Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te necesito cerca por Katrinna Le Fay

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

TITULO: Te necesito cerca 

One Shot  Serie: RPS de Supernatural  

Pairing: J2 o Padackles, como prefieran 

Category: Clasificándose como Sweet, sweet y mas sweet (creo que rebasé mi propia marca de cursilería).  Disclaimer: Yo no poseo ni a Jensen Ackles ni a Jared Padalecki (qué mas quisiera yo) estos bombones se pertenecen a si mismos y estos a su vez a sus padres, que les dieron autorización para pertenecerle a sus respectivos directores y televisora. Ésta solo es una historia escrita de fan para fans, sin fines lucrativos.Lo único mío son la historia, las ideas y OCC (Personajes originales). De todas maneras, si te gusta la historia y quieres publicarla, te pediría que antes lo consultes conmigo.

CAMPAÑA LE FAY : No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. ALZA LA VOZ, NO TE QUEDES CALLADO ANTE EL PLAGIO.

COPY LE FAY : Después de horas de ingeniar y escribir, me di cuenta que mi trabajo necesita estar asegurado para que lectores como tú, quienes me permiten continuar con vida, sepan que lo que leen y está escrito por mi se encuentra completamente garantizado, en escritura y presencia. te lo mereces y ésta solamente es una de las pocas cosas que haré por ti. Gracias por leerme y espero disfrutes tú lectura. Cualquier comentario, estoy a tus órdenes en FeedBack

Tiempo: En algún punto de sus vidas.                En calidad de Universo Alterno.                  

 FEEDBACK: katrinna_le_fay@yahoo.com.mx ó katrinna_le_fay@hotmail.com    

MSN:          shania_xs@hotmail.com 

Nota: Esta historia contiene Padackles. ¿Qué es Padackles? Bueno, es una contracción de Padalecki y Ackles (por el apellido de los actores) juntos en situaciones de romance, amistad, etc (aquí es más romántico). Si no te agrada, entonces no lo leas. De esa manera te ahorrarías algún sentimiento de contrariedad. Pero si te da curiosidad, entonces adelante. Gracias ^^   

Quizá esta historia sea un tanto irónica (lo es en realidad), por todo lo que Jay está pasando justamente en este momento. Pero tenía que hacerla o jamás me perdonaría y quizá con esto pueda alejar un poco los deseos por ir a apapacharlo.Así pues le quise dar un “Happy ending” pero bueno, lo hecho hecho está así que solo puedo decir: Disfrútenlo.  KLF  

 

Llovía, la luz de los relámpagos daba de lleno en su rostro inmutable pero si anhelante.Sadie lamió su mano y Hurley mordió el dobladillo de sus jeans halándolo.Solo pudo sonreírles y repartir una efímera caricia a cada cabeza peluda. Ambos sabuesos terminaron apoyados en su pierna.Sabía que le estaban preguntando mudamente por ese inusual estado de ánimo, pero tuvo que satisfacerlos con media sonrisa mientras sus ojos regresaban a contemplar la lluvia desde su asiento frente a la ventana. 

En ocasiones ni todo el regaliz del mundo o los millones de chistes que parecían jamás acabarse podían compararse con lo que su corazón sentía.La algarabía había dado paso al mutismo y luego a la melancolía, la que expresaba en ese momento mientras otro rayo iluminaba su rostro abatido.Y todo tenía un motivo: Jensen Ackles. El joven de ojos verdes había prometido llamar, había prometido hacerlo como siempre pero habían pasado cuatro días desde la última vez que supiera de él y eso en lugar de preocuparlo le hacía sentir tremendamente triste. Sabía que estaba bien, acababa de verlo en la televisión por uno de esos canales de cable que alcanzaban la vuelta al mundo en un segundo.

Lucía tan sonriente y educado como siempre, y lo peor de todo pensó tras suspirar, era que ni siquiera lo había saludado. Se había olvidado de él en tan poco.Si lloraba estaría imitando a las chicas lloronas esas de los reality shows o peor aun, a las muchachitas mimadas de Beverly Hills a las que no les importaba que se corriera el maquillaje siempre y cuando dieran a conocer que sufrían.

