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La tormenta del siglo por Nia_will

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Notas del fanfic:

ninguno de los personajes me pertenece, sabemos quien es el autor que da paso a nuestras historias.

Notas del capitulo:

el resumen da una idea de lo que sucedio o pude ser el preambulo de lo que acontece en mi historia.

 

Titulo: La tormenta del siglo

Autor: lovelees_girl

Traductor:

Beta:

Razon:

Dedicatoria: para las seguidoras de esta pareja y contribución al foro

Personajes.

Principales: Hyoga y Shun

Secundarios:  

Incidentales: Ikki

Originales:

Pareja principal: Hyoga y Shun

Parejas secundarias:

Tipo: Romantico

Clasificación:

Advertencias:  

Estado: one shot.

Ultima Actualización: 2/agos/07

Comentarios adicionales:

 

Resumen: bueno es una linda historia donde nuestros protagonistas se ven separados por un tiempo debido a que uno de ellos debe de hacer un viaje familiar para resolver algunos asuntos.

 

 

Una fuerte tormenta golpeaba las arenosas tierras de la costa, por primera vez   nevaba.

Los copos de nueve se habían tornado en veloces ráfagas, las cuales dañaban las plantas que crecían al rededor del acantilado. Los habitantes de la zona, apañados bajo gruesas ropa de invierno, y detrás de las ventanas de sus hogares observaban la ventisca.

 

Las calles cubiertas por esa blanca sorpresa caída del cielo, era no solo recibida por los ojos detrás de los cristales de las casas, sino por un chico que corría alegremente bajo de los copos.

 

-¡¡Ssssssiiiiiii!! Y mamá decía que nunca nevaría por aquí- corría con los brazos extendidos al cielo, mientras abría la boca para tragar la nieve.

 

Al fondo de la calle, una hermosa dama, ataviaba con un simple chal observaba la felicidad de su hijo al ver caer aquella extraña tormenta, desde la puerta de su casa. Atrás de ella un alto hombre, la rodea por la cintura mientras atrae el cuerpo delgado hacia él.

 

-esta muy feliz por el clima

-siempre le ha gustado la nieve... para él fue doloroso dejar nuestra tierra.

-... para todos fue difícil- decía mientras le besaba cariñosamente el cabello - al menos dime que se puso algo abrigador

Su esposa giro levemente su rostro adornado por una bella sonrisa, mientras dejaba ver en su mano izquierda un suéter.

-mhj, por que no me extraña de él

-déjalo, así es feliz...

-feliz seré yo cuando tenga que ponerle alguna inyección para bajarle la fiebre que adquirirá después de su locura de salir a la calle corriendo con esa ropa tan delgada.

Su esposa se limita a sonreír por el comentario de su esposo. -¿sabes?, tengo algo de frió y se me antoja un buen chocolate, ¿quieres?

-se me antoja más estar contigo ahora en cama que afuera como tu hijo

-jajaja, vamos entonces...

 

Y así esta pareja se introdujo en la casa tranquilamente dejando que su hijo corriera por la calle.

La pareja no era descuidada, y tampoco es que no les importara su hijo, al contrario lo amaban mucho y el que estuviera afuera les dejaba algo intranquilos, pero sabían bien que regresaría a casa sin problema alguno o que buscaría donde pasar al menos lo intenso de la tormenta para luego regresar con bien.

 

Mientras tanto él corría y corría sin detenerse a mirar a su alrededor, el haber dejado Groelandia por el trabajo de su padre lo dejo triste y al llegar a la pequeña costa no le había ayudado mucho ya que su madre le explico que era imposible que nevara por la cercanía al mar y al sur, donde hay mas calor. Esto le provoco una gran melancolía ya que el adoraba la nieve, se sentía también con ella. Pero esto fue cambiando con el paso del tiempo y después de hacer amigos.

 

Sin darse cuenta llego a la costa donde el mar picaba entre las conchas de la playa, se sentía tan vivo en aquel momento que solo pensó en buscar un lugar más alto para observa todo. Fijo su vista al faro que se levanta imponente; con una sonrisa en el rostro camino hacia él. Ahí encontró que la puerta que da acceso se encontraba abierta, sin darle mayor relevancia subió aprisa los escalones, sintiendo como su cuerpo comenzaba a entumirse después de dejar atrás el clima y que su emoción disminuyera.

 

Al llegar hasta el foco, que indica a las embarcaciones el camino para no chocar contra el acantilado, el chico dio un gran suspiro de satisfacción por tan bella vista que tenia desde ahí, estaba a punto de abrir la puerta que lo conduciría fuera de la habitación cuando se percato de una pequeña lámpara de pila tirada junto al foco girador.

