Lelouch.Me encontraba en clase, junto a él. Aquel que me quitaba el sueño, aquel que cuando pasa frente a mí me idiotizo, lo miro en estos momentos hasta que dirige su mirada hacia mí y no hay forma de evitar ruborizarme al máximo, desvío mi mirada para que no note mi violento color rojo en las mejillas. Él ríe por lo bajo y continua con su mirada en la pizarra del salón atento a la explicación de la profesora. Aún no sé porqué pero el ya no había sido llamado al “ejercito” como en veces anteriores, al parecer ahora sí podría tener la oportunidad de charlar más a fondo con él y tal vez de confesarle de una vez por todas que siento una fuerte atracción hacia él, lo que no comprendo es el porqué, si antes no me cabía la posibilidad de fijarme en mi mejor amigo, me repugnaba la idea.
Ahora no puedo evitar sentirlo. Me encanta cada facción definida de su angelical rostro, sus bellos ojos verdes y su esbelta y perfecta figura. Yo estaba cansado de que “Zero” me quitara tiempo, tenía que estar al pendiente de todo pero decidí tomar un tiempo libre y librarme de esta presión en el pecho cada vez que sonríe o cuando se acerca hacia mí. Suzaku Kururugi, serás mío.
- De acuerdo clase, quiero que tengáis esos proyectos listos para dentro de una semana. – dijo la profesora saliendo del salón de clases.
Yo no sabía de qué demonios hablaba, no preste atención en clase. Me ruborice ante la causa de mi ausencia en clase. Suzaku se acercó de repente, para cuando acordé el ya estaba sentado a mí lado con sus manos en el escritorio y su cabeza sostenida por estas, esbozando una tierna sonrisa mientras me miraba, lo que hizo que me ruborizara aún más, si es que era posible.
- ¿Ya tienes compañeros de equipo? – me preguntó quitando su sonrisa. No sabía de que hablaba, tal como paso con la maestra de ciencias.
- ¿Equipo? – pregunté mientras me reacomodaba en mi asiento.
- Sí, el proyecto de ciencias, no prestaste atención en clase por estar contemplándome Lulu. – dijo burlón con su tierna sonrisa de nuevo dibujada en su rostro.
- N-n-n-no estaba bien-viéndote Suzaku – dije sintiendo como el calor llegaba hasta mis mejillas.
- Como digas Lulu, ahora, tú serás mi compañero de equipo. - dijo cruzando los brazos – Y no acepto un no como respuesta.-
De acuerdo, con gusto Suza, ahora tú explícame en qué consiste el proyecto de ciencias.
- Bueno. Debemos experimentar con gases y ese tipo de cosas, tenemos la lista en el libro y anotar las observaciones y después exponer ante la clase la combinación de sustancias qué nos interesó más. – dijo levantándose de su asiento.
- Muy bien, tenemos una semana, tiempo suficiente. – dije imitando sus movimientos.
Los dos salimos del salón de clases pero pude percatarme como Shirley & Milly nos observaban a lo lejos. Suzaku sabía todo de mí, incluso sobre el tema del “Geass” que tanto me desconcertaba. Salimos hacia el patio y Suzaku me tomo de la mano y me condujo corriendo a el campanario cerrando las puertas tras de él.
- Así no molestarán esas acosadoras. – dijo esbozando una linda sonrisa, de esas que lo hacen verse extremadamente tierno.
- Pero, molestarnos en que… ¿Suzaku? – quise saber.
- Tu sabes, charlar, contarnos nuestros más íntimos secretos. Lo que siempre nos contamos y que solo nosotros sabemos.Me senté en las escaleras de dicho campanario y Suzaku hizo lo mismo, sentándose a mi lado, se quedo viendo al vacío.
Eran cerca de las seis de la tarde, comenzaba a oscurecer y el campanario se iluminaba tenuemente por el crepúsculo.
- ¿Crees que el campus ya este vacío? – me preguntó volteando a ver la ventana.
- No vacío, con poca gente – repuse.
- Perfecto. De nuevo me tomo de la mano y me condujo corriendo hacia lo más alto del campanario, salimos y nos sentamos en el tejado de éste.
Suzaku sonrió con verdadero sentimiento y abrazando con sus brazos sus piernas, recargó su cabeza en mi hombro.
- Me gusta cuando solo estamos tú y yo, Lulu. – dijo viendo de frente.-
A mí también, Suza mío. – dije besándole la frente con cariño. Él inmediatamente se sonrojo y se estremeció un poco.
- Gra-gracias Lulu.
- Fue extraño como las chicas nos espiaban. – dije de repente.
- Es por qué son unas celosas, como yo estoy contigo ellas también quieren estarlo. – dijo con los ojos cerrados y con atisbo de disgusto.
- Acaso estas celoso de que esas chicas estén tras de mí – dije con afán de molestarlo.
