburrido y sobre todo porque quería ver de nuevo a Gaara, era raro, pero se llevaban bien, bueno en realidad al rubio apreciaba al pelirrojo porque se sentía igual de solo que él.
Una hora más tarde el equipo 7 se encontraba de nueva cuenta en la puerta de Konoha, se despidieron de Konohamaru junto con su grupo, para darle una calurosa despedida al jefe del escuadrón Konohamaru.
- Bien… como este será un viaje largo y no quiero que se pierdan, iremos en parejas… Sakura… - comenta el jounnin extendiendo la mano a la ojiverde.
- Kakashi-sensei, yo quiero hacer pareja con usted T.T o con Sakura-chan ^¬^… - decía el rubio mientras cambiaba el semblante de unos grandes lagrimones a sonrojarse y sacar un poco de baba, mientras Sasuke bufaba, pero no molestia sino de desilusión, cosa que notó perfectamente el maestro.
- No Naruto, tienes que quedarte con Sasuke como pareja… y yo me quedo con Sakura, de esta manera, si nos atacan, ustedes se pueden proteger… y en dado caso, yo protegeré a Sakura ¿entiendes?... – muy buena excusa, Sasuke le miraba ilusionado, y Naruto, bueno el estaba todo confundido, no entendió nada pero no lo iba a dejar saber.
- Wakatta dattebayo… - dijo tomando la mano del Sasuke quien se sonrojo por el contacto y sonrió de medio lado, le debía una a su maestro, pero no le diría, capaz de que le pide otra cosa aparte de las que ya le pidió.
Y de esa forma tan extraña partieron rumbo a Suna, con la esperanza del sensei, de ver a sus alumnos felices, de una pelirrosa dormir junto a Sasuke, de un moreno que solo quiere tocar el rubio, y de un Naruto que quiere comenzar con la misión y ver a Gaara.