Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

En Tinta Roja por Hydeist Kira Corvinus

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Un fic nacido de la depresión =_=  espero les agrade este pekeño one-shot ^^ es más corto de lo que acostumbro escribir pero... pues así salió xD

  ¿Cuándo fue que todo comenzó? Y... ¿Cuándo fue que todo acabo? Todos los sucesos que pasaban a mi alrededor, sucedieron de una manera tan rápida, y lo más extraordinario es que no intenté algo para detenerlos, simplemente dejé que pasaran frente a mis propios ojos, quedándome inmóvil. No pude… no quise hacer nada para resolver todo aquello, ya te había perdido, me rendí, dejé que la oscuridad y el rencor consumieran lentamente mi corazón mientras lloraba lágrimas de sangre por ti.

Fueron tantas las oportunidades que se presentaron ante mi para poder decirte cuanto te amaba. Nada me costaba pronunciar aquella frase tan dulce que el oído humano espera escuchar como una armoniosa melodía de la boca de la persona que te acompaña en las buenas y en las malas. Nada perdía con decir “Te amo” ¿Y a caso lo hice? La respuesta es no, nunca pude hacerlo y ahora he perdido más callando que habiendo corrido el riesgo de decirlo. Ni si quiera en un susurro te lo dije, no podía ni si quiera escribirlo, no quería abrir mis ojos ante esa realidad, ni si quiera pude demostrarte de manera abierta aquel sentimiento al cual me correspondiste hasta el último día que estuvimos juntos. Aún recuerdo con amargura, melancolía y cariño los incontables momentos en que pude haber hablado y sin embargo callé. Dentro de mi mente aún gira aquella pregunta que me he hecho desde el día que no te vi más. ¿Por qué no lo hice? Ni si quiera yo he podido responder a aquella pregunta, y eso que creía conocerme del todo, pero ahora me doy cuenta de que ni si quiera se quien soy.

Ahora que me lamento no puedo hacer más que imaginar que sería de nosotros si yo hubiera hecho la diferencia, si pudiera regresar el tiempo… si pudiera regresarlo, con seguridad las cosas habrían sido completamente diferentes. Probablemente hubiera dicho te amo hasta quedar afónica, te hubiera repetido tantas veces esa palabra que lo único que podrías hacer sería soñar con mi voz diciéndote aquello. Aquellas palabras tan simples y a la vez tan poderosas que nos pueden cambiar a todos la vida. Hasta ahora es cuando me doy cuenta que no era complicado alimentar nuestro amor, conservarlo. Bien dicen que el amor es como una flor, se le tiene que cultivar poco a poco, se le debe alimentar, cuidar y decirle de vez en cuando palabras bonitas para que se sienta feliz y querida.

Todo lo que ha cruzado por mi mente me ha llevado a concluir que lo único que impedía abrirme a ti era el temor a ilusionarme, a decepcionarte, tal vez… no deseaba que nos lastimáramos, eso sólo me deja ver lo egoísta que he sido durante tanto tiempo, y es justo en ese egoísmo es que radica uno de los errores más grandes de mi vida. Es ahora que entiendo que en la vida hay que correr riesgos mayores a los que estamos acostumbrados para conseguir y preservar todo aquello que deseamos con nuestro corazón, en otras ocasiones antes de lograr la perfección habremos de sufrir para aprender y corregir nuestros errores en la siguiente oportunidad que se presente frente a nosotros. Y en otros momentos con certeza uno se tiene que afrontar a una cruda realidad, ser despreciados, o tal vez perder algo o alguien importante para nosotros. Es por todas éstas razones que las personas deberíamos vivir sin miedo y a l máximo nuestras vidas. No deberíamos permitir que todo lo que nos atormenta o nos hace sentir el temor más grande que nuestros corazones pueden conocer se apodere de nosotros y no nos deje vivir plenamente.

Me arrepiento tanto de mis acciones, más sabiendo que tu corazón ya me pertenecía. Me amabas y yo a ti, me habías aceptado tal como soy y yo a ti, habíamos logrado una armonía perfecta entre ambas melodías. Y sola fui alejándome lentamente de ti y te fui alejando a ti de mi. Por eso te pregunto si tu te habrás dado cuenta de todo lo que sucedía y tampoco hiciste nada, o sería yo quien no permitía que tu hicieras algo. Aunque lo más probable es que lo hicieras y yo no me diera cuenta de todo lo que hacías por mi. Pero aún buscando en lo más profundo de mi ser, de mi alma y mis pensamientos nunca encontraré la respuesta correcta. Y sin esa importante respuesta mi mente sigue divagando, buscando las razones por las cuales permití que tú la persona más importante en mi vida, la persona por la cual vivía y daba la vida, se alejara de mi sin si quiera decir adiós. Te fuiste a brazos ajenos que te brindaron un abrazo más cálido un consuelo amable. Aquellos brazos que habían logrado conseguir un lugar en tu bondadoso corazón y los míos sólo sufrieron la pérdida del mismo, sólo pudieron ver como volaba alejándose de ellos.