- ¡Claro que no! Porque sé que tú eres mío.
Eso no me lo esperaba, ¿Acaso estaba diciendo que me quería de otra manera? Quizá. No lo sé. Advertí como me ruborizaba.
Sentí como Suzaku colocaba su cabeza en mi pecho y me rodeaba con sus brazos por el torso. Yo también lo abrace y recargue mi cabeza en la suya. Nos quedamos así un largo rato, disfrutando del viento que acariciaba nuestros cabellos, haciendo que Suza luciera más lindo aún, amaba ver sus cabellos alborotados por el viento. Estuvimos un largo rato disfrutando del contacto, de la presencia del otro, la intimidad en la que estábamos era simplemente deliciosa. Nunca pensé sentirme así con un chico y menos con mi mejor amigo, es con él con el que querría disfrutar un momento como ese. Me sentía feliz de que, por lo menos en ese momento, nos pertenecíamos el uno al otro, éramos completamente del otro.
- Lulu – susurró sin mover su posición ni un centímetro.
- ¿Qué pasa Suza? – dije con mis ojos cerrados.
- ¿Podría dormir contigo esta noche? – soltó mientras posaba su mirada en la mía.
- Por mí está bien Suza, pero sabes que es en contra de las reglas del colegio. – dije esbozando una tierna sonrisa.
- Lo sé y no me importa, quiero pasar más tiempo contigo. Dejémonos de tonterías Lelouch. Sabes que sientes algo muy fuerte por mí y yo por ti, así que no tiene nada de malo. – dijo mientras su voz se quebraba un poco.
- Eres mi mejor amigo, claro que te quiero mucho Suza.
- No ese sentimiento sabes que nos amamos de sobremanera Lulu. – dijo poniendo sus manos en mis hombros.
- No lo sé Suzaku, no estoy seguro de lo que siento por ti – confesé.
- Pues yo sí, si tú no lo estas, yo sí. Sé que te amo más de lo que he amado a cualquier persona. Sé que lo único que quiero es estar a tu lado para saber que necesitas, que te falta y hacerte feliz, sé que cuando no estoy a tu lado un vacío en mi interior reclama tu cuerpo, tu presencia. Sé que te amo Lelouch. – dijo dándome un fuerte abrazo.
No sabía que decir, me tomo completamente por sorpresa, en el fondo estaba saltando de alegría ante la notica. Él ser amado me correspondía. No podía moverme de la impresión, mi fulgor interno se manifestó en lágrimas que manaban de mis ojos por más que las forzara a quedarse dentro, no podía contenerlas. Terminaron en la camisa y rostro de Suzaku, quién levanto la cabeza rápidamente e inmediatamente comprendió todo lo que yo sentía, incluso lo que sentía por él. Esbozo una tierna sonrisa, la más tierna que jamás vi en su rostro. Limpió mis lágrimas y me preguntó de nuevo que sentía por él.
- Yo, creo que si siento algo muy fuerte por ti Suzaku. – dije mirándolo firmemente a los ojos.
- Pues debemos averiguar si es verdad. – dijo para después acercarse lentamente a mi rostro, fui presa del sonrojo más violento que jamás experimenté, era mi primer beso y con el amor prohibido que tanto razoné al aclarar mis sentimientos.
Me besó. Note como el corazón quería salir de mi pecho, mientras sentía los labios de Suzaku entre los míos, abriéndose paso entre ellos, con violencia, no, con pasión. Su lengua delineaba mi labio inferior con mucha ternura. Al contacto de nuestras lenguas nos estremecimos. Lentamente se fue separando de mí, aún con mi rostro entre sus finas manos y pude ver que sin intención yo estaba sentado con mis manos en su cintura acercándolo a mí ser y el con las piernas abiertas sentado sobre las mías, haciendo que nuestros cuerpos parecieran fundidos en aquel pasional beso lleno de sentimientos ocultos que van más allá del vocabulario. Después de ese beso, todo cambió para nosotros. Nos dirigimos a mi habitación mandando al carajo el estúpido reglamente escolar, cerré con llave. Note como el sonreía y se quitaba su ropa al tiempo que me miraba con algo me malicia, se quedó solo en bóxers y se sentó con las piernas cruzadas sobre la cama. Yo me acerqué y comencé a desabotonar mi camisa pero fui interrumpido por Suza, quién comenzó a desabotonarlo él con delicadeza mientras besaba cada parte de mi pecho y torso. Me dejo en bóxers así como él pero no me importo. En lo único que pensaba en ese momento era que mi amado nunca tuviera que apartarse de mi lado. Nos recostamos y con decisión lo tome por la cintura desnuda y lo atraje hacia mí con fuerza y cuidado, él alargó sus brazos y los enroscó en torno a mi cuello, me besó tiernamente en los labios y caímos rendidos por el cansancio.