Máscaras por Zoe Wayne

Muchas gracias a Paula por corregir

Atención: Harry Potter (y todo su mundo) pertenece a J.K. Rowling, esta historia es para entretener, no se gana ningún dinero con ella.

El largo pasillo parecía inmenso delante de sus ojos. Oscuro, tenebroso... Desolador. Y el frío intenso que sentía calándole los huesos sólo era un vivo recuerdo de sus largos años sufridos en ese maldito lugar.

Sirius Black nunca se hubiera imaginado volver a "Azkaban" Se dijo sintiendo ese escalofrío aun más vivo en su persona.

Pero algo le había hecho realizar esa loca acción. Aún tenía presente las palabras de su ahijado "No te hará ningún bien" Le había dicho esa misma tarde al enterarse de su propósito.

Pero él que iba a saber, lo conocía tan poco... sabía tantas pocas cosas de su pasado.

Y él vivía tan aferrado a todos esos recuerdos de juventud.

Porque habían sido ellos precisamente, los vínculos, los que le habían hecho retener su cordura... que le habían dado un anhelo de vida, un fuerte deseo de mantenerse vivo y cuerdo en sus doce años encerrado en ese horrible lugar.

Más que sus ansias de venganza y su fuerte odio a su familia y a aquel que asesino a sus seres queridos.

Habían sido esas regresiones a un pasado anterior, a un tiempo donde aún era joven e ingenuo... allí donde conoció todos los sentimientos que puede experimentar un ser humano.

Conoció la amistad, el amor, el deseo... El placer en todos los sentidos de la palabra. Y luego todo aquello que le había transportado a una nube de auténtica felicidad.

Se volvió tormenta.

Y cayó en el abismo de la más terrible de las aflicciones, porque experimentó lo que era la rabia, los celos, la ira... El odio en toda su absoluta palabra.

Pero aun así el amor... El amor por ese hombre había sobrevivido escondido en lo más profundo de su alma, adherido en su piel como el mismo odio que le procesaba.

Era tan extraño amar a alguien con la misma intensidad con que lo odiaba.

"El ser humano es complicado"... Era la única excusa que se le ocurría por todos esos sentimientos contradictorios que sentía a flor de piel.

Y entonces escuchando el sonido de sus pasos, que eran lo único que se podía oír en esas catacumbas de muerte. Su mente le jugó una mala pasada y volvió a desenterrar esos recuerdos que tanto había intentado olvidar.

Mostrándose en su cabeza con la misma magnitud con que los había vivido... Volviendo y retrocediendo, pasando todo aquello que tendría que tener más presente por la importancia del mismo. La muerte de sus amigos en la guerra, la victoria sobre Voldermort, su resurrección desde el arco de La Cámara de la Muerte...

Y por un instante se detuvo en ese momento. Como el Ministerio de Magia utilizando conjuros muy antiguos y prohibidos, para casi todos los magos, le devolvieron a la vida trayéndolo del velo.

"¿Le habían resucitado como compensación por su error en el encierro de Azkaban?" Muchas veces se había realizado esa pregunta, pero en verdad carecía de toda importancia, de toda importancia para él.

Le habían quitado doce años de su vida... "¿Como compensar eso?"

Luego su mente aterrizó con fuerza en esos dolorosos recuerdos de su juventud, como con 15 años conoció a aquel que le arrancó toda inocencia... Aquel que le mostró lo mejor y lo peor del ser humano.

Aquel que aún amaba pese a todo.

"Tanto" como llegaba a odiarlo.

Y revivió como un sueño extraño y borroso, viéndose a sí mismo como otra persona... Ya entonces tenía problemas con su familia, las ideas y creencias eran tan diferentes. Y él se veía tan superior a todos ellos, se sentía tan rebelde y libre pese a todo.

Que la idea de hacer algo prohibido eran tan tentadora... tan agradable.

Y ese hombre le gustaba "Tanto"... y al mismo tiempo le gustaba tan poco.

Y él, era tan joven, inexperto e infantil que acabó haciendo algo que después arrastraría toda la vida. Con unas cadenas tan grandes y gruesas, que aún le pesaban tanto.

Todo empezó una tarde, que en verdad él no esperaba que fuera diferente a cualquier otra en la casa de su familia. Sus primas y tíos tenían que venir a visitarlos ¿Qué tenía de diferente esa tarde?

Nada.

Aun así Sirius vio una diferencia en el ambiente, su madre estaba nerviosa y toda la casa estaba "algo" más suntuosa de lo habitual.

No le hizo caso. Que le importaba a él las tonterías de su familia...

Pero que equivocado estaba, que inocente era. Todo cambió ese día.

"Todo"

Cuando conoció a ese hombre...