Yo fui quien permitió que te consolaras en sus labios por no brindarte los propios, deje libre la oportunidad de que esa otra persona rodeara tu cuello con sus brazos y te abrazara fuerte y cariñosamente, cuando yo pude hacer lo mismo innumerables ocasiones, cuando eras sólo mío, cuando vivías por y para mi. Podría apostar mi alma a que mis brazos hubieran sido más cálidos y te hubieran consolado de una manera más hermosa que los de esa persona con la cual ahora te paseas sin preocupación. Con la cual olvidas tus problemas estando juntos. Me es casi imposible creer que todo pasara en tan poco tiempo y yo permitiera que pasara. ¿Cómo es posible que avanzara todo tan rápido? Pero me parece aún más imposible que todo pasara frente a mis ojos y no quisiera darme cuenta de la realidad, no pude... no quise... no hice nada. Fue tan fácil para ti, un día estabas a mi lado diciendo discretamente a mi oído lo mucho que añorabas cada segundo que estabas conmigo, como con desesperación esperabas el fín del día para verme a los ojos, y al siguiente día simplemente desapareciste como si hubiera sido un fantasma cualquiera tu presencia dentro de nuestro hogar, ahora mi solitario y abandonado hogar.

Tu desaparición fue digna de presentarse en un acto de magia, fue tan rápida y furtiva. Ni si quiera me di cuenta en que momento tu ausencia se hizo presente hasta que habían pasado varios días sin tener noticias tuyas. Cada que paso que dabas era sigiloso y ágil, pero esta vez te habías superado, fuiste todo un maestro de la desaparición, dejándome impactada no podía ni quería creerlo, me engañaba a mi misma diciéndome que estarías en un viaje de negocios y pronto volverías. Pasó un largo tiempo antes de que volviera a mirar tu rostro en algún lugar, ni si quiera veía tus fotografías, era demasiado doloroso recordarte. Pero aquel día ahí estabas, solo, mirando al cielo como si pensaras en la belleza de la inmensidad azul que habita en las lejanas alturas. Me fui acercando lentamente a ti, quería sorprenderte, acomodé un poco mi cabello y continué mi camino, cubrí tus ojos con mis manos para impedir que notaras mi presencia, después te di un ligero beso en el cuello y me llamaste... Demonios que importa como me llamaste, lo importante era que ese nombre no era el que me correspondía, ni si quiera podía reconocer aquel nombre, era completamente desconocido para mi, nunca me habías presentado persona alguna con ese nombre. ¿A quién correspondía hice nombre que con tanta dulzura habían pronunciado tus labios? En esos momentos, sinceramente me era de mínimo interés por qué o por quién me habías cambiado, lo único que me interesaba era que respondieras mis preguntas ¿Cuándo pensabas decírmelo? ¿A caso permitirías simplemente ocultarme en un rincón oscuro y olvidado de tu corazón, ocultándome bajo una profunda mentira y un engaño infinito? ¿A caso no merecía por lo menos un poco de honestidad después de que te fueras sin si quiera decir Adiós? Tal vez si tan sólo me hubieras dicho aquello podría haberme olvidado de ti y habría corregido mis errores. Me pudiste haber dicho hasta nunca de una manera fría y cortante, con desdén y odia si hacía te apetecía, pero al menos así hubieras podido cerrar una etapa completamente. Pero nuestro lazo aún estaba unido por un delgado hilo que sólo se rompería hasta que respondieras a mis dudas, hasta que me enfrentaras y me dijeras tus sentimientos. Así la dolorosa imagen de tu rostro desaparecería de mis pensamientos, el tatuaje de tu nombre se borraría para siempre de mi corazón, y así tu voz nunca más se apoderaría de mis oídos aunque sólo fuera un engaño de mi imaginación. Siendo un hombre de tantos principios y cualidades extraordinarios ¿Cómo es posible que no pudieras enfrentarme? Permitiste que la herida permaneciera abierta hasta ese momento. Si de algo he de jactarme es de nunca perdonar los engaños y las mentiras, aunque puedo perdonar pero nunca olvidaría nada de lo sucedido. Y lo que tu has hecho fue una puñalada por la espalda para mí. Y al parecer a ti ni si quiera te importó un poco, pero... siendo justos... no debería culparte de lo que has hecho, estabas en todo tu derecho de ser feliz. Y esta culpa recae no sólo en una persona si no en ambas. Ninguno de los dos fue sincero con el otro. Me disculpé por haberte besado y di media vuelta sin esperar explicación alguna a mis preguntas, deseaba salir huyendo de ahí pero me controlé y continué caminando en dirección opuesta a ti y fue entonces cuando algo me detuvo, me habías tomado por la muñeca. Me ofreciste una sincera disculpa con los ojos llenos de los que parecían lágrimas a punto de nacer de esos luceros azules, liberaste mi muñeca de tu agarre, y me quedé un momento mirándote con tristeza a los ojos, estaba a punto de aceptar aquellas palabras cuando un nudo en mi garganta se apoderó de mi voz, sin permitirme pronunciar palabra alguna. No pude decir nada y decidí seguir caminando como si todo ello no hubiera pasado. En el fondo sabía que el recuerdo de ese encuentro perduraría por siempre dentro de mí. tú me veías arrastrar los pies, caminar con pesadez y por eso gritabas mi nombre. No quise mirar hacía atrás, sólo demostraría mi debilidad, no quería recordar el hermoso pasado que ahora ya no existe.