 

Toma la lámpara y la observa, después dirige sus ojos a la pequeña estancia buscando indicios de vandalismo, pero nada. -tal vez puede que estén abajo.

Así se encamina y se dirige a las escaleras pero nada, cuando se percata que una pequeña luz que esta irradiando de una pequeña puerta en el piso de abajo. -"al entrar no lo vi puede que ahí estén"- pensó, baja rápidamente los escalones para averiguar quien era.

Una vez estando enfrente de la puerta y a centímetros de la perilla, observo la luz que salía por debajo de la puerta, se veía movimiento, nervioso, retrocedió, tomo aire y relajo su cuerpo, por si alguien se ponía agresivo y quería recibir una paliza él se la daría.

 

Al tomar valor, sujeta la perilla y de un solo movimiento abre la puerta haciendo estruendo al entra, y cual fue su sorpresa al quedar frente a la persona.

 

-pero ¿que haces aquí?- dijo muy sorprendido por el joven

-¡aaahhh!- corrió al escuchar a tan escandaloso visitante

-¿que haces aquí?

-pero si eres tú... que susto me diste- coloco su mano en el pecho ya que pensaba que el corazón se le saldría.

-te hice una pregunta -dijo con una ceja curvada al ser ignorado

-me atrapo la tormenta... -bajo la cabeza un poco avergonzado- ¿y tú?

-yo salí

-dirás te agarro la tormenta -corrigió la respuesta

-No, yo salí, vi que nevaba y corrí a la calle

-¡estas loco!, ¿no tienes frió?

-jeje, solo un poco, además recuerda que yo vivía antes en Groelandia. Esto no es nada a comparación de donde vengo, ahí si que hacia frió. Pero me has dado un susto al encontrarte aquí

-me imagino, no suele salir mucha gente a la calle en medio de una tormenta, ¿tus padres no están preocupados?

-¡como crees!, saben como soy, de todas formas no me hubieran detenido.

-si lo creo. Con lo loco que estas.- se envuelve más en las cobijas que había encontrado

-oye ¿te encuentras bien?, te veo algo pálido- al acercarse y pasar levemente su mano en el rostro del chico de la cobija descubre que esta helado -mira nada más, aparte de estar frió ahora andas con chapitas en el rostro ¿no será que ya te enfermaste o será que estas así por que ando muy pegadito a ti? -sonríe el pícaro

- ¡cállate! -empuja al mañoso- no me molestes con tus tonterías - decía mientras trataba de esconder su rubor que iba en aumento

-Oh, vamos ambos sabemos el porque de esas chapitas- con picardía y cierta agilidad sujeta al más pequeño por la cintura y lo abraza a su cuerpo en un signo de protección -además si cooperas lo disfrutaras tanto como yo.

-eres imposible cuando tienes el ego elevado- esconde su rostro en el pecho del otro para que no le vea y darle la razón, lentamente va elevando sus brazos rozando la espalda hasta llegar al cuello y aprisionarlo.

-vez flojito y cooperando- ríe el malcriado

-eres un fastidio- de un solo movimiento se aparta de su acompañante para alejarse, se encamina hasta fuera de la pequeña habitación y dirigirse a la puerta de entrada del faro. Desde ahí observa como cae la nieve. -... estoy de regreso de visitar a mis primos después de tanto tiempo... cuando la tormenta me atrapo, el único lugar que tenia para resguardarme era aquí- se cubre más con la cobija -... quiera estar en casa, ahora solo quiero estas en la cama bajo una gruesa manta

- así... ¿como se encuentra don amargado? espero que bien después de la golpiza que le di y que haya aprendido quien manda

-¡por favor! él te golpeo más -realzaba la verdad de las cosas mientras le miraba con reclamo -además tu perdiste el conocimiento segundos antes que él.

-¡que! pero si todo fue culpa del  maldito agujero, sino fuera por eso no hubiera perdido el conocimiento

-si claro -rueda los ojos para fijarlos de nuevo afuera

Se va acercando chico que tiene de frente y le abraza de nueva cuenta -por lo de la cama aquí podemos hacer unos arreglos y estar... tu sabes, más cómodos- le roza el cuello con sus labios y suspiros

- nos pueden ver "si como ¿no?"- se regañaba por tan mala excusa

-claro como hay tantos loco como yo por aquí que cada vez que hay tormenta salen corriendo a la calle- recriminaba mientras le daba un mordisco en el cuello -vamos sabes que quieres esto tanto como yo...

-la verdad si, te he extrañado tanto, pero es que tu y él, cuando se ven parecen perros y gatos

-es nuestra forma de demostrarnos cuanto nos queremos.

