Al Pie de la Letra
Tal y como lo marcaba su costumbre, un día Sai fue a la biblioteca después del entrenamiento y buscó algo nuevo para leer. Terminó sacando un libro sobre los besos, realmente tenía interés sobre ellos porque nunca había besado a nadie; lo leyó esa misma tarde entero casi sin darse cuenta.
Al día siguiente mientras entrenaba con Kakashi, Sakura y Naruto, siguió pensando en lo de los besos, porque las imágenes que salían eran divertidas –le gusto especialmente eso del juego de lenguas-; y decidió probar. Después de todo, no podía completar su humanización si no había besado antes. Era absolutamente ilógico pensar en ello.
Decidido, Sai se acercó a Sakura después de entrenar, pero la chica le rechazó golpeándole en la cara por pervertido; más el chico no le dio importancia y con la misma cara de indiferencia de siempre se levantó del piso, se sacudió la ropa y salió en busca de su rubio compañero. Lo encontró comiendo animadamente en el Ichikaru con Iruka-sensei.
— ¿Qué quieres Sai? —Preguntó Naruto apuntándole con los palillos.
—Quiero que me ayudes con algo Naruto-kun —contestó tomando al chico de la muñeca antes de que éste replicara.
Si había aprendido algo es que debía de ser rápido con Naruto.
“Tiene que tomar a su pareja cariñosamente por la cintura”
— ¡¿Qué mierda crees que haces?! —exclamó golpeándole la cara y pateándole sus partes bajas, Sai hizo una mueca de dolor—. ¡Suéltame!
Se suponía que debería haber dicho algo cómo “Cariño, abrázame más fuerte” no gritarle “¡Hijo de Puta, bájame!”. Pero bueno, por solo aquella ocasión se permitiría improvisar sobre la marcha.
“Luego de que le haya acariciado el cabello, lentamente acérquese a su cara”
— ¡Maricón maldito, ya verás lo que te hare cuando me desates!
“Y ahora, deje que la pasión fluya”
— ¡Bas…!
Sai terminó acorralando a Naruto contra la pared y sujetando firmemente sus muñecas y sus piernas enredándolas extrañamente con las suyas mientras le besaba. Naruto le mordió la lengua cuando intento enredarla con la suya y le dio un cabezazo para apartarle.
—Vuelves a acercarte a mí y te dejaré tan mal que ni Kakashi-sensei podrá reconocerte —dijo escupiendo al suelo antes de limpiarse la boca con fuerza.
A pesar de que no fue lo que decía el libro, Sai encontró que su primer beso no estaba nada de mal. Había disfrutado el tener a Naruto acorralado y a su merced, y la forma en que le mordió la lengua y se libró de su agarre le dejo realmente emocionado…
Y excitado.
Miró con alegría el pequeño bulto que comenzaba a asomarse en sus pantalones.
Si al final de cuentas ya sentía cada vez más que su humanización estaba funcionando. Y seguramente estaba seguro de que Naruto le seguiría ayudando…a su agresiva y violenta manera.
—Después de todo, el amor duele —razonó caminando como si nada por la calle con su erección en lo alto, y sin prestar atención a las miradas escandalizadas de las personas—. Naruto-kun es un experto en eso y él solo quiere enseñarme.
Decidido en seguir avanzando, fue nuevamente a la biblioteca para saber cómo diablos bajar ese molesto bulto que ya le comenzaba a doler.
En otro lado de Konoha, Naruto planeaba dulcemente su venganza contra Sai. ¡Nadie se atrevía a tocarle de esa manera!
—Joder, ya van dos hombres que me besan sin mi permiso. ¡No puedo seguir así. De verás!
Fin.