Ya han pasado varios años desde que sucedió eso, y por lo que me han contado tienes una hermosa familia por la cual ahora debes dar lo mejor de ti y luchar hasta el final. ¿Sabes algo? Me alegro por ello, me alegro de que tú no te hayas estancado en un sentimiento tan puro y hermoso que se convirtió con el paso de los años en una obsesión, cerrándome la puerta a tantas oportunidades que tuve, cerrándome las puertas de los caminos que tenía libres para conseguir mis metas. Debí haber seguido tu ejemplo, debí haber olvidado, dejar que las palabras se las llevara el viento, que el agua lavara las huellas de tu cuerpo en el mío, que él tiempo borrara los recuerdos y que el dulce sabor del amor que alguien más me pudiera ofrecer curara las heridas de este corazón destrozado. Pero no quería derramar una lágrima más por alguien que no fueras tú, por alguien que no sabía que quería realmente de mi, no sabía que esperar de alguien que no fueras tú. Lo se fue una decisión tan tonta, no tendrás que reprenderme por ello, yo me he reprendido ya demasiadas veces por mis erróneos actos, por no arriesgar, por no demostrar, por no afrontar los obstáculos que la vida te va poniendo en el camino. Ahora he aprendido que si esos obstáculos existen es porque el destino sabe que podrás con ellos, porque sabe que tu fortaleza romperá límites para conseguir traspasarlos y yo se que no fui la excepción pero yo me dejé vencer, dejé que cualquier sentimiento negativo pudiera más que mi propio corazón. Dejé que la fortaleza de mi alma decayera, que mi uso de razón se perdiera, dejé que la vida se me escapara de las manos sin importarme nada. Sólo te quería a ti, mi dulce y hermosa obsesión. Por eso mientras aún conservo la vida te escribo esto, tal vez no lo leas nunca, tal vez si, no lo se el destino nos tiene preparadas muchas sorpresas, yo aún espero mi sorpresa más deseada, mirarte en frente de la puerta de mi departamento, diciéndome "Te amo, me equivoqué nunca debí dejarte" pero tal vez para entonces ya sea demasiado tarde, mi cuerpo ya no es tan fuerte como antes, no se cuanto más me quede de vida, pero por eso te escribo esto, quiero dejar mi conciencia limpia, saber que de una u otra forma te pude decir lo que sentía , plasmarlo en un bello color rojo, como la pasión que entre tu y yo hubo alguna vez ¿Y Sabes la razón más importante de que sea en tinta roja? Esta tinta representa mi sangre, cada gota de mi sangre es una lágrima que derramó mi corazón cuando te fuiste, una lágrima que derramaba al recordarte, una lágrima que derramaba al mirarte... Por eso en tinta roja te dejo mis últimas palabras a ti mi dulce y hermosa obsesión, a ti mi inalcanzable obsesión, a ti y nadie más que a ti. Y recuerda... cada rosa roja que por tu camino se cruce, estará manchada por lágrimas de mi corazón.
Notas finales: se aceptan comentarios, críticas, sugerencias etc. ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).