Quizá exageraba y aunque se sintiera estúpido admitiendo que deseaba aunque fuera gritarle a la soledad mil y un improperios que tuvieran por protagonista al muchacho de ojos verdes, no lo haría. Simplemente porque este se había llevado su sonrisa con él. 

Hacía apenas unos cuantos meses habían finalizado con SPN y aunque en ese tiempo se habían mantenido en contacto prácticamente todos los días, que Jensen viajara a Londres precisamente cuando él no tenía propuesta de trabajo, lo abatía de sobre manera.Había arrasado ya con su colección de dulces, chocolates y tiritas de saborizantes artificiales. Los juegos de FIFA y peleas callejeras se hallaban intactos, así como también la cocina y todo lo que contuviera alimento.Realmente le había golpeado fuerte el olvido de Jensen y podía llamarlo así porque, ¿que otra excusa podía darle?Juraron casi con sangre, tras una broma suya, que estarían juntos por siempre y a buenas a primeras Ackles había roto la promesa.Eso no se hacía, eso no era de amigos, de hermanos, de “enamorados” como él mismo solía recordarle cada y cuando mientras el otro reía histéricamente pidiéndole que se detuviera. Pero quizá lo que le mantenía en ese estado y sin realmente desear levantarse, era que eso de los enamorados no estaba tan errado como las personas pensaban.

Aunque siguieran jugando ante la televisión o los fans, entre ellos había nacido una química extraña pero deliciosa. Algo que jamás habían experimentado con nadie más.Ambos se habían vuelto uno y no era necesario recordar las miradas y susurros que en ocasiones se daban mientras la concurrencia conspiraba en contra o a favor.La chispa mágica había sido invocada un día para no apagarse nunca. Jared lo creyó pero quizá había llegado el momento de que se extinguiera. Cuatro martirizantes, largos y tontos días sin escuchar esa voz que le erizaba el cuerpo entero. Vaya el cielo a saber cuantas horas, segundos y lo que fuera habían pasado sin que ese bobo se reportara con él.¿A caso en verdad lo había olvidado con tan solo cruzar el charco? ¿A caso solo estaba esperando la oportunidad de alejarse de él para sacarlo definitivamente de su vida?

No es que se estuviera comportando como reina del drama, ¡NO! Era solo la verdad descubierta tras horas de devanarse el cerebro que quizá a esos momentos ya no tenía.Lo que no comprendía era el cómo alguien te puede olvidar tan sencillamente. Cómo alguien puede olvidar las horas transcurridas a tú lado, las sonrisas, las millones de miradas y palabras cómplices. Las bromas y todo lo demás. Eso no podía entenderlo puesto que a él mismo le había tomado una eternidad convencer a su corazón de que ciertas personas debían alejarse por su bien. Quizá para Jensen era más sencillo olvidarse de toda una historia que explícitamente tenía impresa la palabra Romance.La cara que daba al mundo era una pero entre ellos, en la intimada era muy diferente y si tras todo lo que habían pasado no existía una verdadera relación, entonces no sabía lo que era. 

Por ello su tristeza y porque aceptaba que a pesar de toda la vida artística que le quedaba por delante, de los millones o quizá de la pobreza y de los fans que irían y vendrían a su encuentro sentía que por primera vez se encontraba estable, en paz y completo. Jensen era todo lo que había estado pidiendo y aunque sonara como su madre cuando le decía que su padre era el amor de su vida, así pensaba del ojiverde.El problema era que para Jensen Ackles tal vez, él no lo era. 

