Isane iba corriendo por los pasillos, buscando a su capitana.
-¡Capitana Unohana! –Chillaba.
-¿Qué ocurre Isane? –Preguntó un chico de pelo negro y melena.
-¡Yumichika-san! ¿Viste a la Capitana Unohana? –Preguntó acercándose al chico.
-Hai, está en la habitación, cuidando a Hinamori-san-Vale ¡Arigatou! –Dijo sonriendo y salir corriendo hasta la habitación de Hinamori.
Isane abrió la puerta lentamente, para alzar la vista, y observar que estaba sentada en una silla, entró lentamente, cerrando la puerta sin hacer ruido. Cuando se acercó a su capitana, se fijó que estaba durmiendo tranquilamente.
-“¿Estuvo toda la noche con Hinamori? Por un momento me preocupó…” –Pensó aliviada.
Notó como su capitana tembló de frío, así que se quitó la parte de arriba de su kimono, quedando con una camiseta blanca. Tapó a su capitana con ella, fijándose que no llevaba la chaqueta de capitana.
Alzó la vista, y vio que su chaqueta de capitana, estaba encima de Hinamori, realmente, su capitana era muy buena persona. Isane le dio un beso en la frente a su capitana, para irse de la habitación. Un rato más tarde, Unohana se fue levantando poco a poco, notando como una parte del kimono la tapaba.
-¿Mmm? ¿De quien será? –Se preguntó mientras lo miraba.
Dobló el kimono y salió de la habitación, dejando su chaqueta de capitana encima de la chica. Al salir de la habitación, vio como Isane estaba sentada al suelo, dormida y sin su parte superior del kimono.
-Isane… -Se acercó a la chica y le tapó con su kimono.- Arigatou por prestarme su chaqueta.
Al ponérsela, se sentó al lado de su teniente, notó como la cabeza de la chica caía sobre su hombro. Unohana miró sonrojada a su comandante, para sonreír y acariciar su cabeza.
-Deberías dormir más… Isane –Susurró.
Unohana besó la mejilla de su teniente, pero se separó de ella rápidamente, al sentir como se iba despertando.
-Hn. –Se rascó el ojo. Miró de reojo a su capitana.-¡Capitana Unohana! –Se le acercó corriendo.- ¿Por qué está en el suelo? ¿Le ocurrió algo? –Preguntó preocupada.
-N… No… Tranquila –Sonrió nerviosa mientras se levantaba.- Levántate, no te quedes en el suelo –Dijo sonriendo mientras el extendía la mano.
Isane la miró confundida, para aceptar la mano y levantarse.
-¡Oh! Mi kimono –Dijo cogiéndolo y poniéndoselo.
-Arigatou, Isane
-¿Eh? –La miró confundida.
-Por haber entrado en la habitación… y taparme con tu kimono –Sonrió tímidamente.
-¡Ah! Es que noté… que temblaba de frío… por eso la tapé… Pero… usted tiene muy buen corazón… -Dijo sonrojándose.
-¿Por qué lo preguntas?
-Porqué, le pusiste su chaqueta encima de Hinamori, seguro que notaste que tenía frío –Dijo nerviosa.
Unohana rió divertida por la reacción de su teniente.
-Entonces, tu también lo tienes, por taparme con tu kimono –Sonrió dulcemente.
-Etto… -Isane sonrojó levemente.
-Ahora que lo pienso… La semana que viene era el cumpleaños de tu hermana ¿No? –Preguntó Unohana.
Isane la miró extrañada.
-Hai ¿Por qué? –Preguntó curiosa.
-Me preguntaba… Si querías que te diera algún día de fiesta, para hacerle algún regalo para tu hermana
-Pero… ¡No puedo! Tengo que estar con usted para ayudarla con las tareas
-Isane, siempre estás trabajando, a veces pienso que deberías tomarte algunas vacaciones –Dijo divertida.
-Pero… -Unohana posó un dedo en sus labios.
-Me gusta que seas así –Dijo amablemente, Isane notó como el rubor subía a sus mejillas.
-Arigatou… –Susurró agachando la vista sonrojada.
-No hay de que –Sonrió mientras apartaba su dedo de sus labios.
-Bueno, creo que me voy con los demás pacientes –Dijo mientras se giraba y se iba.
Isane se quedó sola, en medio del pasillo.
-Capitana Unohana… -Susurró. Mientras, Unohana entró en la habitación del capitán del 11 División, Zaraki Kenpachi.
-¿Volviste a luchar con Kurosaki Ichigo? –Preguntó sentándose en una silla.
-Hai, me encanta luchar con ese chico ¡Es realmenete fuerte! Siempre hace que muerda el polvo –Dijo riendo orgulloso.
Unohana sonrió levemente, para coger una toalla mojada y ponerla encima de una herida de su brazo, pero se lo echo fuerte.
-¡Ah! ¡¿Que haces?! –Se quejó.
-Curarte ¿No lo ves? –Sonrió fríamente.
-Tsk. Nunca cambiarás
-No pelees tanto y te trataré mejor
Kenpachi sonrió maliciosamente, para acariciarle el rostro.
-Preciosa, no quiero que cambies, me gustas tal como eres
Unohana sonrió, para volver a echarle la toalla mojada en otra herida.
-¡Ah! –Se quejó.
-Uis, perdona, pensaba que tenías resistencia a las heridas –Sonrió amablemente, pero se veía que había frialdad.
-Tsk. Parece que aún amas a tu teniente –Rió divertido.
-¿Y eso a ti que te importa?
-Mucho, porque yo te quiero, y lo sabes –Cogió la gran trenza.- Unohana, olvídate de la debilucha esa y fíjate en mi
Unohana no le gustó eso de que llamase debilucha su teniente, así que pellizco a una herida.
-¡Ah! ¡Otra vez!
-No insultes a mi teniente –Lo miró fríamente.
-Esa mirada me gusta –Sonrió maliciosamente.
-Ya sabes que Isane, nunca desaparecerá de mi corazón
-Yo haré que la olvides
-Nunca me interesaré en un hombre que solo sabe pensar en si mismo –Dijo levantándose bruscamente después de vendar sus heridas.
-Eso ya se verá, preciosa
-Para de llamarme preciosa –Al decir eso, desapareció de la habitación.
-Me gusta, esta chica
Cuando Unohana salió de la habitación, Isane, estaba escondida en una esquina, viendo como salía de la habitación de Kenpachi.
-“¿Que hacía la Capitana Unohana en la habitación del Capitán Kenpachi?...”
Continuara.........
Isane prepara el regalo de su hermana, Unohana quiere ayudarla a hacerlo, pero Kenpachi se interpone para que no estén juntas.