Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lucha de dos (continuación de "Te odio, Yuki") por Kurayami

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

*Esta es la 2º parte de "Te odio, Yuki", así k sería aconsejable q hayas leído primero este fic antes de seguir leyendo.

Ola a todos d nuevo!!! Mi fic de fruits basket tuvo tan buena acogida k incluso inicié esta segunda parte!! Mil gracias a todos x seguir mi historia ^-^! 

Notas del capitulo: Akí incluyo un pekeño poema k no es más k lo k siente Yuki cuando avandona la consciencia. Espero k disfrutéis d este capi. A leer! ^-^

Poema introductorio

Mi mente se nubla, mi pecho me arde.

Ya no puedo más... ¿Será demasiado tarde?

Te oigo susurrar blancas palabras de aliento.

Aunque ahora... ¿Estoy dormido, o despierto?



Ya no hay nada, sólo dolor y agonía,

¡Qué tan grave estaba, y nadie lo suponía!

Pero en mi memoria algo aún se resistía...

Una cara, una sonrisa... ¿Es por esto que vivía?



La muerte, ¡qué dulce amiga!, dispuesta siempre...

¿Por qué me agarro a la vida? Será para no perderte.









Capítulo 1: Despertar





  El sol de una mañana primaveral iluminaba delicadamente la estancia, dejando que sus primeros rayos acariciaran una de las camas. Las demás estaban vacías, pero bajo las sábanas blancas de ésta había un chico. Era precioso, de pelo moreno y un poco crecido, enmarcando un perfecto rostro de porcelana. Pero sus facciones hermosas sólo daban más pena a cualquiera que entraba allí por error. “Pobre chico”, solían pensar, “Tan joven y guapo y allí está conectado a mil máquinas...”. No eran mil, pero sí que había una máquina respirando por él, y su pulso se constataba en la típica pantalla de otra, que soltaba un sonoro “pip, pip, pip...”.

 Yuki Soma. El príncipe del instituto, el mejor deportista, el más estudioso. Parecía imposible.

 Había recibido montones de regalos y tarjetas de todos los que le conocían, o creían conocerle, pero pocas personas le visitaban a diario. Y era lógico, nadie quiere ver a un ángel que no puede despertarse. Es demasiado doloroso, demasiado difícil.



 Yuki sintió la luz que le daba directamente en los ojos, y los abrió levemente. Estaba en una estancia blanca, que logró reconocer al momento.

 --...¿Un hospital?

  Le costaba hablar, y se dio cuenta de que era porque había un aparatejo enorme sobre su boca y su nariz, proporcionándole oxígeno. Se incorporó levemente, tratando de pensar con claridad. Lo último que recordaba era caer inerte al suelo y ser sujetado por...

 --¡KYO!

 Una enfermera que había abierto la puerta pegó un salto.

  --¡Señorito Soma, está despierto!--se maravilló--¿Cómo se encuentra? ¡Espere un momento, llamaré a la doctora!

 La chica se fue corriendo, y en un santiamén volvió seguida de una mujer rubia y elegante, que vestía una bata impecable. Tras sus lentes cuadradas asomaban dos inteligentes ojos grises y llevaba un auscultador al cuello. Nada más verlo, le sonrió.

 --Ya has despertado—dijo, sentándose a un lado de la cama--¿Qué tal te sientes?

 --No lo sé—admitió Yuki, palpando con su mano el respirador que aún estaba sobre su cara.

 --No te lo quites, aún no sabemos si puedes respirar con normalidad—advirtió la doctora, tomando su auscultador y poniéndoselo sobre el pecho—Inspira hondo. ¿Te duele?

 --Llevo un tiempo inconsciente, ¿no?--murmuró él—Ya es primavera.

 --Tienes razón, has estado en coma transitorio durante cuarenta y dos días—la noticia lo cogió un poco por sorpresa—Inspira hondo, venga.

 Yuki obedeció, y sintió el auscultador muy frío al pasearse por su pecho, dándole información a la doctora, que asintió levemente con la cabeza al terminar.

 --Pero yo estaba enfermo de los bronquios—se extrañó el moreno--¿Por qué iba a desmayarme sin más?

 --Eso es lo que intento averiguar. Es posible que tengas algo en el corazón.