Lo que Jared no sabía era que el ojiverde del cual estaba dudando en esos momentos se encontraba moviéndose rápidamente a muchos kilómetros de ahí.La promoción de su reciente película lo había enviado a Londres de  repente. Desde que llegó se encontró enfrascado en las fotografías de rigor, autógrafos, ruedas de prensa e invitaciones a diversos tipos de programa que iban desde MTV Movie-Londres hasta el Show del hilarante Graham Norton, el irlandés de verdad era ácido con su sentido del humor y sus comentarios. Afortunadamente tenía práctica con ese tipo de personas, aunque de un par de preguntas no pudo escaparse.Su ocupada agenda le había impedido notificarle a su madre que había llegado con bien o incluso a su agente. Y aunque eran llamadas importantes, ninguna de ellas le dolió tanto como no comunicarse con Jared.

El gigante come regaliz debía estar consternado por no saber nada de él. Lo más probable era que le hubiera dejado un millón uno de mensajes en el buzón aguardando por una explicación a su tardanza o al hecho de que no le deseara las buenas noches-mañanas todos los días. Aun tan lejos podía verlo con su puchero enorme y los ojos de cachorro apaleado intentando obtener una explicación a la falta de contacto para con él. La sola imagen le hacía sonreír y añorar con ahínco regresar a su lado. Cierto que después de SPN no se habían visto demasiado pero ninguno de los dos tenía la culpa. Se la echaría solo por esa vez a los contratiempos de sus respectivas agendas.Pero independientemente de eso necesitaba verlo, escuchar su voz sentir que estaban cerca.

Dijera lo que dijera la gente o ellos mismos cuando se enfrentaban a los fans, ambos habían nacido para estar juntos y así sería. Él se encargaría de ello. Por eso cuando no escuchó mensaje aguardando por él ni el ring tone de su móvil diciendo: “Te estoy llamando Jen, contesta el teléfono Amor Mío” con la voz de Jared, supo que algo ocurría. Lamentablemente las dos veces que intentó llamar a casa el teléfono estaba ocupado y el móvil del chico gorila no funcionaba.Jensen pensó por un momento en la posibilidad de que el otro estuviera molesto pero de inmediato el rostro triste de Jay le llegó a la cabeza.Así pues sin tardanza se dedicó a pensar en el modo de cómo expresarle a Jared Padalecki lo que sentía por él de una manera ingeniosa y que el chico come regaliz no se esperara. 

+++ 

El café que Jared había decidido hacerse resultaba reconfortante. Hacía frío y afuera parecía que el cielo se caería de un momento a otro.Se abrazó así mismo mientras sujetaba la taza. En momentos como ese era cuando añoraba la calidez de un cuerpo junto al suyo, ya fuera abrazando o siendo abrazado pero nada era comparable a un momento así.Sonrió, tal vez para Jensen eso era demasiado “obvio” pero nunca lo había escuchado quejarse cuando lo hacían.

 -Idiota. Murmuró entre dolido y enfadado. Más herido en realidad por lo que volvió a beber de la infusión.Quizá tendría que irse acostumbrando a ese tipo de calor de ahora en adelante. 

+++ 

Lo que Jensen ideó simplemente tenía que venir de otra persona porque él, el señor nada detalles y poco elocuente estaba inspeccionando Londres tan minuciosamente que hasta Sherlock Holmes se quedaría corto.Pero tenía que hacerlo, de alguna manera u otra debía pues de eso dependía el resto de su vida.Así pues subiéndose al jamás faltante en visitar Autobús Rojo de Londres, es como se dispuso a continuar con su plan, que a su parecer era infalible y contra pucheros de novios enfadados. 

+++ 

Hurley lamió su mano y lo menos que hizo por su fiel mascota fue acariciarlo con mucho afecto, lo mismo que a Sadie.Sus fieles y únicos compañeros en la soledad, en la alegría y tristeza.Los había adquirido hacía años por el único motivo de enamoramiento canino a primera vista. Desde entonces no existía sitio o persona en su vida que no conocieran y aunque en un principio se habían mostrado reacios con Jensen, estos habían terminado por aceptarlo completamente.¿Quién no aceptaba a Jensen Ackles? Solo un ciego no podría.

