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In The Silence Infinity por SoTtoMarU

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Notas del capitulo:

aw... -o- *bosteza* ya es tardecito xD x aki en mexiko city xD en fin XD ya saben! os amo por sus revs! xD y amo el KkauHidan xD y amaria a Hidan en una kama xD kon la  spiernas ***** y ***** para ke kuza-chan ***** xD... jajajaja broma XD en fin! les dejo el kapo! hoy estoy muy de buenas xD bansai!

La frialdad de un despertar vacío no puede compararse con la frialdad de las montañas del norte o los inviernos del sur. La pesadez de tener que despertar del hermoso sueño, de tener algo realmente valioso, para caer nuevamente en la crudeza de la realidad es sofocante. Sacrificar el poco consuelo que queda a cambio de nada, es cruel, triste y doloroso...

 

+ Akatsuki’s Chronicles: In The Silence Infinity +

By +SoTtoMarU+

 

Capitulo 2.- “Olor de Pino”

 

Un inmenso ajetreo se lograba escuchar a través de la puerta. Los rayos semi plateados de la mañana, que lograban filtrarse a través de la puerta, eran interrumpidos por las sombras de los monjes que corrían de un lado a otro. Murmullos y más murmullos, que no dejaban al peliplata dormir hasta sus últimos momentos.

 

Sus ojos lilas se abrieron poco a poco mientras que una mueca de disgusto se iba formando.  Miró la pequeña rendija de la puerta y observó como varios pies se paseaban. Se incorporó un poco, la yutaka blanca resbaló ligera por su cuerpo, dejando ver parte de un hermoso pecho pálido. El joven se levantó poco a poco hasta dar de narices con todo su cuarto.

 

- y ahora qué?- se levantó del futon que yacía sobre la liza madera de pino- ugh...

 

Se incorporó por completo, se acomodó las ropas y avanzó sin mucha preocupación hasta su closet; sacó unas ropas limpias y comenzó a vestirse para salir a ver toda la marcha que se llevaba acabo.

 

- que fastidio- una vez listo, peinó su cabello elegantemente hacía atrás con una sola mano y abrió la puerta-....

 

Miró todo con detalle. Había una gran movilización de personas, monjes corriendo de aquí para allá y hasta una que otra sacerdotisa llegaba ya por ahí. Hidan se sonreía al deleitarse con tal hermosas presencias.

 

- vaya, vaya, vaya...- se sonrió mientras salía y se iba tras una- parece que es un gran movimiento para que estés aquí Shizune-chan

- hazte a un lado- decía la chica de cabellos castaños- Hidan... Tsunade-sama me había enviado desde ayer en la tarde por unos documentos de Chiriku-sama... pero parece que tú disponibilidad es casi como el viento- picó

- me extrañaste?- preguntó el joven divertido, para contraatacar.

- q-qué?! Sueña!-gritó algo sonrojada- ya me voy!- dijo con algo de indignación- a la otra que te manden a alguien más, tal vez a Kotetsu o Izumo, no? jum...

- neh! Shizune-san! - Un monje de lentes llegaba corriendo- Chiriku-sama pide un favor tuyo antes de que te marches!- dijo algo agitado

- que pasa?- pregunto algo seria

- ayer han asesinado a dos más de nuestros monjes- Hidan sonrió por lo bajo- y parece que trataron de asesinar a un viajero también! pero este ha sobrevivido!- a Hidan el rostro se le palideció más de lo que ya era.

- cómo...- musitó le peliplata con asombro.

- voy para allá!- Shizune regresó corriendo junto el monje de lentes, el otro simplemente bufó.

- kuso...

 

Hidan miró como ambos se alejaban, su rostro se tornó de pocos amigos, no era muy buena noticia que alguien así estuviese vivo y menos si éste le había visto el rostro cuando estuvo a punto de matarlo...

 

- esta noche, le haré una visita- se dijo entre dientes.

 

Dio media vuelta y se fue al templo a simular que oraba por aquél desdichado hombre, mientras que interiormente no deseaba más que la inminente muerte de ese maldito desgraciado. Tendría que actuar rápido puesto que Shizune atendiéndolo, era un hecho que se salvaría.

 

- seré la última visita que le hagan...

 

------------------------------

 

Toda la tarde estuvo metido en el templo, nadie se atrevía a molestarle, todos sabían a la perfección como se ponía cuando se trataba de orar a su dios. El tiempo se fue rápido mientras que aquél peliplata se encontraba en posición de loto para orar, ningún ruido se escuchaba en el templo más que algunos monjes que llegaban también para orar al Dios del Fuego. El murmullo constante de los pasos apresurados se fue calmando con forme avanzaba el tiempo. La tarde cayó definitivamente hasta que la noche ya se veía llegar, nuevamente estaba solo en aquél enorme y majestosos lugar. Solo el baile de las velas al compás de la suave brisa, que se colaba, lo acompañaban.