...

Se detuvo.

Se paró en medio del corredor y miró al suelo. En su memoria habían aparecido esos ojos azules, esa mirada fría y profunda que le habían paralizado entonces.

"Es Lucius Malfoy" Escuchó decir a Narcissa con una radiante sonrisa que nunca había visto antes en ella "Mi prometido"

...

Observó la oscura piedra... Intentado suprimir las imágenes que aparecían en su cabeza una detrás de otra.

Como conoció a ese elegante joven de 20 años.

Como entabló amistad con él esa noche durante la cena... Y más tarde como se dejo engañar y le entregó su cuerpo y toda su alma.

Algo que aún le dolía más de lo que se atrevía a admitirse a sí mismo

Y los recuerdos le iban traspasando, dañándolo, hiriéndolo... mostrándole lo débil que era frente a ese hombre que odiaba.

Y quería con todo su ser.

Sus besos ardían como las llamas del mismísimo ave fénix, sus manos estudiaron cada rincón de su cuerpo, su piel blanca y masculina embriagaba cada uno de sus sentidos...

Eso recordaba haciéndolo sangrar, abriendo aún más esas heridas invisibles ante los ojos humanos. Pero que por ello no dejaban de ser dolorosas.

Revelándose, como el niño que fue, delante de esa certeza. El único hombre que había amando... y al cual se había entregado.

Como quiso ese rostro atractivo y distinguido, con sus inteligentes ojos de mar y sus labios finos y gustosos. Como entendió ver más allá de esa máscara que siempre le acompañaba.

Se engaño a sí mismo.

Lucius nunca le mintió... Iba a casarse con su prima.

Él lo sabía, los dos lo sabían.

¿Por qué entonces le dañó tanto ese hecho?

¿Vio como era en verdad? ... ¿O sólo vio lo que quería ver de Lucius?

No lo sabía.

Ya no estaba seguro de nada.

Y necesitaba oír la verdad, saber la verdad... Enterrar de una vez ese pasado que aún le obsesionaba.

¿Lucius le había amado alguna vez?

O sólo se había aprovechado de su inocente juventud.

Reanudó el paso, inseguro, sintiendo todas las dudas retorciéndose en su interior. Estirando y removiendo sus entrañas.

Llegó al nivel de alta seguridad, allí donde encerraban a los mortifagos... allí donde había estado por doce años.

Los escalofríos volvieron, mezclándose con todas sus dudas y sensaciones horripilantes que le inundaban de pies a cabeza.

_ ¿Se encuentra bien?_ Le preguntó un guardia que había visto como se reclinaba en una de las paredes.

_ Estoy bien_ Le contestó pasados unos segundos en los cuales recuperó algo de fuerzas, los mareos y las nauseas aún estaba presentes en él.

Pero no podía ser débil.

Respiró hondo y miró hacia adelante, ahora ya no podía volver atrás.

Una vez había huido de Lucius. A sus 16 años, cuando este le había dicho que rompía toda relación con él "Ahora soy un hombre casado" Recordó esa voz suave y neutra.

Y como no podía enfrentarse a la verdad. No podía vivir en la casa de su familia viendo a su amante con su prima. Huyo y rompió todo vínculo con los Black.

No se arrepentía de ello, tarde o temprano lo hubiera hecho igualmente. Pero le dolía, le desgarraba esa victoria de Lucius.

¿Tan profundamente había tocado su ser?

Era obvio que sí...

Él era la viva imagen de ello.

...

Después de enseñar su credencial de Auror, entró en la sala de interrogatorios. Unos guardias estaban en la puerta, esperado a que otros dos entraran con el acusado.

Lucius Malfoy había sido acusado por mortifago, pero toda la comunidad mágica sabía que sería absuelto. De todos era sabido que había luchado en la guerra para vencer a Voldemort... Una vez más ese inteligente bastardo sería librado de toda culpa, era hasta admirable su inteligente y retorcida mente.

En unos días se realzaría el juicio.

"¿Para qué?" Si todos conocían el resultado...

...

Pasados unos dos minutos, los guardias entraron trayendo a Lucius.

Él al comprobar quien era su visita, abrió con sorpresa los ojos, después volvió a mostrar su pose elegante y neutra que siempre le acompañaba.

Sirius tembló, levemente, pero tembló. Vibró toda su piel al ver a ese hombre delante suyo, hasta con esas humildes ropas de prisionero, Lucius no perdía esa aura distinguida.

"Era realmente atractivo"

Sus miradas se encontraron al sentarse uno delante del otro. Malfoy sonrió con arrogancia al notar el nerviosismo del otro.

"Bastardo" Pensó Black sin atreverse a hablar.

