¿Cómo describir a Artemis Fowl? Varios psiquiatras lo han intentado muchas veces y todas ellas han fracasado. El principal problema es la inteligencia de Artemis, pues emplea toda clase de artimañas para burlarse de los Test psicológicos a los que lo someten. Ha dejado perplejas a las mayores eminencias médicas y ha enviado a muchas de ellas en camisa de fuerza a sus propios manicomios.
Informe elaborado por el doctor J. Argon, experto en psicología, para los archivos de la academia de la PES.
El centauro deposito los papeles sobre la mesa pensativo, movía las pezuñas tratando de elaborar una respuesta lógica sentado sobre la silla giratoria.
Potrillo era por años, la gran mente tras la PES, encargado de los armamentos y fuentes de vigilancia tanto como en el subsuelo como para la zona de los fangosos. Conocido por su gran inteligencia y tal vez por su buen sentido del humor. Era fácil de herir y un poco quisquilloso, por no decirle "paranoico"
Se rasco la cabeza allí donde tenía aun aquella gorra de aluminio, sin dejar de mirar la gigantesca pantalla de plasma la imagen de un muchachito blanco como un vampiro de unos profundos ojos azules.
Artemis Fowl a sus trece años era casi "magnifico" astuto y maquiavélico, impredecible. Desde la primera vez que Potrillo cruzo miradas con aquel espécimen humano no pudo dejar de imaginarse una completa investigación.
Hasta el momento se había basado en todos los archivos psicológicos que tenían en la PES, pero a medida que terminaba uno y comenzaba otro se daba cuenta de que era una mera tontería. Todos decían lo mismo y el profesor Argon de verdad parecía creer saber mucho cuando no sabia nada. Era un completo ignorante en el tema, para el centauro había otras prioridades del porque del comportamiento de Artemis, más allá de saber cuan capaz era. Para Potrillo lo que lo traía casi loco de curiosidad era el punto de humanidad que el pequeño podía tener.
Más de alguna vez demostró una debilidad, dejándose llevar minimamente por sus sentimientos eh inocencia infantil, la que lo llevo hasta las criaturas para ser exactos.
El centauro le dio unas palmaditas cariñosas a todos sus artefactos que tenía a la mano. Grandes invenciones jamás antes vista que nadie podría imaginar, centros de inteligencia envidiables y superiores a la de cualquier humano, pero ni siquiera el, con toda su capacidad lograba encontrar la repuesta para su proyecto.
¿Cómo? Se preguntaba una y otra vez ¿Cómo puedo sacar el lado más dulce y vulnerable de Artemis Fowl?
-Potrillo, ¿Me escuchas?-El centauro dio un brinco-¿Qué pasa? Es raro que estés tan silencioso-
-¡Hola Holly! Cualquiera estaría así si acaban de dar de baja una de tus primeras invenciones ¿No crees?-
-¿Acaso es aquella chatarra en la que me enviaste por un Troll?-
-"Esa chatarra" Capitana era el modelo más antiguo en rampas de lanzamiento. Una reliquia, años de esfuerzo vaciados sin un merito a las bodegas…-Le contesto molesto
-De acuerdo como tu digas-Holly pensó en que clase de merito se refería Potrillo, un poco más y se queda en estado vegetal por el resto de sus días por esa tonta reliquia-¿Alguna noticia?-
-Nada de nada capitana, este lugar esta más muerto que un cementerio-Hacia unos dos días el comandante Remo los había enviado a investigar una zona de la cual habían recibido una llamada asegurando haber visto seres extraños sin procedencia alguna. Holly estaba de guardia en esos momentos y potrillo desde su laboratorio examinaba las cámaras de seguridad que el mismo había instalado. Ningún solo punto ciego, un trabajo maravilloso.