 

- *con Shizune atendiéndolo, es más que obvio su supervivencia... kuso... tengo que terminar con él rápido, debí haberlo matado en aquél instante...- meditaba en sus adentros Hidan- no... era demasiado rápido... maldita sea! Tenía que ser yo tan lento... ju, pero después de esta noche... no habrá nada por que preocuparse* jujuju- rió un poco antes de abrir sus ojos, la puerta nuevamente se abrió y el mismo monje de lentes se apareció.

- eh! Hidan!- le habló al peliplata

- si?- preguntó al momento en el que se incorporaba y volteaba para verlo a la cara- que pasa Kudo?- preguntó el peliplata al monje de cabellos azabaches y en punta que estaba frente a él- ya es hora de cenar, nos acompañaras o comerás en tu habitación?- le dijo serenamente con una bella sonrisa.

- ahora, a que viene esa pregunta?- una sonrisita se le pasó por el rostro.

- Chiriku-sama ha pedido que le hagas un favor después de la cena- explicó Kudo

- sabes para que me quiere?- llegó hasta donde el otro y ambos salieron- espero que no me mande a morir, ja- dijo con sorna refiriéndose a los últimos incidentes mortales.

- no lo sé Hidan, pero no sería mala idea- espetó con algo de molestia.

- tranquilo Kudo! Joder! que no eres mi amigo?!- preguntó el otro con la misma sonrisa.

- eres difícil, eh... creo que van a pasar a alguien a la habitación que está a tu lado- le respondió a la pregunta que le había hecho- creo que quiere tratar algo contigo de eso...

- que molestia- se quejó Hidan

- ugh... en fin, donde cenas?- volvió a preguntar animado

- voy a mi habitación- respondió

- lo sabía... – sus palabras sonaron orgullosas de conocerle bien.

- igualmente tendré que ir a ver a Chiriku, no?

- Chiriku-sama!- corrigió

- si, si, lo que sea... nos vemos después...- se alejó por otro pasillo

 

Caminó sereno hasta su habitación, no había nadie en los pasillos y mucho menos en las habitaciones. Generalmente solo comían ahí aquéllos que se decían muy devotos a dios, inclusive llegando a tener votos de clausura. El peliplata llegó hasta su habitación, abrió y se topó con una bandeja de comida ya lista que lo esperaba. Cerró y se dispuso a disfrutar sus alimentos.

 

- ...- miró su comida- arroz, que emoción- sarcasmo por parte de este- al menos esta vez hay pescado!- sonrió- uhn?- miró un pequeño cuchillo que estaba al lado del plato- perfecto... – sonrió con málica- ahora... a comer- se sentó

 

+ FLASH BACK +

 

Una emoción extraña invadía el cuerpo y la mente de ambos, era extraño encontrarse en una situación así. Por una parte estaba el coraje de tener a alguien en frente que les pudiese dar pelea, por otro, la emoción de haber encontrado por fin a un rival digno para batirse en duelo... por último había una sensación extraña, una atracción envolvente...

 

Los movimientos rápidos por parte de Kakuzu hacían tambalear a Hidan un par de veces, si el peliplata tenía un pequeño defecto era su lentitud para pelear... era por eso que se valía de una guadaña triple... con ella, tenía una victoria casi segura, los años de perfeccionar la técnica no habían sido en vano. Sabía que cualquier falla podría costarle incluso la vida, pero si no descansaba un poco, también sería muy arriesgado... era aun decisión que tenía que tomarse con suma cautela pero con una velocidad increíble para ganar o morir.

 

En un pequeño descuido, mientras se razonaba entre la vida o la muerte, Kakuzu ya había logrado someter a Hidan por detrás, doblaba sus brazos con fuerza provocándole al otro un delicioso y placentero dolor...

 

- eres un poco lento, no?- picó

- maldito!- dijo le otro tratando de mirara hacía atrás- te juro que cuando me sueltes te voy a matar! Te cortaré en pedacitos y luego dejaré que los gusanos del bosque te coman!- gritó con ira

- como es que un idiota como tú ha matado a tantos?- preguntó intrigado y apretó un poco más

- kh- Kakuzu lo estaba apretando fuertemente contra si para tenerlo mejor sometido, sintió como una mano le arrancaba la capucha que lo cubría y los ojos verdes nuevamente le miraban con algo de sorpresa...

- vaya, vaya, vaya... solo eres un mocoso- exclamó el otro, el peliplata intentó safársele pero eso ocasionaba que el otro simplemente lo apretara más.

- ah...- un leve gemido se le escapó de la boca al sentir el cuerpo del otro muy pegado al suyo...- suéltame...- pidió con un leve rubor, estar en esa posición y ser sometido por primera vez en mucho tiempo le ocasionaban algunas reacciones extrañas.