 Yuki quedó algo anonadado y asimiló la idea con dificultad, pero trató de reponerse. Tenía que saber qué había pasado mientras él estaba en coma.

 --¿Ha venido alguien a verme?

 --Sí--asintió la doctora, que estaba consultando una libreta—Ahora mismo están llamando a tu pariente, Shigure Soma, para avisarle de que te has despertado. Pronto vendrá y podrás hablar con él. También vino mucho una chica de pelo castaño.

 --Thoru... ¿Nadie más?

 La mujer alzó la vista tras sus gafas cuadradas, inquisitiva. Sus ojos adquirieron un leve matiz triste.

 --¿Falta alguien?

 --Bueno... Mi primo, un chico de pelo naranja.

 --No le he visto por aquí.

 Esas palabras oprimieron el alma de Yuki dolorosamente. La rubia pareció notarlo, porque miró con preocupación la máquina que pitaba cada vez más rápido, indicando que sus pulsaciones se aceleraban.

 --Seguro que tiene una razón—trató de consolarlo, sin saber que era esa supuesta razón la que preocupaba a Yuki—Descansa, te avisarán cuando lleguen tus familiares.

  Yuki cerró los ojos, pero no se durmió. Su mente no dejaba de dar vueltas al asunto. Recordaba a Kyo, transformado en el bosque, para luego decirle que le odiaba con los ojos llenos de lágrimas. Recordaba la calidez de su piel cuando se abrazaron bajo la lluvia, y sus brazos rodeando su cuerpo inerte. ¿Por qué tuvo que mentirle de esa forma? ¿Por qué no había ido a verlo?

  Tras un rato corto en el que Yuki vagó por sus incertidumbres internas, se oyó de nuevo la puerta. Un preocupado Shigure y una alegre Tohru entraron rápidamente.

 --¡Yuki!--la castaña se lanzó hacia su cama y se dejó caer a su lado, tomándole las manos--¡Cómo me alegro de que al fin estés despierto! Nos tenías tan preocupados...

 Yuki le sonrió a través del aparato respiratorio, pero divisó el rostro taciturno de Shigure y su semblante se tensó.

 --¿Qué ocurre?

 --Déjanos a solas, Thoru.

 La chica obedeció, extrañada, y cuando su melena castaña desapareció por la puerta, el escritor se sentó en la única silla de la estancia. Yuki se removió, expectante.

 --Yuki--dijo al fin el perro—A sido culpa mía. No he podido hacer nada por vosotros, en realidad, lo estropeé todo aún más. No debía haberte dejado salir esa tarde de lluvia...

 --No es culpa tuya—dijo el menor, con convicción—Pero... ¿puedes decirme qué pasa exactamente?

 Shigure le miró con pesar.

 --Es muy probable que tengas algún tipo de enfermedad o trastorno en el corazón.

 --Lo sé—confirmó él—Pero... ¿Kyo...?

 --Él ha desaparecido.

 Esa noticia le sacudió tan fuerte como una bofetada. Mucho más doloroso que una probable enfermedad, mucho más desesperante que la posibilidad de la muerte... Si el de pelo naranja no estaba a su lado, ya nada tenía sentido para él. Yuki tragó saliva, sintiendo que le temblaban los labios y oyendo inequívocamente que su pulso se había vuelto a acelerar.

 --¿Desde cuando?

 --Desde que te llevó a la casa. Ni siquiera ha estado en este hospital.

 Le era tan difícil aceptarlo que se estaba mareando. Sabiendo de alguna manera que su organismo se las apañaría para respirar por sí solo, se quitó la mascarilla de oxígeno. Tras un momento acostumbrándose a la nueva sensación de llenado y vaciado de sus pulmones, no pudo sino soltar un juramento por lo bajo y aporrear la pared con todas sus fuerzas.

 Su rabia dejó una marca que años después seguiría indeleble.

 

 

                    ...Continuará.
 

Notas finales: Muxísimas grx x leer!! Xfa, dejen reviews!! TT TT X cierto, no c cmo se elige más d 1 categoría y kizá tenga k elegir varias opciones en este fic (eso lo decidiré más adelante) alguien puede explicarme cómo se hace? Mil gracias!

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).