¡Era tan jodidamente encantador que hasta el loro de su tía había quedado prendado de él! Era cuestión de mirar su rostro de caballero andante, sus ojos verdes evidenciando su alma y sus pecas. Esas pecas que lo volvían completamente loco. Le encantaban las pecas, las pecas eran lindas. Eran manchitas pequeñas y de colores irreverentes que hacían ver a Jensen demasiado irresistibles para su gusto. Y las de Jensen en particular eran tan, pero tan irresistibles que sabía de memoria que tenía treinta estratégica y uniformemente esparcidas por todo su rostro. Sin contar las cuarenta y cinco de la espalda y las doce de otros sitios que solo él conocía.

No podía evitarlo, las amaba, las amaba tanto que solo recordar que sabía de memoria caminos solo por él explorados y otros tantos que conoció con paciencia, le entristecía.Jensen no llamaba, Jensen no mandaba mensajes, Jensen estaba en el maldito Londres conociendo paisajes, lugares y vaya a saber cuantas personas interesantes.Si, estaba celoso, enfadado y triste por esa larga espera e indiferencia. Odiaba sentirse así porque él simplemente era algarabía al por mayor y sonrisas sin disimulo. -

Te odio. Pronunció sin creérselo porque odiar a Jensen era como odiarse así mismo y eso simplemente no podía ser. 

+++ 

-Disculpa, ¿podrías tomarme una fotografía?    La muchacha sonrió y asintió, tomando el móvil que el muchacho frente a ella le cedía. Pero antes siquiera de disparar el flash, la chica miró al hombre que sonreía.

-Ya se que es raro, pero por favor solo tómala, ¿quieres? ¿Y quien era ella para decirle no a ese rostro sonriente y toda amabilidad?Así pues sacó la fotografía sin importar la pose tonta que él había adoptado. 

-Gracias. Esto es justo lo que quería. Indicó Jensen tras verificar la imagen en el móvil. Ya estaba, la primera parte de su plan, ahora restaba seguir con lo que le faltaba.Eso tenía que funcionar. 

+++ 

Jared miraba alternativamente el reloj y a la ventana. En definitiva el clima empeoraba al igual que su estado de ánimo. 

-No podemos salir, chicos. Susurró a sus amigos que ladraron. Fue raro para ellos saberlo pues aunque lloviera, relampagueara o nevara, Jared solía pasearlos a las seis treinta de la tarde. Ni un minuto más ni un minuto menos, por eso los ojitos negros de los canes le miraron. 

-Tal vez mañana o cuando pueda volver a salir sin acordarme de él. Murmuró, recargando su peso contra las rodillas. Ni su madre misma lo había visto jamás en esa posición.

Era extraño pero no podía seguirse negando lo que sentía. Ya no, pues todo le recordaba a él y a sus ojos verdes o sus pecas o sus sonrisas o la seducción creciendo en cada poro de su piel cuando lo miraba de esa forma que daban deseos de comerlo entero.Todo el vecindario se lo recordaba y la casa ni hablar. Por eso se mantenía en la ventana, al menos así evitaba mirar dónde no debía. 

-Jen. Expulsó con tanto dolor que hasta Hurley se puso en guardia por si había dejado pasar algún extraño.Pero no era así, era solo la tristeza que invadía ese día. 

+++

 Le pidió a un niño que pasaba, con más ahínco del que jamás hubiera utilizado con un menor, que le prestara su juguete para fotografiarlo.El chiquillo pelirrojo lo miró como si se tratase de un chiflado, pero después de mostrarle un billete de inmediato la desconfianza se transformó. 

-Tiene dos minutos, señor. Señaló el niño, sonriendo ante el dinero más fácil que jamás ganaría. 

Jensen murmuró algo sobre la infancia de hoy en día antes de tomarle una foto al juguete y después una dónde su rostro pecoso y sonriente saliera en la fotografía señalándose así mismo. -Gracias. Dijo, regresándole la baratija al chico.