- no lo creo- sonrió.

 

Estar en esas condiciones era hasta cierto punto...excitante? tonterías! Ningún desconocido le haría sentir eso! Jamás! Una ola de emociones y confusión se apoderaban de él. Era la primera vez en mucho tiempo que alguien lo había podido detener de esa forma, someterlo y prácticamente tratarlo como una muñeca de trapo. Frustración, conmoción, extrañes, todo se revolvía en un solo lugar. Por una parte de sentía humillado de no poder contra aquél tipo, otra parte se sentía extrañamente bien por alguna razón que aún no terminaba de entender él mismo...

 

Sabía que si no hacía algo, quien terminaría tres metro bajo tierra sería él...

 

- enserio?!- Hidan sonrió

- kh!!!- Kakuzu sintió un dolor insoportable en su pecho

- ju...-la lanza de Hidan logró clavársele al otro en el pecho, Kakuzu soltó al peliplata quién tomó nuevamente su guadaña y apunto al cuello del otro- decías?!- esa cínica sonrisa en su rostro que Kakuzu la apreció a la perfección...

 

Un rostro bello y casi celestial con la mente de un enfermo religioso, una criatura que bien pudo haber considerado un ángel si no fuese por la condición en la que ambos se encontraban, tal vez si lo hubiese conocido en otra forma.... estupideces! era matar o ser muerto! Ese bello rostro no era más que una mascara de inocencia que cubría a un monstruo sediento de sangre, si bien pudo haberle nombrado “ángel”... no era más que un sucio demonio.

 

- tendrás el honor de ser una ofrenda para Jashin-sama, pagano!

- kh... jah- el rostro de Hidan cambió de uno sonriente a uno sorprendido, aquél extraño se había sacado la lanza del pecho

- No es posible...

 

+FLASH BACK END +

 

- parece que no es alguien normal...- se dijo así mismo pensativo- después de todo a logrado hacerme frente!- sonrió

 

Terminó de comer el arroz y prosiguió con el pescado, cenó con calma, quería hacer esperar un poco a aquél viejo inservible que ya debería estar por retirarse, según Hidan, no creía como es que algo tan detestable podría ser un guardián... casi una maquina de matar! Era inconcebible!

 

Terminó de cenar y se alistó para ir con Chiriku, logró escuchar en el transcurso de su cena como llegaban algunas personas y se abrían paso a la habitación de al lado, tal parecía que Kudo no mentía.

 

La habitación de al lado había estado abandonada por mas de 10 años, y decir que el peliplata llevaba en la misma habitación cerca de 15 de los 19 años de su vida que había pasado ahí. Sin duda alguna, era uno de los pocos monjes que habían pasado casi toda su vida dentro del templo.

 

El peliplata había quedado huérfano de padre y madre, a causa de una terrible epidemia en su villa natal, a los 2 años de edad, después de ahí alguien se hizo cargó de él enviándolo a ese templo en donde había pasado los últimos 17 años de su vida, sin duda toda una odisea para alguien joven como él.

 

Conforme al correr del tiempo, se fue haciendo fiel devoto a la religión e inclusive se entregó en cuerpo y alma, aunque no precisamente al Dios que debía... La relación con los demás monjes era más o menos buena, la mayoría parecía envidiarle por que se le daban algunos privilegios... después de todo, era uno de los monjes con más historia ahí y uno de los más proliferos, inclusive unos de los más populares a suceder a Chiriku... Para más envidia de todos y resentimiento hacía él, hacía unos 6 años que había cambiado un poco... pues seguía siendo el mismo arrogante de siempre...

 

En fin... ahora, otro asunto le acontecía...

 

Guardó el pequeño cuchillo entre sus ropas, tomó la bandeja y la puso junto a la puerta en un pequeño recibidor en donde alguien más se encargaría de recogerlo más tarde. Sacudió un poco sus ropas y volvió a peinar su cabellera plateada con una mano hacía atrás, abrió la puerta y salió solemnemente al pasillo....

 

Un monje calvo y Kudo se encontraban ahí, Hidan no se sorprendió de que Chiriku lo hubiese mandado a llamar...total, ese vejete nunca iba a reunirse con él más que cuándo eran misiones realmente necesarias según el viejo, visitar enfermos terminales y salvarles en la fe... tonterías nada más... Se acercó tranquilo a ver que era tanto alboroto, después de eso iría a matar a aquél sujeto...

 

Miró un momento a los monjes de la puerta, el calvo era uno de los más allegados a Chiriku y por lo tanto, mejor conservarse bien en lo que cabía y mostrar un poco de respeto falso. Se acercó más y pudo observar a aquel tipo con el que se había enfrentado el día anterior, sonrió para si y fue directamente con Kudo.