Los guardias se retiraron dejándolos solos, como Sirius anteriormente había solicitado... El silencio invadió el espacio. Los ojos de Lucius no se apartaban de él "¿Retándolo?"

Quien sabe... con ese hombre nunca se podía estar seguro de nada.

La incomodidad se podía cortar con un cuchillo... entonces Malfoy habló _ ¿Qué es lo que quieres, Black?_ Le preguntó como si fuera el mismo Ministro de Magia.

Buena pregunta.

Ya que ni él conocía la respuesta. Apartó la vista "¿Otra victoria de Lucius?"

_Tengo que hacerte unas preguntas_ Le respondió no muy seguro.

Ese lugar le incomodaba, Malfoy le incomodaba... y ya no estaba tan seguro de su acción "Harry tenía razón" Pensó diciéndose que ya era tarde.

_ Pues pregunta _ Le contesto en un todo arrogante que le hizo volver a mirarlo.

Sus ojos brillaban como miles de estrellas oscuras, su mirada inteligente y perversa le hizo saber que Lucius sabía sus verdaderas intenciones.

Las había leído de su alma como si esta fuera de cristal...

Había realizado oclumancia.

Sus ojos se abrieron con terror delante del otro. Se sentía como el niño de 16 años que un día había pertenecido totalmente a ese hombre.

Quería gritar, quería temblar y maldecir a todos y cada uno de los dioses del universo. Pero aún le quedaba algo de orgullo y no realizó nada de eso.

Se mantuvo firme con las pocas fuerzas que le quedan.

_ Has vuelto a casa, Sirius_ Le dijo Lucius con una sonrisa de victoria en los labios.

Esas palabras le llenaron con todo el odio que sentía por él... ¿Cómo se atrevía a decirle eso?

"Ese maldito cabrón"

_ Aún puedo reconocer el niño que fuiste, Black ..._ Le continuó diciendo atravesándolo con la mirada_ Los años te han tratado mal_ Paro unos segundos para mostrar aun más su malvada sonrisa_ Pero tu esencia... _

_ ¡Cállate!_ Le cortó alzando la voz, sintiendo como la ira se deslizaba por cada una de sus venas... realmente no tenía que haber venido. ¿Qué quería saber? ¿Qué necesitaba averiguar?

¿Qué ese hombre aún tenía control sobre él?

"Que aun le..." ¡No podía ni pensarlo!

No podía admitirlo...

Malfoy se calló, pero no borró esa sonrisa, ni apartó la mirada.

Parecía disfrutar enormemente de su visita, como se regocijaba por la tensión y turbación que parecía despertar en Black.

_ ¿Qué quieres saber, Sirius?_ Le preguntó algo más serio_ ¿Si soy malo? ¿Si me hice mortifago a voluntad? _ Acabo diciendo, alzado las cejas.

Esas palabras le parecieron transportar al pasado de nuevo, como cuando ellos dos hablaban durante horas y horas sin cansarse de la compañía del otro.

_Eso no es excusa_

_ Siempre tan soñador, Sirius _ Exclamó alzando los ojos _ La vida no es blanco o negro, por mucho que te esfuerces a verlo así_ Le continuó diciendo, para después alzarse dispuesto a marcharse.

_ ¡¿Qué haces?!_ Le preguntó nervioso, levantándose también. No sabía exactamente como actuar...

Sus irises impactaron de nuevo, adentrándose en el interior del otro...

Casi se acariciaron, o eso le pareció a él.

_ Me marcho_ Le dijo sin apartar la vista_ En cinco minutos tiene que venir mi abogado y la verdad no puedo perder el tiempo contigo, Black_

Sirius entrecerró los ojos, molesto, y cuando iba a protestar... Cuando iba a intentar retener aun más ese instante, para averiguar aquello que no entendía, pero que conocía desde lo más profundo de su ser... Lucius alzó la mano derecha y tocó por unos segundos uno de sus mechones negros que caían descontrolados cerca de su rostro.

Sirius tembló por el inesperado contacto y en un acto reflejo se apartó de Malfoy.

Este rió.

_ Nunca _ Hablo después, negado con la cabeza_ Nunca..._ Repitió atravesándolo con su mirada azul.

Y en ella. En esos irises helados y transparentes como la nieve misma. Sirius entendió el significado, porque pudo leer en ellos con una claridad sorprendente.

"Nunca... Nunca te ame"

Fin

¡Hola a todos!

Aquí mi primera historia de Harry Potter ^^ (Y probablemente sea la única) Espero que les guste XD

¡Muchas gracias por leer!

Y por favor Comentarios...

Si tienen alguna duda me pueden enviar un E-mail.

Zoe Wayne