-Fue un placer, cuando quiera ya sabe cómo le puedo prestar más juguetes.

 El ojiverde enarcó una ceja pero definitivamente trató de salir de ahí enseguida.Ya casi completaba su misión, solo le restaban un par de fotografías más y todo estaría listo. 

-Solo espera Jay y ya verás. 

+++ 

-No Megan, no ha llamado…si, está bien es solo que…¡Yo no parezco nena deprimida! Gruñó, la risita estridente de su hermana le había hecho enfadar. 

-Ya no tengo dulces y no pienso salir a comprarlos. El cielo se está cayendo Meg…No, no quiero saber lo que dice la prensa sobre su última película y no me lo dirá él porque…No, no peleamos. Suspiró, queriendo al menos decir que esa era una causa factible por la cual estar molesto.

-Si, yo te diré cuando regrese. Saluda a todos. 

Odiaba que su hermana lo embromara pero mucho de lo que la chica había dicho era verdad: Parecía nena deprimida y lo peor de todo era que le faltaban los chocolates y la película triste para gritarle al desgraciado animal que dejaba a la linda muchacha, que era un desgraciado poco hombre y que nunca se lo perdonarían. 

Era oficial, Jared era casi, casi una chica deprimida por la falta de su novio y eso en lugar de aliviarlo lo acongojó más.

-¡Todo esto es tú culpa Jensen! ¡¿Me escuchaste?! Gritó, para después volver a hacerse un ovillo junto al ventanal. Iba de mal en peor. 

+++ 

La última fotografía le había costado mucho ingenio, más que trabajo pero encontrado el objeto solo fue cuestión de hacer “clik” en la cámara y listo. 

-Bien, ahora solo tengo que ordenarlas y todo estará bien. Dio media vuelta complacido con su trabajo, la inmensa sonrisa lo delataba pero el griterío de un par de chicas a distancia le hizo pensar que no saldría tan pronto de ahí como lo suponía. 

-¡¡¡JENSEN ACKLES!!! 

+++ 

Lanzó la pelota a la pared y cuando regresó a su mano volvió a lanzarla.La pelota que Sadie le había llevado terminó siendo un partido entre la pared y su mano dónde los canes eran los únicos espectadores. Eran casi las tres de la mañana y seguía en vigilia, al igual que sus cachorros que gruñeron cuando miraron que no les lanzarían la pelota. 

-Lo lamento. Se disculpó, acariciando la cabeza de los canes.-Pero no estoy de ánimo. Deberíamos irnos a dormir, si es que podemos. Sadie y Hurley asintieron siguiendo a Jared hasta el dormitorio.

La cama era grande y aun así tan fría que tuvo que abrazarse de una almohada para no ponerse a llorar como magdalena.Si, era una chica, ¿y qué? 

-Jensen. Gimió como dos horas más antes de quedarse dormido y a su lado, importándole muy poco que las sábanas se llenaran de pelos caninos, sus dos mejore amigos de todo el mundo. 

+++ 

No sabía que ley física o matemática o lo que fuera era la culpable de que los fans se multiplicaran.Primero estaba dando autógrafos a cuatro chicas que no sabía de dónde rayos aparecieron.Después eran diez y el número siguió aumentando hasta que en definitiva tuvo que pedir auxilio a un policía porque la euforia era tanta que su integridad física corría peligro.

-¡QUIERO TÚ CAMISA! Gritaba alguien.

-¡YO QUIERO QUE ME QUIERAS! Alguien más.

-¡YO TE ROBARÉ TÚ ROPA INTERIOR Y A TI ENTERO! Eso si fue el colmo, algo que no hubiera esperado ni en sus más locos sueños. Pero claro, a él siempre le tocaban los locos mientras que al mastodonte come regaliz solo las personas lindas, sonrientes y que coreaban: ¡Awww! Cuando una monada suya salía a escena. Cuando arribó al hotel, medio completo en realidad, era ya demasiado tarde para cualquier cosa así que solo se tiró en la cama dispuesto a poner una orden de restricción sobre todo aquel ser, ente o cosa que se atreviera a pensar que podía soltarle palabras lujuriosas así como así. -La gente está loca. Refunfuñó, pensando si no sería muy tarde para ser profesor de preparatoria. 