-a si, que linda forma de expresarlo

-¿acaso oigo un dejo de celos en tu voz? ¿Quieres ver como te demuestro cuanto te extrañe?

-¿calentaras mi cuerpo con el tuyo? la idea suena deliciosa al salir de tus labios

-entonces vamos, llevemos unas cosas arriba y desde ahí yo me encargare de tu cuerpo... ¿te gusta la idea?

 

El más bajo asintió con la cabeza, al girar entre los brazos de su pareja y quedar frente a él, se besan intensamente.

 

Alejándose con dificultad uno de otro se meten de nuevo en la habitación y buscan más cobijas o al menos algo lo suficientemente grande para que los dos puedan estar acostados en el suelo y protegerse del frió. En el faro para sorpresa de ambos chicos tenia un edredón sucio y además de algunas sabanas.

 

La simple razón de que estas cosas se encontraran es que tiempo atrás el faro era vigilado por seguridad, pero con el paso del tiempo y la tecnología la seguridad se vio reemplazada, ahora solo de vez en cuando recibía mantenimiento. Por otro lado algunos vándalos decidían hacer sus reuniones o simplemente juntarse para fumarse su droga, al igual que muchos de los jóvenes de la localidad.

 

-bendigo a todos aquellos que tienen una vida nocturna agitada- sonreía por su comentario

-no digas eso y vamos, que me congelo- le regaño

 

una vez preparado todo y que ambos estuvieran ya acomodados en la parte superior, el ambiente se volvió tenso, después de tanto tiempo lejos uno del otro y sin poder tocarse, el encuentro para el más joven no le resultaba tan censillo como lo había imaginado momentos atrás. Así que mientras el mayor daba un último vistazo a la panorámica el otro se acurrucaba más contra la pared abrazándose a sus piernas para contra restar el frió que sentía.

El otro al darse cuenta de la condición de su pareja decide acercarse a él para que su cuerpo le entregara un poco de calor -¿aun tienes frió? -le rodea la espalda y lo atrae a su pecho -y hasta tiemblas. Tranquilo- le acaricia para que entre un poco en calor

-no es solo eso, sino que... ¿si te lo digo prométeme que no te burlaras?

-promesa

-estoy algo nervioso, después de tanto tiempo de que estuvimos lejos uno del otro pues... la verdad... estoy asustado

-jajajaja- no pudo contenerse la carcajada por más que pudo-parece que eres nuevo jajajaja

-pero que malo eres todavía me prometiste que no te burlarías -hace un mohín gracioso al expresar su enojo

Esto hace que el otro ría más.

-si que cuando quieres eres muy comprensivo, es bueno saberlo- lo dice con sonora irritación en la voz mientras lo golpea para que se aleje

-no soy malo, solo que me resulta muy tierna tu cara al molestarse

-¿y por eso te ríes?

-no era mi intención lo siento... pero me resulta muy divertida tu cara, además es una de las formas que tengo para hacerte saber cuanto me gustas, tus gestos me vuelven loco y hasta tu mal humor, a veces. -y sin pedirle permiso le roba un beso. Poco a poco lo va acorralándolo contra la pared.

Profundizo la caricia cuando él otro intento alejarse un poco y lo dejo en paz cuando le agoto el aire, viéndolo respirar agitado -....e-espera.....espera....no.....- murmuro el menor cuando el mayor, de improviso empezó a quitarle la camisa.

-.....eres mi novio ahora... no hay nada de malo en que quiera tu sabes... desnudarte....besarte....o acostarme contigo....o ¿es que no me quieres lo suficiente como para dejarme hacer esto?.....- le pregunto, acariciando suavemente el torso desnudo que tenia ante si.

-.... si te quiero p-pero.....- el menor cerro los ojos cuando los labios del mayor se posaron sobre una de sus tetillas, sintiendo como el mayor la succionaba, suelta un leve quejido cuando siente los dientes del mayor apretar con fuerza su delicada piel.

-.....vamos déjate llevar....- continuando con aquellas caricias. Se detuvo cuando, después de un fuerte quejido, las manos del menor terminaron en sus hombros intentaron separarlo. Las tomo entre las suyas y lo guió hasta acostarlo, donde empezaba a desnudarse -....seré muy amable.....te lo prometo....- le dijo, subiéndose sobre su cuerpo, dispuesto a empezar.

-.....a-ah duele.... ¡me duele!.....- fue lo único que dijo, mientras ponía resistencia.