-De acuerdo Potrillo, en una hora nos estamos comunicando. Cambio y fuera-El silencio volvió a sacudir al centauro. La capitana era una de sus fuentes de alegría, aunque muchos insistían en que él tenía sentimientos encontrados con la elfa, sabía perfectamente que su aprecio era por su persona y no por su hermoso rostro. De todas maneras si es que la liebre saltaba Potrillo ni loco desperdiciaría la oportunidad. Holly Canija era extremadamente guapa, pero las probabilidades de que eso ocurriera eran las mismas de que el pudiera ser el rey del baile.
Fue cuando un foco del tamaño del sol le ilumino la mente. Tecleo con rapidez sobre la enorme mesa repleta de botones y jeroglíficos que el mismo había inventado.
¿Cómo no se le había ocurrido antes? Era tan obvio…
Justo en ese momento sobre la pantalla se iluminaron dos rostros al lado de la gigantesca imagen de Artemis. La primera era de la Capitana Holly Canija y la segunda de uno de los mayordomos de la casa Fowl. Juliet Mayordomo, una jovencita esplendida de bellas pestañas largas.
Artemis estaba cercano a un cambio hormonal, las chicas tenían que entrar tarde o temprano en su cabecita y entre dos mujeres tan guapas algo debía de surgir. Dos opciones completamente diferentes y únicas entre si.
Por un lado estaba la capitana, una morena de cabello rojizo y ojos color avellana con unos labios regordetes y suaves como el algodón, de carácter fuerte y orgulloso. Y por el otro una esbelta rubia de ojos azulados, piel blanca como la nieve, un poco tonta, pero llena de habilidad. Cualquier hombre quedaría anonado con solo cruzar palabra con alguna de las dos. Era brillante, la idea perfecta, nada podría fallar.
Aunque nadie estaba conciente de ello Potrillo mantenía una comunicación constante con Artemis con la excusa de vigilarle, cuando en realidad solo compartía conocimientos y juegos de ingenio.
Rastreo la mansión Fowl justamente a la habitación del niño quien no tardo más de unos segundos en contestar.
-Me preguntaba cuanto tardarías en volver a solicitarme ¿Qué sucede ahora? Un partido de ajedrez por Internet o comentar el último libro de Brian Weiss quizás-
-Tan encantador como siempre. Pues no, no es nada de eso Arty-Artemis arqueo una ceja, nadie se tomaba las confianzas suficientes para llamarle como solía hacer su madre.
-Eh de suponer que estas en algo y necesitas mi opinión, pues no se de que otra forma pueda serte útil-Ojeo desinteresado un gordo libro de filosofía.
-¿Alguna vez te has enamorado?-Artemis guardo silencio por unos segundos como si estuviera analizándose a si mismo.
-Tengo trece años casi a punto de cumplir los catorce entrare dentro de poco a mi adolescencia, posiblemente a futuro experimentare cambios hormonales. Hasta entonces quizás pueda responderte esa pregunta amigo-Potrillo se mordió los labios.
-Eso quiere decir que aun no te interesan las chicas-Artemis cerro el libro y lo dejo a un lado para mantener el hilo de la conversación.
-No, eso creo. Pero La capitana me resulta bastante atractiva, pero no me llama la atención "en ese" sentido-El joven se hecho sobre su cómoda silla.
-Que sincero, y yo que me creía que eras mucho más desconfiado. A menos que me estén tomando cariño pequeño Arty-Se burlo el centauro.
-En aquello te equivocas mi cuadrúpedo, no hay nada de lo que yo aya dicho en este intervalo que se pueda usar en mi contra. No hay necesidad de ocultar cosas tan obvias-
-Es cierto, es cierto-Dijo Potrillo-Entonces ¿Nada de chicas?-
-Nada, en absoluto-Sincero Artemis
-Y yo que pensaba que podría utilizar el poder femenino contra ti y hacer un excelente informe. Tendré que esperar a dentro unos años más-
-Por supuesto, en ese entonces si gustas podemos tener una charla cara a cara. Me gustaría volver a ver a mis minúsculos compañeros. Sin ánimos de ofender, claro esta-Potrillo volvió a reír
-Fue una tontería ¿Gustas de un partido de ajedrez? Me debes la última-
-Porque no...-