+++ 

Era medio día cuando Jared se restregó los ojos con desgano imitando a un bebé.El sol se negaba a salir aun, por lo que no tuvo que descorrer las cortinas. -Buenos días. Saludó bostezando y rascándose la barriga. La única respuesta que obtuvo fueron los ladridos de sus perros exigiendo alimento. 

-Ya voy, ya voy, pero que carácter se cargan. Farfulló, poniendo de inmediato alimento en los platos de sus perros. Como hecho histórico y de antología, por primera vez desde que alcanzó el tarro de galletas y la manija de la nevera, no comió.No lo hizo porque por estómago le quedaba un hueco del tamaño del gran cañón y supo que no lo llenaría con comida ni nada. Así mientras sus amigos comían lo único que pudo hacer fue regresar a su posición en la ventana, importándole muy poco que llevara el mismo pants deslavado y la camiseta que decía: I’m sexy sexy manchada de quien sabía qué cosa. Sería otro largo día y otra larga espera. 

+++ 

Tres horas después y cuando en verdad el estómago le pedía algo de comer, se percató de que había dejado el celular en la barra de la cocina y este se había descargado.Sin pensar en nada más tomó el cable y lo conectó revisando, por inercia tal vez, si tenía alguna llamada perdida.No encontró nada y eso solo aumentó su puchero. Pero cuando pretendía regresar de nuevo a la ventana sin probar bocado, la musiquita de Barney sonó indicando que tenía mensaje nuevo. Efectuando una mueca y queriendo no hacerse esperanzas fallidas tomó el móvil y verificó. 

No pudo evitar que el corazón, el estómago y todo lo demás saltaran al contemplar el nombre de Jensen en la pantalla.Jen le había enviado un mensaje.

Jen se había acordado de él. Jen merecía morir por su sufrimiento. Pero eso lo haría después de leer lo que con manos más o menos temblorosas abrió.

 Eran fotografías de Jensen en posiciones extrañas.Sobre el autobús rojo abrazando al aire mientras sonreía. Frente al big-ben volviendo a abrazar al aire.El ojo de Londres, el puente, la estación de trenes, toda fotografía con paisajes lindos mostraban a Jen como si abrazara a alguien y a la vez a nada. Después llegó otro mensaje. 

“Solo inserta tu imagen dónde se supone que estoy abrazando a alguien y entenderás lo que quiero decir” 

Dictaba, y aunque no le costó sonreír tontamente, al menos no se lo quiso poner tan simple.Así pues se dispuso a responder pero de inmediato otro mensaje se abrió para él. 

“La distancia es eterna cuando no estás conmigo, por eso y en cualquier lugar tú estas a mi lado” 

Sonaba a diálogo robado de esa telenovela que Jensen había hecho pero de nuevo volvió a sonreír.Ya solo le faltaba decir: “¡Esto es lo más hermoso que nadie me ha dicho en mi vida!” para definitivamente ser una chica. Pero ahí no pararon los mensajes y en lugar de encontrarse con más palabras leyó…en realidad no supo definirlo y eso que el especialista en cosas raras era él.

Cambió el aparato de posición, efectuó movimientos raros de cabeza y hasta uso una de esa posiciones de Yoga que salían en la televisión pero aun así no le encontró lógica a las cosas. 

-¿Un yo-yo? ¿Me mando la imagen de un yo-yo? 

Si, era un yo-yo y lo más extraño era que la siguiente fotografía era de Jensen señalándose así mismo.Frunció el entrecejo, o el sol de Londres contenía más rayos UV que en California o Jensen se había vuelto loco.La siguiente fotografía era una taza de té.

¡Una taza de té por todos los…!Y de nuevo Jensen señalándose así mismo. 