-después de tanto tiempo y ahora ¿te haces del rogar? no lo puedo creer- ofuscado se aleja de su acompañante, sin obtener respuesta del otro se pone en pie y se dirige al otro lado poniendo atención a la tormenta. Mientras un dolor le cubría ciertas partes del cuerpo.

 

Mientras tanto el otro chico se jugaba la ropa entre los dedos, estaba realmente nervioso -"es tu novio, tienes el derecho a divertirte un poco con él, bueno que no sea solo un poco..."- una traviesa sonrisa se dibujo en su rostro -oye tu-dijo una vez- el chico que mira detenidamente por la ventana- lo intento de nuevo -¿me seguirás ignorando?...- nada- tengo que decirte algo, algo que me dijo mi primo con respecto a ti

 

El otro le miro de reojo ese simple movimiento le indico al que permanecía en el suelo que le había llamado la atención, atacar en ese punto lo hacia más divertido.

 

-¿Qué ideas raras te ha metido ahora ese idiota?

-no es ningún idiota- hizo un puchero por el comentario - me dijo que si no me respondías como novio que él se encargaría de castigarte y que me ayudaría a conseguir otro. Ya anda pensando en prospectos, menciono que si encontré a un rubio oxigenado puedo dar con otro, además me presento a tres- sonrisa maliciosa -de 21, 20 y 22 años muy lindos por cierto.

- ¡QUE ES LO QUE HAZ DICHO!- no lo podía creer su dulce ángel en manos de otro que no fuera él eso jamás, viniendo de pelos de punta esperaba todo, menos una bajeza así.

 

Aprovechando la sorpresa de su acompañante por oír la gran idea que tuvo Ikki, se acerco sutilmente a él por la espalda, rodeo el cuello con su brazo izquierdo mientras lentamente depositaba besos furtivos por el cuello, viajando sutilmente por la clavícula hasta llegar al hombro. -no hagas caso a lo que pueda hacer, solo poséeme...

-como puedes decir eso después de lo que me has dicho.

Sabia que se había que no debía habérselo dicho, pero lo hizo para que se le acercara de nuevo y olvidara su negativa anterior además de demostrar cuanto lo quería siendo sincero-por que te quiero a ti, y por más de que me presente a millones de rubios oxigenados yo solo elegiría a uno.- le sonreí- y eso no lo dudaría ni por un segundo.

 

Con estas palabras el rubio se gira un poco hacia él para tomarlo de la cintura y jalarlo hacia adelante, donde le imprime cientos de besos en el rostro mientras ambos cuerpo se van dando caricias furtivas por el cuerpo.

 

-"el tiempo en que estuviste lejos de mi fue infinito, no podía encontrar mi cabeza en el tiempo, en el mar o en mi propio cuerpo. Sentía que me perdía con las noches y al amanecer resignarme a seguir sin ti.-" las ropas volaban fuera de sus cuerpos quienes buscaban el calor perdido, el saber que el otro estuviera ahí era maravilloso, el saber que el estaba su lado era lo importante.

 

-"lejos de ti, oh, que días fueron esos. Mi familia ya no es lo importante, saber que tu no estabas junto a mi me hacia sufrir, mi primo ya no sabia que hacer conmigo ni yo mismo sabia que hacer. Cuanta falta me hacías, cuanto nos separo el tiempo, cuanto te extrañe en verdad"- las caricias propinadas en su cuerpo hacían que doblara la espalda, disfrutando más del tacto de su rubio. Cerrando el mismo sus brazos alrededor de su cintura, acariciando la espalda ligeramente bañada en sudor, limitándose solo a sentir la presencia de él.

 

-"los mensajes que me mandabas carecían de tu calor, de ti realmente. Sólo podía imaginar tu sonrisa, tus labios, tu ser. Nuestros corazones latieron dentro del limite de las fronteras, hoy esas fronteras solo existen en el recuerdo de nuestras mentes..."- dejando que la pasión los llevara al limite ambos cuerpos se fusionaron en uno, sintiendo, vibrando a cada oleada de pasión.

 

-"las fronteras existen en el recuerdo de nuestras mentes son fáciles de borras ya que no nos delimitan ni en cuerpo ni en alma, eso nos hace libres para ser y amarnos"-

 

ambos estaban a punto de llegar al clímax, sus respiraciones eran entre cortadas, sus cuerpos bañados en un perlado sudor, ambos abrazados mirándose uno a otro, en verdad las fronteras habían dejado de ser visibles para formar un solo ser, para solo formar uno... Solo para amarse.

 

-te... te amo... Hyoga

-Te amo... Shun...

 

Notas finales:

esto es todo por ahora, espero que le guste tanto como a mi me gusto escribirlo.

saludos


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