- Fanfic -
Pareja:
HP/DM
Tipos de letra:
- Normal: Narración y conversación.
- Cursiva: Pensamientos del personaje en cuestión.
Advertencias:
- En total serán unos ocho capítulos, sin incluir el prólogo, y de una extensión más bien tirando a corta.
- La mayor parte de los capítulos es conversación, por lo que hay muy poca narración. A excepción de uno de los últimos capítulos.
- Lemmon (sólo en un capítulo)
Resumen:
La profesora de Adivinación, Trelawney, vuelve a hacer de las suyas. Ésta vez predice una relación amorosa, más concretamente la de Harry Potter con Draco Malfoy. Harry sabe que sus predicciones nunca se cumplen, excepto aquella vez en tercer año que predijo la vuelta de cierto personajillo, el-cual-no-debe-ser-nombrado... No obstante, no deja de darle vueltas al asunto. Bueno, ambos implicados no dejan de pensar en ello. Y, entonces, algo ocurre.
¿Coincidencia o Destino?
¿Podría ser que Trelawney tuviera razón por segunda vez?
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La visión de un futuro confuso
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“Prólogo. La mentada predicción”
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- Clase de Adivinación -
— ¿Cómo crees que te tocará morir esta vez? - preguntó el componente pecoso del Trío Dorado.
— Pues no lo sé, Ron, pero se le van acabando las ideas - dijo el Salvador -. Tú mismo pudiste comprobarlo. El viernes predijo que moriría por asfixia con la comida y ayer dijo que me ahogaría mientras me ducho. ¿Quién es tan tonto de ahogarse mientras se ducha?
— Sshh, aquí viene - de reojo vio a la profesora ir hacia ellos -. Me muero de ganas por saber tu muerte.
— Doy saltitos de alegría, ¿no me ves? - dijo de forma sarcástica Harry.
En respuesta recibió un codazo nada flojo.
— Harry Potter, ¡ohh, por Merlín, esto es inaudito! - exclamó la profesora con sus ojos agrandados por las gafas de culo de vaso fijos en la bola de cristal.
— ¿Qué, moriré electrocutado? - mientras se sobaba el brazo.
— No, joven Potter, esta vez no se trata de tu muerte - sonó algo decepcionada.
Al oír esto toda la clase le puso atención, incluidos aquellos pocos Slytherin que impartían ésa clase. Y sucedió que de pronto los ojos de la profesora quedaron en blanco y comenzó a hablar con voz de ultratumba:
— “El día está próximo. No sabrás cuando será hasta que ocurra. La carne es débil. El corazón engañoso. Tu mente sabe la verdad. Tú, Harry Potter, tendrás una relación con Draco Malfoy. Una de amor...”
Comenzaron los murmullos. Harry casi se desmayó de la impresión y Malfoy palideció.
— ¿Qué broma es ésta? - masculló el rubio.
— ¡Santo Merlín, profesora Trelawney, está usted chiflada! - saltó el gryffindor -. ¿Cómo puede decir que voy a salir con ése imbécil? Además, ¡es un chico, y a mí me gustan las chicas!
— Ésas eran mis frases, Potter - dijo Malfoy.
— Tú te callas, hurón - le espetó éste.
— “Las cosas cambiarán a partir de una pelea sin importancia (ambos enmudecieron de inmediato). Las virtudes saldrán a la luz. La enemistad quedará en entredicho. Como ya dije, tu mente sabe la verdad. Sólo hay que buscar bien para encontrar la respuesta a...”
La profesora tosió fuertemente, entonces, y dijo con voz desafinada:
— ¿En qué estaba?
La clase entera murmuró de nuevo.
— Hizo una predicción un tanto confusa... - se atrevió a decir el gryffindor Neville Longbottom.
— ¿Ah, sí? ¿Hice yo eso? - preguntó extrañada.
Nadie comentó nada más.
— ¿Crees que deberíamos decirle a Dumbledore que la profesora Trelawney comienza a chochear? - le susurró Ron al ojiverde.
— No sé si sea buena idea... teniendo en cuenta que a él le pasa exactamente lo mismo - le contestó al susurro.
En ése momento, Harry y el slytherin conectaron miradas y, como si dicha acción les hubiera supuesto una descarga eléctrica, las apartaron al segundo.
‘¡Qué locura! ¿Malfoy y yo? ¡Ja! No caerá ésa breva...’, pensó el gryffindor, divertido.
‘¿El cara-rajada y yo?... Seríamos portada en el Profeta, eso desde luego. Pero antes muerto que liarme con el santito’, pensó a su vez Malfoy.
Ambos se tragarían sus pensamientos... muy pronto.
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¿Continuará...?
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