-De acuerdo, oficialmente esto es extraño. Murmuró, mirando la siguiente imagen que se trataba de…o eso era un corazón o definitivamente había perdido la perspectiva de las cosas. Finalmente a Jensen, ¿señalando un póster de SPN? 

-¡Jen se ha vuelto loco! Dijo exaltado y tuvo que sentarse para volver a ver las fotografías y pensar algo cuerdo. Jensen era meticuloso en lo que hacía y quizá no pensaba muchas locuras, al menos no supervisadas por él, pero esa si era una y lo asustaba. 

-De acuerdo, cálmate y piensa, ¿qué me quiere decir Jen? Miró una y otra vez hasta que la taza de té y la fotografía de Jensen señalándose así mismo le prendió una lucecita en un recóndito lugar de su cerebro. 

-¡Te, es Te! Sonrió recuperando su sonrisa extraviada, regresando a la imagen del yo-yo.

-Yo Te. Murmuró, descifrando el código que seguramente Jensen le había enviado.-Yo Te corazón…¿Supernatural? No. Yo Te…¿corazón? Nunca le habían gustado los acertijos y evidentemente Jen lo había olvidado. Miró nuevamente la imagen donde el ojiverde señalaba la publicidad de SPN y observó que el dedo de Jensen señalaba no el programa en si, sino a Sam, a Sam Winchester. -¿Yo Te Corazón Sam? ¡Eso no tiene sentido! Gruñó. Comenzaba a dolerle la cabeza. Y así como el dolor llegó, la luz también se abrió para él cuando durante más de diez minutos miró a Sam Winchester.-No es Sam, es…Yo. Y entonces realmente, de verdad se transformó en chica porque la inmensa sonrisa que había permanecido oculta y la chispa de niño aparecieron de nuevo en sus facciones cuando logró completar la frase. 

-¡Yo Te Amo! Casi gritó eufórico, sabiendo que no podía equivocarse. Jensen le había enviado un mensaje cinco días después dónde le decía que lo amaba y que pensaba en él siempre.Si se ponía a saltar de alegría como chica, entonces pediría una cita con el mejor cirujano del planeta. 

A pesar de que su rostro no alcanzaba para toda su sonrisa, un mensaje nuevo se agregó a los anteriores dejando de lado momentáneamente la emoción. Al parece los días de melancolía quedaban en el olvido. Esta vez fotografías más extrañas se abrieron una a una:Otra taza de té, otro promo de SPN pero con Jefrey Dean Morgan como John Winchester, Jensen sonriendo y señalándose así mismo, y por último un signo de interrogación.Esa vez la pista si que era desconcertante. Se mordió el dedo índice largos minutos tratando de juntar las imágenes, pero era evidente que la frase esa vez era complicada. -Te John yo. Murmuró, riéndose de la tontería que había dicho. De repente los perros comenzaron a ladrar. 

-Hey, amigos guarden silencio. Estoy tratando de descifrar algo que Jen me mandó. Pero ni Hurley o Sadie cesaron, incluso se pararon frente a la puerta ladrando y saltando. 

Jared dejó todo por un momento e investigó un poco sobre la inusual algarabía de sus amigos. 

-Hey, ¿Qué sucede? Cuestionó, mirando la alegría de los perros.-Parece que han visto algo. ¿O es que esperan a alguien? Bromeó, sin controlar del todo a los canes. Jared tomó entonces el pomo de la puerta cuando la imagen de John Winchester le llegó a la mente. 

-Cazador. Jen no estaba señalando a Jefrey o a John, señaló lo que él interpretaba: un cazador. Se detuvo un momento en esa posición y trató de juntar las palabras. 

-Te cazador yo…Te cazador...Jen…yo…migo. ¡Si, es migo! Sonrió victorioso, pero cuando el flash cayó sobre él entonces se congeló.