 

- Kudo?- preugntó Hidan

- ah! Hidan!- el calvo también volteo a ver a Hidan- que bueno que ya estás aquí

- para que soy bueno?- preguntó con cortesía

- Hidan- el calvo habló serio.- Chiriku-sama pide un favor de ti

- a sus ordenes- prestó atención.

- este pobre hombre- señaló a Kakuzu quien yacía dormido sobre un futon en medio de la habitación- Fue otra victima del asesino, es un pobre hombre que venía a ofrecer penitencia al templo... se quedará aquí hasta que se pueda recuperar y hacer su penitencia, Hidan- el peliplata asintió- eso es lo que pudo contarnos antes de quedarse dormido...

- ya veo...

- necesitamos que le cuides hasta el momento en que pueda comenzar su penitencia- continuó.

- si!- hizo una pequeña reverencia- como ordene

- las instrucciones de cuidado que dejó Shizune-sa están en esas hojas- señaló unas hojas que estaban sobre una mesita

- ya se ha retirado?- preguntó el ojilila

- si- Kudo

- te lo encargamos mucho Hidan- dijo el calvo- nos veremos después

- si...

- te ves- Kudo. Hidan le hizo una seña de aprobación y segundos más tardes ambos ya se habían desaparecido por completo del pasillo.

 

Dio un ultima mirada por le lugar, se cercioró de que no hubiese nadie y entró a la habitación, cerrando con seguro. Una sonrisa cínica se formó en sus finos y delgados labios. Caminó hasta aquél cuerpo inmóvil y se arrodilló frente a él.

 

Estaba aún con yutaka blanca. Se podía apreciar el pecho trabajado de aquél hombre y las vendas que cubrían la herida que el mismo le había ocasionado. Miró su semblante joven y varonil, sus cabellos oscuros reposaban sobre la almohadilla suavemente y su expresión tranquila le quedaba de presa fácil. El peliplata se sorprendió un poco al ver unas cicatrices en al boca del hombre, como si alguien le hubiese tratado de hacer más grande la boca y ahora ya estuviese bien cicatrizadas... sin notarlo una de las manso del ojilila se pasó suavemente por la cara de aquél desconocido con quien tuvo una afrenta, se veía tranquilo...

 

-...- Hidan reaccionó y quitó su mano de la cara del sujeto, se asustó un poco por su mismo acto pero al fin sonrió débilmente- no me la pudieron poner más fácil

 

Se acercó poco a poco, empuñó en alto el cuchillito. Lo apuñalaría en la misma herida y esta vez se cercioraría de que muriese de una buena vez por todas... así nadie pensaría que murió asesinado, una simple e incontrolable hemorragia no caería mal a nadie. Se fué acercando lentamente y justo cuando se dejó ir, un poderoso y fuerte brazo lo tomó de la muñeca.

 

- ...- aquél tío estaba despierto

- tú! Estabas despierto!- gritó

- hola!- rió malicioso

 

Nuevamente se miraron a la cara, Hidan movió el brazo rápidamente al sentir algo flojo el agarre del otro, se dejó ir con todo para clavarle el puñal en la herida cuando un movimiento del otro lo saco del lugar. Qué hacía? Lo había jalado, acaso quería morir más rápido o qué? No...no le había clavado el puñal, pero si lo había jalado, no? Pudo escuchar como el cuchillo había caído al suelo, pero él...

 

- ...

 

Sus rostros habían quedado a escasos centímetros de distancia, la respiración cálida de ambos se dejaba sentir en la boca del otro, un leve sonrojo de parte de Hidan, que no dejaba de pasar su mirada de los ojos verdes a los labios de aquél tipo. Una sensación extraña como la primera vez que se enfrentaron, aquélla que cuando lo tenía bien apresado por detrás le había hecho sentirse extraño... pero que era?

 

-...- sin detenerse a tomar explicaciones concientes, un impulso lo llevó a acercarse a esa boca fundiéndose en un beso suave y cálido

- n...

 

Si.... aquél tipo lo había jalado y ahora, lo estaba besando en los labios. Hidan sintió su rostro arder ante ese acto, no reaccionaba o no quería hacerlo, simplemente se dejaba llevar por el momento que se estaba llevando a cabo, sentía como la húmeda lengua de aquél sujeto entraba en su boca, como mordisqueaba sus labios y el dulce sabor de su aliento.

 

Cómo era posible? y lo que era peor, no hacía nada y hasta... le correspondía!!!! Un nítido olor a pino le llegaba hasta su nariz, se sentía bien y reconfortable ese olor...

 

- pero qué...- Todo parecía bello, hasta que Hidan reaccionó a su súbitas acciones, se separó y miró al otro espantado.

- ju...

 

KONTINUARÁ...

Notas finales:

bueno! nos vemos mañanita! xD si alguien me pone un rev antes ke me vaya les dejo el kapitulo tres! xD muajajajaja


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