-¿Te…casas conmigo? Jared dejó caer su mano y miró fijamente la puerta frente a él. -¿Te casas conmigo? Susurró, sabiendo que no podía estar equivocado. Jensen, su Jensen, el bicho raro ese en el cual se había fijado hace años y al cual había llorado todos esos días le acababa de enviar un mensaje que decía:

“Te amo, pienso en ti siempre. ¿Te casas conmigo?”

 Se detuvo de la puerta o de otra forma caería.Jensen Ackles le…acababa de proponer matrimonio y eso era algo tan inusual.Él jamás creyó que podrían llegar a tanto o que pensaran en tanto o que Jensen mismo pensara siquiera…

-Ya voy chicos. Señaló, tras el aullido estridente de los canes. Ellos nunca solían comportarse así y que estuvieran arañando la puerta, menos.Así pues recuperando la respiración abrió, encontrándose de frente a quien no creía. 

-Jensen. Murmuró, mientras el otro era asaltado por sus perros y hacía circo maroma y teatro para zafarse de ellos.

-Hey, hola. Olvidé las llaves. Saludó, logrando apartarse de las efusivas mascotas tras darles una palmada. Entonces y cuando el ojiverde cruzó el umbral Jared Padalecki se le fue encima y muy al contrario del recibimiento que días antes planeaba darle, le plantó un tremendo beso que desconcertó al recién llegado.Pasado el impacto y como debía de ser Jensen correspondió a la caricia. Lo había extrañado tanto, había necesitado tanto tenerlo cerca que después de cubrir su agenda y de sacar las fotografías tomó el avión de regreso.Se sentía exhausto pero bien valía la pena por tal recibimiento. -Idiota. Le soltó Jared cuando se apartó de él.

-¿Qué te crees teniéndome en el anonimato? Y lo golpeó en el brazo con algo de fuerza.

-¡Hey! Me lastimas. Se quejó el otro.

-Eso trato. ¿Tienes una idea de lo que pensé en todo este tiempo? ¿Tienes una maldita idea de cómo estaba al no saber de ti o..o…?¡NO ME SALUDASTE POR TELEVISIÓN! Y volvió a golpearlo. 

Jensen no entendió nada pero evidentemente el drama ese era digno de una chica. 

-Hey, Janina querida cálmate, ¿quieres? No fue mi intención, lo que sucedió es que…

-¡No quiero tus excusas! Soltó el otro mirando fijamente los ojos verdes.-No quiero saber lo que hiciste, lo que no. Cuantos autógrafos firmaste, cuantas cosas visitaste, cuanta gente conociste o cuantas veces me engañaste. No quiero saber.

-Jared yo no…

-Lo único que quiero decirte es una cosa. El otro aguardó expectante, listo para defenderse de cualquier falsa acusación. 

-¿Qué es?

-Que acepto. 

Jensen lo miró largo rato antes de sonreírle y besarlo brevemente. 

-Gracias.

-¡No, gracias a ti Jensen Ackles por convertirme en una chica! El aludido no comprendió y no le importaba. Jared acababa de aceptar su propuesta matrimonial y era el día más feliz de su vida.Por eso lo abrazó, importándole muy poco los reclamos o sus motivos.

El cansancio o la algarabía que el niño de cinco años en Jay estaba causando en ese momento. Todo lo que no fuera ellos salía sobrando y todo porque eran el uno para el otro y sabía, aunque el historial de Jay estuviera un poco manchado, que esa vez todo iría bien. Se amaban. 

-¿Así que una chica, eh?

-¡Oh, cállate y bésame! Ambos rieron.

Si, eso en definitiva era amor del bueno y del duradero.Y todo gracias a las benditas fotografías.  

FIN  

La culpa de todo la tuvo este comercial: http://www.youtube.com/watch?v=dIcm_svs_bI (maldita publicidad) y su cancioncita de rosas rosas (¬¬) pero bueno, ojala lo hayan disfrutado.Cualquier comentario, chisme o aportación estoy a sus órdenes. 

KLF

Y no olviden visitar: http://katrinna-le-fay.livejournal.com/  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).